martes, 31 de diciembre de 2019

Al año que se va

Queridísimo 2019:
Me aventuro a escribirte a caballo entre el ordenador y la cocina.

He empezado diciéndote "queridísimo", porque te has portado fenomenal, al pan , pan y al vino, vino. Y sí, me da incluso algo de pena que te acabes. Aunque, pese a eso, voy a seguir disfrutando de la última noche del año, como suele ser habitual. Es inexplicable, pero casi siempre disfruto de la Nochevieja, sin necesidad de hacer nada extraordinario. Si hubiera sido un mal año, por las ganas de ver cómo se termina, mandarlo a tomar viento fresco y por la alegría de darle la bienvenida a uno nuevo. Y, si como este, ha resultado ser un muy buen año, lo despido feliz, con una amplia sonrisa.

Gracias porque, pese a algún que otro sustillo, no nos dejas ninguna silla más vacía, y eso es de agradecer...y mucho.

Has sido un año intenso, de cambios, reencuentros, encuentros, novedades, algunas tristezas, mucho trabajo, una barbaridad de momentos especiales y muchos recuerdos imposibles de olvidar. Vamos, que para mí dejas huella.

Si el 2018 decidió que era mi año de regreso a Guijuelo, la mitad del 2019 fue un broche de oro a un curso único, de esos que no se viven con frecuencia. Bendito 5ºC, y bendito Fili, con toda la gente que forma parte de él. Y desde septiembre, caprichos del destino, o sabiduría del mismo, de Filiberto a Filiberto. Misma carretera, y todo lo demás una montaña de cambios, a los que parece estoy ya más que adaptada, y muy contenta de estar en Béjar. No tenía que ser Guijuelo, por lo que fuera, y qué bien haber caído en Béjar.

Este 2019 fue también un año de aniversario docente. El 20 de julio hice 10 añazos de haber superado las oposiciones. Como este año también hubo proceso selectivo, me di cuenta, nuevamente, de la lotería que nos toca a los que en algún momento hemos tenido la suerte de nuestro lado. Y además sentí algo de rabia, por amigas (y otras personas) que se han quedado en el camino. No porque sean mis amigas, que también, sino porque son unas MAESTRAS fantásticas, y les ha tocado seguir como interinas...

Ha sido un año de aprender la importancia de saber esperar, darle "tiempo al tiempo" y no obsesionarse, porque todo llega en el momento preciso. Lo que pasa es que a veces nos cegamos tanto que no vemos, y nos entran las prisas.

2019 ha sido un año de ir quitándome (algunos) miedos. De ponerme retos a mí misma y superarlos o estar en vías de ello. Pero todo esto no lo he hecho sola, los que me quieren bien (y mucho), son responsables de las barreras que voy derribando. Y me refiero a muchos ámbitos.

Gracias a los que no me habéis dicho lo que tengo que hacer (lo que vosotros pensabais que tenía que hacer), fuera respecto a lo que fuera. También a los que no me han dicho el "piropazo" de qué cara tan guapa tengo (según algunos, es su opinión), porque no sabían el daño que me hacían cada vez que lo escuchaba, en lugar de ayudar, era sentir un saco de tierra (otro más) sobre mis hombros. 

Gracias a los que no me juzgan y me quieren, tal cual soy por fuera y por dentro, por lo especial que me hacen sentir y porque esas sí son manos amigas, de las que me apetece tener cerca siempre y hablar con ellas tempranito o de madrugada. Gracias a los que, pese a la distancia, he sentido a mi vera, porque me han apoyado, respetado, escuchado, querido, valorado y cuidado, haciendo sentir que de verdad les importo, nos viéramos mucho, poco o nada. Gracias a los que han llegado, y lo sé que lo hacen para quedarse, por aventurarse a formar, de la manera que sea, parte de mi vida.

Sigo con la retahíla, gracias al 2019 por los nacimientos que nos ha brindado y la alegría de todos los que van creciendo y nos iluminan con su inocencia. 

A la gente que hace por comprenderme, me trata con un cariño bárbaro y tiene detalles, del tipo que sean, conmigo...¡Gracias! 

Me siento tremendamente FELIZ de poder disfrutar de un círculo humano tan maravilloso, familia y familia elegida (amigos). No pienso en los que no están, sino en los que son luz y tengo la suerte de contar con ellos, no hasta dos o hasta cinco, sino hasta lo que haga falta.

Espero que para todos esos de los que me acuerdo ahora, el 2020 sea un año de cine. Es un número redondo, ojalá lo del 20-20 sea una buena señal. El año pasado os pedí que os quedaseis a mi lado, lo recuerdo bien.

Esté pido SALUD para todos, y que parte de vuestras ILUSIONes se cumplan, porque cuanto más FELICes seáis vosotros, más feliz voy a estar yo.

"Brindo" de manera virtual por todo lo bueno que está por venir y por las EMOCIONES que quedan para COMPARTIR.

Y este año nuevo va a tener un color especial, azul energy, no digo más, para todo.

2019...GRACIAS, de corazón.

La canción tenía que ser de Rozalén, se lo ha ganado a pulso. Y es VIVIR, por supuesto.


viernes, 27 de diciembre de 2019

De vacaciones navideñas: reflexiones en voz alta

Qué lujo vivir unos días sin despertador. Me repito como las lentejas, pero no me canso de repetirlo, es un privilegio, y me encantaría que otras personas pudieran tenerlo también.

Casi sin quererlo, hace media hora aproximadamente, he cumplido una semana de vacaciones. De tiempo para descansar (buena falta hacía),  desconectar (prometo no haber hecho nada del cole...de momento), relajarme...Pero lo que más he hecho ha sido quedar con la gente. Ese es otro lujo, los cafés sin reloj, o en los que los miras y compruebas lo rapidísimo que pasa el tiempo en buena compañía. También las sobremesas sin prisas, ese ponernos al día de lo que difícilmente saco huecos en medio de la rutina. Y para mí es lo mejor de las vacaciones, sin titubear. Me quedo con esas largas conversaciones, con mirarnos a los ojos, con los besos, los abrazos, las risas compartidas, las ilusiones, los proyectos...Y con la sensación, siempre la tengo, que "lo mejor está por venir." Lo bueno es que estoy aprendiendo a vivir sin prisa, a disfrutar mucho más del ahora y a no preocuparme tanto por lo que no he logrado (todavía), y centrarme más en todo y todos los que tengo a día de hoy. Al final, hay cosas que llegan cuando no las buscas, y eso es lo mejor, hallar sin estar buscando nada.

Como en vacaciones tengo el mayor de los lujos: tiempo, no solo he podido hacer lo que mencionaba anteriormente. He conseguido sentarme a preparar con calma y mimo las felicitaciones navideñas, la que denomino OTN (Operación Tarjetas de Navidad). No obstante, este año, porque a veces las cosas no pasan "porque sí", sino por alguna buena razón, es más bien una OTNN (Operación Tarjetas de NO Navidad). De No Navidad porque las he enviado para que lleguen después del tándem Nochebuena-Navidad, con toda la idea. Podría haber apurado y que llegaran "a tiempo", pero ¿qué quiere decir llegar a tiempo? Entiendo que muchas personas lo que van es tachando días, y están deseosos de plantarse en el 7 de enero de 2020. Que sea Navidad no es para muchos sinónimo de alegría, sino de tristeza, soledad, ausencia, dolor, rabia, impotencia, duelo, apatía...Y también hay que entenderlos y ponerse en su lugar. Por eso esta Nochebuena-Navidad me he limitado a responder a las personas que me han felicitado por "guasap," sin más, pero no ha salido de mí mandar mensajes primero, y no soy de hacer las cosas por inercia. De hecho, caigo en la cuenta que algunos están pendientes de responder.

¡Qué ilusión! El primer envío de tarjetas ha debido llegar hoy, porque una amiga acaba de escribirme y, dentro de la provincia de Salamanca, era el destino más alejado. Espero que la gente mire el buzón. Nunca escribo para que respondan igual, pero he de reconocer que agradezco saber que han llegado a sus destinatarios y si les han gustado o no. Las demás llegarán mañana...supongo, según el jaleo que tengan en Correos (tal vez el lunes).

Voy a plantearme seriamente empezar las tarjetas en verano, sí, por raro que pueda sonar, aunque parezca que "no pega", en el periodo estival dispongo de un tiempo que ni por asomo tengo durante la primera evaluación (da igual en qué cole esté, la historia se repite). Todos los años digo lo mismo y luego nunca lo hago. He pensado incluso ofertar un taller de tarjetas navideñas donde pasamos el verano, y ¿por qué no? para personas de cualquier edad, no solo niños/as. Ya se verá je, je, je.

Comparto algunas fotos de las tarjetas de esta "hornada." Todavía me quedan cuatro pendientes de hacer y enviar, pero esas son para que el 8 de enero de 2020, así que no hay prisa ninguna. 









Imágenes propiedad de !La emoción de aprender"
Tengo la enorme suerte de no sentir sillas vacías estos días, por eso disfruto simplemente de poder sentarnos los cuatro a la misma mesa, quizá muchos no lo entiendan, pero para mí ya es motivo de alegría, con eso me basta.

Soy más de Nochevieja, de esperar con ilusión, siempre, la llegada de un nuevo año, y pensar que nos va a traer muchas más alegrías que penas, tal cual. Pero los deseos para el 2020 los dejo para dentro de unos días, cada cosa en su momento.

A los que tenéis ausencias, no estos días, sino en el día a día, pero en estas fechas pesan un poquito más si cabe, os mando todo mi cariño, y ojalá las horas pasen más rápido para vosotros. Y a los que sí disfrutáis de la Navidad, porque sí estáis en condiciones de poderlas disfrutar, todo lo contrario, ojalá el tiempo se dilate y podáis compartir con vuestra gente los momentos de reuniones familiares/de amigos...

Ayer pude ver con detenimiento parte de la iluminación navideña de Salamanca. El frío no animaba a contemplar nada, pero me gusta ver las luces, el regalo de la Plaza (me quedo, con mucho, con el árbol navideño que creo recordar pusieron el primer año, encajaba mucho más en el entorno), el árbol de Santa Eulalia...No me dio tiempo a ver todas, así que habrá al menos una segunda parte de luces. Os animo, si os apetece y podéis, a daros una vuelta por Salamanca, cuando ya está todo iluminado.




Intentad ver más allá, y no os quedéis solo con las "florituras" de luces, adornos, regalos y algunos mensajes vacíos de personas que el resto del año no se han preocupado por saber si estabais vivos o muertos. Si nos quedamos en eso, no creo que vayamos muy lejos. Perdonad si he sonado muy bruta, pero hay ciertos detalles que cada vez llevo peor.

Termino la entrada con un corto navideño, al final dice "Busquemos la luz que nos llena." Lo cambio por 

"Quédate con las personas que son luz."


sábado, 21 de diciembre de 2019

Detalles, ni más ni menos

La vida es cuestión de detalles, cosas sencillas que nos llenan, nos hacen sentir más vivos, nos emocionan y nos proporcionan energía para mirar siempre hacia delante con ilusión (o intentarlo).

Desactivar la alarma del móvil (a las seis de la mañana), es, sin ningún duda, mi momento favorito del comienzo de cualquier periodo vacacional. Para mí es sinónimo de felicidad. Más aun si tenemos en cuenta que soy ave nocturna y no logro acostarme pronto ni proponiéndomelo. 

Recibir una tarjeta navideña de una alumna de Ciudad Rodrigo el miércoles pasado, indescriptible. Qué ilusión más grande. No sé ni cómo darte las gracias Estela querida...¡Me ha encantado! Te adelantaste. Una sorpresa la mar de agradable. 



Otros años a estas alturas las postales de Navidad estaban ya en manos de sus destinatarios. Esta vez me ha resultado imposible. Y soy de las que, según para qué, prefiero cocinar a fuego lento. He optado por ponerme en serio con ellas (en breve) una vez que he inaugurado las vacaciones. Sí, van a llegar después de la Navidad, pero también es lo que busco. Me apetece que, para bastantes personas, sean unas postales de "No Navidad." Así que me parece mucho más apropiado que los que las reciban, las tengan del 26 en adelante. Y el que no lo entienda, tampoco me importa demasiado. 

Hace poco tuvieron un detallazo conmigo, de una tarjeta preciosa que venía de ese grupito de gente que son parte de mi familia elegida, es decir, de los amigos. Pues bien, la tarjeta acompañaba a un cuaderno precioso, cuajado de mariposas y otros insectos voladores. Me creáis o no, me gustó más la tarjeta que el regalo en sí. Y os prometo que el cuaderno es de los que yo me habría comprado. Lo que pasa es que la tarjeta tenía una frase fantástica y, el mensaje de mis amigos, mucho más. Qué bonito es querer y que te quieran tantísimo...Gracias.


Sacar las llaves del trabajo del bolso, un gesto que me recuerda lo afortunada que soy por estar de vacaciones hasta el 7 de enero de 2020 (incluido).

Buscar regalos, no de Papá Noel claro, sino regalos en general, también sin fecha. Reconozco que me gusta mucho, aunque hay veces que tenga que estrujarme muchísimo el coco para dar con algo que sea un acierto. Bueno, supongo que la intención es lo que cuenta, y además la ilusión con la que se haga, y de eso voy bien cumplida.

Tomar uno o varios "cafés", de esos en los que puedes hablar de lo que sea, en los que te sientes tan a gusto que se te olvida mirar el reloj, y no quieres que se terminen. Benditos reencuentros, bendita la gente con luz, que tiene la capacidad para iluminar nuestras vidas...mi vida.

Maquillar a cerca de una docena de personitas que, con toda su inocencia, me digan que parezco maquilladora profesional (ya me gustaría). La verdad es que no tengo mucha experiencia en maquillar a otras personas, excepto a mis alumnos /as en Festivales de Navidad o Carnavales principalmente y puntualmente a alguna amiga. Pero igual que lo de pintar las uñas, me parece algo muy relajante, y una actividad con la que veo que los demás disfrutan (aunque no sé si tanto como yo). 

Colocar los adornos del árbol con mi hermano, como es tradición desde hace la tira de años. Y analizar algunos, dándome cuenta que son parte de nuestra historia, de nuestra infancia y de cómo hemos ido creciendo. Cierto es que es un árbol singular, la mayoría si lo viera pensaría que es una horterada, pero me encanta. Le pongo la etiqueta de horterada porque cada adorno es de su padre y de su madre, pero todos tienen su aquel. No combinamos lacitos y bolas, ni ponemos los espumillones del mismo tono que las bolas o conjuntados con ellas. Pero es un árbol de muchos recuerdos y, me encanta contemplarlo. Paso de tener un árbol que parezca sacado del catálogo de una tienda, este tiene mucha personalidad, y es muy nuestro. Cada adorno tiene su historia.



Un par de imágenes de los adornos de nuestro árbol.

Escribir en el blog, de madrugada, sin correr, sin alarmas. Retomando algo con lo que disfruto mucho y que quizá, debería empezar a plantearme canalizar de una manera distinta. Bueno...Tiempo al tiempo.

Sentir paz conmigo misma. Darme cuenta que no tengo todo, pero no me falta nada. Aceptar que a veces las cosas solo tardan un poco más en llegar y que debemos aprender a saber esperar. Al final, da igual, todo llega únicamente cuando tiene que llegar.

Leer antes de dormirme, sin la presión del despertador. Rescatar historias ya conocidas, empaparme de cosas nuevas, perderme entre las páginas y las ilustraciones.

Pues eso, detalles, parecen poca cosa, para mí son muy importantes. Y últimamente tengo la suerte de recibir muchos. 

sábado, 7 de diciembre de 2019

Emo-ideas (6): Un, dos, tres...REINICIANDO

La idea es muy simple. Para situaros, empiezo con la definición de reiniciar. Y esto lo encontramos en la web de la RAE:


reiniciar

Conjug. c. anunciar.
1. tr. recomenzar.
2. tr. Inform. Cargar de nuevo el sistema operativo en una computadora u otro dispositivo electrónico.
Vamos a comparar el "reinicio" del ordenador con uno personal.

Y es que hay días en los que todos necesitamos un buen reinicio. Puede deberse a cansancio, preocupaciones, problemas, agobios, presión (del tipo que sea), disgustos...
Por eso, esta emo-idea queda resumida en una pregunta:
Y A TI, ¿QUÉ COSAS TE REINICIAN?
Sea en familia o en el centro educativo (colegio, instituto...), dedica unos minutos a reflexionar sobre cosas que te reinicien. La lista no puede ser inferior a cinco ni superior a diez. Me gusta decir un número, o al menos delimitarlo, para que nadie se ponga a elaborar un listado infinito, o alguno la deje en blanco.
Como siempre, recordad que hay que plantear estas dinámicas como algo voluntario, y animar a escuchar a los que no tienen ganas de intervenir.
No sé vosotros, pero creo que todos tenemos en mente unas cosas determinadas que ante según qué situaciones, ayudan a que nos reiniciemos. 
¿Os animáis?
Cosas que me reinician:

1-Un abrazo. De esos apretados, pero sin cortar la respiración. Que no sea corto, aunque tampoco para quedarse dormidos. 

2-Una buena conversación, entre dos, nada de en grupo. Un diálogo vamos, de los que se sabe a qué hora empieza pero no hay nunca ganas de despedirse. Sin temas prohibidos y, siempre que se pueda, mejor en persona.

3-Una quedada con amigos. De esos que saben muy bien cómo arrancarme sonrisas. Con los que puedes reírte de cosas que los demás no entienden.
4-La música. Porque sí, porque no sé vivir sin música y no pasa un día en el que no la escuche. La vida sin música sería un completo aburrimiento.

5-Una sorpresa agradable, especialmente si es en un momento de bajón, que es cuando más se agradece.

6-Ir de compras, aunque luego llegue a casa con las manos vacías. Pero ir de tiendas, sin prisas eso sí.

7-Una comida/cena con alguien especial. Sí, con gente a la que no puedes ver muy a menudo, pero sabes que está ahí, pase lo que pase.

8-Viajar, aunque me canse (depende del plan), porque vuelvo con las pilas cargadas.

9-Ver el amanecer en la playa. A poder ser, en verano.

10-Dibujar. Es muy relajante. Además me concentro, me divierto, se me pasa el tiempo volando mientras dibujo...*

El orden no va de más a menos importante, sino en el que se me han ido ocurriendo las cosas que he reflejado aquí.

*Creo que va siendo hora de empezar con la OTN (Operación Tarjetas de Navidad) o me pilla el toro.
Feliz madrugada.


viernes, 6 de diciembre de 2019

Vitaminas para el alma: reencuentros en Guijuelo

El pasado lunes, 2 de diciembre, disfruté de mi primer moscoso de este curso en periodo lectivo.

Como soy así, quizá pensé más con el corazón que con la cabeza. Aunque en realidad fue una decisión muy meditada, no tomada a la ligera, pero nada fácil. No era sencillo ver si era o no conveniente que volviera, aunque fuera un ratito,  de visita al cole. Sopesé pros y contras, para todas las personas implicadas, no solo para mí. Y la balanza se decantó por el lado de ir. No quería molestar, estorbar, sentir que sobraba... Era consciente que mi visita tal vez pudiera incomodar a alguna/a persona/s, pero lo que más pesó fue poder ver a mis alumnos, en especial a mis niños de 6ºC. Intenté molestar lo menos posible. No obstante me hizo una ilusión tremenda ver a los niños y niñas de los tres cursos.  

No pude saludar a todos las compañeros, me faltaron tres, pero lo tengo en mente, no se me olvida.

Para mí el momento más especial de toda la mañana fue cuando llamé a la puerta de 6º C, mi aula del curso pasado, me temblaba todo. Iba como un flan, pese a que ya me había calmado levemente al haber pasado antes por los otros dos sextos...Qué alegrón ver sus caritas. La clase de 6ºB estaba en Música, así que nos los vi hasta que regresaban a clase para salir al recreo. Los vi cambiados, más altos, y eso sí, tan guapos como siempre.

Y llegó la hora de llamar a la puerta, no recuerdo si toqué dos o tres veces, solo que lo hice con energía. Abrí la puerta tímidamente, y en cuanto me vieron contemplé muchas caritas de sorpresa, de incredulidad, cuatro o cinco de emoción desbordada (incluso llorando), y otras cuentas con una amplia sonrisa. Un grupito se levantó a abrazarme, pero rápidamente pedí que se sentaran. Como les había llevado a todos un detallito, ya ahí podía besarlos y/o abrazarlos uno a uno. Luego aproveché todo el tiempo que pude para estar con ellos, además de parte del recreo incluido y despedirme a la salida. Qué rabia que faltara una niña de 6º C. Tampoco estaba otra que pertenecía a mi 5ºC del curso pasado...Otra vez será.



Imágenes propiedad de La emoción de aprender.
Millones de gracias por ese reencuentro tan maravilloso, por haberme recibido con los brazos y el corazón abiertos. La verdad es que me en mi cabeza sí había imaginado cómo podía ser el reencuentro, pero superasteis mis expectativas...Cuánto os quiero. Me da igual si hay gente que no lo entiende, hay cosas que son como son y no hay vuelta de hoja. Me llevo esos abrazos apretados, besos, caricias, sonrisas, miradas...Todo, sin excepción.

Y con los compañeros, feliz de ver tantas personas a las que aprecio...y mucho. Hay compañeros, amigos y caras nuevas, y contenta de visitarlos y/conocerlos a todos. Por cierto, muchísimas gracias Alsira.


Fue un día de 10, ni sobró ni faltó nadie. Digo esto porque se acercaron los que quisieron (o pudieron), compartieron el tiempo conmigo los que tenían ganas de hacerlo, y eso es lo que vale. Y no solo en el cole, qué decir de Esther "Sancho", siempre me haces sentir muy querida, gracias por esos ratitos compartidos (y los que nos quedan). No me olvido de los papás de mis niños, de aquellos con los que individualmente estuve hablando, os agradezco una barbaridad todo lo que me dijisteis, y más que lo que me dijisteis, lo que me demostráis. Igual que a los que no vi pero luego me escribieron. Como digo otras veces, el cariño no tiene fecha de caducidad. Y me gustaría añadir que cada uno elige a quién deja entrar en su vida. Fue una jornada casi mágica, con las emociones a flor de piel y, milagrosamente, sin derramar (yo) ni una sola lágrima. Qué regalazo de moscoso...


Con Guijuelo me pasa una cosa curiosa, cada vez que me voy pienso que no es una despedida definitiva, sino un "hasta pronto." Y así, como quien no quiere la cosa, he pasado cuatro cursos en Guijuelo: el primero compartido con el Juan del Enzina de Salamanca, luego vinieron dos en el IES Vía de la Plata y, el más reciente, el curso pasado, nuevamente en el CEIP Filiberto Villalobos. Y si el destino me hace volver allí, por algo será; y si no me envía allí otra vez, alguna buena razón habrá también.

Monté en el autobús de regreso a Salamanca con una felicidad indescriptible. Fue un baño de cariño continuo, uno tras otro. Y de recuerdos, cosas que marcan, como las "Pinceladas de emoción," las echo de menos lo que no está escrito. De corazón, gracias a todos por haberme brindado un día tan redondo, tan de diez. Conseguís que en Guijuelo me sienta como en casa. 

Acabo con una imagen del ilustrador 72 kilos, porque todos los días hay algo que celebrar, y hay que exprimirlo, nunca se sabe cuándo las cosas pueden cambiar. Por eso me parece tan importante sacarle partido a los momentos especiales que se nos presentan en el "hoy", y mañana...ya veremos.


sábado, 30 de noviembre de 2019

Dos textos y una canción

Un texto de hace unos días y una canción, tienen la "culpa" de estar sentada frente a la pantalla del ordenador, perfilando esta entrada del blog.

Empezaré por el texto. Es de Lola Ortiz, autora de "Un rincón maravilloso", un espacio de Facebook en el que aparecieron estas palabras el pasado 26 de noviembre:


Me quedo con quien no te hace daño. Con quien no juega con la palabra amistad y sabe definirla a la perfección. Con quien no te habla todos los días, pero sigue ahí. Como siempre. Y te contesta al segundo cuando sabe que lo necesitas. Me quedo con quien saca tiempo y no excusas. Y deja el orgullo en casa. Con quien no piensa demasiado las cosas antes de hacerlas o decirlas, y se deja llevar, y es sincero. Me quedo con quien merece la pena, con quien no es perfecto, pero sí real. Con quien sabe valorarme y hacerme mejor. Me quedo con quien me entiende y me apoya. Con quien se puede charlar a cualquier hora. De lo que sea. De lo bueno, pero también de lo malo. Me quedo, al fin y al cabo, con quien se queda. Para lo que haga falta. Todos los días.

Y aunque probablemente no os apetezca compartirlo aquí, me encantaría que os respondiérais a vosotros mismos a esta pregunta: Y TÚ, ¿CON QUIÉN TE QUEDAS?

Como me pasa siempre que tardo en escribir más de lo que me gustaría en el blog, luego lo cojo con más ganas y me explayo de lo lindo. De ahí que comparta con vosotros mi respuesta a la pregunta anterior.

Me quedo con quien me cuida. Con quien me valora como soy. Con aquellos de los que puedo aprender. Con quien puedo emocionarme sin sentirme incómoda. Con quien dice algo y lo mantiene. Con quien no cierra los ojos ante las injusticias. Me quedo con quien tiene ganas de verme, tenga o no tiempo. Me quedo con quien me hace sentir especial. Con quien me regala su confianza y se muestra sin capas. Con quien me trata bien. Con quien comparte sus sentimientos conmigo. Con quien me habla con sinceridad. Con quien es prudente. Con quien no me dice cumplidos baratos. Con los que me demuestran que les importo. Con los que saben poner un toque de humor ante la adversidad. Me quedo con los que no huyen cuando el viento no sopla a favor. Me quedo con los que saben escuchar, y suavizan mis momentos malos, porque cuando el cielo está despejado, parece que todos están disponibles. Me quedo con las personas valientes, aunque a veces estén muertas de miedo. Con los que solo con un mensaje o una llamada son capaces de alegrarme el día. Con las personas generosas. Me quedo con aquellos con los que el trabajo en equipo es una realidad. Con los que se arriesgan sin saber si tendrán éxito o no. Con los que continúan luchando, pese a las jugarretas del destino. Me quedo con los que disfrutan de las cosas sencillas. Con los que me sorprenden. Con los que no se rinden. Con los que saben ignorar a las personas que no valen la pena. Con los que saben quitarle hierro a los problemas. Me quedo con los que se acuerdan de mí y me lo dicen. Con los que están pendientes de lo que me pasa. Con los que aguantan estoicamente mis preocupaciones o bajones. Con los que hacen por entender mis miedos. Con los que tarden o no, dan señales de vida. Me quedo con los que puedo estar hablando horas y horas sintiendo que el tiempo no pasa. Con aquellos en los que pienso en mi día a día. Con los que puedo compartir lo que siento. Me quedo con los que me apoyan aun cuando saben que puedo meter la pata hasta el fondo. Con los que me transmiten paz. Con los que puedo disfrutar de cualquier cosa. Con los que cuidan a los suyos. Me quedo con las personas a las que puedo mirar fijamente a los ojos. Con los que no son orgullosos y piden perdón cuando creen que han metido la pata. Con los que puedo permanecer en silencio sin que eso sea algo malo. Con las personas que comparten lo que tienen. Me quedo con los que me demuestran su cariño o al menos aprecian el que les doy. Con las personas detallistas. Con los que me escriben, me llaman o me preguntan qué tal estoy o cómo ha sido mi día. Con los humildes. Con los que siempre hay algo de lo que hablar. Me quedo con los que respetan mis gustos o ilusiones pese a no compartirlas. Con las personas agradecidas. Con los que tienen un corazón enorme.  Con los que conocen mis sueños y/o planes de vida. Con los que me escuchan. Con los que me recuerdan. Con los que me ayudan a vencer mis miedos. Con los que consiguen que me quiera un poquito más. Me quedo con los que me miman. Con los que me acompañan. Con los que sé que están ahí aunque no los vea tanto como quisiera. Me quedo con los que aprecian el significado de la palabra amistad. Con los que aportan cosas buenas a mi día a día. Con los que aguantan estoicamente mis cabreos. Con los que con paciencia casi infinita, escuchan mis anécdotas laborales. Con los que ponen de su parte para comprender la pasión con la vivo la docencia. Con los que comparten sus conocimientos. Me quedo con los que todavía tengo muchos momentos por vivir. Con los que reconocen que han hecho algo mal. Con los leales. Con los que me quieren. Con los que te puedes reír a carcajada limpia. Me quedo con los que puedo ser yo, sin filtros. Con los que se alegran de haberme conocido. Con los que me abrazan con el corazón. Con los que no les importa que sepa cuáles son sus defectos. Con las personas pacientes, que saben que a veces algunas cosas solo tardan un poco más en llegar. Con los que puedo hablar de libros y mil y una historias. Con los que puedo vivir la música en directo. Con los que voy al cine. Con los que reconocen sus fallos e intentan no repetirlos. Con los que no me quieren perder. Con los que son compañeros de viaje. Me quedo con los que quieren que esté presente o conozca días muy importantes de su vida. Con los que saben cómo estoy solo con verme la cara.  Me quedo con los que quieren que siga estando en su vida...Y con los que han sido capaces de leer todas estas líneas sin desfallecer, aunque hayan hecho una pausa (o varias) ja ja ja. 

Y la segunda parte de la entrada es la que tiene una canción de protagonistas. La compartió Mercedes Iglesias en Facebook. Mil gracias Merce, no la conocía y me ha encantado.

Tiene una letra maravillosa, parece una declaración de intenciones y, me apunto a...Renuncio, que así se llama. La letra dice lo siguiente:
Si en esta vida lo que más cuenta es sonreír y cuantas más veces mejor
Si en esta vida lo que más renta es ser feliz aunque no tengas un camión
Por qué poner puertas al viento y al corazón
¿Por qué voy a seguir fingiendo?
Renuncio a la posibilidad de ser el mejor
Renuncio a soportarlo todo por obligación
Renuncio a estar aquí para ganar y a contener las ganas de llorar
Renuncio a ponerme el disfraz de persona normal
Me dijeron que corriera pero yo seguí cantando para que ser un caballo si yo quiero ser un asno
Me retaron frente a frente pero yo les di la mano, solo somos sensaciones derivadas de un…
Si en esta vida pierdes la calma culpando al karma en vez de cambiar de canción
Si en esta vida te parte el alma decir que sí cuando quieres decir que no
¿Por qué poner puertas al viento y al corazón?
¿Por qué voy a seguir mintiendo?
Renuncio a la posibilidad de ser el mejor
Renuncio a soportarlo todo por obligación
Renuncio a estar aquí para ganar y a contener las ganas de llorar
Renuncio a ponerme el disfraz y renuncio a la gilipollez de tener que sentirme culpable de sentirme bien
Renuncio a pisar al de al lado sin tener por qué
Renuncio a competir para triunfar
Prefiero compartir para avanzar
Renuncio a perder más que nunca mi autenticidad, mi autenticidad, mi autenticidad, mi auten - ti - ci - dad. 

La cantan "El Jose" y "El manin." Ojalá os guste. La verdad es que me siento muy identificada con la letra. Eso sí, la carta de renuncio, mejor para otro día, porque esta entrada va ya camino de convertirse en mi cuarto o quinto "testamento" en el blog, he perdido la cuenta de los que llevo.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Emo-ideas (5): TIEMPO DE HABLAR, con Talentina

Soy consciente de ir con una idea de retraso, pero cuando no hay tiempo para nada, es complicado sentarme a darle forma a nuevas entradas para el blog. El caso es que llevo ya unos días con la idea en la cabeza y, no podía esperar más. Aprovecho un ratito de descanso en tareas relacionadas con el ámbito laboral que no me agradan pero hay que hacer, para publicar esta entrada.

En Facebook sigo a "Ser maestra" y la idea viene de su mano. De su mano y la de "Talentina", podéis descubrir más sobre ella en esta web: 
https://www.desarrollodeltalento.com/

Gracias a una recomendación de "Ser maestra", conocí las Talent Cards de Talentina. Y tenían tan buena pinta, que compré uno de los packs, el que incluye los bloques que se llaman "Imagina", Emociónate" y "Conversa". No quería lanzarme a por el segundo pack sin tener en mis manos el primero, y haberlo analizado detenidamente. Reconozco que me han gustado bastante.

Y esa es mi propuesta de esta semana. Os hago una invitación a hablar, a sentaros con los vuestros (en familia) o con vuestros compañeros (en el aula) y conversar. Cada bloque de "Talent cards" lo forman 40 tarjetas, pero ya os daréis cuenta al leerlas, que de cada una se os ocurren otras tantas ideas para seguir hablando.

Sea en casa, para las familias, o en el aula, para los coles, recomiendo que una persona sea la encargada de leer las reglas y recomendaciones y explicar brevemente cómo jugar.

Prefiero poneros algunas fotos, para que conozcáis mejor cómo son y en qué consisten:



Aquí a y continuación, algunos ejemplos de lo que vais a encontrar en las tarjetas.




Dentro de una bolsa negra, estaba esta cajita de cartón, con los tres juegos de cartas.





A) Sugerencias para las FAMILIAS:
Elegid un lugar acogedor de la casa para jugar con las tarjetas. Un espacio en el que podéis miraros a los ojos los unos a los otros.

Estaría muy bien que todas las personas que viven en casa participaran, como parte de ella que son. Si alguien no quiere, podéis invitarle a que esté presente mientras vosotros habláis (puede así animarse a formar parte de la actividad una vez iniciada, o al menos escuchar lo que decís, que sea partícipe del intercambio de ideas, pensamientos, emociones, vivencias...)

Además intentad elegir un ratito sin prisas, en el que ninguno tenga que estar pendiente del reloj porque dispone de muy poco tiempo y tiene que hacer algo que corre prisa. Y puestos a pedir, los móviles fuera del alcance de todos. Eso sí, vosotros decidís en qué momento la hacéis y cuándo cortáis/pausáis la dinámica. No se trata de sacar tarjetas y tarjetas sin sentido, es importante que os sintáis cómodos y que disfrutéis compartiendo ese tiempo juntos.

B) Sugerencias para las AULAS (colegios):
Son semejantes a las de las familias. En cuanto al espacio, os diría que intentarais (si es viable) hacerla en un gimnasio o pabellón, por cuestiones de espacio. Creo que aunque casi cualquier sitio vale, unos son más apropiados que otros. En un gimnasio/pabellón, no hay obstáculos visuales de pupitres u otros elementos. Eso favorece que el alumnado pueda sentarse en círculo, sea en el suelo o en sillas (lo que quiera la mayoría).

El tutor/la tutora o el maestro que vaya a realizar la actividad, debería contar de manera simple qué van a hacer, así como leer las reglas y recomendaciones. Al maestro le sugiero, como siempre, que participe, que se implique y comparta lo mismo que le pide a sus alumnos.

En cuanto al tiempo, sería bueno poder tener una sesión de una hora. Y os garantiz que se os quedará corta, con menos no daría tiempo a que todos dieran al menos una respuesta.

Animad a todos los niños y niñas a hablar, pero sin forzar nada. Si alguno no quiere intervenir, que escuche las aportaciones de sus compañeros de clase.

EJEMPLOS:
Como hay que predicar con el ejemplo, he elegido 2 de las tarjetas de las imágenes para responder a lo que plantean. Que conste que una conversación con amigos, en familia o con mis alumnos, respondería a todas, pero el mundo de internet es muy amplio y quiero elegir qué parte de mi vida comparto y cuál me reservo.

Empiezo por ¿CUÁLES SON TUS CINCO PALABRAS FAVORITAS?
A ver, esta pregunta según en qué etapa de la vida se haga podría tener respuestas muy distintas. Esta es mi respuesta ahora, a 24 de noviembre de 2019.
Pues la primera que me viene a la cabeza es cariño, por su significado. Me parece uno de los grandes motores del mundo (o debería serlo). Desde luego al menos sí es una de las cosas que da sentido a mi vida. Me encanta sentir el cariño, el de verdad, sin disimulo, sin artificios, con sinceridad, sin límites...Y me encanta ser cariñosa con la gente que creo que debo serlo, aunque sea un círculo reducido. A veces me cuesta más demostrarlo que otras, quizás por las posibles reacciones de la gente, porque es muy bonito demostrarlo, pero no debería hacer qe otra persona pueda sentirse mal.

La segunda, ninguna sorpresa para mis conocidos: empatía. Sí, seré más pesada que una vaca en brazos, pero continúa siendo muy importante y sigo pensando que es una palabra "mágica", infrautilizada en general, aunque igualmente mágica. Ojalá algún día la empleemos de verdad, todo iría mucho mejor.

En tercer lugar, no las he colocado por orden de relevancia, sino según me vienen a la cabeza, amistad. Puede ser porque en otros aspectos de la vida no he tenido hasta el momento mucha suerte que digamos, pero valoro una barbaridad a mis amigos, los quiero lo que no está escrito. Y ellos siempre van a encontrarse con las puertas de mi cada abiertas. Cada vez, pueden ser los años, cuesta más hacer nuevos amigos, así que los que llegan nuevos son muy bienvenidos, porque ha sido mucho más difícil que se conviertan en amigos. Aprovecho para recordar a unos cuantos que tenéis un vale con una foto mía (ejem ejem) que caduca el 31 de diciembre de 2019. Estoy deseando invitaros.

La cuarta es salud. Podemos tener mil cosas en la cabeza, mil planes que nos gustaría hacer realidad, muchos proyectos pendientes pero, si la salud falla, no tenemos nada. 

Y la quinta es mamá. Me encanta todo de ella. Adoro escucharla, que me lo llamen, sea por error o intencionadamente. Y ellas son grandes, enormes. Una madre es insustituible, imposible de reemplazar. Esa persona que además de haberte dado la vida, sería capaz de dar su vida por ti. Ojo, si no es madre biológica pero actúa como tal, todo mi reconocimiento igualmente, creo que es un acto de generosidad inmenso, en el que el bienestar de un hijo se antepone al propio, y la felicidad igual. No me olvido de los papás, porque hay madres que pasan de sus hijos, sí, haberlas haylas, doy fe de ello. Y hay padres que también no les hacen ni caso. Pero hay otro grupito de padres, con menos repercusión que las mamás y permanece en un segundo plano, igual de entregado a sus hijos que "la mejor madre del mundo."

Y la segunda tarjeta de las de las fotos, ¿QUÉ TALENTO TE GUSTARÍA TENER? ¿POR QUÉ?:
Esta creo que es bastante fácil, y mi respuesta podría ser la misma aunque la diera en años distintos: cantar bien.

Me apasiona la música, sin ella la vida sería un infierno. Me encanta cantar pero, lo reconozco, lo hago mal tirando a fatal. Tengo grabadas a fuego las letras de muchas canciones, forman parte de la banda sonora de mi vida. Es curioso cómo algunas vuelven muchos años después, y recuerdo la letra pese a llevar años sin escucharlas. 

Así que ese sería el talento que me habría encantado tener. No es el único, porque no me considero especialmente talentosa, pero sí el principal, incluso por delante de bailar. Esto se debe a que me gusta infinitamente más cantar que bailar, aunque no haga bien ninguna de las dos cosas, pero disfruto mucho cuando canto (según con quién esté y otros factores) que si bailo, soy consciente de lo arrítmica que soy.

Y hasta aquí mis dos ejemplos de respuestas a las tarjetas que hoy tenía muchas ganas de presentaros. De momento yo las guardo como oro en paño para que, cuando vuelvan a darse las circunstancias, pueda usarlas en mis clases, siendo tutora claro.

Sobre el papel a mí me parece que pueden dar muy buen resultado y resultar muy enriquecedoras para las familias y para las clases...Ya me contaréis. Como siempre, encantada de la vida de conocer vuestras opiniones.