lunes, 23 de agosto de 2021

Treinta y todos

Antes de ayer fue mi cumpleaños. No oculto la edad (de momento) ni me quito años (todavía ja, ja, ja). Pese a lo fuerte que puede sonar el número 39, me gusta más que el 38, simplemente por ser impar.

En lo que va de verano me he dejado caer poco por el blog, la verdad me echaba para atrás sentarme frente al ordenador, porque lo asocio con trabajo, y noto que cada vez veo peor. Sí, hay gente que dice que es por la edad, quizás; eso, y/o las infinitas horas que padecí con el ordenador cuando estuvimos confinados desde finales de marzo de 2020 (maldigo esa enseñanza telemática una y mil veces)...Digo yo que algo tendrá que ver.

Ayer hacía balance de la de cosas que tenía pensado hacer a lo largo del verano y, por mil y un motivos, a estas alturas he hecho poquísimas. Pero no me molesta, ni me duele, ni nada. No se han hecho muchas de las de mi lista mental, pero sí otras que no estaban en ella, unas buscadas, otras no tanto.

Aquí van mis 39 razones para seguir teniendo muchas ganas de seguir cumpliendo años. Las numero pero no quiere decir nada. De hecho si en otro momento hago la lista, pueden salir 39 diferentes, tal cual:

1.-Un concierto de Rozalén al aire libre.

2.-Sentarme en la arena para contemplar el amanecer en la playa.

3.-Estrenar cámara de fotos.

4.-Ver a mi amiga Ana Belén vestida de novia, y la emoción de Jose cuando la vio entrar en la iglesia.

5.-Cenar en la mejor de las compañías.

6.-Probar el pulpo (sí, eso fue a mis ya pasados 38 años).

7.-Seguir pudiendo comer la tortilla de patatas de mi madre.

8.-Que me regalen la luna, tal cual.

9.-Hablar con un par de amigas sobre lo que me preocupa, me da la vida y me hace sonreír, sin líneas rojas.

10.-Devorar la serie "New Ámsterdam", y emocionarme con ella. Lo mío con las series de sanitarios es para estudiar ja, ja, ja.

11.-Ver que mis padres están razonablemente bien de salud.

12.-Pasar más tiempo con mi hermano.

13.-Conversaciones de guasap para hablar de lo que sea, pero hablar, aunque sea un ratito.

14.-Volver a Compensatoria.

15.-Ir y venir cuando me apetece dependiendo solo de mí misma.

16.-Ver una peli en el cine, aunque sea rematadamente mala.

17.-Comprobar que hay cosas mucho más sencillas de lo que parecían a priori.

18.-Seguir luchando por mis sueños, poquito a poco.

19.-Perderme en librerías especiales.

20.-Regresar a la Feria del Libro de Madrid.

21.-Encontrar un piso que me encaje.

22.-Aprender a aparcar (algún día lo haré decentemente, o eso quiero creer).

23.-Perder miedos.

24.-Soplar las velas del cumple. Hay años que reciclo las del otros años. Esta vez no, vi unas de colores que me gustaron mucho, unas con forma de estrella y otras de corazoncitos con lunares.. Debido a que en verano estoy de "vacaciones neuronales" no tenía ni idea de dónde había dejado ninguna de las mencionadas antes (aparecieron esta mañana). Compré la mañana del 21 otras velitas, las azules y...¡listo!


25.-Encontrar algún chollo en época de rebajas u otras promociones.

26.-Los abrazos apretados.

27.-Descubrir o redescubrir algún lugar.

28.-Envolver regalos.

29.-Los besos.

30.-Leer a Defreds.

31.-Ver bien a las personas que quiero.

32.-Estar con mis amigos.

33.-Las risas con los/as compis del "Seve".

34.-Viajar.

35.-Mis niños (y algunas familias).

36.-La confianza. Cuando alguien comparte conmigo algo muy íntimo, lo sepan otras personas o solo yo, me resulta muy especial y así ma hace sentir.

37.-Las vacunas del COVID.

38.-Escribir y dibujar

39.-Los detalles, no por ellos en sí mismos, sino por las personas que los tienen.

Aunque en la lista está presente la música, a través de Rozalén, he optado por una canción muy reciente, Paso a dos, de Vanessa Martín.


Aprovecho para dar las gracias a los que me felicitasteis por una vía u otra. Gracias por vuestro cariño, voces, palabras...Por todo.

lunes, 16 de agosto de 2021

Positivo-positivo-negativo-negativo

El título es una quiniela ni un acertijo, son resultados de PCR familiares. Una de ellas, la mía (en realidad llevo cuatro este año y dos han sido en la última semana). Y de verdad...¡benditas vacunas! Pobres aquellos que no creen en vacunarse, ni admiten los peligros reales del COVID. Yo, me considero optimista, jamás me he alegrado tanto de ser negativa. Me doy cuenta que aunque es triste no poder celebrar un cumpleaños de un familiar muy cercano por el confinamiento de dos y cuarentena de otro; mucho peor habría sido tener a alguien ingresado. Al final mis padres están pasando el COVID como una especie de gripe, así que tenemos razones de sobra para celebrar más adelante el cumple de uno de ellos. Por si no lo sabéis, hasta el momento no había estado en esta situación y no tenía ni idea, en la actualidad, si eres contacto estrecho de un positivo (o dos), pero te han administrado las dos dosis de la vacuna correspondiente, no hay que guardar cuarentena. Salvo que haya pasado muy poco tiempo desde que te administraran la segunda dosis y consideren que no ha dado tiempo a tener toda la inmunidad que proporciona.

Lo comparto para que la gente sea consciente de algo, aun estando vacunando, puedes "cogerlo". Sí, nada que ver con haberse contagiado si no hubieran estado vacunados, eso lo tengo clarísimo. Pero, os animo a no relajaros en exceso, ellos no han bajado la guardia, se han socializado muy poco, y ni por esas, el virus es el virus y sigue entre nosotros.

En conclusión, están ahorrándose muchas bajas con esta manera de proceder, y arriesgándose a que mucha gente pueda contagiarse. Porque, como ya he podido ver a mi alrededor, puedes contagiarte pese a estar vacunado (de los que no se vacunan no digo nada más, prefiero morderme la lengua).

Anécdotas covidianas a un lado, la vida sigue. Sí, sigue, con su ola de calor (ozú qué espanto), y su todo. Y vuelta a relativizar, a darse cuenta que prácticamente todo en esta vida tiene remedio. Y qué bien. No pasa nada si hay que celebrar un cumple de manera anticipada, como ha pasado en un caso; a distancia, caso de mi padre; después de la fecha o, porque no se puede, no apetece o mil motivos, no celebrar nada de nada. De nosotros depende hacer un poco más especiales esas fechas significativas de los que más queremos. Y cómo disfruto con esas cosas, ahora incluso más, cuando toca agudizar el ingenio por distancia, ocupaciones laborales, familiares, salud u otras circunstancias. Doy gracias a internet, por ser fuente inagotable de recursos. Y también porque aunque pueda sonar extraño, esos detalles en los que no podemos estar pero buscamos las vueltas para estar "presentes" de alguna forma, a mí hacen que me sienta más cerca de algunas personas. Internet (determinadas compras online por ejemplo) ayuda mucho, u otros medios más analógicos. Cuando se pueda, el día que sea, ya habrá tiempo de besos y abrazos. Si hoy (o ayer) no podemos (pudimos) vernos, existen las videollamadas, o las llamadas, tal cual. No me negaréis que hay un abismo de recibir un "guasap" de felicitación, a que sea un audio. Otro escalón superior sería un llamada, otro más arriba la videollamada y, lo mejor, el verse en persona (con o sin distancia, si es sin ella ya es un gol en el minuto 90 de partido).

En estos días raros, en los que quedar, lo que se dice quedar, solo he quedado con una persona, sabiendo que yo era negativa, antes de saber los resultados no, al contrario, tuve que anular una "quedada" previa a la PCR, por si las moscas, la música ha sido una de mis mejores compañeras, me ha acompañado en mis idas y venidas a nuestro hogar en verano. De vez en cuando intentaba poner alguna cadena con "noticias", pero cambiaba rápido porque siguen siendo "teledesgracias", no lo digo únicamente por la pandemia...Y, con la mano en el corazón, me pongo nerviosa, al volante voy tranquila llevando música.

Y eso era lo que hoy me apetecía contar. No me alargo más porque el calor sigue apretando y el ordenador no ayuda. Desde luego que querer es cuidar. Gracias a los que habéis estado pendientes de cómo evolucionaba todo. 

Dejo algunas notas musicales para acabar esta entrada.




lunes, 9 de agosto de 2021

LAS PREGUNTAS QUE NOS UNEN

El título de la entrada tiene copyright. Es un libro de Alba Cantalapiedra, nacido de un proyecto online. Las personas que participaron podían hacer cualquier pregunta, pero esta solo podía responderse a través de un dibujo.
Cuando voy de vacaciones siempre "cae" algún libro. Da igual dónde vaya. El que os recomiendo aquí lo descubrí en la FNAC de Valencia. No buscaba nada en particular, solamente miré y miré intentando dar con alguno que de verdad llamara mi atención. Cayeron varios...pero hoy quiero mostraros un poquito de éste.
Está dividido en nueve secciones distintas y me encanta. Me encanta ver cómo la autora ha sido capaz de responder a tantos interrogantes a través de los dibujos...Los nueve apartados del libro son los siguientes:
1. Consultorio ilustrado
2. Lo que sentimos
3. La era del emoticono
4. El mundo que nos rodea
5. En mi cabeza
6. Las relaciones en nuestras vidas
7. Imaginario colectivo
8. Vivir en tiempos de COVID
9. Ahora tú dibujas
Os pongo unos dibujos de la sección "En mi cabeza". Y como hace demasiado que no escribo en el blog, no es por falta de cositas para compartir en él, sino por temas logísticos (cuando estoy donde está el ordenador, no paro en casa casi nada), he respondido, con palabras, a esas preguntas. Soy mucho de hacerme preguntas, a veces las busco y otras la vida nos la va colocando en el camino. Pero me gusta buscar respuestas, sin calentarme la cabeza, eso sí. Me he dado cuenta que la misma pregunta a lo mejor no tiene la misma respuesta en momentos diferentes, pero creo que eso está bien, ir evolucionando, cambiando, no tener unas ideas inamovibles, sino ir adaptándonos según lo que nos pasa, lo vivido, lo sentido...Todo. Qué profunda para ser lunes (no aprendo, ja, ja ja). ¡Al lío!





Pues más bien no. Creo que a primera vista puede gustarte una persona, pero si es a primera vista no será amor, sino atracción pura y dura, el flechazo del que hemos oído hablar toda la vida. No lo llamaría amor, porque el amor requiere de todos los sentidos, no solo la vista. Necesita la vista, por supuesto. Tiene que haber algo especial en esa persona, que te atraiga, esa química es imprescindible. Además el oído, para mí es muy importante que si estoy con alguien, ese hombre tenga una voz bonita, una que a mí me resulte muy agradable de escuchar. Y que sepa hacerme reír, y reírse, el sentido del humor tiene que estar muy presente. Del tacto pues ¿qué decir? lo mágico de sentir otra piel, no voy a explicar más. Igual que del gusto. Y para acabar, el olfato, importantísimo que te guste cómo huela esa persona, con o sin colonia/perfume, su olor, tal cual. 
Por eso no, no creo en el "amor a primera vista", me parece que no es la manera correcta de definirlo, en la "atracción a primera vista sí". Pero me parece infinitamente más romántico e interesante el día a día, el ir descubriendo a esa persona, sus entresijos, tanto lo que te gusta como lo que no, pero de saber amar a alguien con todas sus capas, sus dobleces, no sé qué nombre le pondríais vosotros, fijo que entendéis a lo que me refiero. Y ahí está la magia, en querer a alguien tal cual, no es fácil, pero es fantástico.


Adoro dibujar. El problema es cuando haces algo por obligación y no por gusto. Este verano, igual que al menos los cinco (o a saber) anteriores, me propuse empezar con las tarjetas de Navidad. Para evitar lo de siempre, sentir que me pilla el toro. A 9 de agosto, no he hecho ni una. Quizás se acaben las vacaciones y sigamos igual, o me dé un día la ventolera y haga diez del tirón...Ya se verá.
Pero me gusta una barbaridad dibujar, me relaja muchísimo, me sirve para concentrarme y pierdo la noción del tiempo dibujando. Dejé las clases de dibujo porque la hora me venía regular, el lugar (mil escaleras con un ascensor transparente que me da pavor) y porque me di cuenta que soy un alma libre a la hora de hacer dibujos. Me gusta elegir qué hacer en cada momento, sin normas ni instrucciones de ningún tipo, dibujar por placer.

Como la pregunta está formulada en tiempo pasado, voy a intentar responderla teniendo eso en cuenta. No obstante, creo que es "ahora". Puntualizado esto, pensando en etapas pasadas, me quedó con dos. Una, mi etapa del cole como alumna en el "Paco Viruta", fui muy muy feliz. Allí estuve desde 1º a 8º de EGB. Para los que no hayáis entendido de qué cole hablo, es el CEIP "Francisco de Vitoria". Creo que es bueno disfrutar cada momento evitando compararlo con otros, esos fueron años muy felices, y esa época me marcó. Desde que hacía cadenetas con las hojas caídas de los chopos del patio hasta las lágrimas casi inagotables en 8º al ver que eso se acababa, e iba a separarme de prácticamente todos mis compañeros, porque yo no fui al Uribarri a continuar mis estudios.

Y otra, los dos cursos de Comunicación Audiovisual. Sí, fue tiempo de estudiar, pero son los estudios que ya hice "porque sí", me apetecía muchísimo estudiar CAV y nunca me planteé que se convirtiera en lo que me diera de comer. Pero el momento (la edad que tenía), la gente maravillosa con la que di, y los estudios en sí, tuvieron infinidad de momentos inolvidables, en los que me sentía muy realizada en algunos aspectos. Qué felicidad. Ayer vi que tenía una carta de ALUMNI, una asociación de antiguos alumnos de la Universidad de Salamanca. Organizan un encuentro de los alumnos que finalizaron sus estudios en 2006 (como es mi caso), para el mes de noviembre. La idea es conmemorar esos 15 años e intercambiar experiencias. Suena de cine, pero con lo de la pandemia me parece arriesgado y no creo que cambie de opinión y me apunte. Aunque sí, con la mano en el corazón me encantaría ver a mis compañeros de Comunicación y saber qué ha sido de sus vidas, a muchísimos les he perdido la pista (lo veo lógico).


Más de uno me habrá escuchado que me gustaría tener el poder de teletransportarme. Lo usaría cuando quiero ver a alguien y no puedo porque estamos en sitios diferentes. Y no solo para momentos duros, también para las alegrías. Sería fabuloso, poder dar o recibir un abrazo en el momento que sabes que otra persona lo necesita o que a mí me vendría de fábula. Pero como hasta ahora no tengo ese poder, al final buscas alternativas a esos abrazos, besos...y aprendes a no tener prisa, ser menos exigente y mimar de otras formas.
Ese es uno, aunque como esto son preguntas al aire que por tedio me he lanzado a responder, voy a poner un segundo poder, todavía más importante. Quiero tener tiempo, no para mí, sino para regalar a la gente a la que quiero. Bueno, en parte sí es un poquito también para mí, porque tengo muchas ganas de disfrutar de algo más de tiempo con algunas personas. En plan estar con alguien y que no haga falta mirar el reloj, y puedan pasar dos horas, cinco o siete. Siento que todo llega y saber esperar es un arte. No soy experta en él pero aprendo a pasos agigantados. Así que...¡Cuando se pueda!

Y con una entrada tan personal acaba esta entrada del blog, sigo teniendo mucho por escribir (tengo una ya empezada desde hace un par de semanas), y otro par en mi cabeza.
Esta vez sí hay canción. Tiene unos añitos, se llama "Respirar" y es de Bebe...¡Respiremos!