domingo, 28 de octubre de 2018

Pinceladas de emoción (2)

Antes de ayer, viernes 26, tuvimos la segunda "sesión" o más bien mini-sesión, por la duración (30 minutos escasos) de Pinceladas de emoción. No es otra cosa que tratar la convivencia en el aula a través de la educación emocional. 

Empecé contándoles un cuento breve, se titula "Yo", de Philip Waechter; pero que a nadie le confunda la brevedad o las ilustraciones infantiles. "Yo" habla de la importancia de quererse a uno mismo, de valorarnos como personas especiales. En la parte final, el oso, protagonista de la historia, se siente mal y empieza a correr, en busca del "otro." Y eso es lo relevante. Sí, que tenemos que querernos a nosotros mismos, de acuerdo. Debemos encontrar lo que cada uno tenemos de especial. Todo eso está muy bien, por supuesto. Pero a veces, necesitamos del "otro". Ese otro puede ser un amigo, una amiga, un familiar (papá, mamá, hermano, hermana, primo, prima, tío, tía, abuelo, abuela...). Sea quien sea, es alguien importante y que nos hace falta. He incluido algunas fotos del libro "Yo", porque creo que son un buen complemento a lo que os he comentado sobre el libro.






Imágenes propiedad de La emoción de aprender.

A continuación, algunas alumnas me recordaron los supuestos "deberes", que venían ya de la semana anterior. Tenían que pensar, ni más ni menos, en dos cualidades positivas (excluyendo el físico) de cada uno de sus compañeros. Después de reflexionar con calma a lo largo de toda la semana, decidí que no iban a decirlas en voz alto, que tal vez fuera demasiado pronto y pudiera resultar algo brusco. 

De ahí que haya colocado en clase "la silla de los cumplidos." ¿Os suena, verdad? Sí, a los habituales del blog les resultará familiar, porque la introduje en la 15ª sesión del Taller Emociónate el curso pasado. Por si os apetece releerla o conocer en qué consistió por entonces, pinchad en ESTE ENLACE. En esta ocasión la he adaptado a las circunstancias y, en particular, a la disponibilidad temporal. 

La silla está colocada en un lugar visible de la clase, con un cartel que la identifica como "la silla de los cumplidos de 5ºC." Los niños y niñas de la clase (y yo misma) tendrán a su disposición post-it con forma de corazón, para colocar algo agradable que quieran decirle a un par de compañeros. Les he dicho que hasta que no haya un cumplido (una frase amable, algo dicho con cariño...) para cada alumno/a, no podrán coger el que es para ellos. Ellos tendrán una cartulina grande, con su nombre, en la que irán recopilando los cumplidos de los demás. En cada "ronda", por así decirlo, cada niño o niña solo puede escribir cumplidos a dos compañeros. Si ven que a los que ellos pensaban ya les han puesto algo, deben pensar en dos diferentes. No puede ser que un niño/a tenga 10 cumplidos y otro ninguno. Iba a lanzarme a escribir los míos y guardarlos, porque ya tengo pensados los de todos. No obstante, creo que es mejor esperar, no siendo que vea que tardan demasiado en escribir a alguien (espero que no). Ni se me ocurre poner aquí los cumplidos que cada uno escribe, porque eso es muy personal y pertenece a la clase estrictamente. Solamente os diré si funciona o no y qué tipo de cumplidos pusieron. Puede ser solo una palabra, una oración breve, o si alguno lo prefiere, algo con más peso. Son libres de poner lo que deseen siempre que sea algo agradable y respetuoso. Me encantaría que saliera bien. Y si no, no pasa nada, ya se me ocurrirá algo.

Para acabar, como tampoco disponíamos de mucho tiempo, opté por el plan D) (se me quedaron varios en el tintero por falta de tiempo). Puse en la PDI una canción a la que le tengo un inmenso cariño, desde mis comienzos como funcionaria en prácticas en el Miróbriga de Ciudad Rodrigo. Un inciso para mis (niños y niñas ya no) hombres y mujeres del CEIP "Miróbriga": sois unos soles, y sabéis que tenéis un cachito mío, para siempre. Adoro seguir sabiendo qué es de muchas de vuestras vidas siete añazos después. Me hacéis sentir muy especial (incluyo aquí a algunas súper mamás).

La canción es Celebra la vida, de Axel. Puse la versión karaoke y les pedí que la cantaran juntos, en pie, junto al resto de la clase (se colocaron como les apeteció). 

En mi caso estuve parte de la canción en un sitio y luego me cambié. Sé que hay personitas que no se toman estas cosas en serio ni saben disfrutarlas. Lo que me gusta es que la gran mayoría salía con muy buena cara. Empiezo a vislumbrar cosas que me encantan. Los comienzos no son fáciles para nadie, pero el curso, lo poquito que llevamos, está siendo especial (y confío en que siga así) o sí o sí. ¡Gracias por vuestra buena disposición!

Y como bien dice la canción, os invito a eso, a CELEBRAR LA VIDA.

La semana que viene siento deciros que no podremos tener nuestra dosis de "Pinceladas de emoción." Hay puente, o casi acueducto, con lo cual no tenemos clases ni el jueves 1 de noviembre, ni tampoco el viernes 2. Eso sí, habrá que aprovechar a desconectar un poquito, que no viene mal.

domingo, 21 de octubre de 2018

Pinceladas de emoción (1)

Para los seguidores del blog no es novedad, pero por si acaso alguna persona lo visita por primera vez, no hay que dar nada por sabido.

El curso pasado, estando como maestra de Educación Compensatoria en el CEIP Beatriz Galindo de Salamanca, realicé un taller los miércoles por la tarde, llamado Emociónate. Estaba destinado a los niños y niñas de 5º de Educación Primaria. En él hacíamos actividades, dinámicas...sobre educación emocional. La verdad es que dio bastante de sí (octubre de 2017 a mayo de 2018), pero una segunda parte también habría tenido cabida. A los interesados en saber qué es lo que hicimos, cómo, con qué..., solo tenéis que pinchar en la etiqueta "Taller EMOCIÓNATE" que está colocada en la parte superior del blog. Valió la pena, y mucho, fue una experiencia maravillosa.

Este curso mi vida ha dado un vuelco (laboral), y el destino me ha ayudado a recaer en mi querido Guijuelo. Soy tutora oficial nuevamente (y especialista de Inglés). Como mis funciones son distintas, igual que la organización y características del colegio (el CEIP Filiberto Villalobos), de momento Emociónate no tendrá un continuará, al menos no con el formato anterior. 

No obstante, sabéis que para mí la educación emocional es uno de los pilares en los que apoyo mi labor docente, y no voy a eliminarlo. De ahí que cuando haga en clase, con mi tutoría o con alguno de los otros quintos de Primaria (a los que doy Inglés), algo que tenga que ver con las emociones, sentimientos, educación o inteligencia emocional, lo seguiré compartiendo en el blog. La razón es muy sencilla, y la resumo en una palabra: COMPARTIR. Compartir con compañeros docentes (da igual el lugar), con alumnos (de los de ahora y de los anteriores), con familias (de mi alumnado actual y del de otras etapas), con amigos y con cualquier otra persona a la que le pique la curiosidad por saber qué es esto de la educación emocional y cómo podemos trabajarla en las aulas. O curiosidad, sin más... Y como es habitual, os invito a poner en práctica lo que os parezca que en vuestro contexto puede funcionar, tal cual o adaptándolo al entorno en el que os encontráis. Y por qué no, a ponerlo en práctica en la familia, eso sería ya un sueño hecho realidad.

Pues bien, el viernes fue el estreno oficial. Desde esta entrada en adelante, a momentos como estos, vamos a llamarlos "Pinceladas de emoción", para que solo con ver el título sepáis a lo que me refiero.

Aclarar que lo que haremos será dentro del horario escolar puro y duro, por eso lo de "pinceladas", el tiempo hay que distribuirlo bien y que no falte para nada. Solo pudimos disfrutar de media hora. Primero les puse la canción con la que me habría encantado darles la bienvenida el 10 de septiembre (comienzo de las clases). Aunque tarde, quería que la vieran y la disfrutaran. Sí, no os frotéis los ojos, es una de las canciones que llevo por bandera: NO DEJES DE SOÑAR, de Manuel Carrasco, ni más ni menos. No es reciente ni nueva en el blog, pero por comodidad, la pongo directamente aquí:


Mis alumnos tienen 10 u 11 años. Y sí, tienen mucho que aprender, pero sin dejar de ser niños y niñas de 10/11 años. Por eso recurro a esta canción, porque es una directa, sin rodeos: POR FAVOR, no dejéis de soñar. No dejéis de ser felices con lo que tenéis; de exprimir cada minuto con las personas que os quieren; de esforzaros académicamente y dar lo mejor que tengáis; de ser buenas personas y limar vuestros defectillos; de jugar, de cuidar a vuestra gente; de preocuparos por los que están cerca (y no tanto); de sonreír; de echar una mano siempre que podáis...de sentir. Creo que les gustó el vídeo. A mí me encanta porque Manuel Carrasco es un poeta de la canción. Hay muchos cantantes con voces fantásticas, pero su capacidad para emocionar no siempre está a la misma altura que la calidad de su voz. En este caso sí.

A continuación vimos un vídeo que promocionaba la segunda temporada de una serie, Por 13 razones. Expliqué brevemente de qué va el libro en el que se basaron para la serie (es una cruda historia sobre el bullying). Igual que con No dejes de soñar, este vídeo sale por segunda ocasión en este blog, la primera fue parte de una sesión de Emociónate. Se llama La importancia de las palabras:


Al terminar el vídeo, lo comentamos. Hablamos de la gran relevancia que tienen las palabras que empleamos para dirigirnos o comunicarnos con otros. Y de algo a lo que no siempre le damos la importancia que merece, el daño que podemos a hacerle a alguien con lo que le decimos. Además, vamos a luchar porque sea una sana costumbre decir las cosas buenas de los demás o, si no las decimos, por lo menos que las pensemos, que tengamos presentes que todo el mundo, me parece que sin excepción, tiene algo bueno (aunque a veces cueste encontrarlo). Qué importante es la empatía y qué poquito la usamos. No voy a preguntaros si preferís los insultos o cumplidos, porque imagino vuestras contestaciones.

Previamente (un par de días antes) les había pedido que pensaran algo bueno sobre cada uno de sus compañeros de clase. Algunos sé que lo hicieron, incluso por escrito. Lo que pasa es que si reflexiono, un par de días era un plazo muy corto. Ahora disponen de una semana para pensar dos cualidades positivas de la forma de ser de cada niño o niña de 5ºC. No tienen que escribirlo ni tampoco van a compartir lo que hayan pensado si no tienen ganas. 

Cuando estaba a punto de tocar el timbre, una de mis alumnas, pidió intervenir. Quería decir que le gustaría que la clase estuviera unida, y que permaneciera unida en 6º y después cuando empiecen el instituto y, probablemente algunos, vengan a estudiar a Salamanca. Poco pude añadir porque me emocionó ver que era la primera vez que sentía mi clase como un grupo, y me encantó.

El próximo viernes, salvo cambio de última hora, tendremos unas nuevas Pinceladas de emoción, Hasta entonces, hacedme un favor: poned toda la carne en el asador para intentar ser felices, llueva o truene. 

La historia de violín y mucho más

Querido blog:
Puede parecer que te he abandonado, pero no es así. Como no he tenido tiempo casi para nada, me ha resultado imposible dejarme caer antes por aquí. No obstante, puedes estar tranquilo, intentaré que el espacio de tiempo entre una entrada y otra sea mucho menor.

Tengo tanto que contar que no sé por dónde empezar...De momento hoy hace una semanita que asistí a un conciertazo. Y, lo que puede parecer más increíble, que ese concierto tan especial tuviera al violín de personaje principal. Quedé deslumbrada por Ara Malikian, por su enorme talento.


Ara Malikian. Imagen propiedad de Raquel Plaza

Hace un par de años ya tuve la oportunidad de verlo actuar en directo, en el encuentro de Grandes profes que Antena 3 organiza en Madrid a principios de año (ya lleva unas cuantas ediciones). Por entonces me conquistó y me quedé con las ganas de asistir a un concierto suyo. Eso sí, querido Ara, un concierto un domingo, en pleno final de puente del Pilar, empezando a las diez de la noche, quizá no sea el mejor momento. Supongo que quizá eso no dependa de ti, tal vez te lo den hecho y acudes donde te digan. Pero, para mí fue un pero, mucha gente, entre la que me encuentro trabaja los lunes, y llegué con ojeras de oso panda en estado máximo. Recalco lo del estado máximo, porque las ojeras en mí, desgraciadamente son habituales. Hecho este pequeño inciso, o no tan inciso, sobre el día y la hora del concierto, vamos al lío.

Me gustaría darte las gracias por ofrecernos un concierto tan completo y variopinto. No tenía ninguna duda de tu aptitud para interpretar con el violín, pero me llevé una grata sorpresa con tu capacidad para entretener. En algunos momentos me daban ganas de pellizcarme para comprobar que no había ido a un monólogo del Club de la comedia. Lo que pasa es que el tono era tan cómico que, como tú mismo dijiste, al afirmar que te gusta exagerar las cosas, dudo qué porcentaje era verdad pura y dura y cuál era fruto de tu imaginación o adornado. De cualquier forma, me encantó. Quién me iba a decir a mí que iba a emocionarme tanto en un concierto de Ara Malikian. Quién podía pensar que con la música del violín (y otros instrumentos) era tan fácil sentir la carne de gallina. 

Excelente acompañamiento en el escenario, un grupo maravilloso de músicos, de artistazos. Y aunque el concierto tuvo unos cuantos destellos de humor, lo que más me gustó es cuando "te pusiste serio." Cuando hablaste de la historia de tu violín y te acordaste de los más de 65 millones de refugiados que ahí en el mundo. Y que ojalá cada uno de ellos tuvieran un violín como tu abuelo, tu padre y tú que, de alguna manera, pudiera "salvarlos." Gracias por dejarte la piel encima del escenario. 

Te mueves tanto que si lo consultas, pueden convalidarte varias etapas del Camino de Santiago con lo que caminas a lo largo de un concierto. Y como me apetece que todos los visitantes del blog puedan disfrutar también del mismo; aunque sea en la distancia, en diferido y con la calidad de grabación que me permitió la iluminación y otros factores, comparto tres pedacitos del concierto. Os invito a cerrar los ojos (menos en el tercer vídeo), a dejaros llevar y permitiros sentir. Una noche inolvidable.


Pedacito número 1: Campanella de Paganini


Pedacito número 2: El vals de Kairo



Pedacito número 3: Final del concierto




Fotografía tomada al final del concierto. Imagen propiedad de Raquel Plaza

lunes, 1 de octubre de 2018

Vuelve un clásico: el DIARIO DE VIVENCIAS

Hoy he leído por primera vez el "diario de vivencias" de los alumnos de mi tutoría de este curso. Ha sido una sensación extraña. En un par de entradas recuerdo haberlo mencionado, porque es algo especial, casi mágico.

Para que el diario surta su efecto y "sirva", suelo hacerles una serie de indicaciones, la principal que no escriban en él nada que no les apetezca compartir. Básicamente porque me hace falta leerlos para corregírselos. Siempre digo lo mismo, el  "diario de vivencias" nació gracias al "cuaderno de verano" de Marisa Gorjón, gran maestra y mejor persona. Idea brillante que solo  gente como tú, hecha de una pasta especial, puede tener. Gracias siempre, Marisa.

El diario es una herramienta para mejorar la expresión escrita a través de algo que debería llevar su sello personal. Por eso insisto a los padres que ni ellos ni ningún otro adulto los ayuden. Prefiero que cada niño intente hacerlo solo, como algo muy suyo, y le dé la forma que quiera. A pesar de las indicaciones sobre el diario, es una de las actividades en las que más libertad tienen, de ser ellos mismos, de reflejarse en el papel, ya sea mediante palabras, dibujos, decoraciones...Sé que alumnos de otros años y otros coles conservan sus diarios de vivencias, y lo confieso, me hace mucha ilusión que así sea. Con los diarios he conseguido llorar, reír, sorprenderme, preocuparme, disfrutar y, lo más importante, estar más cerca de ellos. Seguro que a muchos, queridos maestros, os ha pasado que en clase alguien cuenta "algo" (anécdota, vivencia...lo que sea) y de repente las manos de muchos se levantan, como si tuvieran un resorte. Pues es otra buena razón para darle cabida al diario, los niños y niñas que nos rodean quieren comunicarse con nosotros, contarnos cosas de su día a día. Y desgraciadamente, no tenemos tiempo para poder escucharlos a todos. El diario les ofrece esa parcelita de tiempo que nadie les va a robar. Ahí nadie levanta la mano antes ni se queda sin poder intervenir, todos tienen la oportunidad de "hablar", de expresarse,  pero a través del papel. 

Ahora me pregunto por qué no planteé esto a los (pre)adolescentes del instituto, el "Vía de la Plata", quizá habría funcionado. Podría haber sido un bálsamo, una vía de escape para canalizar tanto cambio, tanta revolución interna, tanta inquietud, tanta inseguridad, tanta preocupación, tantísimas dudas...Nunca se sabe, otra vez será (o no).

Inevitable fue también que mi mente se fuera a mis queridos niños y niñas del Galindo, que ahora están en 6º,  porque ellos tuvieron diario de vivencias. Supongo que ese diario estará ahora en el cajón de olvido. Ojalá no fuera así y lo escribiera alguno/a, aunque fuera para él/ella mismo/a. Me encantaría, dejad que mantenga la ilusión. Gracias por tantas vivencias compartidas en formato papel y a viva voz. 

Cuento todo esto porque quiero invitar a los "profes" con alumnos en los últimos cursos de Primaria a contar con un diario de vivencias o algo parecido. Si os gusta la idea, tal cual o con variaciones, no dudéis en ponerla en práctica. Eso sí, no os llevéis a engaños, para que funcione, la comunicación ha de ser bidireccional. No os limitéis a corregir la ortografía o la expresión escrita, excepto si algún día andáis a la carrera. Dejadles ver un poquito de vosotros, hacedles ver que no sois indiferentes a lo que viven, y que os importa, que os importAN. Y con el diario de vivencias, doy por inaugurado octubre, por todo lo alto, con tarde en el cole incluida.