viernes, 28 de mayo de 2021

ABUBILLA: mayo con los cinco sentidos

Hay meses que se hacen un poquito cuesta arriba y luego, mucho más allá, tenemos a este mayo de 2021. Tiempo de sandalias, polares, zapatos cerrados, camisetas de manga corta...Una locura, se mire por donde se mire. Creo que los cambios tan bruscos de tiempo reflejan la montaña rusa de mes que llevo.

Soy feliz porque la yo del año pasado andaba con un dolor de cabeza brutal debido al exceso de dedicación a la enseñanza telemática y a los agobios varios tras un largo y durísimo confinamiento. Si es por eso, debería estar aplaudiendo con las orejas ahora...pero no. Cada etapa tiene su dificultad y sus cosas buenas. Me siento como un futbolista, de los que ha jugado los 90 minutos, de titular, dejándose la piel y llega a la prórroga. Y mientras está jugando la prórroga, ya no puede ni con su alma y, le pesan hasta los calzoncillos. Pues algo así, perdonadme si he sido muy gráfica, está siendo gran parte de este mes de mayo.

Pero entre sustos y momentos complicados de todo tipo, también he tenido mis dosis de alegría, cariño, amor, ilusión...Y paseos, bastantes paseos, aunque menos de los que me habría gustado. Fruto del último es la imagen de una abubilla que comparto hoy. En la ciudad, a unos 10 minutos andando de la Puerta Zamora. Y a mí, que me cuesta un mundo memorizar el nombre de los "pajaritos" (digo esto con cariño, hermano) y ya no os digo asociar cada nombre con el pájaro en cuestión, me alegró toparme con ella en el camino de vuelta a casa, y saber que era una abubilla. Bonita ¿a que sí?


A mí me gusta buscar la belleza, y está en todas partes. Estoy muy de acuerdo con las palabras esas que dicen que "la belleza está en los ojos del que mira". Me encanta localizar esa belleza y apreciarla y, si voy cámara (o móvil) en ristre, capturarla. Tengo fotos pensadas que todavía no he hecho, por prudencia en muchos casos pero, cualquier día me lío la manta a la cabeza y empiezo con ellas, porque no quiero tirarme de los pelos el día de mañana por no haberlas hecho. 

De momento el domingo me voy de "Rally" (fotográfico, por supuesto, ja, ja, ja). Tengo ganas de saber los temas para hacer las diez fotografías. Espero que me dé tiempo a poder presentar imágenes que me gusten. Con eso me basta, no aspiro a ganar nada pero, me apetece mucho participar, y hacer algo distinto un domingo. No sé si lo disfrutaré yendo sola, aunque no pasa nada, a veces hay que asumir que para según qué, estamos solos, aunque no nos sintamos así.

Como he hablado de los paseos, voy a hacer uno a través de los sentidos. La foto de la abubilla es, obviamente, para la vista. Igual que todas las flores que llevo contemplando esta primavera.













La canción que os lanzo, para el oído. Me ha parecido una nueva joya, estrenada hace solo una semana: "Tú y yo",  con las voces de Pedro Guerra y Manuel Carrasco.

Con el olfato es complicado elegir, quizás el olor de las personas a las que quiero. Sobre el tacto me voy a lo básico, a la piel y a la capacidad de hacernos sentir emociones muy intensas con el simple hecho de hacer coincidir piel con piel...¡Vivan los abrazos apretados! De esos que nos encantaría hacer eternos. Y también las caricias, porque sí, nos hacen falta (con pandemia también). Acabo con el gusto, me quedo con los manteles compartidos, porque en buena compañía sabe de cine una hamburguesa del Burger King, unos boletus con jamón o un risoto (por poner algunos ejemplos). Así que nada, disfrutad con los cinco sentidos de todo lo que nos rodea, y de lo afortunados que somos casi siempre y como casi nunca lo recordamos. 

sábado, 15 de mayo de 2021

SUERTE

Suerte la mía. No sé si os pasa, supongo que a muchos sí. A medida que la semana avanza, la "batería" se va acabando y se nota. Y eso que esta semana se me pasó volaaando. Pues pese a eso, tuve un jueves y un viernes muy especiales. Todavía estoy aprendiendo a quitarle hierro a ciertas cosas, no es nada fácil; a no tomarme algunas cuestiones tan a pecho, me cuesta,  depende de qué se trate; y sí, a pensar más en el aquí y ahora (consecuencias del confinamiento del año pasado), pero con un ojo en el futuro, porque soy una persona más reflexiva que impulsiva. Aunque tengo muchos miedos, también considero que tengo una parte valiente. Creo en lo de "quien no se arriesga, no gana", pero tampoco me lanzo a la piscina sin más, antes echo una ojeada, para saber si cubre o no, y qué puedo encontrarme en la "piscina".

Todo esto venía a cuento de contaros lo bonitos que fueron mi jueves y mi viernes. El jueves por la tarde lo tenía reservado para una amiga, amiga de verdad, de las que me quiere una burrada, y yo a ella. De las que no puedo ver muy a menudo (últimamente todavía menos), pero con la que hay una confianza bestial y una lealtad a prueba de "golpes" (de los que da la vida, no entre nosotras) y del paso de los años. Casi un año sin verla, os podéis imaginar...¡Menudo año! Pero pese a la falta de contacto físico sé que ella siempre está ahí, cuando no puedo parar de llorar, pero también cuando la alegría me sale por los ojos y necesito compartir la razón. Nos separan unos cuantos años pero, espero que ella sienta que también puede contar conmigo, a veces dudo de si he estado a la altura de alguna de sus circunstancias. Pero la quiero lo que no está escrito, igual que a su marido, considero que ambos, en momentos importantísimos de mi vida, han sido una especie de guías, de ángeles de la guarda. Así que disfruté de ese "tomar algo" muchísimo. Las dos somos muy conscientes de que la vida pasa, y un día se acaba, sin más. Gracias por existir, por tu sinceridad, por quererme tanto y por saber estar siempre.

No me dio tiempo a llegar al portal y escucho mi nombre. Me giro y allí estaba ella, una alumna de mis tiempos del Santa Catalina. Solo deciros que fui su tutora en 5º de Primaria...y ahora está en 2º de carrera. Y que me diga que se acuerda de mí, que me recuerdan con mucho cariño y que ese curso conmigo los marcó es, simplemente, indescriptible. De esas veces que me toca tragar saliva (para no inundar las calles). Es precioso saber que lo que hago en mi trabajo está dejando huella en algunas personitas (y muchas de ellas en mí). Gracias porque es sorprendente que nos veamos tan poco viviendo en el mismo barrio (diferentes horario, sin dudarlo), pero siempre que coincidimos me voy más contenta que unas castañuelas. Sé que vas a tener suerte con lo que hagas, porque sigues teniendo ese brillo que no muchas personas poseen.

Todavía sigo en el jueves. Llego a casa, con muchas emociones en ebullición por la tarde que llevaba, y no me dio tiempo ni a coger aire. Llaman al telefonillo de abajo, traen un ramo de flores para...¡Raquel Plaza! Hay cosas que ni preparándolas salen tan bien. Veo el ramo y asoma el nombre de la floristería. Eso ya me hace sospechar de la posible remitente. Veo la tarjetita con mis datos y ...¡premio! Conste que cuando vi el ramo me quedé paralizada. Por el motivo que sea no he recibido flores muchas veces, pero las pocas que me las han mandado, han sido momentos muy bonitos, me encantan los detalles, no puedo negar la evidencia.




El ramo es espectacular, en las fotos no sale toda la hermosura que tiene. Lo que pasa es que el ramo era superable, sí, por lo que lo acompañaba. Una carta preciosa, de otra amiga con mayúscula. De esas personas fantásticas que Guijuelo puso en mi camino, y en él se quedó, y...¡Qué bien! Al final de la carta una petición, con una respuesta clara por mi parte, un sí como un castillo. Sí a ser testigo de su boda. Gracias por tus consejos, escucha activa, desparpajo, pasión en lo que haces, memoria asombrosa y por estar, porque no siempre es fácil y es un lujo poder contar contigo. Y sí, vuestra boda será mágica, y encantada de vivirla in situ, porque va a ser memorable.

El viernes había quedado a comer con la amiga de la sorpresa/detallazo anterior. Me encantó volver al "Vida y comida". Los sitios se disfrutan no por los lugares en sí, sino por la compañía. Puedo ser igual de feliz comiendo un bocata en medio del campo, lo más importante es la compañía. Al final entre comida, paseo, tiendeo y terraza, unas cinco horas de "sobremesa"...Me supieron a gloria. Gracias.

Por todas estas razones siento que la suerte me acompaña, aunque no sea en todos los aspectos de mi vida, a nivel general me considero una persona muy afortunada. Sé lo que quiero, cada día que pasa lo tengo más claro y, en la medida de lo posible, intento pelear por mis sueños. Y si las cosas no salen como me gustaría tampoco hay que hacer grandes dramas, intento quedarme con la cara amable de la vida. Para dramas ya están los telediarios (ya habréis leído en alguna ocasión que los llamo "teledesgracias").

De música hoy toca Amaral (con Estopa). Hay voces que forman parte de la banda sonora de mi vida, Eva Amaral es una de ellas.
Seguro que si reflexionáis un poco, vosotros también sois afortunados (y puede que más que yo). Ojo, no confundáis lo escrito aquí con ver las cosas de color rosa, ni vivo ni viviré en "Yupilandia". Pienso que la felicidad se construye ladrillo a ladrillo, palabra a palabra, caricia a caricia, confidencia a confidencia, mirada a mirada, detalle a detalle... 

SEVE EMOCIONES (9): Cómo me gustaría contarte...

Tranquilos, sé contar, me he "saltado" la entrada número 8 de "Seve emociones" a propósito, en breve la escribiré porque cronológicamente va antes. Pero tengo más reciente la 9 y me he dejado llevar.

Hoy 15 de mayo, es el "Día Internacional de las Familias." Hace ya unos años decidí que no iba a hacer nada en el aula por el "Día de la Madre" ni por el "Día del Padre". Para mí era hacérselo pasar mal, innecesariamente, a algunos peques. Así que, si puedo "ahorrarles" dolor, ¿qué necesidad hay?

Por eso cambié y opté por algo más amplio, la familia. 

Esta semana tuvimos "Seve Emociones" y lo uní a Plástica. El jueves vimos el vídeo de "Qué bonita la vida" de Dani Martín. Esta canción siempre resulta ser un acierto con los niños. Les expliqué que en el vídeo salen momentos felices de fans de Dani Martín, quien en su momento pidió imágenes a sus seguidores para hacer el vídeo de una canción. Les recordé que todos, sin excepción, tenemos una familia. Y da igual cuántas personas la formen, la familia de cada uno es única y especial, y no por ser más van a sentirse más queridos. Obviamente les recordé que seguramente tendrían momentos felices y otros no tanto con sus familiares, pero que procurasen quedarse con los buenos.

 También mencioné otra canción del mismo cantante, "Cómo me gustaría contarte", que él dedicó a su hermana, fallecida repentinamente hace más de diez años. Esta segunda canción la escuchamos/vimos (puse el vídeo) ayer viernes. 

El planteamiento, o mejor dicho mi invitación, era que no se quedaran con ganas de contarles a los suyos lo que los quieren, o cualquier cosa agradable que les quisieran contar/recordar de lo que viven juntos. Más que nada porque, nos guste o no, nunca se sabe qué puede pasar, pero en esta vida tan pronto tienes a alguien como lo pierdes, y no sé a ellos, pero desde luego soy de las que no es gusta dejarse nada en el tintero, guardado, y menos todavía si es un motivo de alegría. Y a medida que pasan los años mucho menos, con nadie, ni familia, ni amigos ni nada, hay cosas que es mejor compartir, e ir con la verdad por delante claro.

La idea fue hacer un colgador con dos corazones de fieltro, uno naranja y otro verde, con uno de cartulina naranja entre medias, con el mensaje que ellos quisieran darles a su familia. En el corazón de fieltro que hiciera de "portada", pegaron hechas a ordenador las palabras "Cómo me gustaría contarte..." (si su mensaje iba dirigido solo a una persona de su familia) o "Cómo me gustaría contaros..." (si era para varias personas de su familia). Ese primer corazón iba adornado de tres flores de goma eva con purpurina listas para pegar (eran adhesivas). Los tres corazones se unían con un lazo, y ya estaba listo el colgador. Explico estos detalles por si alguien se anima a hacerlo con sus alumnos, ya que el tiempo sí es oro (y más en un cole a mediados de mayo). Si lo hacéis intentad que sea un fieltro duro, porque será mucho más fácil de recortar para los alumnos. Lo más complicado fue hacer los agujeros en el fieltro (usé un perforador individual y la ayuda de unas buenas tijeras). Si no llega a echarme una mano Asun, no logramos acabarlos ni por asomo...¡Muchas gracias! Me encanta dar con compañeros que, con cargo o sin cargo (Asun es nuestra directora), son ante todo, compañeros. Igual que los niños que habían acabado y les pedí que echaran una mano a sus compañeros. Nunca hay suficientes manos. Y no todo el mundo es igual de habilidoso para recortar...¡Tenedlo en cuenta!

Puntualizar que a los niños se lo planteé como algo totalmente voluntario, tanto el hacerlo como a quién se lo hacían (dedicado a una o varias personas). A aquellos con papá y mamá separado sí les ofrecí hacer dos, pero cada cual decidió si hacerlo (o no), y si iba a ser para una o para más de una persona.

Además, les pedí que no fueran palabras "feas",  ni reproches, porque para eso no hacíamos corazones, que intentasen darle un enfoque positivo. Recordé a Cesar Brandon, ganador de una de las ediciones de "Got Talent", y lo que su madre le decía que eran palabras mágicas (gracias, por favor y lo siento), por si les daba alguna pista de lo que podían escribir.

Les aconsejé que cuidaran la ortografía y la caligrafía. Mi idea era que ellos me preguntaran si tenían alguna duda concreta de palabras que no estaban seguros cómo se escribían correctamente, pero yo no iba a leer sus mensajes completos, salvo que ellos me los enseñaran. Y así fue, algunos me preguntaron por la b/v, tilde, h, g/j de algunas palabras. Otros me enseñaron el mensaje plato y, algunos, ni me preguntaron ni me enseñaron nada. Y me parece genial cualquiera, porque era algo muy suyo, y para los suyos.

Espero que todos paséis pasar un buen día con vuestra familia, eso es lo que de verdad importa. Y si no se puede ahora por la pandemia, cuando se pueda, todo llega. Feliz Día de la Familia a todos, de corazón.

domingo, 2 de mayo de 2021

Va de MAMÁS

Es una celebración que no suelo dejar pasar. Por eso probablemente peque de falta de originalidad en las entradas del blog que específicamente les dedico a ellas una vez al año.

Esta entrada va dedicada a:

Las mamás que no pegan ojo, porque esos hijos a los que adoran, duermen más bien mal, y ellas lucen unas llamativas ojeras que, ojalá desaparezcan con el tiempo.

Para las que dan el pecho a sus niños, y para las que no, porque cada una tendrá sus razones y nadie debe juzgarlas, simplemente hacen lo que consideran más apropiado y/o la naturaleza les permite.

Para las madres que dicen frases como: "Abrígate, que hace frío; a que voy yo y lo encuentro; no dejes las cosas siempre para luego; ¿dónde vas?; ¿con quién has quedado?; no vuelvas tarde; ten cuidado; llámame cuando llegues; no corras ¿eh?; si te duele ..., tómate ...; te hago una sopita y ya verás como te entona..." Y los puntos suspensivos os invito a completarlos con frases que os resulten familiares. Lo más importante, analizado fríamente, es que todas esas frases que muchas madres pronuncian, son maneras de demostrarnos su amor. Aunque no lo valoremos siempre, pese a que a veces nos las digan día sí y día también, no lo olvidéis, esas frases son amor del bueno. Ellas están ahí, incondicionalmente. Pese a nuestros desplantes (a veces), siguen al pie del cañón, para nosotros. Si hay una profesión "esencial", ahora que se menciona tanto esa palabra con el tema de las vacunas del COVID, es la de mamá. ¿Qué haríamos sin ellas? Ya, es injusto que lance esta pregunta cuando unos cuantos de los que probablemente leáis esta entrada ya no tenéis la fortuna de tenerlas a vuestra vera. No alcanzo a imaginarme el dolor que debe sentirse al perder a una madre. Tengo la suerte de poder disfrutar un año más de esta fecha al lado de la mía y, toco madera, ojalá nos (a mi hermano y a mí en especial, pero a todos los que nos sostiene) dure, mucho años más. Desgraciadamente sé que algunos la perdisteis demasiado pronto, aunque quizá siempre sea pronto para decir adiós a una madre. 

A estas alturas de la vida, con todas las primaveras que llevo cumplidas, lo que tengo cristalino es que una madre es insustituible, y eso hay que respetarlo y tenerlo en cuenta. Hay que respetar el dolor de cualquier hijo/hija por una madre ausente, da igual cuántos años hayan pasado desde que "se marchó". Como otras veces habréis leído que escribo frente al dolor causado por la pérdida, me parece que hay heridas que nunca cierran, pero la gente aprende, más o menos bien, y con la inestimable ayuda del tiempo (y quiero creer de la "cariñoterapia") a convivir con ellas lo mejor que puedan y a encontrar razones para sonreír, seguir ilusionándose y amar, porque el viaje continúa, pese a las ausencias.

Y como la experiencia es un grado, a veces en la entrada nombro de refilón a personas que no son madres, pero que se merecen un espacio aquí. Puede deberse a que me siento una de ellas y no quiero dejarlas en el cajón del olvido. Esta entrada va también para aquellas mujeres que lucharon durante años para ser madres y no lo consiguieron. Para las que les gustaría serlo algún día y lo intentan con todas las armas de las que disponen, porque la vida es más corta de lo que parece y no deberíamos lamentarnos por algo que deseamos con todo nuestro corazón sin haberlo intentado. En esta vida, quien no se arriesga, no gana. Suerte a todas ellas y mucho ánimo, emprendáis esta aventura acompañadas o en solitario. Espero que podáis/podamos celebrar esta fecha algún día. Me acuerdo también de las que ejercen de madre sin serlo, porque una cosa son los planes que tengamos y otra bien diferente lo que la vida va poniendo en el camino de cada cual. Además, esta entrada va para las mamás que viven solas la maternidad, por ejercer de papá y mamá a la vez, sea porque el padre se fue o porque nunca existió, todo mi reconocimiento para vosotras, valientes luchadoras. También pienso en el contrario, los padres-madres, porque la vida a veces golpea demasiado fuerte y da golpes al cuadrado, sin pareja y sin madre para vuestro/s hijo/s, y de manera paralela al dolor de la pérdida, hacéis "lo que sea" porque a esos niños ( o no tan niños), no les falte nada, especialmente a nivel afectivo. Mi aplauso para vosotros y... mi cariño.

No sé si me he dejado a "alguien". Espero que no. En definitiva estas letras del blog pretenden ser un homenaje, como siempre minúsculo, para todas las mamás (las que lo son, las que lo serán, las que ejercen de ello y las que se sienten madres aunque no ejerzan como tales... todavía). Disfrutad de cada día que podáis pasar cerca de ellas. Y, si ya no están físicamente, seguro que de alguna manera siguen viviendo en vuestros corazones y, cómo no, hacéis que sigan aquí cada vez que las recordáis, y eso no va a faltar nunca.

Y como este año es especial, al ser el año después del confinamiento, me gustaría compartir una foto de mis padres, porque sí.

Fotografía propiedad de Raquel Plaza Juan.

De corazón, Feliz día a todas las personas que se hayan visto identificadas en algo, aunque sea una pequeñísima parte, de lo escrito hoy en el blog. Perdonadnos si alguna vez no os devolvemos todo el amor que nos dais o no estamos a la altura, ponéis el listón por las nubes.

Y las canciones son conocidas en el blog, pero me parece que hoy pueden encajar aquí.

Una es "Cómo me gustaría contarte", de Dani Martín. La otra, de Paú Donés, "Eso que tú me das." Ahora sí, nada que añadir.