sábado, 30 de noviembre de 2019

Dos textos y una canción

Un texto de hace unos días y una canción, tienen la "culpa" de estar sentada frente a la pantalla del ordenador, perfilando esta entrada del blog.

Empezaré por el texto. Es de Lola Ortiz, autora de "Un rincón maravilloso", un espacio de Facebook en el que aparecieron estas palabras el pasado 26 de noviembre:


Me quedo con quien no te hace daño. Con quien no juega con la palabra amistad y sabe definirla a la perfección. Con quien no te habla todos los días, pero sigue ahí. Como siempre. Y te contesta al segundo cuando sabe que lo necesitas. Me quedo con quien saca tiempo y no excusas. Y deja el orgullo en casa. Con quien no piensa demasiado las cosas antes de hacerlas o decirlas, y se deja llevar, y es sincero. Me quedo con quien merece la pena, con quien no es perfecto, pero sí real. Con quien sabe valorarme y hacerme mejor. Me quedo con quien me entiende y me apoya. Con quien se puede charlar a cualquier hora. De lo que sea. De lo bueno, pero también de lo malo. Me quedo, al fin y al cabo, con quien se queda. Para lo que haga falta. Todos los días.

Y aunque probablemente no os apetezca compartirlo aquí, me encantaría que os respondiérais a vosotros mismos a esta pregunta: Y TÚ, ¿CON QUIÉN TE QUEDAS?

Como me pasa siempre que tardo en escribir más de lo que me gustaría en el blog, luego lo cojo con más ganas y me explayo de lo lindo. De ahí que comparta con vosotros mi respuesta a la pregunta anterior.

Me quedo con quien me cuida. Con quien me valora como soy. Con aquellos de los que puedo aprender. Con quien puedo emocionarme sin sentirme incómoda. Con quien dice algo y lo mantiene. Con quien no cierra los ojos ante las injusticias. Me quedo con quien tiene ganas de verme, tenga o no tiempo. Me quedo con quien me hace sentir especial. Con quien me regala su confianza y se muestra sin capas. Con quien me trata bien. Con quien comparte sus sentimientos conmigo. Con quien me habla con sinceridad. Con quien es prudente. Con quien no me dice cumplidos baratos. Con los que me demuestran que les importo. Con los que saben poner un toque de humor ante la adversidad. Me quedo con los que no huyen cuando el viento no sopla a favor. Me quedo con los que saben escuchar, y suavizan mis momentos malos, porque cuando el cielo está despejado, parece que todos están disponibles. Me quedo con las personas valientes, aunque a veces estén muertas de miedo. Con los que solo con un mensaje o una llamada son capaces de alegrarme el día. Con las personas generosas. Me quedo con aquellos con los que el trabajo en equipo es una realidad. Con los que se arriesgan sin saber si tendrán éxito o no. Con los que continúan luchando, pese a las jugarretas del destino. Me quedo con los que disfrutan de las cosas sencillas. Con los que me sorprenden. Con los que no se rinden. Con los que saben ignorar a las personas que no valen la pena. Con los que saben quitarle hierro a los problemas. Me quedo con los que se acuerdan de mí y me lo dicen. Con los que están pendientes de lo que me pasa. Con los que aguantan estoicamente mis preocupaciones o bajones. Con los que hacen por entender mis miedos. Con los que tarden o no, dan señales de vida. Me quedo con los que puedo estar hablando horas y horas sintiendo que el tiempo no pasa. Con aquellos en los que pienso en mi día a día. Con los que puedo compartir lo que siento. Me quedo con los que me apoyan aun cuando saben que puedo meter la pata hasta el fondo. Con los que me transmiten paz. Con los que puedo disfrutar de cualquier cosa. Con los que cuidan a los suyos. Me quedo con las personas a las que puedo mirar fijamente a los ojos. Con los que no son orgullosos y piden perdón cuando creen que han metido la pata. Con los que puedo permanecer en silencio sin que eso sea algo malo. Con las personas que comparten lo que tienen. Me quedo con los que me demuestran su cariño o al menos aprecian el que les doy. Con las personas detallistas. Con los que me escriben, me llaman o me preguntan qué tal estoy o cómo ha sido mi día. Con los humildes. Con los que siempre hay algo de lo que hablar. Me quedo con los que respetan mis gustos o ilusiones pese a no compartirlas. Con las personas agradecidas. Con los que tienen un corazón enorme.  Con los que conocen mis sueños y/o planes de vida. Con los que me escuchan. Con los que me recuerdan. Con los que me ayudan a vencer mis miedos. Con los que consiguen que me quiera un poquito más. Me quedo con los que me miman. Con los que me acompañan. Con los que sé que están ahí aunque no los vea tanto como quisiera. Me quedo con los que aprecian el significado de la palabra amistad. Con los que aportan cosas buenas a mi día a día. Con los que aguantan estoicamente mis cabreos. Con los que con paciencia casi infinita, escuchan mis anécdotas laborales. Con los que ponen de su parte para comprender la pasión con la vivo la docencia. Con los que comparten sus conocimientos. Me quedo con los que todavía tengo muchos momentos por vivir. Con los que reconocen que han hecho algo mal. Con los leales. Con los que me quieren. Con los que te puedes reír a carcajada limpia. Me quedo con los que puedo ser yo, sin filtros. Con los que se alegran de haberme conocido. Con los que me abrazan con el corazón. Con los que no les importa que sepa cuáles son sus defectos. Con las personas pacientes, que saben que a veces algunas cosas solo tardan un poco más en llegar. Con los que puedo hablar de libros y mil y una historias. Con los que puedo vivir la música en directo. Con los que voy al cine. Con los que reconocen sus fallos e intentan no repetirlos. Con los que no me quieren perder. Con los que son compañeros de viaje. Me quedo con los que quieren que esté presente o conozca días muy importantes de su vida. Con los que saben cómo estoy solo con verme la cara.  Me quedo con los que quieren que siga estando en su vida...Y con los que han sido capaces de leer todas estas líneas sin desfallecer, aunque hayan hecho una pausa (o varias) ja ja ja. 

Y la segunda parte de la entrada es la que tiene una canción de protagonistas. La compartió Mercedes Iglesias en Facebook. Mil gracias Merce, no la conocía y me ha encantado.

Tiene una letra maravillosa, parece una declaración de intenciones y, me apunto a...Renuncio, que así se llama. La letra dice lo siguiente:
Si en esta vida lo que más cuenta es sonreír y cuantas más veces mejor
Si en esta vida lo que más renta es ser feliz aunque no tengas un camión
Por qué poner puertas al viento y al corazón
¿Por qué voy a seguir fingiendo?
Renuncio a la posibilidad de ser el mejor
Renuncio a soportarlo todo por obligación
Renuncio a estar aquí para ganar y a contener las ganas de llorar
Renuncio a ponerme el disfraz de persona normal
Me dijeron que corriera pero yo seguí cantando para que ser un caballo si yo quiero ser un asno
Me retaron frente a frente pero yo les di la mano, solo somos sensaciones derivadas de un…
Si en esta vida pierdes la calma culpando al karma en vez de cambiar de canción
Si en esta vida te parte el alma decir que sí cuando quieres decir que no
¿Por qué poner puertas al viento y al corazón?
¿Por qué voy a seguir mintiendo?
Renuncio a la posibilidad de ser el mejor
Renuncio a soportarlo todo por obligación
Renuncio a estar aquí para ganar y a contener las ganas de llorar
Renuncio a ponerme el disfraz y renuncio a la gilipollez de tener que sentirme culpable de sentirme bien
Renuncio a pisar al de al lado sin tener por qué
Renuncio a competir para triunfar
Prefiero compartir para avanzar
Renuncio a perder más que nunca mi autenticidad, mi autenticidad, mi autenticidad, mi auten - ti - ci - dad. 

La cantan "El Jose" y "El manin." Ojalá os guste. La verdad es que me siento muy identificada con la letra. Eso sí, la carta de renuncio, mejor para otro día, porque esta entrada va ya camino de convertirse en mi cuarto o quinto "testamento" en el blog, he perdido la cuenta de los que llevo.

domingo, 24 de noviembre de 2019

Emo-ideas (5): TIEMPO DE HABLAR, con Talentina

Soy consciente de ir con una idea de retraso, pero cuando no hay tiempo para nada, es complicado sentarme a darle forma a nuevas entradas para el blog. El caso es que llevo ya unos días con la idea en la cabeza y, no podía esperar más. Aprovecho un ratito de descanso en tareas relacionadas con el ámbito laboral que no me agradan pero hay que hacer, para publicar esta entrada.

En Facebook sigo a "Ser maestra" y la idea viene de su mano. De su mano y la de "Talentina", podéis descubrir más sobre ella en esta web: 
https://www.desarrollodeltalento.com/

Gracias a una recomendación de "Ser maestra", conocí las Talent Cards de Talentina. Y tenían tan buena pinta, que compré uno de los packs, el que incluye los bloques que se llaman "Imagina", Emociónate" y "Conversa". No quería lanzarme a por el segundo pack sin tener en mis manos el primero, y haberlo analizado detenidamente. Reconozco que me han gustado bastante.

Y esa es mi propuesta de esta semana. Os hago una invitación a hablar, a sentaros con los vuestros (en familia) o con vuestros compañeros (en el aula) y conversar. Cada bloque de "Talent cards" lo forman 40 tarjetas, pero ya os daréis cuenta al leerlas, que de cada una se os ocurren otras tantas ideas para seguir hablando.

Sea en casa, para las familias, o en el aula, para los coles, recomiendo que una persona sea la encargada de leer las reglas y recomendaciones y explicar brevemente cómo jugar.

Prefiero poneros algunas fotos, para que conozcáis mejor cómo son y en qué consisten:



Aquí a y continuación, algunos ejemplos de lo que vais a encontrar en las tarjetas.




Dentro de una bolsa negra, estaba esta cajita de cartón, con los tres juegos de cartas.





A) Sugerencias para las FAMILIAS:
Elegid un lugar acogedor de la casa para jugar con las tarjetas. Un espacio en el que podéis miraros a los ojos los unos a los otros.

Estaría muy bien que todas las personas que viven en casa participaran, como parte de ella que son. Si alguien no quiere, podéis invitarle a que esté presente mientras vosotros habláis (puede así animarse a formar parte de la actividad una vez iniciada, o al menos escuchar lo que decís, que sea partícipe del intercambio de ideas, pensamientos, emociones, vivencias...)

Además intentad elegir un ratito sin prisas, en el que ninguno tenga que estar pendiente del reloj porque dispone de muy poco tiempo y tiene que hacer algo que corre prisa. Y puestos a pedir, los móviles fuera del alcance de todos. Eso sí, vosotros decidís en qué momento la hacéis y cuándo cortáis/pausáis la dinámica. No se trata de sacar tarjetas y tarjetas sin sentido, es importante que os sintáis cómodos y que disfrutéis compartiendo ese tiempo juntos.

B) Sugerencias para las AULAS (colegios):
Son semejantes a las de las familias. En cuanto al espacio, os diría que intentarais (si es viable) hacerla en un gimnasio o pabellón, por cuestiones de espacio. Creo que aunque casi cualquier sitio vale, unos son más apropiados que otros. En un gimnasio/pabellón, no hay obstáculos visuales de pupitres u otros elementos. Eso favorece que el alumnado pueda sentarse en círculo, sea en el suelo o en sillas (lo que quiera la mayoría).

El tutor/la tutora o el maestro que vaya a realizar la actividad, debería contar de manera simple qué van a hacer, así como leer las reglas y recomendaciones. Al maestro le sugiero, como siempre, que participe, que se implique y comparta lo mismo que le pide a sus alumnos.

En cuanto al tiempo, sería bueno poder tener una sesión de una hora. Y os garantiz que se os quedará corta, con menos no daría tiempo a que todos dieran al menos una respuesta.

Animad a todos los niños y niñas a hablar, pero sin forzar nada. Si alguno no quiere intervenir, que escuche las aportaciones de sus compañeros de clase.

EJEMPLOS:
Como hay que predicar con el ejemplo, he elegido 2 de las tarjetas de las imágenes para responder a lo que plantean. Que conste que una conversación con amigos, en familia o con mis alumnos, respondería a todas, pero el mundo de internet es muy amplio y quiero elegir qué parte de mi vida comparto y cuál me reservo.

Empiezo por ¿CUÁLES SON TUS CINCO PALABRAS FAVORITAS?
A ver, esta pregunta según en qué etapa de la vida se haga podría tener respuestas muy distintas. Esta es mi respuesta ahora, a 24 de noviembre de 2019.
Pues la primera que me viene a la cabeza es cariño, por su significado. Me parece uno de los grandes motores del mundo (o debería serlo). Desde luego al menos sí es una de las cosas que da sentido a mi vida. Me encanta sentir el cariño, el de verdad, sin disimulo, sin artificios, con sinceridad, sin límites...Y me encanta ser cariñosa con la gente que creo que debo serlo, aunque sea un círculo reducido. A veces me cuesta más demostrarlo que otras, quizás por las posibles reacciones de la gente, porque es muy bonito demostrarlo, pero no debería hacer qe otra persona pueda sentirse mal.

La segunda, ninguna sorpresa para mis conocidos: empatía. Sí, seré más pesada que una vaca en brazos, pero continúa siendo muy importante y sigo pensando que es una palabra "mágica", infrautilizada en general, aunque igualmente mágica. Ojalá algún día la empleemos de verdad, todo iría mucho mejor.

En tercer lugar, no las he colocado por orden de relevancia, sino según me vienen a la cabeza, amistad. Puede ser porque en otros aspectos de la vida no he tenido hasta el momento mucha suerte que digamos, pero valoro una barbaridad a mis amigos, los quiero lo que no está escrito. Y ellos siempre van a encontrarse con las puertas de mi cada abiertas. Cada vez, pueden ser los años, cuesta más hacer nuevos amigos, así que los que llegan nuevos son muy bienvenidos, porque ha sido mucho más difícil que se conviertan en amigos. Aprovecho para recordar a unos cuantos que tenéis un vale con una foto mía (ejem ejem) que caduca el 31 de diciembre de 2019. Estoy deseando invitaros.

La cuarta es salud. Podemos tener mil cosas en la cabeza, mil planes que nos gustaría hacer realidad, muchos proyectos pendientes pero, si la salud falla, no tenemos nada. 

Y la quinta es mamá. Me encanta todo de ella. Adoro escucharla, que me lo llamen, sea por error o intencionadamente. Y ellas son grandes, enormes. Una madre es insustituible, imposible de reemplazar. Esa persona que además de haberte dado la vida, sería capaz de dar su vida por ti. Ojo, si no es madre biológica pero actúa como tal, todo mi reconocimiento igualmente, creo que es un acto de generosidad inmenso, en el que el bienestar de un hijo se antepone al propio, y la felicidad igual. No me olvido de los papás, porque hay madres que pasan de sus hijos, sí, haberlas haylas, doy fe de ello. Y hay padres que también no les hacen ni caso. Pero hay otro grupito de padres, con menos repercusión que las mamás y permanece en un segundo plano, igual de entregado a sus hijos que "la mejor madre del mundo."

Y la segunda tarjeta de las de las fotos, ¿QUÉ TALENTO TE GUSTARÍA TENER? ¿POR QUÉ?:
Esta creo que es bastante fácil, y mi respuesta podría ser la misma aunque la diera en años distintos: cantar bien.

Me apasiona la música, sin ella la vida sería un infierno. Me encanta cantar pero, lo reconozco, lo hago mal tirando a fatal. Tengo grabadas a fuego las letras de muchas canciones, forman parte de la banda sonora de mi vida. Es curioso cómo algunas vuelven muchos años después, y recuerdo la letra pese a llevar años sin escucharlas. 

Así que ese sería el talento que me habría encantado tener. No es el único, porque no me considero especialmente talentosa, pero sí el principal, incluso por delante de bailar. Esto se debe a que me gusta infinitamente más cantar que bailar, aunque no haga bien ninguna de las dos cosas, pero disfruto mucho cuando canto (según con quién esté y otros factores) que si bailo, soy consciente de lo arrítmica que soy.

Y hasta aquí mis dos ejemplos de respuestas a las tarjetas que hoy tenía muchas ganas de presentaros. De momento yo las guardo como oro en paño para que, cuando vuelvan a darse las circunstancias, pueda usarlas en mis clases, siendo tutora claro.

Sobre el papel a mí me parece que pueden dar muy buen resultado y resultar muy enriquecedoras para las familias y para las clases...Ya me contaréis. Como siempre, encantada de la vida de conocer vuestras opiniones.

domingo, 17 de noviembre de 2019

Emo-ideas (4): LA EMOCIÓN DE COMPARTIR

Llevo una semana de retraso porque el fin de semana anterior fue inolvidable y no tuve tiempo de sentarme a escribir en el blog (ni de nada).

Y me vienen como anillo al dedo los anuncios de la Lotería de Navidad de este año para esta entrada.  Me han encantado tres de los cuatro que son, omito mencionar cuál no me ha encandilado.

He dado con un vídeo que incluye los cuatro anuncios, y me gustaría muchísimo que los viérais:

 Al hilo de esta publicidad, llega una de las dos emo-ideas pendientes. Este es el planteamiento:

Si te tocara la lotería, ¿con quién te gustaría compartirlo y cómo? Haz una lista de diez deseos que podrías hacer realidad gracias a esa lotería e intenta pensar (y escribir si quieres), con quién compartirías cada uno de ellos.


Para no perder las buenas costumbres, he reflexionado sobre mi lista, pero solo porque se trata de deseos relacionados con el gordo de la lotería de Navidad, y veo bastante poco probable que me toque, otros me los reservo para mí...Aunque nunca se sabe. Ya, sé que algunos son realizables aun sin el premio de la lotería, todo se andará.

He preferido no poner con quién compartiría cada uno de ellos, aunque hay personas que se repiten y aparecen en varios y en muchos el deseo es para hacerlo realidad con más de una persona. Ahí va mi LISTA:

1.-Hacer un viaje a Roma.

2.-Comprar un piso en mi barrio.
3.-Estar un mes en la playa.
4.-Hacer una escapada a la sierra a una casa rural. Detalle importante: con chimenea.
5.-Viajar a Estambul.
6.-Montar un espacio para trabajar la educación emocional con las familias y niños/adolescentes.
7.-Poner una librería-papelería ofreciendo talleres de manulidades y actividades de fomento de la lectura gratuitas.
8.-Abrir un negocio para descubrir las especies vegetales y la fauna, principalmente aves, de la provincia de Salamanca.
9.-Hacer más acogedores los hospitales para enfermos y cuidadores, poniendo camas para los acompañantes de los enfermos, televisión gratuita las 24 horas, espacio común con revistas, periódicos, libros, juegos de mesa..., y detalles personalizados para cada uno que les hagan su estancia en el hospital más llevadera y agradable.
10.-Invitar a toda mi gente un fin de semana con todo incluido a un hotel con spa en algún sitio fabuloso con playa, para celebrar que me ha tocado el gordo con ellos.* 
*No soy de mezclar gente, lo sabe perfectamente quien me conoce muy bien, pero esto sería una excepción ja, ja, ja. 

Y como afortunadamente soñar es gratis, dejadme soñar. Solo de pensar qué pondría en lista y con quién haría realidad cada deseo, ya lo he disfrutado una barbaridad, qué le vamos a hacer, soy así. Por eso me gusta el lema de Loterías de este año: Unidos por un décimo, el sorteo que nos une. Reconozco que es el único sorteo en el que participo, y más por una cuestión sentimental que por opciones reales de que me toque el gordo navideño. De hecho me parece que este año ya me ha tocado, de otras maneras, varias veces la lotería, en otros momentos del año. 

Aunque sí me imagino que le toca a parte de mi gente y los veo en la televisión ese 22 de diciembre, llorando de emoción...y yo feliz por ellos.(Ojalá...)

Pero, por favor, no esperéis a que os toque la lotería para sentir que estáis más cerca de alguien, seguro que no os hace falta. Es verdad que el dinero no da la felicidad, pero sí ayuda un poco (depende de las circunstancias de cada uno ayuda más o menos).

Ya sabéis, en casa (familia) o en el cole (clase), os animo a probar esta idea...

Volviendo a los anuncios, me he molestado en leer los comentarios de algunas de las personas en "YouTube", los hay de lo más variopintos. No comparto la opinión de muchos, no echo de menos los anuncios del "calvo" de la Navidad. Tampoco me parece, como algunos afirman, que estos anuncios se hayan olvidado del espíritu de la Navidad. Partimos de analizar todo con ojo crítico, los anuncios no dejan de ser de lotería, y con ellos nos invitan a gastar dinero en un juego de azar, y tenemos ínfimas posibilidades de resultar agraciados en él.

Dicho lo cual, me encanta que los anuncios tengan un toque más emocional, me resultan muy cálidos, y me quedo con el mensaje de la importancia de compartir lo bueno que nos pueda pasar. Por ejemplo, en el anuncio del hospital, el enfoque optimista de pensar que vamos a salir adelante de una dificultad (por grave que sea) e intentar mirar el futuro con ilusión (adoro esa actitud, aunque no siempre el resultado sea positivo). Y así un largo etcétera.

Vamos a soñar. Vamos a compartir.  Vamos a no dejar de ilusionarnos...

viernes, 15 de noviembre de 2019

11 del 11 de 2019: Pequeño homenaje a PILAR CORTÉS PINTO

Para los que este nombre no os resulte familiar, me gustaría situaros y presentaros a alguien. Pilar Cortés es una amiga, a la que conocí en el CEIP Santa Catalina en el curso 2011-2012. Es maestra, lo digo en presente, y se jubiló hace nada, el lunes 11 de noviembre.

Querida Pilar:
Visto desde fuera (sin estar en el Santa Catalina), me alegra una barbaridad que te hayas jubilado. Sé que vas a hacer mil cosas y no creo que te aburras. Corro el peligro de verte menos que antes, como me ha pasado con Marisa, pero lo importante es que tú disfrutes al máximo cada día.

Jubilarse no es un regalo, sino lo que te corresponde después de muchos años en activo. Además estando bien de salud, muy bien, de hecho nos das mil vueltas a muchas, podrás acabar o empezar todos los proyectos que tengas en mente (que no serán pocos) o en proceso. Lo que tengo cristalino es que no te 
imagino sin hacer nada, parada. Si antes estabas "en activo", ahora mucho más...¡Buena eres tú ja ja ja!

Los que hemos tenido la gigantesca suerte de coincidir contigo en algún momento de tu etapa docente, sabemos lo que han perdido las aulas, todos, sin excepción (papás, mamás, niños, niñas, compañeros de profesión y todo aquel con el que te haya encontrado en el camino).

Si pudieran, las piedras del Santa Catalina llorarían tu ausencia, porque acaba de irse una maestra de raza, de las que desafortunadamente escasean (pero hacen muchísima falta). Una docente de las que transmite pasión por su labor y energía e ilusión a unos niveles que dudo vuelva a encontrarme.

Eres un ejemplo de lo que para mí es una maestra. Ojalá hayas contagiado a los que te rodean un poquito de todo lo bueno que aportas en el día a día. Esa raza, fuerza, capacidad de diálogo, carácter, sinceridad, energía, discreción, espíritu reivindicativo, transparencia, escucha empática...Y cómo no, ese amor con el que abrazabas a tus peques de Infantil, porque eso no era querer, era amar. ¡Vaya suerte la de tus niños de todos estos años!

Gracias por ser todo eso y siento quedarme corta en el agradecimiento, muy corta. Y ya me permito la licencia de darte las gracias por haber contribuido, mucho más que con un "granito de arena" a darle una vuelta de tuerca al Santa Catalina. 

Nunca olvidaré ese Día de la Paz que pude vivir "in situ", con los alumnos de Primaria e Infantil unidos. Pero juntos para mucho más que para la foto. 

Recuerdo esa visita previa con los niños y niñas de mi tutoría a una de las clases de Infantil, sentándose con ellos. Y también la visita inversa, de los peques de Infantil sentados en las sillas "de los mayores". Verlos de la mano ir a cantar "Mensajes del agua" de Macaco fue muy especial. Se me pone la carne de gallina al recordarlo, porque tengo esa imagen grabada en la retina a fuego. 

¿Y el intercambio de tarjetas navideñas entre TODOS? Un verdadero éxito. Sí, todos, maestros y niños desde Infantil 3 años hasta 6º de Primaria. Esos son un par de ejemplos que viví en primera persona como parte del claustro del cole en el curso 2011-2012. 

Fuera de las aulas, quedaron inauguradas brillantemente en Casas del Conde las rutas de senderismo de los maestros del Santa Catalina, en mayo de 2012 (madre mía, lo que ha llovido desde entonces). Y es que momentos así, suman, hacen piña y favorecen que exista un buen ambiente en el cole.

Como no eres de quedarte quieta, llegó poco después la organización de la Fiesta del Santa Catalina, precisamente en este mes de noviembre. ¿Qué puedo añadir? Me pareció (y me sigue pareciendo), una idea brillante. En mi opinión fu un esfuerzo brutal por parte de todos, un trabajo previo que suele quedar, desgraciadamente, en la sombra. Las cabezas pensantes a las que se le ocurrió esa genial idea sembraron una semilla estupenda. Y ver cómo luego todos participaron en esa jornada fue una gozada.

Recuerdo aquella maravillosa tarde viendo cómo podíamos colgar los paraguas del patio del cole. Acompañados de risas, muchas risas, y de un fuerte sentimiento de pertenecer a un grupo fantástico. Y sentir que íbamos muchos a una, y pasábamos tiempo personal trabajando, una vez más, por el cole, por un bien común. Pero fue algo único, irrepetible. Igual que soy incapaz de olvidarlo, seguramente lo recuerdan bien los que tuvieron la suerte de estar allí, tanto en los momentos previos como la mañana siguiente. Ese privilegio de poder escuchar en ese patio tan bonito, porque práctico no es, pero bonito...un rato largo, a Mayalde. Recuerdo un lleno hasta la bandera de mamás y papás (y otros familiares), profes, niños, niñas...No cabía un alfiler y las caras de todos eran un poema de ilusión. Qué brillo en los ojos...¡Cuánta magia!

GRACIAS infinitas por sumar tantas cosas buenas a la educación de tantos peques. Y también por ser una excelente compañera, dispuesta a dialogar y a la que nunca le ha costado reconocer los errores. Hasta aquí la parte laboral. Si pudiera, te clonaría, que lo sepas.

Y en el plano personal, ¿qué decir? Simplemente me encanta que sigamos formando la una parte de la vida de la otra, aunque no nos veamos con demasiada frecuencia. Gracias por tu amistad, confianza, comprensión, paciencia, optimismo, cariño, generosidad, humildad, empatía, resiliencia, fortaleza, apoyo...Gracias por ser una de las personas con las compartir alegrías y penas, ilusiones y miedos, enfados y sorpresas, desengaños y esperanzas.

Que nadie te diga nunca lo que tienes que hacer, los que te queremos sabemos que eres un espíritu libre. Y ya sabes...¡Ole, ole! (Sin tilde en este caso).

Con mucho cariño:
Raquelilla (porque tú eres de las que me llama así, y me encanta)















viernes, 1 de noviembre de 2019

Emo-ideas (3): A LOS AUSENTES

Paso de "Halloween", tal cual. Me importa un huevo y la yema del otro esta celebración, más cuando es justo la víspera del 1 de noviembre, Día de todos los santos. Me esfuerzo cada año por explicarles a mis alumnos los orígenes de "Halloween", para evitar que se queden en la anécdota de los disfraces, los sustos y el truco o trato. Aunque sé que es una batalla perdida, porque para ellos es una fiesta, y con eso les basta. Dicho esto, deseo de corazón que los que celebran "Halloween" lo disfruten al máximo, lo cortés no quita lo valiente (ya, soy muy refranera).

Hechas estas aclaraciones, ya es 1 de noviembre, y me gustaría aprovechar para recordar a los que ya no están con nosotros.

La idea que propongo esta vez es individual, puede guardar relación con los sentimientos que cada uno quiera: aceptación, nostalgia, ternura, melancolía, amor, tristeza, alivio, miedo, ira, serenidad, desaliento, orgullo, gratitud, soledad, felicidad...La lista tiende a infinito, o esa sensación me da a mí.

Se llama "Carta a los ausentes." No hace falta ser muy avispado para saber por dónde pueden ir los tiros.

Ya sea en familia o en el aula, la actividad es una invitación (cada persona decide si la toma o la rechaza), para escribir una carta (de manera individual) a alguien que fuera muy especial para vosotros, pero que ya no esté aquí.

Como todo lo que propongo, es algo completamente voluntario, más aun esta que otras anteriores, porque supone remover muchas cosas en nuestro interior. Hay gente que no quiere remover nada, y en su derecho está, y otros todavía no están preparados y lo único que van a sentir es dolor. Y otras personas que no quieran, sin más, y hay que respetar el momento en el que cada cual se encuentra.

No voy a escaquearme, así que os dejo mi "carta a los ausentes." No sabía cómo hacerla, si de manera anónima o no. Pero he pensado en la destinataria, en cosas que tuvimos tiempo de hablar, y creo que me lanzo a hacerla con su nombre, porque ella una vez me dijo que no le importaría que un día su historia se contara. A tanto no llego porque emocionalmente sería durísimo recabar cierta información (aunque quién sabe), pero voy a intentar escribirla a corazón abierto.

Tened en cuenta que hay que imaginarse que el destinatario podrá leer esa carta, aunque no sea posible, la intención es escribirla con esa idea.

Obviamente la edad de las personas que hagan la carta tendrá mucho que ver con el contenido de la misma. No hay cartas malas, lo bonito es que los que se decidan a hacerla, intenten plasmar sus sentimientos hacia esa persona en ella. Da igual si hay faltas de ortografía o la expresión escrita no es la más adecuada. Lo que de verdad importa es el fondo, no la forma de la misma.

Cuando cada uno haya escrito su carta, mi idea no incluye leerlas en voz alta ni a otros, porque considero que es un ejercicio de introspección. Optaría por poner música de fondo relajante, sin letra, y que cada cual disponga de tiempo para leerse a sí mismo lo que acaba de escribir.

¿Que hay ganas de comentar entre todos cómo se han sentido?...¡Perfecto! ¿Que nadie quiere hablar?...¡Perfecto también!

A ver, cojo aire y empiezo la mía:

Querida Alejandra (o Jandra o Jandri, como te llamaba mucha de tu gente):

Va a hacer cuatro años que nos dejaste. La mierda del cáncer, cada cosa por su nombre, te arrebató de nuestro lado después de, si la memoria no me falla, más de una larga década luchando contra él. Es verdad que en mis 37 años de vida he sufrido otras ausencias, no demasiadas (afortunadamente), pero ninguna me ha dolido tantísimo como la tuya.

Tanto que es inevitable escribirte esta carta sin poder parar de llorar, y sin acertar a deshacer el nudo que se me hace en la garganta y casi no me deja ni tragar saliva.


Te queríamos una barbaridad,...¡cómo no quererte! No era por pena, no era por lástima, eso jamás. Era porque fuiste un maravilloso ser humano, lleno de bondad, luz,  optimismo, energía, amor, lealtad, esfuerzo, de coraje...De muchas características buenas que pudimos disfrutar los que tuvimos la suerte de, una manera u otra, formar parte de tu vida y tenerte a ti en la nuestra.


Siempre fuiste una persona muy familiar, muy unida a sus hermanos y una gran amiga. Además una madre de 10 y una esposa de 10 (sí, me atrevo a decirlo). Recuerdo una vez que me dijiste que no habías podido tener un mejor compañero de vida que Jandro, qué razón tenías.


Hace bastante que no veo al mayor, a tu Iván, el que más se parece físicamente a ti. Sin embargo a tu peque, Pablo, le sigo la pista y me encanta saber qué hace, las novedades de su vida y sus planes de futuro (que no son pocos). En realidad me gusta mucho tener noticias suyas, aunque no podamos vernos más a menudo. Ahora esas charlas que tú yo teníamos por "guasap" o en el Bécquer principalmente, las tengo con él, convertido en un hombre maravilloso.  Y aunque Iván en el físico guarda más parecido contigo, para mí Pablo es muy tú.

Tienes un marido maravilloso y unos hijos maravillosos también. Estoy segura que desde arriba sonríes al verlos, y ellos te devuelven esa sonrisa y todo el amor que compartisteis.

Creo que nunca te di las gracias por tu amistad, sí por cómo eras conmigo, pero no específicamente por ser mi amiga. GRACIAS, me parece que eres la "culpable" de muchos puntos de inflexión en mi vida, y te lo agradezco enormemente. Ahora ya intento con todas mis fuerzas no dejarme nada en el tintero con las personas a las que quiero, sin necesidad que exista una enfermedad de por medio. Nunca se sabe qué nos deparará el futuro y mi idea es exprimir el presente y disfrutarlo todo lo que se pueda. Y a las personas hay que decirles lo que las queremos, lo mucho que nos importan, lo necesarias que son en nuestras vidas, por qué son especiales para nosotros y, claro está, cuidarlas con todo el mimo que necesiten y que seamos capaces de darles.

Durante un tiempo me pesó no haber pasado más tiempo contigo, luego ya me di cuenta que tenía que ser así, y no había vuelta de hoja. La vida tiene maneras de enseñarnos que a veces nunca alcanzamos a entender.

Fuiste un ejemplo de valentía, de fortaleza y de un coraje desmedido aunque también tuvieras miedo. A lo largo de todo el proceso, o es más apropiado decir "la batalla", era admirable ver cómo afrontabas lo que venía y, pese a que tú no tuvieras buenas noticias (a veces) o no estuvieras en un buen momento, SIEMPRE estabas ahí, al pie del cañón, para echar una mano, animar, escuchar, consolar, entender, querer...

Tengo grabada a fuego tu sonrisa, tu manera de abrazar y lo dulce que era tu voz. Y una inigualable capacidad de escucha. Precioso destino que tuvo a bien que nos cruzásemos gracias a unas clases particulares con Pablo. Quién iba a decirnos que de ahí surgiría una AMISTAD. 

A veces, si lo pienso fríamente, creo que te fallé, que no supe estar a la altura en tus últimos meses de vida, y me limité a respetar tu ausencia de noticias, porque no sabía que ese sí va a ser el adiós definitivo. Es posible que, ilusa de mí, confiara en verte renacer una vez más, ver cómo sorteabas el bache y seguías adelante, a pesar de haber pasado ya por rachas muy malas. Sé que también pudiste vivir momentos muy muy felices con los tuyos, y con eso nos quedamos todos.

Gracias por quitarle hierro a la muerte y hacerme valorar todavía más la VIDA.

SIEMPRE te querremos y recordaremos todos esos momentos de felicidad a tu lado. 

Alargo el brazo para agarrar tu mano con ternura y darte un abrazo gigantesco:

Raquelilla

Y hasta aquí puedo escribir. Como dijo Fernando Savater una vez y en anteriores ocasiones he tomado prestada esta frase suya: "Palabras me faltan cuando la emoción me sobra."

Esta entrada va dedicada a todos los que ausentes. Pero no únicamente a ellos, además he pensado mucho en los presentes, en los que nos quedamos aquí con ese dolor difícilmente descriptible y a ratos insoportable. Porque cuando alguien se muere, nunca es buen momento. Porque cuando una persona fallece, los que la querían, la amaban, comienzan un duelo que a veces parece interminable. Porque hay heridas que no se sabe si un día cerrarán. Y punto.


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