jueves, 19 de octubre de 2017

EMOCIÓNATE: día 2

Tras mi ausencia la semana pasada, ayer retomé el taller de Educación Emocional.

Tengo una nueva incorporación en el mismo y ya son siete los alumnos apuntados. Vinieron seis, así que de entrada muy contenta.

Empezamos la sesión con un vaso de agua (medio lleno, medio vacío...depende) que coloqué encima de las mesas. Les pedí que miraran el vaso y dijeran qué les sugería, a ver si podían adivinar de qué íbamos a hablar. Cual fue mi sorpresa que los alumnos profundizaron mucho más de lo que yo lo había hecho, y me dijeron emociones a las que asociaban el vaso y muy bien razonadas todas. Desde la tristeza a la alegría pasando por la calma.

Después de la "adivinanza" expliqué el porqué del vaso, y que el optimismo era el sentimiento por el que había colocado el vaso. Ni que decir tiene que me encantaron sus reflexiones y me sorprendieron gratamente. El caso es que la tendencia era verlo medio lleno.

Buscamos en el libro "Laberinto del alma" de Anna Llenas cómo se referían al optimismo. Para los que no conozcáis el libro, es una especie de diccionario de emociones. Y me refiero a él como "una especie de diccionario" porque si lo hojeáis y ojeáis veréis que no está en orden alfabético, y las definiciones son bastante asequibles para los niños, con pocas palabras técnicas y relativa brevedad al explicarlas (según la emoción esto varía).

Luego recurrí a una actividad que había visto que hacía Elsa Punset (ver vídeo con la actividad completa), en la que tenían que pensar en tres cosas distintas:
1. Un recuerdo alegre.
2. Una persona a la que queréis.
3. Un deseo para el futuro.

Y, una vez que hubieran pensado en esos tres sentimientos positivos, asociar cada uno a un color, y escribirlo dentro de un círculo de cartulina de ese color.

Cuando habían acabado, invité a los que quisieran, de manera absolutamente voluntaria, a compartir lo que habían puesto. Me parece que este punto es muy importante, que te apuntes a un taller que se llama EMOCIÓNATE no quiere decir que tengas ganas de hablar de lo que sientes, de tus emociones, de lo que has vivido. A lo mejor te apuntas por estar un rato entretenido o simplemente porque es al contrario, que no sabes cómo expresar lo que sienten o cómo gestionar lo que te pasa. Sinceramente, que hayan querido venir a mí me llena de alegría, el motivo es totalmente secundario.

Claro que prediqué con el ejemplo, me parece apropiado que en las cuestiones más personales me implique también, y comparta una parte de mí más allá de mi labor docente.

De fondo, mientras pensaban qué poner y luego lo escribían en los círculos, puse música (el audio únicamente)...Escuchamos un par de canciones de Diego Torres (Hoy es domingo e Iguales), otra de Cristian Castro (Lloviendo estrellas) y la que sonó primero y cuya letra les hizo mucha gracia: Cuando me siento bien, de Efecto Pasillo. Esta última, un canto al optimismo.



Y así, como quien no quiere la cosa, segunda sesión que se me pasó volando. Se me quedaron en el tintero más actividades, pero creo que el optimismo da mucho de sí y retomaremos el tema la semana que viene. De hecho, incluso le daremos una pequeña vuelta a la actividad de los círculos, aunque no hasta que vayamos a "terminar" con el optimismo.

Si a todo lo anterior le añadís que antes de comenzar la sesión vino un niño que ya no está en el cole acompañando a un familiar. De paso aprovechó para acercarse a saludarme, me pregunto, ¿qué más puedo pedir? El saludo fue en forma de abrazo, uno cargado de sinceridad y con cariño. Pocas cosas llenan más que eso. Por si lees esta entrada, MIL GRACIAS, eres un encanto y un tesoro que no mucha gente sabe descubrir. Para mí, SIEMPRE serás bienvenido.



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