domingo, 28 de noviembre de 2021

OTN 2021

 Sí, sí, todo llega. Como las navidades están ya a la vuelta de la esquina, no quiero que me pille el toro (es lo habitual). Y me he propuesto enviar las tarjetas de Navidad antes de Navidad. Sí, es algo obvio ¿no?  Lo normal es que nunca las empiece en verano, pese al propósito de comenzarlas en vacaciones que repito año tras año. Problema: no pega nada pegar renos y arbolitos con bolas decorativas cuando la cabeza piensa en pasear a la orilla del mar, no madrugar y disfrutar que a las nueve de la noche siga siendo de día. Y hacer las cosas sin ganas no va conmigo.

No recuerdo cuándo hice las primeras en esta ocasión (veinticinco), pero me suena alrededor del 12 de octubre. Hasta esta tarde no había hecho ni una más. Solo he sumado cinco a las que ya tenía. El frío por estos lares es espantoso hoy y no me apetecía arriesgar mi maltrecha garganta. Así que jornada caserita donde las haya. Todavía no he acabado. Me faltan unas ocho aproximadamente.

Y luego llega la segunda parte, escribir en el interior una a una, con mensajes personalizados según destinatario y, la última estación, ir a Correos para enviarlas. Siempre entrego unas cuantas en mano por tema de cercanía. Esta vez serán algunas más porque he vuelto a coincidir en mi día a día con algunos de los receptores. Lo cual es motivo de alegría. 

Soy maniática y no me gusta repetirme en lo que pongo, por eso las escribo por tandas, porque si me doy el atracón de todas en una tarde, corro el peligro de hartarme y poner un escueto "Feliz Navidad" y ya. Pero no, no soy así. Soy un desastre no guardando direcciones. Al final año tras año vuelvo a preguntarles la dirección a las mismas personas. Lo gordo es que llegué a comprarme un cuaderno monísimo y algunos bolígrafos, pensando en utilizarlos para apuntar móviles y direcciones que quiero tener en papel, y a mano. Pero nada, el cuaderno muy lindo pero sigue intacto. Los bolis de colores pendientes de estrenar...No pienso decir cuándo voy a apuntar las direcciones, por si no lograra cumplirlo ja, ja, ja.

A mí las felicitaciones me sirven siempre de excusa, excusa para tener un detalle con personas que me importan. Reconozco que con ellas me he llevado unos cuantos fiascos, pero a veces la conciencia, el corazón, el sentido común o lo que sea, y tardo en escarmentar (lustros incluso). Disfruto haciéndolas, y esa es la parte más importante del proceso, el elaborarlas y luego escribirlas. Si de propina me llega alguna palabra de alguien, pues alegría extra que sumo a ese proceso. No busco alabanzas, pero el cariño nunca sobra, o así lo veo yo, y la gratitud tampoco.  Y con cariño están hechas, da igual si son dibujadas, tienen pegado algún adornito, purpurina o a saber. Todas, sin excepción, están hechas con eso, cariño en grandes dosis.

Procuro cambiar casi todos los diseños cada año, aunque no pongo la mano en el fuego, puede pasar que una persona haya recibido tarjetas muy semejantes dos años diferentes. Llevar un registro de qué tarjeta exacta he mandado cada año a cada persona sería una obra de ingeniería, y me niego a amargarme con algo que hago para disfrute personal. Así que lo siento si alguna vez tenéis tarjetas parecidas en más de una Navidad.

Dadas las circunstancias actuales,  me da en la nariz que esta vez conseguiré acabarlas de hacer durante el "puente" de la Constitución-Inmaculada. No descarto alguna escapadita de un día, pero creo que no va a ser más, con lo cual habrá tiempo para dedicarle ratitos a las tarjetas. 

No sé si vosotros sois de mandar tarjetas, de recibirlas solo, o ni lo uno ni lo otro je, je. Cada cual elige si tiene detalles o no con otros y de qué tipo son.

Os dejo unas imágenes de esta Operación Tarjetas de Navidad 2021...En breve, algunas fotos más.





Un año, si me atrevo (me da algo de vergüenzas), hago fotos del enorme despliegue que monto en la mesa del salón con la OTN. Probablemente os llevaríais las manos a la cabeza viendo la cantidad nada despreciable de recursos que saco, los use o no. Una incorporación bastante reciente es la pistola de silicona.  

De momento hasta aquí. Esta semana toca avanzar con parte de la decoración navideña del cole, mi tercer "Fili". Pero para eso cuento con ayuda, y así se avanza a otro ritmo, y se disfruta incluso más.

Acabad bien el domingo.

viernes, 26 de noviembre de 2021

La Navidad en anuncios

Un año más, Ruavieja no defrauda con su campaña navideña. Imágenes muy bien escogidas y una canción perfecta. Buenísimo. Me gusta mucho el enfoque que le han dado de cómo la rutina puede a veces dañar una relación. De los peligros de llevar el trabajo a casa, habiéndolo elegido o si no ha quedado otra (teletrabajo al poder, con sus pros y sus contras). A veces es eso, no ver más a la gente, sino verla mejor. 

En mi caso necesito justo lo contrario, ver más, sea por frecuencia o por el tiempo. Me explico, a veces tardas más de lo que desearías en ver alguien, pero puedes pasar horas con esa persona, sin mirar el reloj, eso también vale mucho, el poder ver sin prisas. Hay momentos en los que me encantaría poder parar el tiempo, pero solo para que el reloj no avance, aunque sí para disfrutarlo al máximo, para exprimir los minutos. 


Y el segundo anuncio es muy dulce, uno de los turrones que seguramente no faltará en las casas de aquellos a los que sí les gustan estos dulces navideños, el de Suchard.

Reproduzco la parte más emotiva, a mi parecer, del mismo. "Esta Navidad va a ser muy especial, porque por fin vamos a poder decirnos en persona todo aquello que no nos hemos dicho antes..." ¡Precioso! De verdad soy muy crítica con la publicidad, valoro mucho el trabajo de las personas que elaboran los anuncios, y no pongo aquí anuncios por poner. Los que elijo, es porque, como poco, me han gustado mucho. Y además de ser muy crítica con muchas cosas, también soy una romántica empedernida...

Aunque no hace falta esperar a la Navidad para decirnos en persona cosas agradables, cualquier día es ideal, solo hay que querer. Haced que pase, no os guardéis lo que sentís, especialmente con las personas que han hecho nacer y crecer esos sentimientos. 


De momento, prefiero no saturar con un exceso publicidad navideña. Me encanta, pero me gusta dosificar este material. Próximamente, más anuncios por aquí.


EMOLECTURAS 9: El gran libro de los SUPERPODERES

De la mano de Susanna Isern (texto) y Rocío Bonilla (ilustraciones) llega la novena de las "Emolecturas" y, nuevamente, con algo de retraso. A veces las cosas se tuercen y los planes que hacemos no sirven de nada. Eso me ha pasado a mí esta semana. Consecuencia del frío que debí coger (mascarilla, abrigo, bufanda y guantes) el lunes a media mañana al ir de un centro educativo a otro, empecé a encontrarme regular, y ya el martes por la tarde más bien mal. Como tengo la cabeza dura como una piedra, fui a trabajar el miércoles, error, y ya desde ese día por la tarde en casita. Solamente he salido esta mañana para acercarme al centro de salud. Querían hacerme una prueba de antígenos. Por cierto, negativo es mi resultado. Así que entre PCR y tal es la quinta en lo que va de año. Como mis síntomas eran compatibles con COVID había que curarse en salud. Y ahora ya, empiezo a encontrarme mucho mejor (lo que empecé a tomar anoche está dando sus frutos). De ahí que me siente otra vez al blog, porque antes, imposible, no habría dado pie con bola.

Rocío Bonilla debería resultaros familiar, por haber creado un libro que a mí me enamoró:" ¿De qué color es un beso?"

Gracias a ese libro descubrí una ilustradora capaz de dibujar con una ternura rozando el infinito. En el caso del libro que hoy os presento, fue un autorregalo de la Feria del Libro de Madrid el año pre, pre-pandemia se entiende, es decir, de 2019.

El libro presenta 18 "superpoderes", cada uno lo atribuye a un niño/a, como Nora, Lucía, Alberto o Adrián. Entre esos superpoderes, están el de contar historias, la curiosidad, la agilidad, las Matemáticas o la creatividad.

Creo que es un título fabuloso para hablar de lo que a cada cual se le da especialmente bien. Mirarnos en positivo, a uno mismo y a los demás. ¿Os apetece?

Al final viene con dos páginas ideales para hacer después de haberlo leído. En una aparecen los 18 superpoderes del texto en forma de lista. Antes de esa lista podemos leer  lo siguiente: "Esta es la lista de SUPERPODERES que salen en el libro. ¿CUÁL ES EL TUYO?

Y en la segunda pone:

No tenemos por qué tener un solo superpoder. Podemos tener más. Piensa un poco y escribe más SUPERPODERES. Seguro que tienes alguno más, aunque no salga en la lista.

Este libro lo veo para cualquier edad, tal vez mejor de Primaria en adelante, pero puede tener cabida en Infantil, depende del enfoque que le demos. Os invito a pasear entre sus páginas y deleitaros con las ilustraciones, bellísimas.

Y vosotros, ¿qué superpoder/es tenéis?

Si me lo preguntara a mí misma, no sabría muy bien qué responder. Supongo que me decantaría por "cosas" que subjetivamente considero que se me dan razonablemente bien, aunque de ahí a superpoder...¡Hay un trecho! Por ejemplo dibujar, escuchar, cocinar y escribir. No sé si son superpoderes o no, pero sí que son cuatro actividades con las que disfruto muchísimo.

Eso sí, creo que es básico intentar transmitir un mensaje: Todo el mundo, sin excepción, tiene algún talento especial, algún "superpoder". Y si alguien no lo ve, ayudadle a que lo/s descubra.




lunes, 22 de noviembre de 2021

VIDA PERFECTA: fuera de serie

Había una vez una serie creada por Leticia Dolera. La misma que dirigió la hermosísima película "Requisitos para ser una persona normal". Una serie de no muchos capítulos, de Movistar. Un buen día los capítulos se acabaron y ahí quedó todo. Y yo pensando, ¿cómo no hacen más? Pues como si me hubieran escuchado, temporada nueva al canto.

Capítulos breves, de media hora aproximadamente, sin anuncios, y qué bien. Cómo se agradece que no haya publicidad. Esa es "Vida perfecta". Al ver los primeros capítulos podéis pensar que es "la historia de María", pero no. Es la de María, pero también la de Esther y Cristina. La historia de muchas mujeres, porque un porcentaje muy elevado podrá verse reflejado e identificarse con sus vivencias. Cuando digo que es una historia de mujeres, no excluyo a nadie de verla. Los hombres también tienen mucho peso en ella, pero ellas llevan la voz cantante.

Es una serie sin tabúes, habla de la vida, y de muchas maneras de mirar y de afrontar lo que a cualquiera puede sucederle en algún momento o lo que desearía que le pasara. Podéis reír y llorar a partes iguales. Además las canciones que la acompañan están elegidas, o esa sensación me da, con sumo cuidado.

Me encanta ver cómo evolucionan los personajes, sabiendo de dónde partía cada uno y en qué punto se quedan cuando acaba. Es maravilloso que no sucedan las cosas como cabría imaginar. Creo que es un guiño al destino, caprichoso donde los haya, encargado de hacernos vivir momentos que no habíamos soñado, o quizás sí, pero de una manera diferente. Diferente no es sinónimo de mejor o peor, es lo que es.

En "Vida perfecta" hay de todo, y puede que esa sea una de las razones para verla. Es complicado no pensar "¡Eso me ha pasado a mí!" o "¡Cuánta razón!" en algún punto de todos los palos que toca: amor, sexo, autoestima, compañía, humor, igualdad, desfase, aventura, placer, lucha, discapacidad, diversidad, madurez, miedo, preocupación, evolución, drogas, amistad, maternidad, coraje, respeto, divorcio, inclusión, resiliencia, infidelidad...

Lo siento pero no soy objetiva con ella, mi recomendación es que la veáis, y luego ya hablamos. No cuento más para no destriparla. Es fantástico ver cómo todas las piezas encajan, aunque a priori resulte un rompecabezas irresoluble. Y tal vez eso es la vida, hacer que las piezas de nuestro puzle encajen, sean o no las que pensábamos. Al final cada uno ha de ser lo más feliz que pueda con las piezas que le toquen, ¿o no?

Sé que esta entrada del blog no va a llegar a Leticia Dolera, como directora y actriz de la serie; a Manuel Burque, creador de los guiones junto a ella; ni al resto del elenco de la misma. Pero me siento muy agradecida por haber podido disfrutar una producción así. Es una suerte que alguien hable de tantos temas sin tapujos, y lo comparta con el resto del mundo.

Entre la serie y la película, "Requisitos para ser una personal normal", me declaro fan de lo que lleve el sello "Leticia Dolera". Ojalá le queden muchas historias que contarnos, sean en forma de cortometrajes, series, películas o lo que se le ocurra. Por mi parte, serán muy bienvenidas. Gracias, Manuel. Gracias, Leticia.

¿Qué esperáis para verla?

sábado, 20 de noviembre de 2021

EMOLECTURAS 8: Cuéntame más cosas

No me gusta tener "pendientes", de ningún tipo. Mi sensación es que no llego. Tengo pendiente ver a personas (bastantes), por verlos sin más o para celebrar mis treinta y todos. Sí, eso fue en agosto, la distancia y las circunstancias no permiten siempre hacer las cosas en el "momento". Pues con el blog me pasa igual. Quedó esta entrada por escribir y la semana ha sido un no parar, no he logrado sacar hueco y ganas para escribirla. Pero ahora sí, es el momento.

Mi recomendación esta vez es el libro "Cuéntame más cosas". Podéis ver en las imágenes la portada (con autoras y editorial) y algunos ejemplos del interior, para haceros una idea del contenido del libro.







Es una continuación de "Cuéntamelo todo". En ambos, las autoras recogen las preguntas de niños y niñas sobre un tema muy necesario: la sexualidad. Están acompañados de ilustraciones graciosísimas que a los lectores suelen gustarles mucho.

Sé que es un tema delicado, aunque no considero que deba ser "tabú". Entiendo que lo ideal sería que los papás y las mamás fueran los encargados principales de transmitirles información a sus hijos sobre la sexualidad, resolver dudas...No quiero molestar a ningún progenitor con esta propuesta. La incluyo porque desde mi experiencia docente, he visto cómo es un tema que despierta mucha curiosidad en ellos. Tienen ganas de saber, pero muchos no se atreven (pudor, vergüenza...) a hacerlo en casa. Creo que una buena comunicación en el seno familiar es maravillosa, y poder hablar de todo, un lujo. Este libro no pretende sustituir ni una sola de esas charlas que ojalá se produzcan con el padre y/o la madre. Es únicamente una idea para combinar con esas conversaciones.

En el aula, cuando he llevado el de "Cuéntamelo todo", ha sido un gran éxito. Me llamaba la atención cuando preguntaban si podían leerlo con otro compañero. Por supuesto que, salvo que armasen mucho, sí les dejaba hacer una lectura compartida.

Si pienso en para qué edad lo veo apropiado, pondría de 5º de Primaria en adelante, y ahí sin límite. No es igual que lo lea un niño de 10 a uno de 13, otra de 15 o un adulto de 30 años. Lo bueno es que cualquiera puede disfrutarlo.

Si alguien cercano quiere ver el libro, no tiene más que decírmelo. A mí me parece interesantísimo, muy útil y ameno de leer.


domingo, 14 de noviembre de 2021

Compartir la suerte. Compartir la vida

¿En serio? ¿Otra vez se acercan las navidades? Este año se está pasando en un suspiro. Raro que lo diga en el mes que menos me gusta y más largo se me hace pero, aquí estamos nuevamente. El anuncio de esta edición es el siguiente:

Desde hace ya unos cuantos años los anuncios de lotería navideña tienen un fortísimo componente emocional. Los creativos publicitarios tiran a dar, y lo consiguen. Van directos a nuestras fibras, y en las mías suelen hacer diana. Lo mejor de este es la frase final, una obviedad sí, pero un eslogan genial:

"Compartimos la suerte con quien compartimos la vida."

Lo que escriba a partir de ahora no estará a la altura de ese eslogan. La de Navidad suele ser de las pocas, muchas veces incluso la única, lotería en la que participo. No echo quinielas ni primitivas, pero en este sorteo navideño me hace mucha ilusión participar.

El anuncio es breve, dura un minuto y medio. Es ágil, muy bonito a nivel cromático y está bien hilado. muchas veces menos es más.

He pensado que a mí me encantaría que me tocara la lotería de Navidad. El día 21 suelo fantasear sobre qué pasaría si me tocase. Y aunque reconozco la tremenda ilusión con la que juego (de la cual se aprovechan otros, de la ilusión de todos los que compramos), soy consciente de las posibilidades ínfimas de resultar ganadora. Desde luego que mucho más importante que cualquier premio es tener salud, que no nos falte a los míos ni a mí.

Y francamente, desde hace tres años, preferiría que le tocara a alguien cercano y no a mí. Según a quién le toque, también sentiría que lo he ganado, aunque no viera directamente ni un euro.

Compartir la suerte con quien compartimos la vida no es compartir solo lo bueno, sino todo. Y lo que cuesta es compartir lo malo, permanecer unidos ante la adversidad, cuando las cosas se tuercen y la vida parece una carrera de obstáculos. Pero los obstáculos se salvan mejor acompañados.

Compartid lo que queráis, no hace falta que sean décimos de Navidad. El año pasado se me ocurrió una idea para compartir décimos con personas importantes en mi vida. No nos hicimos millonarios, en la mayor parte de los casos ni siquiera recuperé lo jugado, pero valió la pena. Sí, tal cual, la reacción de esas personas hizo que valiera la pena.

No voy a repetir "el cuento de la lechera", pero soñar es gratis. Suerte a todos los que participáis en el sorteo del próximo 22 de diciembre. Os toque o no, seguro que ya sois "ricos" en muchos aspectos de vuestras vidas.


EMOLECTURAS 7: Tú importas

"Tú importas", un título potente. Es la séptima recomendación de "Emolecturas". 

Es un cuento para todas las edades. Lo veo adecuado desde un niño de un año a una persona de 80.

Escrito e ilustrado magistralmente por Christian Robinson, editado por "Libros del zorro rojo". Y es que nunca está de más recordarle a alguien lo importante que es. A mí me parece un mensaje muy hermoso.

Ideal para trabajar la autoestima, intentando reforzar la idea de que cada cual debe quererse como es, sin cambiar para agradar a otros. O simplemente por el placer de leer, de deleitarnos con las imágenes de este álbum ilustrado. Tiene poco texto, los dibujos que lo ilustran son los verdaderos protagonistas.

No lleva mucho tiempo en mis manos porque salió en 2020, pero debo recomendarlo, me parece maravilloso.

Y es que sí, da igual la edad que uno tenga, dónde viva, cómo sea, si está lejos o cerca de su hogar, si a veces ha de decir adiós a alguien a quien quiere, si es el primero o el último en llegar, si en alguna ocasión opta por nadar a contracorriente. En todos esos casos y muchos más...¡Tú importas! ¡Recuérdalo!

Creo que este texto puede ser útil para hacer alguna actividad después. Mi recomendación es desde 4º de Primaria en adelante. Sugerencia de actividad acompañando a esta emolectura:

Dad a vuestros alumnos una "tira" (cortaría en tres cada DIN A-4) de papel de algún color (podéis usar folios de colores claritos). En la parte superior izquierda cada uno debe poner su nombre, y que ya tengo escrito a ordenador TÚ IMPORTAS porque...

Podemos poner las tiras en un corcho y dejar que los alumno, en un plazo razonable, una semana por ejemplo, vayan escribiendo frases cortas a algunos de sus compañeros. Para que nadie se sienta más ni menos que otro, daría alguna indicación. Por ejemplo, que el máximo de comentarios que un alumno pueda tener en su tira coincida con la mitad de la clase. Si son 20 alumnos, que nadie pueda tener más de diez comentarios escritos. Así ayudaremos a que todos se sientan especiales, sin favoritismos.

Si a mitad de semana veis que alguien no tiene nada en su tira o muy poco, animad a la gente a pensar por qué cada uno somos importantes. Y eso es verdad, todos podemos aportar algo bueno que nos haga importantes.

No excluyo a los cursos inferiores de hacer actividades a partir del libro. Quizás veo más apropiado con ellos hacerlo a nivel oral, como un corro en el que cada uno va pasando al centro y otros le dicen algo agradable, una razón por la que ellos vean que ese niño o niña es relevante. 

Sea una u otra, animo a los docentes a participar de alguna forma. Hay que mojarse, no es pedir a los alumnos sin más. Si ellos ven que damos ejemplo, más sencillo será que den el paso y participen.

Respetad el ritmo de cada alumno, si son introvertidos, si no lo pasan bien hablando en público...

Seguro que se os ocurren muchas actividades más...¡A pensar!

Experimento social: regalos de Navidad

Debe ser que no puedo estar más de una semana sin escribir en el blog. Debe ser que la inspiración es mayor de madrugada (en mi caso). Debe ser que no busco las historias, sino que me encuentran. Sea lo que sea, desde luego que la inspiración llega cuando no la esperas. De hecho la semilla de esta ha aparecido cuando no me hacía falta, como caída del cielo, con tres entradas en mi cabeza desde hace ya días, va a ser un domingo prolífico, y vais a encontraros con cuatro. Esta es la segunda, las dos siguientes antes de acabar el día, garantizado.

Está basada en un vídeo sobre un experimento social. Cuando ya tenía la entrada redactada en mi cabeza, he descubierto que lo compartí, el viernes 23 de diciembre de 2016. Pero como esta vez he tirado por otros derroteros, no he podido evitar ponerlo nuevamente. Ya lo tenía olvidado. Y bendita casualidad que lo he visto en Youtube, navegando, como siempre, sin un rumbo concreto.

Aquí lo tenéis...¡Disfrutadlo!

Como sabéis no soy tutora este curso, mi función docente favorita, por muy agotadora que resulte. Lo recuerdo porque este vídeo es una delicia para tratarlo en tutoría. Sin embargo, si os animáis a hacerlo, un favor os pido. Antes de poner el vídeo debéis estar informados sobre el contexto familiar de vuestros alumnos. Imaginad que alguno tiene un familiar muy enfermo o alguien muy próximo que ha fallecido recientemente. No hay necesidad de hacer daño porque sí o hurgar en heridas no cerradas. Abogo a vuestra empatía. Haré lo propio antes de ponérselo a los jóvenes de español, de 1º a 4º de la ESO (uno de cada curso). Pero me ha gustado tanto, que no quiero dejarlo en el saco del olvido. Lo he visto dos veces, la primera no fue del tirón, porque estallé en lágrimas tras la cuarta pregunta.

El "experimento navideño" del vídeo se resume en estas cuatro cuestiones:

1.-¿Quiénes son las personas más importantes de tu vida?

2.-¿Qué les vas a regalar en Navidad?

3.-¿Y si te toca la lotería?

4.-¿Y si fueran sus últimas navidades?

Como viene siendo habitual, no propongo a mis alumnos nada que yo no esté dispuesta a hacer. Y esta seguirá siendo mi tónica, pero lo siento, no voy a escribir aquí mis cuatro respuestas, sí se las daré a mis chicos y chicas de la ESO, pero todo aquí no, cruzaría una barrera que no me apetece. Y tonta sería si en mi espacio, hago algo que me haga sentirme realmente incómoda. Por ahí no paso.

Debido a lo anterior, directamente respondo a las preguntas 2, 3 y 4. A mí me parece que lo adecuado del vídeo, es que vayáis parándolo, dejad que reflexionen y piensen cómo responderían a las preguntas, en orden, una a una. Si lo veis del tirón pierde toda la gracia.

Mis respuestas:

2.-Todavía no lo sé. Me encanta hacer de paje real. En mi infancia Papá Noel no debía saber la dirección de nuestra casa (y sigue sin saberla, ni falta que nos hace). Lo bueno es que los Reyes siempre hacían parada en ella, la verdad de una forma muy generosa. Así que sigo haciendo de paje, pero de los Reyes Magos, por supuesto.

Intento encontrar cosas que les puedan hacer falta, y además algo que me parezca que les haría ilusión tener. Acierto algunas veces, otras no doy una. Me gusta arriesgarme y eso tiene su peligro, pero no son regalos al azar, sino muy buscados y pensados. Eso no se ve al desenvolverlos, tampoco importa, disfruto mucho en el proceso de búsqueda...Y cómo no, envolviéndolos.

3.-Si me tocara la lotería, a uno de ellos le regalaría un piso y le pondría una pequeña empresa para que pudiera trabajar en lo que le gusta con algunos amigos suyos que andan desperdigados por otros lugares de Castilla y León. Y un viaje para ir con él.  A los otros dos un apartamento en la playa, porque sé que a una de esas dos personas le encantaría y es algo que siempre ha querido tener. Y también un viaje, pero de un mes (o más), porque están jubilados y no tienen problema de fechas ni de tiempo. Me uniría en algún momento de ese viaje, pero también les dejaría tiempo para ellos dos. Y luego, a otra persona de las que incluiría en el 2, le daría el dinero del premio que necesitara para vivir con tranquilidad y trabajar menos. Así le estaría regalando tiempo. Y ese es el mejor regalo, además también me tocaría a mí, o eso quiero pensar. Y un viaje, él ya sabe dónde, y con quién. Sin prisas, sin tener que mirar la hora en ningún momento.

Además un viaje para mis dos ángeles de la guarda, porque sé que están ahí, y tiene mucho mérito seguir sintiendo que están después de más de veinte años. El lugar, al que ellos quieran.

Y un puñado de amigos/as. Repito regalo, un viaje para cada uno, sea compartido conmigo o con otra persona. Eso sí, no los juntaría porque son muy distintos y puede liarse parda, creo que no saldría bien. Mi experiencia juntando  amigos no es muy allá, si son grupos numerosos. Al final estoy más pendiente de si ellos están bien que de pasármelo bien yo, y en vez de divertimento siento angustia, estoy tensa, no me encuentro cómoda (al menos hasta ahora). En definitiva, lo paso mal, lo disimulo como puedo.

Como veis, los viajes me parecen los mejores regalos, o algo semejante (excursiones, escapadas, algo especial compartido...). Creo que si a una persona le regalara un viaje, le estaría regalando tiempo, y una experiencia inolvidable. Y si es compartido conmigo, es un regalo compartido, tenga fecha o no. Hay regalos que no se disfrutan cuando se desenvuelven, pero todo llega.

4.-Si de alguna de esas personas fueran sus últimas navidades...¡qué complicado! Supongo que si soy consciente que van a ser las últimas de alguno de ellos, me hartaría a llorar. Evitaría hacerlo delante de ellos, pero lloraría mucho, necesitaría canalizarlo de alguna manera. Y a pesar de las lágrimas intentaría darles mucho cariño, demostrarles lo mucho que los quiero y cuánto me importan. A lo mejor gritaría en medio de la nada. No sé. Puse en primer lugar lo de llorar porque es lo primero que pensé. No obstante, seamos realistas, aunque lo supiera, no siempre se puede pasar todo el tiempo que nos gustaría con los que más queremos, pero ojalá. Y sería tristísimo esperar a que fueran las últimas navidades que viven para procurar pasar el máximo de tiempo con ellos. Por eso parto de la base de sacarle todo el jugo al ahora. Quiero que me queden muchas navidades por vivir con mis personitas importantes de estas preguntas, pero nadie me lo asegura. Alguno de ellos podría faltar, o yo, nunca se sabe. Por eso hay que besar, abrazar apretado, escuchar, ayudar...y lo que necesiten, pero siempre, sin que nadie fallezca.

De ahí mi empecinamiento en querer verlos. Y con quererlo no basta. Hay ocasiones en las que no es posible.

Así que lanzo esta entrada del blog con vídeo a todos lo que quieran verlo y, si se atreven, compartirlo. Especialmente a los docentes de Secundaria (sirve para todos); y, ¿por qué no? a los mamás y/o papás, por si quieren verlo en familia...y hablar. ¡Qué importante es la comunicación!

Antes de las vacaciones navideñas, ya tengo una sesión especial con este vídeo para mis alumnos de español de la ESO...¡Qué ganas! Ellos todavía no saben lo especiales que son, me alegran la semana una barbaridad, no creo que sean conscientes. En tan poco tiempo, me aportan mucho, y estoy aprendiendo mucho a su lado.

Volviendo al vídeo, al final del mismo uno de los que han participado en este experimento social, hace una reflexión sobre el tiempo. Sabias palabras...

"Regalar tiempo con personas es el mejor regalo, porque precisamente no lo puedes comprar. Y es algo que nunca va a volver, es como un regalo exclusivo y único".

Sí, qué bonito es regalar tiempo. Y es una faena tremenda, pero no regresa. Si no pudiste compartir una fecha especial con alguien, este año u otro, no la vas a recuperar. Así de triste, así de claro. Casi todo tiene remedio, acordaos de ese "casi".

En mi escala de comunicación lo primero es el "cara a cara", luego ya estaría una llamada telefónica (la voz no sustituye a la presencia física, pero proporciona una cantidad de información ingente). Luego vendrían los audios, después colocaría los emails, a continuación los "guasaps". Bueno, depende también si los "guasaps" son aislados o es una conversación por esa vía, en ese caso irían antes de los audios. Me parece que la próxima semana voy a dedicarme a retomar la comunicación con gente a la que quiero mucho, aunque quizás no lo logre de manera presencial, pero sí "hablar" con ellos, por la vía que se pueda.

Regalad tiempo. Regalad comunicación. Alzad vuestras voces. No deis nada por supuesto o sabido. Cierro la entrada con una frase de Lincoln, la usaba mi amiga Alejandra. La escribió en la última tarjeta navideña que recibí de ella. Nada más que añadir.

Cortometraje de animación: "Nuestro otro padre"

Habitualmente comparto cortos que me parecen maravillosos, joyas...No siempre va a ser así. Tenía muchas esperanzas en el nuevo corte de Disney. Pero no sé, me ha dejado a medias. Lo primero es invitaros a verlo. Sin visionarlo no se puede opinar. Antes de escribir esta entrada, lo he visto tres veces, por si se me hubiera escapado algún detalle.

Empecemos por lo positivo. Me gusta cómo el protagonista llega al que se convertirá en su nuevo hogar, ese suspiro antes de entrar, cómo va teniendo su espacio en casa (literal al llevar las cajas y colocar lo que hay en ellas en las baldas, pero también las cajas me parecen una metáfora, porque él va "ganándose" un hueco en esa familia. Me encanta la prudencia del protagonista al quedarse en un segundo plano cuando los niños se ponen a ver en la cama, con su mamá, un libro que les dio su difunto padre. También disfruto viendo cómo comparten momentos juntos, cosas cotidianas, pero que tienen mucho valor. Interpreto la reacción de los niños cuando al "nuevo" padre se le resbala la casa de galletas que habían hecho entre todos, como una posible reacción ante un "error" de él, expresado en el corto de esa manera. Además me gusta que huya de la familia"típica", porque hoy en día hay muy pocas que tengan la estructura familiar tradicional. Una cosa es cómo suponemos que iba a ser nuestra familia, nuestra vida...y otra que tiene poco que ver con eso es cómo es en realidad. Y no pasa nada, eso está bien.

No obstante, hay cosas que me chirrían. Voy a detenerme en la canción, "Cuando me abras tu hogar, yo os entregaré, la paciencia que hará, que todo vaya bien. Sé que existe la magia, está alrededor, Nada falta, nada, si habla el amor."

Se supone que es la paciencia de él, del catalogado como "nuevo padre" (al título del cortometraje me remito). ¿Y la de los demás? Vale, es Disney, de acuerdo. Pero tirando de empatía, la paciencia debería ser por parte de todas las personas, no solo de una. El núcleo familiar ha cambiado, porque falta una pieza del puzzle, el padre que sale en las fotografías (deduje que fallecido). Pero están las otras tres piezas, para que "encaje" la nueva, todos deben poner de su parte. Esa pieza no tiene ni más ni menos valor que la anterior, simplemente, es distinta. Y probablemente lo tenga mucho más difícil que la primera en muchos temas.

Así que sí, paciencia, por supuesto hará falta, pero por parte de todos. Echo de menos que sea más visible el amor de ella (la mamá) hacia él (el "nuevo" padre).

Y lo de la magia tiene un pase porque es Disney, pero no creo en ella. Creo en el amor, el cariño, la empatía, el valor, la ilusión, el respeto, la esperanza, la confianza, la lealtad, el esfuerzo, el deseo de compartir...Y la capacidad de adaptación de las personas. La vida no es un corto de Disney, pero sí podemos pelear con uñas y dientes para que las piezas de nuestro puzzle encajen, y esas pueden variar según en qué etapa de nuestra vida estemos. Y hay que tenerlo presente, y respetar que cada cual debe poder realizarse a nivel personal y profesional como desee. Y qué bonito es ver a los que nos rodean cumplir sueños, y verlos satisfechos con la vida construida con el esfuerzo de todos. La vida, esta vida, la de cualquiera, no es fácil, nunca lo ha sido, de cada cual depende complicarla todavía más o allanar el camino.

Pese a todo, sí recomiendo ver el corto "Nuestro otro padre", porque me parece que muchas veces juntos es mejor lo que construimos, y la fortaleza del amor puede derribar muchas difcultades. Cada persona necesita, y merece, su espacio. A veces las piezas del puzzle tardan en colocarse, pero lo hacen si luchamos por ello, y cada cual pone de su parte.


viernes, 5 de noviembre de 2021

5: Porque sí

Estoy de cumpleaños. Hoy este blog sopla, oficialmente, cinco velitas. Como soy su creadora siento que es un poco mi cumple también. Cinco años contados desde la publicación de la primera entrada. Si no recuerdo mal, el blog fue creado unos días antes de animarme a escribir esa entrada. Llevaba por título "¿Y por qué?", en un intento de querer explicar brevemente las razones que me motivaron a crearlo. No obstante, voy a quedarme con la fecha de aquella primera entrada.

Como muchos me habréis escuchado antes, me alegro una barbaridad de haber dado ese paso. En este tiempo el blog ha atravesado por momentos muy distintos. Ha tenido subidas y bajadas, coincidiendo, como es de esperar, con etapas vitales diferentes en las que yo, su autora, me encontraba. ¡Cuántas vivencias en estos años! Siempre tengo presente que se trata de un blog educativo, con mi sello, y no de un diario personal. Desde luego quien lo lea podrá conocer algo de mí. Pero además si alguien me conoce bien y lo lee, sabrá/intuirá mucho más. Depende de con qué ojos se lea. Sí reconozco estar muy orgullosa de algunas crónicas, las del Taller "Emociónate", las "Pinceladas de emoción" y las de la experiencia del CRIE de Berlanga de Duero (Soria). Este curso me he decantado por las "Emolecturas" y aproximarme nuevamente al planeta adolescente, sé que lo había dejado un poco de lado, aunque he vuelto con mucha fuerza a él (si hablamos de paciencia, tengo mis días).

He de confesaros que como cinco años no son moco de pavo, y cuesta mantener con buena salud un lugar así, tuve la tentación de eliminarlo varias veces. Ahora reconozco lo mucho que me alegro de no haberlo hecho. Tan cerca estuve que hice una primera copia del contenido del mismo, para conservarlo. Después he hecho otras copias, pero no por querer deshacerme de él, ni mucho menos, sino por asegurarme que si algo pasa en las redes y esto se vuelve turuleta, no iba a perder el "trabajo" de tanto tiempo. Porque sí, agradezco vuestra lecturas una barbaridad, pero no nos engañemos, cada entrada lleva su ratito y no siempre estoy inspirada para escribir. Soy consciente que lo hago porque quiero y sí, "sarna con gusto, no pica". Siempre he deseado que esté al alcance de cuantas más personas mejor. Por eso procuro usar palabras accesibles para la gran mayoría, evitando que sea tedioso de leer por repetitivo pero, ojo, tampoco que tengáis que descifrarlo. No es un jeroglífico.

Intento no volver a tropezar dos veces sobre la misma piedra. Lo digo porque en varias ocasiones he "premiado" de alguna manera, a mi manera, a aquellos que se han animado a comentar algo en la entrada de algunos de los aniversarios del blog. Sé que sigo teniendo algunos detalles pendientes de uno de esos cumpleaños de blog. De verdad lo lamento mucho, muchísimo. No estaba atravesando por un buen momento a nivel laboral, por supuesto eso llegó a repercutir en mí a nivel humano. Por eso no pude agradecer a algunas de las personas que comentaron como prometí. Esta vez la historia no va a repetirse. Ya tengo en mi cabeza cómo lo voy a hacer.

Así que los detalles serán para los cinco primeros que escriban un comentario en esta entrada, no en Facebook ni por otras vías. Cinco porque esos son los años que cumple el blog y además en el quinto día de noviembre. Y me encantan los impares, y ya. Solo doy dos pistas, será algo natural y dulce. No, no voy a ponerme a hacer bizcochos ja, ja, ja, ja. Es requisito que nos veamos para entregaros el detalle, esta vez voy a darle un respiro a Correos, en breve ya les haré una visita con calma de cara a la OTN (Operación Tarjetas de Navidad). Por eso...¡Animaos a comentar!

La verdad esta es la espinita que tengo clavada con el blog. Hay personas que hacen algún comentario sobre las entradas por Facebook, WhatsApp, incluso hablando conmigo por teléfono...Pero no he conseguido animaros  a casi ninguno a dejar comentarios en las entradas de manera habitual. Recuerdo a los lectores del blog, sí he puesto moderación de entradas, pero ese filtro únicamente es por si hay insultos o semejantes que sean faltas de respeto. En ningún caso se modifica ni un solo comentario. Es más, si hay faltas de ortografía, cualquiera puede tener un despiste ortográfico (o más de uno), no puedo cambiar nada de nada, saldrán publicadas. Simplemente veo el comentario y tal cual, le doy a publicar. 

Y volviendo al número de años que cumple el blog, se me ha ocurrido un quinteto. Son un libro, una película, una canción, un lugar y una afición. Además puede ser una actividad para hacer en vuestras tutorías, sean de Primaria o de Secundaria.

1. Libro. La primera en la frente. Lo siento pero voy a poner dos. Adoro la literatura infantil y juvenil. Es lo que tiene trabajar en coles y/o institutos. Me he convertido en una devoradora de libros de ese tipo. A lo mejor "catadora" de libros cuadra mejor. Tengo un radar que no se desconecta nunca. Da igual dónde vayamos, aunque sea a pasar un día "en el campo", como tengamos una librería "cerca", me dejo caer por allí casi seguro. O bucear por internet en busca de artículos, sugerencias...sobre títulos de literatura infantil y juvenil. Sin embargo es un error pensar que los adultos no vamos a disfrutarlo. A mí me apasionan, y de manera concentrada tienen mucha más miga que muchas novelas de la tira de páginas. Por eso deberíamos entrecomillar lo de "infantil" y "juvenil". Allá van mis dos títulos: "Incondicional," de Defreds (ed. Espasa es poesía); y "Adivina cuánto te quiero," de Sam Mc Bratney (ed. Kókinos).

Al de Defreds ya le he echado piropos en otras entradas. Y más de este libro, uno de mis refugios y salvavidas en el confinamiento padecido desde marzo de 2020. Hace unos días volví a escuchar algunos de los audios que envié en esa época. La verdad es que hasta puede adivinarse mi estado de ánimo por el tono de mi voz, según el día claro. Fue duro de narices, y si a alguno no se le hizo cuesta arriba, por favor, póngase en contacto conmigo y dígame la "receta".  El libro es un conjunto de textos de temática y extensión variada, pero con un ingrediente en cantidades relevantes: el amor. Además, está deliciosamente ilustrado. Hay obras en las que los dibujos son un pegote, sientes que sobran, no aportan nada, todo lo contrario pasa en Incondicional. Una vez más, altamente recomendable.

El segundo es "Adivina cuánto te quiero." Un cuento familiar con liebres. Ilustraciones muy tiernas y sin florituras. Y algo en común con el de Defreds, el amor. De hecho es el leit motiv. Si no lo conocéis, estáis tardando en leerlo. Siento destriparos las palabras finales: "Yo te quiero de aquí a la luna...Y vuelta." Probablemente es el libro que más veces he regalado, por razones diversas. Y en distintos formatos, la edición tradicional, la pop-up y la que viene en una funda roja, de tamaño mini (como un perfume). Y me han visto contarlo niños y jóvenes de todas las edades...¡Me en-can-ta! Si algún día soy madre se lo leeré mil y una veces, hasta sabérmelo con puntos y comas. El peluche es precioso, no uno muy pequeñito que viene con una versión reducida y de páginas duras, sino el que solo puede adquirirse a parte del libro. Di con él hace unos años, no muchos, en una de las librerías Baobab de Sevilla. 

Siguiendo con el quinteto, tocaría una película.

2. Película. "Braveheart". Tiene sus años, pero combina aventura, amor y drama en grandes dosis y una banda sonora estupenda. Qué decir de Mel Gibson en esta película, impresionante. Excelente interpretación.

3. Una canción. Mi vida sin música sería mucho menos vida. La necesito casi igual que el oxígeno. Creo que decir una es complicado, por todas las que me dejo fuera. Pero la música que me acompaña o las canciones que siento más cerca, dependen del momento. Y a día de hoy me decanto por "La piedra redonda", de El último de la fila. Porque sí.

4. Un lugar. La playa. No una concreta, todas me vienen bien. Por el paisaje en sí, el sonido y el color del mar. La arena...Todo, y los amaneceres en la playa, por supuesto. Playa es sinónimo de vacaciones, paz, descanso, desconexión...Suelo tirar al Mediterráneo, y habitualmente a la Comunidad Valenciana: Gandía y su amanecer, Peñíscola, Cullera, Valencia...Pero hay ganas de cambiar de aire y contemplar otros paisajes. Y si hay que especificar un lugar, Guijuelo. Y no precisamente por lo "bonito", sino por las personas que están allí.

5. Una afición. Aquí depende, si es para mí misma, dibujar, hacer fotografías o escribir. Si es para otros, creo que cocinar. Qué ganas de saldar cenas pendientes. No olvido lo que prometo, aunque no siempre pueda cumplir lo prometido rápidamente (ojalá). Todo llega.

Y hasta aquí mi quinteto, la ocurrencia de la semana para incluir en la entrada de este quinto aniversario.

Espero que si a lo largo de estos años habéis visitado alguna vez este espacio, hayáis encontrado en él algo que os agradara, sirviera...Quizá no siempre se nota, pero intento escribirlo con mucho cariño, empatía, amor, ilusión, esperanza, felicidad y sí, gratitud, mucha.

Me repito más que las lentejas, pero una vez más tengo que daros las gracias, porque me encanta saber que os dejáis caer por el blog, y así siento que mis "botellas al mar" llegan a alguien. Esa es mi recompensa, saber que estáis aquí. Y la suerte que tengo de tener en mi vida a los que están, ni más ni menos.

GRACIAS. Estoy por soplar la velita del 5 dentro de unas horas. Como lo que pasa en nuestra vida pasa por algo, de momento vamos a por un sexto año del blog.

        Vista del lago de los Jardines de La Granja de San Ildefonso. Imagen propiedad de Raquel Plaza