miércoles, 1 de noviembre de 2017

La emoción de aprender

Soy de las que defiendo que aunque somos docentes, "enseñamos" (o educamos, no voy a comenzar ahora un debate), nunca dejamos de aprender. De hecho me parece que eso pasa en las aulas y fuera de los colegios e institutos. 

Con frecuencia me baso en artículos que llaman mi atención, en canciones con mensaje o en cualquier otro recurso que valga la pena, para hacer una nueva entrada en el blog.

Esta vez me baso en mis vivencias. Hoy hemos tenido un paréntesis obligatorio en el Taller EMOCIÓNATE, al no tener colegio por la fiesta de Todos los santos. Eso no quiere decir que no haya pasado "nada" que merezca la pena reflejar aquí. Nada más alejado de la realidad. Este curso decidí que necesitaba "algo" de tiempo para mí. Sentía una necesidad imperiosa de dedicar parte de mi tiempo fuera del colegio a algunas actividades que me permitieran desconectar (reconozco que se me da horriblemente mal).

Y en ello ando, de momento al 50%, porque ya estoy disfrutando de uno de los dos sitios en los que me apetecía estar. Y el segundo, en breve.

Desde octubre voy a clases de dibujo en la Escuela de San Eloy (plaza de San Boal). Son tres horas a la semana en las que a ratos no recuerdo ni a qué me dedico. Y me encanta pasar 180 minutos exclusivamente como alumna, y "olvidar" que soy maestra. Puede que resulte extraño, pero seguramente a alguien más le habrá pasado. Y eso es este blog, La emoción de aprender. Todos podemos ser profesores (maestros) y alumnos, los roles cambian a cada rato. El que piense que ya no puede o no debe aprender más, me da lo mismo la edad y las circunstancias, me parece que se equivoca. Qué error garrafal es creer que hay que parar de aprender. No soy objetiva, me cuesta serlo en este tema.

Si alguno disfruta dibujando, da igual si tiene conocimientos previos o no, le recomendaría encarecidamente que se apuntara el próximo curso.

El planteamiento es muy enriquecedor, compartimos aula personas de todas las edades. Al decir de todas es absolutamente todas, desde niños a hombres y mujeres que llevan años jubilados. Para dirigir el barco tenemos dos profesores, Mariángeles y Miguel Ángel, que hacen todo más sencillo, y además de lo mucho que saben, tienen una paciencia infinita a la hora de enfrentarse a un grupo tan heterogéneo. Y la verdad este conjunto de características es de agradecer.

No es ningún secreto que adoro dibujar y que no tengo idea alguna sobre la parte técnica del dibujo, y esto me está viniendo de perlas. No tengo prisas por aprender, me está costando renunciar a los colores, cuando pinto mi mundo de colores, literal y de manera figurada (e intento hacer lo propio con el mundo de los que me rodean). Pero, empiezo a cogerle el gustillo a eso de trabajar desde el negro, y luego ir sacando luces, sombras, difuminando, resaltando...Es como la vida misma. Es sorprendente ver cómo de un papel pintado por completo de negro con carboncillo, después de esforzarse, sale "algo." Para mí, es casi mágico. Y sí, por muy negras que veamos las cosas, si hacemos por "borrar", por sacar "luces"...al final sale algo muy especial.

Como ejemplo os dejo una foto que hice con el móvil a mi tercer dibujo. No está rematado, aunque poco le falta. Por supuesto que todo tiene un margen para mejorar, pero considero importante disfrutar con el proceso, y no fijarnos solamente en el resultado.


Imagen y dibujo propiedad de Raquel Plaza Juan.


2 comentarios:

  1. Genial Raquel! Me encanta!! Que envidia, en esos momentos debes de disfrutar un montón!

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    1. La verdad es que sí Almudena, y a TODOS nos hacen falta. El tiempo vuela y son momentos de relajación y desconexión que me vienen como anillo al dedo. Nada nada, no te lo pienses mucho y apúntate el próximo curso je je.

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