domingo, 21 de octubre de 2018

La historia de violín y mucho más

Querido blog:
Puede parecer que te he abandonado, pero no es así. Como no he tenido tiempo casi para nada, me ha resultado imposible dejarme caer antes por aquí. No obstante, puedes estar tranquilo, intentaré que el espacio de tiempo entre una entrada y otra sea mucho menor.

Tengo tanto que contar que no sé por dónde empezar...De momento hoy hace una semanita que asistí a un conciertazo. Y, lo que puede parecer más increíble, que ese concierto tan especial tuviera al violín de personaje principal. Quedé deslumbrada por Ara Malikian, por su enorme talento.


Ara Malikian. Imagen propiedad de Raquel Plaza

Hace un par de años ya tuve la oportunidad de verlo actuar en directo, en el encuentro de Grandes profes que Antena 3 organiza en Madrid a principios de año (ya lleva unas cuantas ediciones). Por entonces me conquistó y me quedé con las ganas de asistir a un concierto suyo. Eso sí, querido Ara, un concierto un domingo, en pleno final de puente del Pilar, empezando a las diez de la noche, quizá no sea el mejor momento. Supongo que quizá eso no dependa de ti, tal vez te lo den hecho y acudes donde te digan. Pero, para mí fue un pero, mucha gente, entre la que me encuentro trabaja los lunes, y llegué con ojeras de oso panda en estado máximo. Recalco lo del estado máximo, porque las ojeras en mí, desgraciadamente son habituales. Hecho este pequeño inciso, o no tan inciso, sobre el día y la hora del concierto, vamos al lío.

Me gustaría darte las gracias por ofrecernos un concierto tan completo y variopinto. No tenía ninguna duda de tu aptitud para interpretar con el violín, pero me llevé una grata sorpresa con tu capacidad para entretener. En algunos momentos me daban ganas de pellizcarme para comprobar que no había ido a un monólogo del Club de la comedia. Lo que pasa es que el tono era tan cómico que, como tú mismo dijiste, al afirmar que te gusta exagerar las cosas, dudo qué porcentaje era verdad pura y dura y cuál era fruto de tu imaginación o adornado. De cualquier forma, me encantó. Quién me iba a decir a mí que iba a emocionarme tanto en un concierto de Ara Malikian. Quién podía pensar que con la música del violín (y otros instrumentos) era tan fácil sentir la carne de gallina. 

Excelente acompañamiento en el escenario, un grupo maravilloso de músicos, de artistazos. Y aunque el concierto tuvo unos cuantos destellos de humor, lo que más me gustó es cuando "te pusiste serio." Cuando hablaste de la historia de tu violín y te acordaste de los más de 65 millones de refugiados que ahí en el mundo. Y que ojalá cada uno de ellos tuvieran un violín como tu abuelo, tu padre y tú que, de alguna manera, pudiera "salvarlos." Gracias por dejarte la piel encima del escenario. 

Te mueves tanto que si lo consultas, pueden convalidarte varias etapas del Camino de Santiago con lo que caminas a lo largo de un concierto. Y como me apetece que todos los visitantes del blog puedan disfrutar también del mismo; aunque sea en la distancia, en diferido y con la calidad de grabación que me permitió la iluminación y otros factores, comparto tres pedacitos del concierto. Os invito a cerrar los ojos (menos en el tercer vídeo), a dejaros llevar y permitiros sentir. Una noche inolvidable.


Pedacito número 1: Campanella de Paganini


Pedacito número 2: El vals de Kairo



Pedacito número 3: Final del concierto




Fotografía tomada al final del concierto. Imagen propiedad de Raquel Plaza

No hay comentarios:

Publicar un comentario