domingo, 27 de mayo de 2018

EMOCIÓNATE día 26: ÚLTIMA SESIÓN

El viaje del Taller Emociónate empezó el miércoles 4 de octubre de 2017.  En ese arranque, solamente fueron tres de los seis alumnos que se habían apuntado. El miércoles 23 de mayo, estuvieron los siete (un alumno se incorporó al taller en enero). Durante este periodo hemos vivido muchas tardes juntos, unas más dulces; otras, por el contrario, algo amargas.

Como ya expliqué en un post anterior, a mí me estaba resultando muy complicado elegir qué íbamos a hacer esa última tarde...

Empezamos con una canción, Agárrate a la vida, de Atacados y Rosana. Si no la habéis escuchado...¿A qué estáis esperando?



Repetimos, aunque modificado, una dinámica de otras tardes. Sentados en el sitio de esa tarde (se ponen en el que ellos eligen), tenían que dar la mano a los que tuvieran a su derecha e izquierda, mientras escuchaban la canción, le pedí que permanecieran en silencio y mirasen al compañero que tenían enfrente. Me habría encantado participar, pero quería guardar imágenes de ese momento, para que no se quedara solo en mi retina. Salió bastante bien, y se respiraba algo especial en el ambiente.
Si quieres ver cualquier imagen ampliada, pincha en ella.



Luego retomamos uno de mis conceptos favoritos en estas lides: las caricias emocionales. Con ayuda de varias personas, principalmente Yassmín y Salma, refrescamos qué eran exactamente. Puse en la pizarra "caricias emocionales" para cada alumno, pero les dije que, esta vez, prefería no decir a quién iba referida cada una. Los invité a salir, quien quisiera, para escribir alguna, destinada también a las personas del taller. Voluntariamente, los que quisieron, fueron saliendo a la pizarra. En ese momento llegó una niña, que no había podido venir antes, le expliqué de manera resumida lo hablado hasta entonces. La pizarra quedó así:


Y una vez más, a los que estáis leyendo la entrada, igual que a mis alumnos, os animo a hacer caricias emocionales más a menudo, son gratis y no imagináis cuánto bien podéis hacerle a quien estén dirigidas.

Uno de los niños trajo algo que les había comentado hace bastantes sesiones. Quería que trajeran un objeto que para ellos fuera muy especial, por la razón que fuera. Ya casi ni me acordaba porque la mayoría tienen a gran parte de su familia en otros países y decían que aquí, en Salamanca, no tenía nada así. Este niño vino con un peluche naranja, nos contó que para él era importante porque se lo regaló su padre cuando era muy pequeño. Actualmente sus padres están separados. Me hizo ilusión que trajera su osito.



Una alumna comentó que si lo llega a saber, ella habría llevado a su madre. Sé que para ella su madre es la persona más importante del mundo.

A continuación expliqué el "marco emocional", hecho a la carrera la tarde-noche anterior, y hablamos un poquito de las palabras que había escritas en él, y que desde luego no eran cuestión del azar.

Entonces saqué el arsenal de adornos para hacerse las fotos con ese marco, entre los que se encontraban una peluca verde, una diadema con orejas de Minnie Mouse o una boa de plumas azul (impresionante la rapidez a la que se iba deshaciendo y el tono pitufo que se te quedaba en las manos con solo rozarla). Para muestra, unas imágenes de nuestro particular photocall:









Luego nos hicieron una foto a todos en el gimnasio...¡Gracias, Loreto!



Seguimos, con un vídeo de Laura Escanes que se llama EMOCIONES. Fui parándolo cuando quería que los alumnos participaran y contestasen a preguntas de las que aparecen en el vídeo. Me llamó mucho la atención las ganas que tenían todos de hablar, porque en muchas tardes ha sido me mayor escollo, y ya no sabía cómo provocar/animar que intervinieran. Tal vez fueran conscientes del final del taller...

Después recordé el libro de El monstruo de colores, de Anna Llenas. Saqué unas tarjetas plastificadas con las emociones que salen en él. En una carpeta tenía muchas situaciones distintas, que fui cogiendo a voleo, y las fuimos colocando junto a la emoción que creíamos que encajaba mejor con cada situación. No nos dio tiempo a acabar...Les advertí que, en mis clases de Compensatoria, intentaría terminar la actividad. Aunque algunos respondieron, con toda la razón, que entonces no iban a estar todos (no todos mis alumnos del taller son alumnos de Compensatoria, de ello 4 de 7 no lo son).



Decían que por qué no me quedaba con ellos hasta las seis. No me pareció apropiado, por varias razones. La primera es que aunque los padres no iban a recogerlos a la salida, yo había quedado en que salían a las cinco. La segunda, no veía justo que, después de muchas oportunidades para intervenir aprovechadas a medias, mucho más por unos que por otros, hoy decidieran que sí, que sí hablaban. Por el contrario otras tardes casi me ha tocado implorarles que participaran en actividades muy concretas.

Con quizá demasiada frecuencia, achaco a los niños, a los del taller y generalmente a todos, la poca imaginación que tienen. El miércoles no lo mencioné antes de estrenar IKONIKUS. Es un juego que compré en una tierras madrileñas hace ya un tiempo.

Presenta cartas con un corazón dibujado en cada una. Dentro del mismo, hay una imagen, de lo que sea.Muy interesante. Echad un vistazo a la foto inferior.



Con la frase de "es que en mi casa jugamos así," no hice demasiado caso a las instrucciones. Les di tres cartas a cada uno (en principio los demás no debían verlas). Como "juez", planteaba diferentes situaciones y cada uno debía dar una explicación de cómo se sentía, ayudándose de alguna de sus cartas. es decir, en su respuesta debía estar integrada, de la forma que prefirieran, la imagen de la tarjeta. Y aquí es donde me llevé la grata sorpresa de ver que su imaginación se activó. Si lo llego a saber, lo habría usado hace mucho, pero que mucho tiempo. Se quedaron con ganas de más.

Y ya, el broche final, el de verdad, con la canción Un beso redondo de Conchita, les expliqué que cada uno tenía una bolsa con su nombre con unos detallitos dentro. Eso sí, las grapé con toda la vista, prefería que lo abrieran en casa, con calma, fuera del cole.



Fallo técnico, no hice fotos de las bolsas, en la siguiente foto se ven "de refilón."



Cada bolsa llevaba dentro una bolsita de regalo. Dentro de la bolsa, una piruleta con forma de corazón, dos globos amarillos con una carita sonriente, una pelota anti-estrés, un pompero con la palabra alegría, una pastilla de plastilina para controlar la rabia, unas tarjetas en blanco con un papel en la portada que ponía "mis buenos momentos" y
un bolígrafo (elegido acorde a la personalidad de cada uno)...Me parece que no se me ha pasado nada.



Con sinceridad os digo que no quería emocionarme, no me apetecía acabar Emociónate a moco tendido. Y no resultó nada fácil, hubo instantes en los que apreté los dientes para no llorar. Odio las despedidas y, en cierta manera, fue una despedida en toda regla. Los que me conocéis sabéis lo mal que lo paso en esos momentos.

Ahora me doy cuenta que nos faltó un abrazo colectivo o algo semejante. Ya me encargaré que nadie acabe el curso sin el suyo.

Mi primer impulso era haber escrito esta entrada el mismo miércoles, aunque fuera por la noche. Decidí dejarla reposar, y esperar al fin de semana. Había acabado la última sesión con una sensación agridulce, que seguro que comprenderéis si habéis seguido un poquito las crónicas de cada tarde. Lo bueno es que a medida que han pasado los días, recuerdo más cosas positivas, y me quedo con mejor sabor de boca que el miércoles.

Desde aquí quiero pedirles disculpas a los alumnos por si alguna vez no se han sentido cómodos con alguna (o muchas) de las actividades/dinámicas/experiencias que han ido dado forma al taller. Y una vez más, GRACIAS a los siete por vuestra generosidad, porque no es moco de pavo unirse a un taller sobre educación emocional. Este blog no habría sido ni su sombra este curso sin Emociónate, y eso es para estar muy agradecida. Yassmín, Salma, Jair, Daribel, Avi, Anabel y Amín, de corazón, gracias por haber construido el puzle de Emociónate. Os quiero mucho, nunca lo dudéis.


Todas las imágenes son propiedad de La emoción de aprender.

5 comentarios:

  1. Eres la mejor profe del mundo gracias por todo gracias por apoyarme gracias por consolarme en momentos difíciles gracias por enseñarme todo lo que se te quiero más de lo que te imaginas te llevare siempre conmigo

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    1. Madre mía, no sé quién eres pero tu mensaje suena un poquito a despedida. Y eso NO, por favor, aborrezco las despedidas, no puedo con ellas. GRACIAS a ti, si dices eso seguro que todavía puedes contar conmigo...

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  2. ¡Enhorabuena por ese final tan estupendo! Y ese abrazo colectivo seguro que lo habéis sentido todos sin necesidad de que se haga efectivo. Felicidades por llevar a cabo tan bien una tarea tan importante. Gely

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    1. GRACIAS Gely. Es complicado explicar, eran muchas emociones contenidas, y no solo por mi parte. Hago lo que puedo...Muchos besos y un abrazo de los tuyos je je

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  3. ENHORABUENA Raquel!
    Ya sabes que me encanta leer tu blog pero debo reconocer que las sesiones de "emociónate" son las que semana tras semana esperaba con más incertidumbre.
    Una vez más gracias por compartir todas las actividades que has realizado a lo largo del curso, sin duda alguna, esta última ha sido también un éxito como la mayoría de las anteriores.
    Un abrazo enorme

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