sábado, 31 de diciembre de 2022

OLVIDOS, RECUERDOS, DESEOS. 2022-2023

Si todo va bien, esta entrada se publicará a las 23:59. Quiero que sea la última entrada de 2022 (pese a tener una en borrador desde el 13 de diciembre, pendiente de rematar).

Para este fin de año me he planteado tres cuestiones a la hora de hacer balance. Una, los olvidos; otra, los recuerdos; y la tercera, los deseos. 

Me he inspirado en una actividad que vi en Pinterest hace un mes aproximadamente. Digo inspirado porque la he adaptado y además, he añadido mi toque.

Os invito a tomar lápiz y papel, lo mismo da bolígrafo y cuaderno...Haced en una página, tamaño DIN A-4, tres listas numeradas del 1 al 5. Y poned los títulos, en este orden: OLVIDOS, RECUERDOS y DESEOS.

Y tomaos un tiempo, sean cinco minutos, quince o treinta (cada uno lo que necesite). En mi opinión con diez minutos bastaría, al menos para adultos. Id completando las tres listas. En la de "olvidos", la idea es escribir vivencias de 2022 que os gustaría poder olvidar. Es decir, momentos duros, por la razón que sea (lo que para una persona puede ser "duro", tal vez para otra sea insignificante).

En la segunda, la de los "recuerdos", escribid cosas que os hayan sucedido en el año que termina, que os gusta recordar. Me refiero a algo vivido que os arranque una sonrisa al pensar en ello, os transmita calma, felicidad, amor...Por tanto, es el espacio para momentos agradables de 2022.

No hace falta extenderse ni en los olvidos, ni en los recuerdos, salvo que incluir muchos detalles os haga sentir mejor.

Y en tercer lugar, la lista de "deseos". A estas alturas ya habréis deducido que aquí podéis poner 5 momentos que os encantaría vivir en 2023, ya sea vuestro o de los vuestros. Es el hueco para las ilusiones, los anhelos, los sueños. Siempre que hablo de estos temas con mis alumnos, les digo que piensen en cosas factibles, probables, no aquellas cuya probabilidad de pasar es ínfima. Pero, como en todo lo anterior, allá cada cual. 

Conste que esta entrada la he escrito por etapas, desde esta mediodía hasta justo antes de ponerme el mandil. De ahí que todavía no tenga mis tres listas. A lo mejor cuando leáis estas líneas ya he tenido un ratito para mí. Sea hoy o mañana, pienso escribirlas.

En internet hablaban de quemar lo que deseáis olvidar u ojalá, no hubiera sucedido. Lo dejo a vuestra elección. No sé qué haré yo, quemar el papel no creo, si acaso romperlo y tirarlo...Según me dé.

Y las otras a lo mejor las guardo, pero a mano. La de los "recuerdos" para cuando lleguen días o instantes en los que me falta el aire y no sé muy bien por dónde tirar. Esos momentos en los que me siento perdida. O muy triste. O no sé cómo explicarlo, pero soy consciente que algo no marcha bien y me encuentro fatal. Respecto a la de los "deseos", no sé si alguna vez he creído en lámparas mágicas, tengo serias dudas. Tengo cristalino que si deseo algo me lo tengo que currar, tengo que esforzarme para lograrlo, no tirar la toalla, y tener el foco puesto en lo que deseo, pero no debo quedarme de brazos cruzados. Estoy pensando que puede que plastifique esta tercera lista...Y sea la que tenga más a mano.

La lista de los "deseos" la veo como una mezcla del presente y del futuro, según lo que escriba en ella.

Así que ya sabéis, no hay goma de borrar para eliminar los malos momentos de 2022 (ojalá se pudiera), pero sí está en nosotros cómo los hemos afrontado, y ahí está la clave. En cuanto a los "recuerdos", que sean trampolín y no un peso, para crecer, avanzar y recordar lo mucho que esta vida merece la pena. Esos recuerdos tendrán fechas, lugares, personas, situaciones...Disfrutad rememorando el contexto. Y sobre los deseos, ¿qué decir? Pienso que la vida hace falta vivirla con ilusión. Incluso cuando lo veáis todo negro: buscad, pensad, observad, hablad, escuchad, contemplad...Pero luchad para tener ilusión, por algo concreto o simplemente, para celebrar que estamos vivos. Y creedme, no es poca cosa.

Esta Nochevieja un grupito a lo mejor echa de menos mi habitual vídeo recopilatorio con fotos del año que finaliza. Lo siento, al menos a fecha de 31 no hay vídeo, ni siquiera empezado. Si puedo y tengo ganas, intentaré hacerlo para Reyes, pero no estoy obligada a ello. Como algunos o muchos sabéis, ha sido un final de año abrupto, no obstante no voy a quejarme, creo en el destino.

Brindaré por el año nuevo, esperando que sea sinónimo de SALUD. Y luego ya, lo que venga, será un auténtico regalo.

Gracias a los que habéis estado ahí en los momentos jorobados del año, especialmente los que habéis tenido la suerte (o la desgracia) de escucharme en persona cuando no estaba nada bien. Y a aquellos que me tratáis con un cariño y un mimo abrumadores. 

Ojalá todos lo que leáis esta entrada sintáis cualquier día del año, el amor, sea de pareja o de otro tipo.

Intentad ser felices, porque es cuestión de voluntad. Y yo me siento muy afortunada, y quiero seguir siendo feliz (o sintiendo que lo soy).

Hay veces que titubeo sobre la música. Este 2022 no he tenido dudas. La canción para despedir el año y darle la bienvenida al 2023, mi canción, es "Hay que vivir el momento", de Manuel Carrasco. Y listo.

Las fotografías son personales, de distintos momentos del año 2022...










Todas las imágenes son propiedad de Raquel Plaza Juan.

martes, 1 de noviembre de 2022

Personas

1 de noviembre, Día de Todos los Santos. En España es tradición visitar el cementerio en una fecha tan señalada. Hay personas a las que les consuela, ayuda...No voy a entrar a valorar esto ahora. Cada uno tiene sus creencias y sus razones. Y todas son respetables. Entiendo a la gente que acude al cementerio (y a las que no). A mí no me consuela ni un pelo. No me sirve. Jamás lo ha hecho, ni cuando era pequeña ni ahora. No encuentro consuelo en ver en una lápida el nombre de alguien a quien he querido mucho, acompañado de su fecha de nacimiento y la de su fallecimiento.. Me da igual si también hay alguna foto suya, alguna cita extraída de la biblia...Igual que lo de ponerle flores en la tumba, sea por una fecha especial o no. Reconozco haber enviado flores a amigos muy queridos, cuando habían perdido a alguien muy importante, para que en el entierro de su familiar las tuvieran. Lo hago como un gesto de cariño, y a sabiendas de la relevancia que para muchos tiene. Aunque para mí el mayor gesto es estar ahí, de alguna manera cercana, acudiendo al velatorio, si se puede, o hablando en algún momento con esa persona, en cuanto se pueda. 

Me ha pasado varias veces lo de no poder ir a un funeral de gente a la que me habría encantado acompañar. Y otras la de dudar y no atreverme. Y me arrepiento. Confío en que no me vuelva a pasar. Hay que estar cuando hay que estar, en lo que de verdad importa. Aunque tal vez no sepamos qué decir, pese a ese riesgo de no atinar a encontrar las palabras apropiadas o no saber cómo acertar arropando a quien queremos como necesita (qué complicado esto último). No quiero volver a arrepentirme de lo que no hago y sí habría podido hacer. Soy consciente de no haber actuado siempre bien, pero de algunas cosas no hay vuelta atrás. Unas pueden solucionarse aunque haya pasado el tiempo, otras, desafortunadamente...no. Y hay que vivir con ello, y aprender la lección. Intento aprender de mis errores y no repetirlos. Perdón (quizás no lo lean a quienes lo dirijo, pero se lo voy a decir cara a cara).

No necesito del día de hoy para pensar en los que siento como a "mis ausentes." Hay días que me acuerdo de ellos porque sí. Otros por un lugar determinado, un objeto, una imagen...o alguna persona. Podría decir que mis ausentes siguen presentes.  No creo en los espíritus, ni en el más allá. No creo en la vida eterna, ni mucho menos en la resurrección. En todo caso creo que los que ya han muerto son eternos mientras a través de los recuerdos pensemos en ellos. Pero sin que esto sea un lastre para los que seguimos aquí, que no limite ni condicione nuestro día a día. Los recuerdos pueden ser maravillosos, pero ojalá no nos impidan construir nuevos. Aunque repitamos estación, lugar...Serán recuerdos nuevos, y debemos construirlos para que sumen, eso no implica que borren los anteriores.

La vida sigue sí, es impepinable. Y a veces cuesta seguir, pero me sigue pareciendo hermoso vivir, y siempre, pase lo que pase, hay que luchar. Porque sí, porque merece la pena.  Creo que en eso el amor juega un papel fundamental. Siento que es el motor que nos mueve, lo que nos impulsa, aquello que posibilita que flotemos cuando sentimos un ancla atado a nuestros pies. Y gracias a él, flotamos. Gracias a él, peleamos como jabatos por lo que queremos. Bien sabéis que soy una firme defensora del presente, de disfrutar y exprimir el hoy. Lo que no quita que siempre tenga un ojo puesto en el futuro, por supuesto sin dejarme paralizar por él. Al hilo de esto, hace un par de horas he leído un artículo muy interesante en la web de "El País". Se titula "Carta a mi hijo con discapacidad: ¡Qué injusto el destino y qué manera tan cruel de recordármelo cada día!". Lo publicaron el pasado 28 de septiembre. Solo incluyo en esta entrada un párrafo del mismo:

"Algunos te recomendarán que te centres en el momento presente, ya que no te puedes fiar del futuro y porque cada día tiene su afán. Nos les faltará razón, pero no se puede obviar el futuro, ni vivir permanentemente condicionado por él, debemos prepararnos para que los golpes duelan menos y las caricias sean más intensas. Vivir como si el futuro no existiera nos incapacita para disfrutar del presente, por no ser eternidad." [...]

Lo que sí quería hoy era mandar abrazos, porque el cariño me parece indispensable para arropar a aquellos que han sufrido una pérdida. Ojo, de la pérdida puede hacer unos meses, tres años, o veinte, eso es relativo y muy personal. Igual sucede con el duelo, hay gente que lo pasa rápido, otros necesitan más tiempo, y unos pocos parecen vivir en un duelo permanente. Bueno, y algunos no lo han vivido todavía, porque a lo mejor no se consideran capaces de afrontar esa pérdida. Y lo tienen ahí, un dolor enquistado que quizás algún día estalle (o no).

Por eso, para todos, da igual la situación en la que estéis, si os hace falta, os mando un abrazo grande, largo y apretado. Y si hay que llorar, se llora. Y si necesitáis no decir nada, bienvenido sea el silencio. Si lo que os hace falta es hablar, recurrid a alguna de las personas con las que tengáis mucha confianza, y desahogaros. No vais a aplaudir con las orejas después, pero puede ser un motivo de alivio, simplemente el compartir. Compartimos lo bueno con mucha facilidad, pero lo malo, lo duro, no. Eso cuesta mucho más. A mí me parece que es bueno compartir parte de los que nos duele. Y regreso al amor, otra vez, ingrediente indispensable para disfrutar, en la medida de lo posible, el presente. Y construir, entre todos, un futuro lo más agradable que podamos. Otra vez insisto en algo sin lo que no concibo el amor, la generosidad. Sea amor de pareja o de otro tipo. Debemos ser generosos y empáticos. También en el caso de cómo gestionamos las pérdidas y cómo puede afectar eso a quienes están con nosotros. A veces el dolor nos nubla y no nos permite ver los sacrificios que otros están haciendo para que nosotros estemos (si se puede), bien. Y tampoco me parece justo. La empatía ha de ser recíproca. No que unos sean empáticos y otros no. Así no funciona. 

Así que hayáis visitado hoy (o los días anteriores) el cementerio, ido a misa, acudido a algún sitio significativo para vosotros y la persona que ya no está, visto fotos, recordado a ese alguien hablando con otros...O no, sin hacer ninguna de las anteriores, pero sintiendo hoy un poco más la ausencia, a vuestra manera, como sea. El caso es que deseo que os llegue el cariño, a pesar de la distancia, y del canal usado (sé que el ordenador no es precisamente uno muy cálido). Mucho ánimo. Siempre estarán vivos porque los tendremos presentes. Seguid viviendo, no os quedéis parados. La capacidad de amar del ser humano es inmensa. Seamos generosos, empáticos y amemos.

La música la pone "El Kanka"...¡Gracias por volver!



lunes, 24 de octubre de 2022

VII Concurso #CompartoBlog

El pasado lunes 17 de octubre recibía, por la tarde, una llamada al móvil desde un teléfono fijo con prefijo de Salamanca. Me dio una grata sorpresa alguien a la que solo conocía a través de los medios de comunicación. También la he reconocido alguna vez por la calle, pero no había cruzado ni una palabra con ella. Se trataba de María Victoria Bermejo Arribas. Es la concejala de Educación, Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Salamanca. Además es inspectora de Educación.

Llamaba para decirme que habían premiado este blog, "La emoción de aprender", como mejor blog en la categoría de Educación Primaria. El premio es del curso pasado, pero decidieron hacer la entrega de premios este curso...¡Vaya sorpresa! 

Tengo la suerte de poder decir que es la tercera vez que lo premian. Y me hace una ilusión tremenda porque es la tercera vez que participo en el concurso. Llevo más años con él, el próximo 5 de noviembre soplaré las 6 velitas por él. Pero, tristemente, el concurso de #CompartoBlog es solo para centros educativos de Salamanca capital y el alfoz. Me encantaría que la Diputación hiciera una versión del concurso para los centros de cualquier parte de la provincia salmantina. Me dolió dejar fuera del concurso el blog el año en el que fui tutora de 5º de Primaria (y especialista de Inglés) en el CEIP "Filiberto Villalobos" de Guijuelo. Echando la vista atrás, ese curso, el 2018-2019, y el anterior en el CEIP "Beatriz Galindo" me parecen los más productivos e interesantes para el blog. Y muy enriquecedores para mí a nivel humano con los alumnos. En el Galindo por el Taller "Emociónate", una hora semanal una tarde a la semana, destinada a alumnos de 5º de Primaria (voluntariamente se apuntaron los que quisieron). El segundo fue el del Fili, con las "Pinceladas de emoción" de la última media hora de los viernes. Fueron con los alumnos de mi tutoría, mi queridísimo 5ºC. Creo que cuando se hacen cosas como "Emociónate" o "Pinceladas de emoción", se crean lazos con los alumnos muy complicados de conseguir de otra manera. Siempre agradeceré la generosidad de todos los que se lanzaron a la piscina conmigo. Y de las familias que sabían lo que hacíamos y lo apoyaban, porque todo suma. Gané mucho más que en un concurso el año del Filiberto de Guijuelo, y sigo recogiendo frutos cuatro cursos después. 

La primera vez que gané, en el 2016-2017, el blog acababa de crearse y no tenía ni un año de vida cuando me dieron el premio. Fue muy especial. Muchísimo. Me acompañaron mis padres y mi hermano. Agradecí mucho que fuera la directora del CFIE, igual que en los que vendrían después. Todavía recuerdo lo que me dijo, porque llevaba mucha razón. La vida da que el tiempo va colocando a cada cual en el lugar que se merece. Esther, muchas gracias.

La segunda fue el curso siguiente, en el 2017-2018. Acudí con los niños de "Emociónate" del Galindo y fue maravilloso poder salir a recogerlo con ellos, porque ellos eran los verdaderos protagonistas. Volvieron a acompañarame mis padres, mi hermano no pudo, y una gran amiga, Marisa. Lo disfruté muchísimo. Igual que con cada crónica semanal de "Emociónate". Y con cada sesión vivida, porque por escrito hay detalles que no me apetecía incluir, por respeto a la intimidad de mis alumnos. Y porque algunas cosas solo se entienden bien cuando se han vivido, no cuando te las cuentan. 

Y la tercera, este jueves pasado, con otro tinte distinto. Es el curso que el blog ha sido más mío, no sé si eso es bueno o malo, pero me gusta más cuando el foco está puesto en los alumnos, y a mí la luz me llega de refilón, con eso ya basta. Sé que ha tomado un tono más intimista, a veces puede resultar difícil de entender para los que no me conocen mucho y bien. Estuvieron mis padres y mi hermano. Y quien no estuvo estará, si alguna vez vuelvo a ganar algo con el blog o con otro proyecto, y lo sabe, soy de las que cumplen lo que dicen, y lo sabes. 

Aunque no estaba nerviosa los días antes, reconozco que estando en el salón de recepciones sí me puse bastante nerviosa. Eran nervios y alegría. Para mí es una responsabilidad mantener el blog vivo. Algo que asumo porque quiero, y el día que no me ilusione escribir en él, dejaré de publicar y a otra cosa, mariposa. No le pongo fecha de caducidad, pero varias veces he estado a un tris de "cerrarlo". Entre las asignaturas pendientes, no consigo que la gente se anime a publicar comentarios en él. Sí lo hacen en Facebook o por WhatsApp, pero por esta vía recibo muy pocos comentarios. No sé, a lo mejor algún día se me ocurre algo que llena ese vacío de "feedback" en el blog, y me vendría muy bien.

Pongo un par de enlaces sobre la entrega de premios, uno de la web del ayuntamiento; el otro, de un periódico digital salmantino.

Salamanca RTV al día

Ayuntamiento de Salamanca_Facebook

Por cierto, mi enhorabuena para Pablo, premiado en la categoría de Educación Especial; y Bárbara, ganadora en la categoría de Educación Secundaria.

Fue un acto sencillo, pero emotivo. Agradezco todo lo que nos dijo la concejala y las personas que estaban allí. Y una vez más, la suerte de salir al balcón del ayuntamiento de la Plaza Mayor más bonita de España (sí, objetividad cero patatero en esta afirmación, el matiz de Mayor es importante, si se lo quito me quedo con la Plaza España de Sevilla). La primera creo recordar que fue con mi amiga Mayte, ella de prácticas voluntarias en Canal 4 Salamanca, y yo igual, de prácticas voluntarias, en el también extinto El Adelanto. Es un sitio con unas vistas magníficas y cada vez que vaya y pueda salir, quiero un recuerdo de ese momento. Aquí os dejo algunas fotos personales.

Imágenes propiedad de Raquel Plaza Juan.


Tras darle algunas vueltas, no excesivas por si me mareo, creo que este año el viento sopla a mi favor. Me parece que se dan las circunstancias para volver a colocar el foco en los alumnos y pasar yo a un segundo plano. Ojo, cuando decía hace unas cuantas líneas lo del tono intimista, no me he abierto en canal ni considero haberme "desnudado" emocionalmente. Es como con la ropa, prefiero insinuar algo a dejar ver todo, y cada uno que saque las conclusiones que le dé la real gana. Me he quitado las capas que me han apetecido en cada entrada.

Esta vez mi nueva propuesta, puesta ya en marcha antes de ayer, se llama  "Emotio Salinas: la lengua de los viernes". Pretendo tratar la educación emocional mediante algunos contenidos de Lengua Castellana y Literatura de 1º de la ESO. Va a ser una ardua tarea, pero es lo que quiero en este momento y creo que puede ser muy beneficioso para mis, en este momento, 4 alumnos de Compensatoria de 1º de la ESO. Como el viernes fue una toma de contacto, cuando acabe lo planeado, iré contándolo aquí. Y si a algún docente le viene bien, da ideas, ayuda...Pues genial, objetivo conseguido. Me conformo con ver disfrutar y aprender a mis cuatro alumnos, lo que venga junto a eso será un regalo, un extra. 

He de acabar hoy con un gracias gigantesco para todos los que me habéis felicitado, dado la enhorabuena o alegrado por mí/conmigo. Así las alegrías son mucho más. Gracias.

martes, 18 de octubre de 2022

Va de contrastes

Esta entrada del blog lleva días "en el horno". Ha sido un guiso lento, a ratitos, cuando podía y tenía ganas.

La vida está llena de contrastes. Y aquí hablo sobre dos que se produjeron el mismo día. Un choque de trenes en toda regla.

El primero: una amiga (maestra) comparte en Instagram un reel de Pilar Rubio. Se trata de un corte de la entrevista que le hicieron en el programa de La Resistencia, el pasado 11 de octubre. Por si acaso estaba descontextualizada, he buscado los casi doce minutazos en los que Pilar Rubio, intentando echarle un capote a Juanma Castaño (parece ser que en una entrevista previa, Castaño afirmó no saber el curso en el que está su hijo), se mete en un jardín mayor, el de las reuniones con los profesores. Pensar que una "reunión con los profesores" es un "día libre para los profesores", demuestra una ignorancia infinita. Querida Pilar, se nota que no tienes ni idea de lo que es la docencia. Salvo que en Francia sí sea un día libre para los profesores (no es así). Lo mismo que decir que a ver qué te van a contar estando solo en octubre, porque acaba de empezar el curso. Igual que el presentador, David Broncano, diciendo "de esos niños no hay nada que decir" (al haber escuchado justo antes a Pilar Rubio las edades de sus hijos: 2, 4, 6 y 8 años). Lamentable...Y al final dice Pilar, "pero bueno...hay que escucharles" (con cierto tono de resignación). Todo eso en menos de los dos primeros minutos del vídeo que dejo por aquí:

No aspiro a que me lean ni uno ni otro, pero sí me apetece, y mucho, puntualizar algunas cuestiones. Más que nada por el público que viera el programa o los que hayan visto el fragmento al que hago referencia. Y no sé vosotros, pero me quedé ojiplática y pegué un respingo de mi asiento.

Jamás una tutoría con una padre/madre es un "día libre para el profesor". De hecho si por cada tutoría con una papá/mamá, ambos u otras combinaciones, me dieran un día libre, no sé cuántos meses habría acumulado desde mediados de abril de 2008, especialmente cuando he sido tutora o maestra de Compensatoria. Nada más lejos de realidad. En nuestro horario tenemos una hora semanal reservada a la atención a padres. Con la pandemia las tutorías pasaron a ser vía "Teams" o telefónicas mayoritariamente. Al "WhatsApp" me negué, nada de un grupo de difusión por esa vía. Reconozco que en algunos casos sí he dado mi móvil personal, pero suelen ser casos puntuales, y porque me convencía que era para salir ganando todas las partes. Alguna vez me he dado cuenta de la metedura de pata que ha sido. Y otras del acierto que supuso. Pero no de entrada y a lo loco, mi móvil es mi móvil, es mi número personal, no tengo uno "de trabajo". Afortunadamente desde el curso pasado, en muchos centros, se recuperaron las tutorías presenciales. 

Para mí las tutorías de padres son tan necesarias como delicadas. Parto de la convicción de considerar que un hijo debería ser lo más importante del mundo para un padre/una madre. Y por eso son también delicadas, porque hay que ser muy cuidadosos con lo que decimos y cómo lo hacemos. A veces aunque lo seamos, un padre/madre ya viene de casa con la retahíla de lo que va a contarnos, sin escuchar lo que decimos. Otras muchas, menos mal, escuchan y colaboran. Hay algunas personas con la piel muy fina, pero la mayoría saben perfectamente lo que tienen en casa y no hay venda que quitar. 

A mí siempre me ha parecido indispensable que padres y docentes estemos en la misma sintonía. Si damos mensajes coherentes y no contradictorios a sus hijos (nuestros alumnos), habrá más opciones de conseguir que el curso marche bien (para unos y otros). Hay mamás/papás que desde el minuto 0 son francos, te dicen lo que hay (para bien o para mal), y se muestran colaboradores. Y además de mostrarse así, lo demuestran cuando pasan los días, incluso los meses, y ves que cuando hay una nota (positiva o negativa) la agenda viene siempre firmada al día siguiente. O que si les citas para una tutoría, buscan la manera de poder ir. Y si ha pasado algo "malo", se preocupan y se interesan en escuchar la versión del "profe", y no solo la de su hijo/a ( probablemente consciente las posibles consecuencias negativas si ha hecho algo indebido). ¡Ah! Pese a tener una hora semanal destinada a dicho menester, hay momentos en los que o atiendes a las familias más allá de esa hora, o llega abril y no has logrado hablar con todos los papás. Y algunos les resbalará, pero a mí siempre me ha parecido indispensable tener una toma de contacto con todas las familias antes de inaugurar la segunda evaluación.


Además de todo lo anterior, de vez en cuando hay urgencias. Puede haber asuntos urgentes que tratar por algo que haya sucedido en el centro educativo y/o en el seno familiar (o en el "parque" a veces; o por el móvil vía WhatsApp o Instagram, entre varios alumnos...Mil historias que no tienen lugar en el colegio/instituto pero pueden afectar, y mucho, a su comportamiento y rendimiento en el centro educativo). Y si algo urgente pasa, aquí cada docente es un mundo, pero a mí me gustar informar y estar informada. Siempre pido colaboración familiar, e intento contactar con las familias cuanto antes. Igualmente espero que si algo relevante pasa, seré conocedora de ello (aquí también de todo, como en botica).

Otras cuestión, da igual que estemos echando a andar, aunque solo sea octubre, sí es momento apropiado para reunirse con las familias. De hecho el inicio de curso es el momento ideal para hacer una primera reunión general, de toma de contacto, con todos los papas/mamás, y hablar de los temas importantes que conciernen a todos. Y exponer a grandes rasgos qué vamos a hacer y cómo. Y resolver dudas/preguntas de los papás. A mí, siempre que he sido tutora, me parece la reunión más importante del curso. Y luego ya, a partir de ahí, "cada maestrillo tiene su librillo". Opto por citar a todos los padres, uno a uno, a poder ser, durante la primera evaluación. Esto supone "comerme" una hora para otros temas, y ampliar, al menos a dos, las horas semanales de tutorías, al menos en la primera evaluación. No sé otros, yo suelo acabar agotada, pero creo que son muy necesarias y hay que hacerlas, porque pueden ser de gran utilidad.

Y como aquí no acaba la historia, siempre hay algunas mamás/papás que saben cuándo estás en el centro educativo, la hora aproximada a la que llegas, y aprovechan cualquier hueco para comentarte algo. Y allá queda en cada cual si recibir a esa mamá/papá o no. A mí me pasó bastante en Guijuelo, por cuestiones logísticas, llegaba muy pronto al cole, cosas del bus. Y claro, a las 8:30 más o menos estaba ya abriendo mi clase. Había personas que lo sabían e iban. La verdad es que ahí dependía de quién fuera. Si era una mamá/papá que me trataba con respeto, es lo que pasa en un porcentaje más elevado, sí solía recibirle, a pesar de tener que dejar de hacer lo que fuera (y de no haber comenzado oficialmente mi horario laboral). Llegó un punto que yo misma decidí sacarle partido a esa aproximadamente media ahora antes de las nueve, y convocaba a alguien que quería ver algún examen, comentarme algo...

De las tutorías por "Teams" pues, ¿qué decir? No vas a cortar a una mamá/papá cuando todavía tiene cuestiones que explicarte. Apechugas, sea la hora que sea. Las presenciales eran otra historia. Cuando dependía del autobús, ahí no me daba lo mismo. Habría sido curioso comparar las horas oficiales que debería haber tenido de tutoría en estos años con las que en realidad he hecho, me "sobran" una barbaridad. Y las volvería a hacer, pese a todo. Algunas me han hecho llorar. En casos contados no he podido aguantar las lágrimas delante de alguna mamá, papá. Hay días que pienso si me han confundido con una psicóloga, por lo mucho que descargan con nosotros. Luego me sereno y veo que con alguien tenían que compartirlo, y me ha "tocado" a mí, para bien o para mal. Seguramente alguna vez alguno habrá sentido lo contrario, que ha ejercido un poco de psicólogo conmigo. Y razón no les falta.

Sabéis que por encima de todo lo que más me gusta es ser tutora.  Es la persona sobre la que, bajo mi punto de vista, recaen más responsabilidades. Y es apabullante. Pero también suelen ser los que reciben más gratitud por parte de las familias, y de los alumnos, por supuesto. Pese a hacer de "polis malos" (lo de "poli bueno" es lo cómodo, fácil, bonito..."Leerles la cartilla" a los alumnos no es plato de buen gusto, pero cuando hace falta, pues se hace y punto. O cuando hay que celebrar algo bueno, desde el rol de tutora es más especial, siempre lo he sentido así. O desde Compensatoria, es lo único que se le aproxima un poquito.

Así que Pilar (Rubio) y David (Broncano), las reuniones con los profesores hacen mucha falta, no están para rellenar horario y no son para cogernos días libres. Y si ambas partes (docentes y familias) quieren, sí son productivas. No hay que asistir, presencial o virtualmente, pensando..."A ver qué rollo me cuenta esta hoy."  Escucha activa, empatía, apoyo, paciencia, esfuerzo, colaboración...El curso 2022-2023 acaba de empezar, pero creedme, ya hay mucho que decir. Estoy deseando empezar a conocer a mamás y papás, escucharles y que me escuchen. Y luego ya, mis días libres, pero no por reuniones con padres, ya decidiré yo cómo los disfruto y con quién. ¿Queda claro?

El segundo: recibo de muchas personas, el enlace a un artículo, también del 11 de octubre, de un maestro al que tuve la suerte de conocer en persona, Juan Carlos López. Se titula "La educación se está complicando". Podría haberse dicho más alto, pero no más claro. Aquí lo tenéis, maravilloso. La educación se está complicando_Juan Carlos López RECETAS PARA EDUCAR. 

Estoy de acuerdo con todo lo expuesto por el autor en él. Pero como el enlace con el artículo completo está a vuestra disposición, solo voy a poner aquí un fragmento, en el que habla de lo que se puede hacer.

¿Qué podemos hacer? Primero formar muy bien a los nuevos docentes, que los estamos formando muy pero que muy mal. La formación inicial, es muy deficiente.

Desde luego. He tenido únicamente alumnos de prácticas en tres ocasiones, la última bien reciente, el curso pasado. Las tres fueron experiencias muy positivas. Pero al hablar con ellos, al preguntarles sobre su experiencia en la universidad para estudiar Magisterio, he comprobado lo poquito que han cambiado las cosas desde 2003, año en el que finalicé los estudios de Maestra de Educación Primaria. ¡qué triste! En Educación se sigue viendo mucha teoría y muy poca práctica. No te preparan para estar en un aula. No te acercan a la realidad educativa de lo que es trabajar en un centro educativo, lo mismo me da CRA, CRIE, CEIP, IES...No abren la puerta a los maestros. Y señores, ya me habría gustado escuchar a algunos maestros, con experiencias educativas diversas, que nos hubieran hablado de su día a día, de cómo organizaban sus clases, cómo atendían a la diversidad...Y es que la diversidad es muy enriquecedora, pero necesitamos más medios para darle una respuesta educativa a la altura. Y no, los que tenemos habitualmente suelen quedarse cortos. La sensación de no poder llegar a todo, no poder hacer más, es muy desagradable. Ojalá los docentes futuros tengan que cumplimentar muchos menos "papeles" que nosotros. De corazón, quiero un futuro educativo mejor, y eso pasa, entre otras muchas reivindicaciones, por reducir el papeleo.

Me gusta pensar que algo, aunque sea como un grano de arena en la playa, podemos aportar a los futuros docentes, pero a la vez deseo aprender de ellos, son savia nueva y podemos nutrirnos con su creatividad, imaginación, manera de enfocar la docencia... Sin embargo, el tiempo que "pisan" las aulas de los colegios y/o institutos me parece insuficiente. Y que yo sepa, a nosotros, los maestros, no nos abren las puertas de las aulas universitarias de Magisterio. Resultaría muy positivo para todas las partes, dejar entrar en ellas a los maestros de distintas realidades educativas (CEIP, CRA, institutos...) y de cualquier especialidad.

Segundo, ¡¡Basta ya!! Hombre, ¡basta ya!, dejadnos en paz. Dejaos de hacer una ley nueva cada cuatro años, y mientras uno la hace el otro pone palos en la rueda para que fracase, sacando los Decretos tarde, mal y nunca.

Efectivamente, urge un pacto educativo que suscriban todos los partidos políticos. Un pacto que incluya unas líneas rojas, que no dependan de si gobierna uno u otro. A mí cada día me gustan menos las leyes educativas, porque me parecen bastante insensibles, poco realistas. Además es como si existiera una especie de competición a ver quién es el que introduce más términos nuevos y riza más el rizo. Al final, la sensación es de tener el mismo perro, pero con distinto collar. Lamentable.

Tercero, dejad de tener ocurrencias. Id de abajo arriba. Entrad en un aula, preguntad a los maestros, observad un rato y salid con los problemas anotados, y poneos a trabajar para dar respuestas a los mismos.

Eso, eso, os abro las puertas de mi clase, y una vez dentro, observáis, preguntáis, hacéis lo que queráis. Y así visitáis unos cuantos centros. Y preguntáis a los docentes, pero ojo, también a las familias, a ver qué os contamos unos u otros. A ver qué consecuencias sacáis a tenor de lo observado, escuchado, preguntado...¡Vivido!

Cuarto: hay que simplificar, y si vamos a meter novedades en la escuela, antes hay que quitar algo primero. Sino la escuela va a explotar.

Quinto, dado que la natalidad baja, y con la complejidad expuesta, necesitamos dos maestros por aula, es imprescindible un coteaching, con profesionales muy bien formados.

Me parece una propuesta interesantísima. En general, se necesitan más recursos humanos para afrontar los retos educativos que el día a día de cualquier aula nos plantea. Aunque como dice el autor, muy bien formados.

Dicen que la escuela es la segunda oportunidad para algunos niños, pues la primera que es en su familia en muchos casos no les vale. Por favor, hagamos que esta segunda oportunidad les merezca la pena.

 Tristemente, es así. Y el que no se haya dado cuenta no ve más allá de sus narices.

Ojalá los alumnos entendieran algún día, en algún momento de su vida, la oportunidad que la educación representa. La de puertas que se les pueden abrir si se esfuerzan, luchan, y aprovechan los años. Porque señoras y señores, guste o no, en España un chico/a debe estar escolarizado, obligatoriamente, hasta cumplir los 16 años. Y ya que tienen que estar...¿por qué no exprimir ese tiempo? De lo que hagan hoy dependerá su mañana. Estudiar no es obligatorio, pero sí me parece muy útil y necesario. Pese a que me tire de los pelos cuando veo que en algunos casos mi esfuerzo cae en saco roto, o tenga esa sensación, seguiré luchando para que mis alumnos saquen su mejor versión. Y sientan que pueden, que son capaces. Muchas veces han recibido mensajes muy negativos en algún momento de su vida escolar. Eso, por desgracia, resuena en su interior. 

Cada vez que veo un alumno que se pira (o lo intenta), uno que no da palo al agua cuando me toca guardia de aula y su profe no ha venido, uno que ni siquiera se molesta en escucharme, uno que ni saca el libro, uno que no muestra ni un ápice de interés...O uno que desaparece al soplar las velas de su decimosexto cumpleaños, siento que estamos fracasando. Sí, y no solo los docentes (maestros y profesores, incluyo a todos, todos tenemos nuestra parte de responsabilidad), también las familias de esos chicos. ¿Qué podemos hacer? En ello ando...A ver qué tal. No pienso perder la esperanza. ¿Y vosotros? Ojalá tampoco.

jueves, 22 de septiembre de 2022

Alzheimer: Día Mundial_21 de septiembre

Ojalá fuera posible convertir "la enfermedad del olvido" en "la enfermedad del recuerdo".

Como no me gustaría que el alzheimer cayera en el olvido, quiero incluir este día en el blog. Lo he hecho alguna otra vez, pero no siempre. Mi idea es que sea una cita ineludible para sumar entradas especiales.

En primer lugar, un abrazo apretado para todos aquellos que conviven con el alzheimer, de la manera que sea (enfermos, familiares, cuidadores y/o familiares cuidadores, médicos, investigadores...).

Varias veces he mencionado aquí la incertidumbre del futuro, el desconocer qué nos tiene preparado el destino. Desconozco si algún día perderé la memoria, objetivamente a medida que cumplo años me cuesta más hacer memoria, aunque hay recuerdos desagradables que ya no tengo en mi "disco duro", otros por alguna razón, permanecen, han decidido que sí, que por ahora se quedan conmigo.

Hay una lista larga de detalles vitales que me encantaría recordar siempre. Sin embargo pongo algo razonable, para evitar resultar cansina:

-Mi primer y de momento único viaje a Londres. Era feliz escuchando inglés por todas partes, no obstante según la velocidad y el contenido a veces no me enteraba de mucho. Y me maravilló casi todo lo que vi. Para repetir.

-El ataque de risa con una amiga en un tren, en tierras alemanas. Nosotras tan felices con nuestros pasteles, y los de alrededor con cara de póquer. 

-Las escapadas y los viajes con mi hermano, aunque a veces choquemos, los repetiría todos. 

-Las celebraciones de cumpleaños en casa, cuando era pequeña.

-Los conciertos de Rozalén, Manuel Carrasco, Pablo López, Amaral y Ella Baila Sola, por la música y la compañía.

-La obra de teatro de "La venganza de Don Mendo" en el Liceo, una delicia.

-El musical de "El Rey León", otro para volver a ver.

-Cualquier momento con mis amigas, mayoría femenina aplastante, y mis amigos, muchos menos pero suficientes. No soy de tener una barbaridad de amigos ni amigas. Me parece que en mi vida se van quedando los que quieren y porque me quieren y, por supuestísimo, porque los quiero. 

-La manera de mirarme y el silencio que a veces le acompaña, de una de las personas a las que más quiero en esta vida. Y sus abrazos, sus besos, su voz, lo bien que me escucha...Todo. Y aquellos recuerdos que aun no tenemos pero llegarán, cuando se pueda.

-Los besos de mis padres. especialmente los que me dan cuando detectan que algo no marcha bien.

- El sonido de la lluvia cayendo a cántaros, más en el campo que en cualquier otra parte. Y ese olor que queda a hierba y tierra mojadas.

- Cuando apagan las luces en la sala del cine, y justo se enciende la pantalla para comenzar la proyección. Y relacionado con esto, las palomitas del Van Dyck (el sabor, el olor, su textura...)

-El cuento de "Adivina cuánto te quiero", de Sam Mc Bratney (editorial Kókinos). Lo descubrí en una visita a la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, en Salamanca capital, hace ya muchos años. Creo que es el libro que más veces he regalado. Y eso que siempre que lo regalo hay motivos de mucho peso, no es un regalo comodín, para mí es "el regalo"., aunque dudo si todos los que lo han recibido de mis manos, han sabido entender el inmenso cariño por mi parte que guarda ese libro. En una librería de Londres lo vi, en inglés claro, en formato "big book", en Camden Town. Y no lo compré...Sin comentarios. 

-El camino al cole el curso del Santa Catalina. Y entrar Marisa y yo riéndonos y cantando en el despacho de Jose y el de Pilar. Y las rutas de senderismo que hice con algunos compis de ese colegio.

-Mis dos cursos en la USAL en Comunicación Audovisual. Lo primero que me viene a la cabeza es una sesión de fotos en el estudio, gracias a la generosidad de Javier Frutos Esteban, muy buena gente.

-Mi primer "trabajo", un campamento de verano en Brañavieja, como "profe" de Inglés. Y ver las montañas cada mañana mientras desayunaba. Gracias por la oportunidad Cris, vales oro como persona y como profesional.

-Mi alegría incontrolable al enterarme de mis notas en las oposiciones de Magisterio, un ya lejano 20 de julio de 2009. Recuerdo mi ataque de risa, y luego las lágrimas, la alegría me desbordaba. 

-Las bodas de tres de mis primos. Y las de mis amigos. En particular las de aquellos que me hicieron sentir parte muy importante de sus vidas, cada cual a su estilo. Lo mejor la entrada de cada novia, irradiando felicidad.

-La Facultad de Educación de la USAL. La de horas vividas a caballo del Cossío, Europa y Solís. Hago hincapié en todas las asignaturas de Inglés, entre obligatorias, optativas y de libre elección,  cada curso disfruté de una. Y en las de Psicología...¡Cómo no! 

-Mis cuatro cursos en Guijuelo. Y la última vez que vi a la mayoría de "mis niños", un 2 de diciembre de 2019 (creo).

-Las comidas con la única amiga que conservo del "Paco Viruta", sobre todo las que iban con botella de vino ja, ja. Y las conversaciones en ellas o después. No pongo nombres, por si las moscas...

-Las madrugadas de "Singstar" en alguna de las casas del Pinar. Canto fatal, pero lo vivía como si hubiera resucitado a Nino Bravo. Y las conversaciones en la calle hasta las taitantas.

-Los amaneceres en la playa de Gandía. Sí, lo habré dicho mil veces, tienen una luz distinta, mágica, y la cámara no logra atrapar tanta belleza, solo una ínfima parte.

-El viaje al CRIE de "Berlanga de Duero" con 13 de mis niños del "Fili" de Guijuelo. Fue una aventura descomunal y una locura tremenda (por mi parte). Pero vamos, inolvidable. De esas veces que te lanzas a la piscina sin certeza alguna de con qué te vas a encontrar y la felicidad que te invade al sentir que has hecho bien lanzándote (ojo, la responsabilidad también). Fue una experiencia bandera y jamás me he sentido tan madre. así de radiante andaba yo.

-Las conversaciones en mi pelu. No es mía, pero es a la que llevo yendo ya muchos años, desde que fui un día con Noe.

-Las fiestas de fin de curso en los coles, menos en uno.

-Ir de tiendas a centros comerciales hermosos, todavía recuerdo el Lakeside, en Inglaterra. Y los que me quedan por conocer...

-La Feria del Libro de Madrid, con sus calores, gentío, colas de espera casi eternas para algunas firmas, dolores de piernas (o no sentirlas), las bolsas plagadas de adquisiciones (a cual más bonita)...Y deseando ir de nuevo estoy.

-La organización de algunos cumpleaños de mi hermano en El Pinar, encargándome de la comida y los juegos. La paliza que nos dábamos inflando globos, y lo poco que tardábamos en explotarlos en la fiesta. Maravillosos tiempos aquellos.

-La Abadía de los Templarios, y mis tres visitas a la misma. Sobran las explicaciones. 

-Mi entrada en el CEIP "Leonardo Da Vinci", mi primer cole oficial, siendo entonces maestra interina. Qué recuerdos.

-Los paseos por la Plaza Mayor de Salamanca.

-Mis OTN (Operación Tarjetas de Navidad). Sigo incumpliendo mi promesa de ponerme manos a la obra en verano, no me pega.

-Los bocatas de pan bimbo con nocilla y chorizo. No sé cómo dimos con esa combinación, muchos la calificarían de guarrindongada, pero es un recuerdo de mi infancia.

-Soplar las velas por mi cumpleaños.

-Las charlas con mi compi de piso de Farinatolandia. Y todo lo bueno que conservo de mi experiencia en tierras farinatas, desde alumnos con los que sigo en contacto, hasta una mami que se convirtió en amiga.

-La Nochevieja en casa, vestida como si estuviera de cotillón, pero mucho mejor, con zapatillas de andar por casa, sin pasar frío y sin música a todo trapo y aglomeraciones a cascoporro.

-Ver Eurovisión. También La ceremonia de los Goya. Son dos noches reservadas en mi calendario.

-Las cenas con David y Mayte en el piso de Madrid. Rodolfo Langostino era gran amigo nuestro. Y la sartén de Valira con mango azul pitufo.

-Las comidas improvisadas en casa de Iván.

-Las quedadas de los más cercanos de Comunicación Audovisual.

-Mi primer viaje en AVE, un Valencia-Madrid.

-La emoción de alguien al compartir conmigo algo que le sobrepasa, sea por tristeza, rabia, felicidad, amor, miedo...Gracias.

-Las personas que me han ayudado en algún momento de mis estrenados ya 40 años de vida, sois un tesoro, lo más valioso de mi vida, mi gente.

Y ya, que empiezo y no paro, y ya dieron las doce hace un rato. Al final la entrada del 21 la publico el 22. Es lo que tiene ser ave nocturna y andar antes prestando atención a menesteres mucho más importantes que el blog. Mi gente siempre en el número uno.

A recordar, pero para avanzar y sonreír. A lo mejor un día el alzheimer tiene cura y no harán falta recordatorios como esta entrada, por lo que pueda suceder.


domingo, 11 de septiembre de 2022

Ídem

Me gustan los musicales. En realidad casi cualquier tipo de espectáculo cultural (un concierto, una obra de teatro, un musical...) He de confesar que no estaba muy convencida de ir a este. Además reconozco no haber visto entera la película "Ghost" ni una sola vez. De todas formas aunque la hubiera visto completa, mi pésima memoria a la hora de recordar argumentos de libros, películas u otras cosas, no me habría ayudado gran cosa. Por eso no vais a encontrar aquí una crónica del musical comparándolo con la película. Im-po-si-ble.

Solo hablo de lo visto y escuchado hace unas horas. Me ha gustado mucho la elección de las tres personas que representan a los protagonistas: Sam, Molly y Oda Mae Brown. Destaco a Ricky Merino porque creo que se ha dejado la piel en la preparación de Sam. Y dudo que me hubiera gustado más David Bustamante. Un acierto. Cristina Llorente en el papel de Molly, otro gran acierto; y grata sorpresa con la actriz que ha dado vida a Oda Mae Brown, pero no localizo su nombre.

De "Ghost" destaco una cuidada escenografía y unos fascinantes efectos especiales. Supuestamente todo ha pasado delante de las narices del público, pero en ciertos momentos he creído estar en un espectáculo de magia.

Gracias por deleitarnos con "My love" (Unchained Melody) en versión original. Hay canciones que traducidas a otro idioma pierden mucho. Poder escucharla en inglés durante la primera parte del musical ha sido un detallazo.

En cuanto al argumento, es el que es, si en una balanza me ofrecen asistir a un musical o una obra de teatro, de cabeza elegiría la obra de teatro (excepto si se tratara de ver nuevamente "El Rey león"). Pero me quedo con una conversación, combinada con música, no podía ser de otra forma, también de la primera parte del musical. Molly le pide a Sam que le diga "Te quiero". Él tiene la costumbre de responder "Ídem" cada vez que ella cie "Te quiero". Sam defiende que lo importante es sentirlo, lo que hagas, no decirlo. Ella contesta que sí, que no duda que él la quiera, pero a veces (por la razón que sea) necesita escucharlo. Chapeau, de lo mejorcito de los diálogos de este musical. Como advertí al principio, no puedo compararlo con la película, no tengo ni idea de si algo similar sale en ella, pero me ha encantado. Pues eso, "Te quiero". No creo que haya dos palabras que tengan un significado más especial.

Peco de poco original, pero la canción debe ser "My love", entendedlo. Larga vida a los espectáculos bien hechos.


Y pongo por segunda vez el vídeo de Elvis Presley, su voz en esta canción me pone los pelos como escarpias.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Con motivo

Dejo la entrada escrita, y programada para publicarse cuando a mí me apetece. Sé que escribir varias entradas muy seguidas puede provocar hartazgo en los lectores, sean muchos o cuatro gatos. Y si son cuatro gatos, tampoco pasa nada, porque serán mis cuatro gatos.

Fruto de visualizar cortometrajes en Youtube (tras haber "rescatado" el de "Taras", y recuperarlo para una entrada de este blog), he dado con varios que me han tocado las fibras. Los dos primeros pertenecen a una serie llamada "El amor mola", de Roberto Pérez Toledo. Y sí, ¡ya lo creo que mola!

El primero no es un aperitivo precisamente, sino un plato fuerte, se llama "Demostración pública de afecto". Simplemente, maravilloso. No hay que esperar a San Valentín para decir un "Te quiero" y/o "Te amo". Ni hace falta una fecha especial. Aunque es verdad que en algunas fechas concretas saben a gloria, lo que no quita que se diga un día "cualquiera", porque cualquiera puede ser perfecto para una demostración de amor, y sepan a gloria también. A veces se dicen sin palabras, con una mirada, una sonrisa, un silencio, una caricia en la espalda, pero qué bonito es escuchar la voz de quien quieres y que te lo "recuerde", porque sí, porque le apetece, le nace, sin que sea un "y yo también". Os dejo con esta joyita.

El siguiente se titula "El colchón", y me ha parecido muy original. Me gusta muchísimo el guion y la elección de actores de cada uno de estos cortos, porque los veo como personas muy cercanas, muy reales. Veo en ellos mucha verdad. 
A continuación, "Sí a todo".  Me ha gustado mucho, no quiero añadir nada más, prefiero que lo veáis.

El cuarto es "Equis o corazón". Como los anteriores, también habla de amor. Eso sí, cada corto, a su manera.

El amor no tiene mandamientos, es probable que cada pareja tenga sus reglas no escritas. Que cada una cuente con sus "normas", y lo que algunos ven normal, otros lo consideran una relación "tóxica", otros puede ser que ni siquiera lo cataloguen como relación. Al fin y al cabo, ¿qué más da? En esta vida nadie es más que nadie. No debemos juzgar a otros por con quién caminan de la mano, a quién besan o con quién se despiertan por la mañana. Todos tenemos el derecho, no sé si afirmar obligación, quizás deber suene menos fuerte, de luchar por nuestra felicidad. Para mí, un ingrediente básico de ella ha de ser el amor,  tal cual. Y qué bonito, a la par que complicado, luchar por lo que nos remueve por dentro, nos hace sentir más vivos, a pesar de la distancia (o no, siempre es relativa), de las circunstancias de cada cual y de las dificultades y/o baches que en mayor o menor medida siempre estarán presentes. 

Para mí es luchar por todo aquello que nos hace sentirnos los más fuertes del mundo y en algunos momentos, tal vez, los más vulnerables, aunque pueda parecer chocante. 

Y cualquier día es fantástico para celebrarlo, ¿por qué esperar al 14 de febrero? Celebrémoslo hoy, 7 de septiembre, o ayer 6, o mañana 8. Viva el amor y vivan todos los valientes que se dejan la piel y ponen toda la carne en el asador para seguir junto a quien piensan en él.

Sigo sin concebir la vida sin música. Para todo, siempre viene bien. Esta vez he elegido dos canciones, no ha sido fácil. Una en inglés, tranquilidad, con subtítulos en español.

El broche musical de esta entrada corre a cargo de las voces de Niña Pastori y Antonio Orozco.


Y las palabras para acabar son de Pilar G. Remón, de su libro "Anatomía de las emociones".
"El amor es una conversación constante en nuestras vidas.
De una forma u otra forma parte de nuestros desvelos, de nuestras ilusiones...
Muchas de nuestras decisiones las tomamos desde la perspectiva del amor."
[...]
"He observado a numerosas personas que se escudan en el pasado y en sus tormentas para impedirse vivir, porque vivir es amar; lo otro simplemente es existir.
Pero ¿acaso creen que son las únicas que tienen experiencias anteriores?
Nadie está a salvo de sus recuerdos, pero la clave está en saber qué poder hacer con ellos.
Puedes elegir reconstruirte y aprender, o puedes recrearte y quedarte estancado."
[...]
"Amar es un trabajo, es cierto, y necesita tiempo.
Y coraje.
Y valor.
E inteligencia.
Para no perder la oportunidad cuando se nos da."

lunes, 5 de septiembre de 2022

TARAS

Según la web de la RAE, estas son las distintas acepciones de la palabra "tara":
tara1

Del ár. hisp. ṭár[a]ḥ, y este del ár. clás. ṭarḥ 'acción de quitar, restar o apartar'.

1. f. Peso del continente de una mercancía o génerovehículocajavasijaetc., que se rebaja en la pesada total con el contenido.

2. f. Peso sin calibrar que se coloca en un platillo de la balanza para calibrarlao para realizar determinadas pesadas.

3. f. Defecto físico o psíquicopor lo común importante y de carácter hereditario.

4. f. Defecto o mancha que disminuye el valor de algo o de alguien.

5. f. Caña o palo con cortes que se hacen en ellos para ajustar cuentas.

tara2

1. f. Ven. Especie de langosta de tierramayor que la común.

tara3

Del quechua tara.

1. f. Bol. y Perú. Arbusto de las leguminosascon hojas pinnadasflores amarillas y legumbres oblongas y esponjosasSe usa como tinte.

Esta vez voy a hablar de taras. Un recuerdo de Facebook de hace dos años me hace rememorar un corto muy especial. Por entonces me llamó mucho la atención, gracias a Mercedes Iglesias que lo compartió. Aunque por motivos que no alcanzo a entender, he comprobado que no le dediqué una entrada en aquel momento, y no voy a dejar pasar otro año más sin ella.

He resaltado una de las acepciones, al ser la que mejor encaja con el cortometraje de "Notofilmfest". Al comienzo del corto una de las actrices lo explica con sus palabras "lo que nos acompleja, lo que nos hace inseguros, las físicas y las no físicas."

Aquí tenéis el cortometraje, lo recomendaría desde Secundaria, aunque cada chico/a es un mundo.

Me encanta lo mucho que cuenta en tres minutos y medio. Y lo que no cuenta, pero te hace reflexionar (a mí sí) gracias a lo escuchado. Creo que "Taras" da para mucho.
Haber elegido la intimidad de una cama, me parece un gran acierto, porque es el lugar en el que nos "desnudamos" ante otra persona y es el marco perfecto para desnudarnos por dentro, aunque tengamos la ropa puesta.
Para mí, el cortometraje habla de la imperiosia necesidad de una buena comunicación, del amor, y la importancia de buscar/"dar"/encontrar a alguien que nos quiera tal cual, con nuestras taras. A una persona que haga que nos olvidemos de ellas, o que nos queramos tal cual, con ellas. No sé si las "taras" se "curan", como el cortometraje insinúa. Me parece que algunas sí, y otras, simplemente, se atenúan, pero ahí siguen.
La verdad es que no soy de las que presumo de mis diferencias, pero reconozco que hago visible mis "taras" con un grupo mínimo de personas, porque cuesta "desnudarse", y salgo de casa con el chubasquero, por si las moscas. Y puede que esas imperfecciones (o algunos las veamos así), sean las que nos hacen especiales.
No pretendo que nadie se abra aquí en canal, porque no es el lugar. Ni yo misma lo haré en esta ocasión. 
Pero comparto el cortometraje en mi blog porque me ha parecido muy interesante. Pienso que cuanto más nos damos a conocer a alguien, más nos puede querer. Me viene a la cabeza las palabras de un personaje de la serie chilena "Machos" (pese al nombre, no penséis mal). En una escena, uno de los hermanos protagonistas, Adán, le dice a otro, Ariel: "Cuanto más sepa de ti, más te voy a querer". A mí me parece que suele ser así, porque si una persona (o más de una), nos conoce muchísimo, más nos puede comprender. Y cuanto más nos comprenda, más nos puede querer. No obstante, los avispados habrán visto que puse un "suele" dos líneas atrás, porque no siempre es así. Hay gente que utiliza lo que conoce de otros para hacer daño, y cuanto más, mejor. De ahí el chubasquero que cité hace dos párrafos.
No soy de pregonar nada, y mucho menos mis "taras", pero reconozco que compartirlas, cuando la confianza es inmensa, me proporciona una calma inigualable. Si tenéis la suerte de contar con alguien con el que poder "desnudaros", en los términos del cortometraje, sois afortunados, no tengáis miedo y mostraos tal cual. Por extraño que parezca, esos complejos, miedos, inseguridades, nos hacen un poquito más especiales.
Si algún docente se aventura a poner el cortometraje en un aula de Secundaria, le animo a pensárselo antes muy bien, y por lo menos un par de veces. Y si os genera muchas dudas, no lo pongáis. Y si lo ponéis, con todo el tacto, respeto, empatí y escucha activa que tengáis. 
A mí me ha servido para pensar en mis taras, aunque no estén escritas aquí, y visualizar a alrededor de cinco personas, y en algunos casos, a un par "solo" (y qué bien). Además he pensado que pese a ellas, o con ellas, las personas con las que me "desnudo" logran que me sienta muy especial, no rara, especial, y preciosa con cada uno de mis "lunares", que no son pocos.
Cada cual con sus taras, pero a quererse, no lo dejéis para mañana.
El 14 de este mes empiezan las clases con alumnos en el instituto, y como este curso solo voy a tener alumnado de Secundaria, mi chip del blog se vuelca en ellos. No quiere decir que deje de compartir ideas, recursos, reflexiones...para los más pequeños, pero ahora mismo, mi prioridad está en Secundaria.