viernes, 20 de julio de 2018

Diario de vivencias: 20 de julio de 2018

Querido diario:
Creo que soy un poco bocazas, al menos esta vez. Resulta que el 15 de julio "cerré por vacaciones" el blog y hoy, tan solo 5 días después, aquí me hallo, escribiendo de nuevo en él. ¡No tengo remedio!

Lo cierto es que estoy disfrutando mucho de estos días libres, sin hacer absolutamente nada del otro barrio. Quizá esa es la magia, que no he necesitado cosas que se salgan de lo cotidiano para tener una amplia sonrisa. Y como soy optimista, me atrevo a decir que mis ojeras de panda están empezando a menguar (un poquito ja ja ja ja).

Me ha dado por dibujar como si no hubiera mañana. Los papeles de distintos tamaños, texturas, colores, estampados; las pinturas (madera, cera, cretas...); los rotuladores (jumbo, punta fina, metalizados, doble punta...); los lapiceros; las gomas de borrar (hay una de Staedler pequeñita, de colores pasteles fosforitos, que es de lo mejorcito)...Una locura, si me imagino a mí misma dentro de una papelería, me convierto en el emoticono de los ojos con forma de corazón. Pienso que si existe el paraíso, el mío particular tendría, entre otras cosas, una papelería gigantesca y un robot que planche y coloque la ropa je je.

También por leer, acabado en dos ratos el de Lucía Be de No me da la vida, ando con dos muy distintos: uno es La lección de anatomía, de Marta Sanz, llevo unas 80 páginas y me está gustando bastante; el otro es el más reciente de Albert Espinosa,  Los secretos que jamás te contaron. Este de Espinosa es muy liviano de leer, es un conjunto de frases relativamente bien hilvanadas, un pequeño canto al optimismo, a atreverse a dar la bienvenida al cambio y a otras muchas cosas básicas para la vida a las que generalmente no les prestamos demasiado atención.



Y entre dibujos, lecturas, fotografía, encuentros varios, descanso (en grandes cantidades), familia, amigos...el verano avanza.

Y de esta manera llegamos al 20 de julio, fecha marcada a fuego para mí desde el 2009. Todavía recuerdo la emoción que sentí al descubrir, dándole como una posesa al F5 del teclado, mi nota en las oposiciones. También me acuerdo que puse un papel encima de la pantalla del ordenador, a modo de subrayador. Necesitaba cerciorarme, comprobar que no me traicionaba la vista y estaba viendo mi nota y no la del "vecino" de arriba o abajo. Luego ya vino el ataque de risa, después de llanto. Entre medias, no sé muy bien el instante, avisé a mi padre, que justo se acababa de levantar de mi vera tras un buen rato inmóvil, luego a mi madre (estaba trabajando) y a mi hermano (en otra habitación de nuestra casa). A los que habéis vivido un momento así, sé que me entendéis a la perfección. A los que todavía no, pero estáis en ello, deseo de corazón que si estáis por vocación en este mundillo docente, tengáis también un momento así, tan mágico. ¿Cómo no acordarme?

Después de este inciso, no demasiado breve, sobre el aniversario que celebro hoy, no sé qué más poner. No quiero repetirme como las lentejas.

Para no pillarme los dedos otra vez, paso de decir que el blog permanecerá cerrado por vacaciones. Más bien diré que aunque con menos frecuencia, me asomaré por aquí de vez en cuando. Ya sabéis, como cuando una casa está cerrada pero vais a echar un ojo cada cierto tiempo para comprobar que todo sigue en orden...

Por lo demás nada nuevo. La próxima semana tengo una jura de bandera. Bueno, no me he expresado bien. No, no me meto en el Ejército (me parece que no aguantaría ni media hora). Jura bandera alguien a quien quiero mucho, muchísimo, decir que como a un amigo es quedarse corta y como si fuera mi hijo no es justo para su madre, que más que ella no lo va a querer ninguna otra mujer nunca, jamás. Y yo como si estuviera allí. Qué bonito es ver que los sueños de personas a las que quiero tanto se cumplen.

Para todos, felices lecturas, viajes, escapadas, excursiones, "tomar algo", paseos, bañitos en la piscina y/o la playa...(Completadlo según vuestras preferencias. No soy yo nadie para deciros cómo disfrutar del verano)

Ilustro esta entrada con dos de los dibujos de estos días. Uno de ellos está sacado de un libro de Pedrita Parker, Esa "cosa" (extraña) llamada amor. Es de esos libros con más dibujo que texto que me gustan mucho. Lo que no quita que lea otros más "serios", pero en la variedad está el gusto. La frase no es suya, es producto de mi imaginación veraniega...



Perdonad la calidad de las imágenes, es regular porque están hechas con el móvil, y se nota.


Fotografías propiedad de La emoción de aprender

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