lunes, 3 de julio de 2017

Una delicia de de canción...

...de María Rozalén.

Siempre que hago algo, de provecho o no, tengo música de fondo, pero cuanto más relevante sea la actividad que tenga entre manos, más necesaria es la música. Sí, me ayuda a concentrarme, me aísla de todo lo demás y, extrañamente, puedo estar pendiente de lo que dice la canción mientras hago otra cosa.

Y eso ha sucedido hoy, mientras escribía la entrada anterior al blog. Me ha aparecido en youtube un aviso de una canción de Julián Bozzo con María Rozalén llamada Eco de su luz. Compartida por el propio Julián Bozzo, viene acompañada de estas anotaciones bajo el vídeo:

"Para los que se fueron y ya no están... Para que su luz siempre nos abrace."

Escriba lo que escriba a continuación, esa segunda oración, junto a lo que dice la primera, me parecen insuperables.

Seguro que en algún momento de vuestras vidas habéis sufrido la pérdida de alguien, o es posible que llevéis ya más de una y más de dos de las que duelen lo que no está escrito. Y sí, el tiempo suaviza, pero no cierra la herida. Y habrá ratos en los que esos ausentes los notéis tan cerca que parece que os susurran al oído. Esta canción va por todos ellos, por los que ya no están. Pero, también va por vosotros, los que ni lográis ni queréis olvidarlos.

Y eso que dice la canción no nos lo va a arrebatar nadie, el "eco de su luz."

Qué preciosidad de canción. Qué sensibilidad al cantarla. Me encanta escuchar a gente que acaricia las palabras al cantar. María Rozalén es una de ellas.


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