viernes, 22 de mayo de 2020

No más cuentas: Aquí estoy

Ya no hay más COVID-entradas. Hace casi quince días, 9 de mayo, puse fin a los audios que estuve enviando durante 56 días a personas muy importantes para mí. Era el momento, en el horizonte hablaban de "nueva normalidad," y ya no le veía mucho sentido a eso que tanto he repetido, como un mantra, "Un día más, un día menos." Algún día a lo mejor los escucho por segunda vez. 

He tenido días muy duros, ya pasaron, pero allí anduvieron, quitándome paz y hundiéndome. La parte más reciente del estado de alarma, desde que empezaron a poder salir los niños un ratito y luego los demás, se me hizo muy cuesta arriba...demasiado. Una peligrosa combinación de hartazgo, desánimo, desilusión y agotamiento. Pero como mencioné al comienzo de este párrafo, ya son pasado.

Por eso desde esta entrada, ya no hay números de los días que han pasado desde que comenzamos a estar confinados. Me he hartado de tanta cuenta, y de tanto cuento que escuchamos de unos y otros. Vivimos una situación de anormalidad que habrá que aceptarla y llevarla lo mejor que podamos, dure lo que dure.

De momento me encuentro mucho mejor y ya hace días que vi rayitos de luz otra vez. Qué bueno que siempre vuelven a aparecer...

He visitado ya dos veces la librería de mi barrio,  reabrió sus puertas este pasado lunes 18. Fue triste comprobar que no se puede pasear entre libros, pinturas de muchos tipos, folios de colores, carpetas, cartulinas...Pero qué ilusión ver al dueño, aunque separados por dos mamparas de plástico. Ya volverán los paseos de papel. Compré dos libros y otro par están de camino. Tengo muy claro que en lo que pueda, hay que colaborar a levantar el pequeño comercio. Igual me pasó en la peluquería la semana pasada. Le explicaba a la dueña que temía que cerrara el negocio y no volver a verlas. No soy de las que llegan a la peluquería y de entrada cuenta su vida, buena soy para esas cosas. Lo que pasa es que llevo años yendo a la misma y el roce hace el cariño. Las dos personas que están allí son excelentes profesionales y muy buena gente, y qué bien verlas de vuelta. 

Quizás suena raro pero me parece que es la vez que más he disfrutado de ir a la "pelu," era un detalle más para acabar de levantarme y sonreírle nuevamente a la vida. Qué profunda ando...Ya, es lo que hay.

Ni por asomo había pensado escribir hoy en el blog. Estoy cabreada con mi portátil, o siendo más precisa, con el tiempo que paso sentada frente a la pantalla con TEAMS. Y mi espalda cualquier día se independiza de mí, razones no le faltan. Lo último que corregí fue a las once y media de la noche. Y había más cosas pendientes de corregir (no muchas, porque me he dado un palizón de aúpa) y otras de preparar, pero decidí frenar y ya después de desayunar vuelvo a la carga. Si alguno piensa que los docentes estamos de vacaciones, con la mano en el corazón le digo que puede que algunos tengan las espaldas muy anchas, pasen de todo y estén sin dar palo al agua. Pero la mayoría estamos hasta arriba de curro, haciendo malabares con mil cosas y viendo que los días simplemente se esfuman. Y aguantando algunas cosas que dan para escribir varios libros. Pero paciencia y ánimo compañeros, el curso no es eterno (menos mal).

Entre cabreo y cabreo con la enseñanza telemática, el miércoles tuve una clase virtual con mis alumnos de 4º, en dos grupos de 4. Vamos, en realidad fueron dos clases. Fue una inyección de alegría verlos y hablar con ellos. Además debían estar alineados los astros, porque todos pudieron conectarse sin problemas. Y nos vimos, nos saludamos, hablamos (de nosotros, de Science lo que más claro, del cole y de la situación), nos reímos y nos despedimos mandándonos besos entre pantallas, quiero pensar que les han llegado. Hay días en los que todo fluye, será cuestión de equilibrio, por esas jornadas que se atraviesan como un hueso de aceituna en la garganta.

Aunque la culpa de estar aquí a las mil no es de TEAMS, es de una canción. Hay música que invita a soñar, y venía solo a escuchar la nueva canción de Rozalén. Ese era el plan, os lo prometo, escucharla, compartirla en Facebook si me gustaba e irme a la cama a ver si, con un poco de suerte y mi amigo el mp4 cargadito de música, me dormía.

Pero la he escuchado, y he decidido algo: Este tren lo cojo yo. Para que entendáis mejor a lo que me refiero, esta es la letra:



Autores de la canción: María de los Ángeles Rozalén Ortuño

Letra de Este Tren
Imagina
que nos despojamos de nuestras mochilas.
Ser libre, del todo libre.
Libre hasta de ti. Hasta de ti.
Si confías,
abandona lo que no tenga valor.
Extiende lenta tu mano,
agarra fuerte la mía,
solos tú y yo. Solos tú y yo.

Te llevaría a una playa lejana
a observar un horizonte turquesa infinito.
A que enterraras tus pies en la arena,
que nos despeinaran los vientos más fríos.
Te subiría hasta un acantilado,
al más alto cortante y valiente,
para gritar fuerte
qué hermosa puedo ver a través de tus ojos
la Vida.

Imagina
que hoy el viento sopla en otra dirección.
Solo tropieza el que camina
y también hay lugar para el error. Bendito error.
Con mis dedos
voy a dibujar mensajes en tu piel.
Atiende a las señales,
en verdad, nunca hay nada que temer.

Te llevaría ante un cielo encendido
a hablar con las estrellas brillantes que guían.
A sumergirnos ligeros del mundo
en lo más profundo donde no nos vean.
Te abrazaría hasta que amaneciera,
hasta que los minutos no pasen,
no maten, no hieran.
Qué hermosa puedo ver a través de tus ojos
la Vida.
Qué hermosa puedo ver la vida.

Sube a este tren,
hay paisajes que solo verás una vez.
Sube a este tren,
que es probable que no vuelva a pasar.


(C) 2020 Sony Music Entertainment España, S.L.


Una auténtica delicia. La frase "Qué hermosa puedo ver a través de tus ojos la vida" casi me deja sin respiración. ¿Y eso de "Te llevaría ante un cielo encendido a hablar con las estrellas brillantes que guían"? ¿cómo se os queda el cuerpo? De verdad que se me ha puesto la carne de gallina. Estaba escribiendo mientras la escuchaba y paré, tuve que detenerme para empaparme de este regalazo de Rozalén. Pero es que da igual qué parte, no tiene desperdicio. Una preciosidad con todas las letras. Vaya invitación tan preciosa que nos hace: SUBE A ESTE TREN. Y pienso subir.


jueves, 7 de mayo de 2020

Paseos: CORONAVIRUS días 51 al 54

He estado a un tris de titular esta entrada "Hartazgo", pero me parecía tan negativo el poso que podía dejar o al menos lanzar al aire, que he cambiado de idea.

Llevo paseando cinco días, además de los trayectos ya conocidos u otras gestiones que haya tenido que realizar. Compartí ya en el blog ese primer paseo, con una ilusión tremenda por recuperar parte de la libertad, que por motivos de salud ha disminuido. En uno de los paseos me he dejado caer por la Plaza Mayor, para mí, el monumento más hermoso de Salamanca sin rivales que le hagan sombra. Me encuentro un ágora poco concurrida, cuando suele ser uno de los hervideros de la ciudad, un crisol cultural y de personas de todas las edades y sitios de origen. Ahora, si es en hora de paseo, no nos encontramos con niños de catorce años o menos, ni personas de más de 70 años.  Por motivos evidentes y acentuados por el confinamiento, voy de cabeza al paseo en el turno de tarde-noche, el otro ni me lo planteo.

Como soy como soy, no puedo evitar ir cámara en ristre, y recorro todo el perímetro de la Plaza Mayor. Paseo por los soportales parándome encada punto, observando una vez más un monumento que nunca me canso de disfrutar. Os dejo un par de fotos de antes de ayer. La de los soportales vacíos impresiona, al menos a mí sí. Los que sois de aquí o conocéis un poco Salamanca, sabréis que esa imagen, a las ocho y media de la tarde de un día cualquiera, no es común. Y así de paso os acerco un pedacito de la ciudad a los que estáis fuera y os apetece verla. Y no es un cachito cualquiera...



Imágenes propiedad de Raquel Plaza Juan


Gran parte de las cafeterías y restaurantes en las cercanías de la Plaza o en ella misma, tienen unos carteles rojos anunciando su traspaso, pero es una reivindicación, porque va acompañada de cifras, como el peso que tiene este sector en el PIB, o cuánta gente se verá afectada por las nuevas condiciones para abrir el negocio (si se puede). Creo que a la mayoría no les va a quedar otra que reinventarse, pero me da que no todos van a estar en condiciones de afrontar esa reinvención.  

Los dos primeros días el paseo fue más una búsqueda algo desesperada de zonas verdes. Luego simplemente he querido desconectar, que me dé el aire y moverme, sin más pretensiones. Los ojos se me iban a la gente y a los comercios. En cuanto a la gente, si antes me fijaba en los ojos, ahora, parapetados (la mayoría) tras la mascarilla, con más motivo. Casi todos eran respetuosos con la distancia de seguridad, pero hay díscolos que van a su bola, sin darse cuenta que ahora sí o sí, o remamos todos a una, o nos hundimos todos...Y pienso agarrarme a lo que haga falta para evitar hundimientos, y colaborar en lo que pueda. 

Comprobé que muchos negocios no tienen fecha de reapertura prevista, y eso preocupa. En las imágenes veis negocios cerrados, que buscan dueño, pero ya estaban así antes del estado de alarma. El bar me ha dado pena, es ya del barrio San Bernardo, pero está a dos minutos de mi casa...No sé en qué momento exacto echó el cierre. Y el otro muestra un comercio "de toda la vida", que acabó su actividad con la jubilación del dueño actual. Es una tienda no muy amplia, pero con encanto. Su mayor baza era el trato personalizado. Forma parte de mis recuerdos de la infancia, aunque ya crecidita también he estado allí.




La librería de mi barrio abre el 11 de mayo, y allí estaré puntual. Sí, respetando las medidas de seguridad, tanto de distanciamiento como higiénicas, todo sea por la salud, pero me parece que si se puede, hay que colaborar para ayudar a sobrevivir al comercio local. 

Ayer opté por darme una vuelta por mi barrio, y en concreto por la decoración de puertas de garaje, fachadas de edificios...Os dejo una selección de algunas de las "obras" del Barrio del Oeste, que en realidad es Carmelitas-oeste. Hay para todos los gustos. Os invito a verlas en persona. 









Esta tarde...más. No creáis que todo es color de rosas, pero cada cual decide lo que quiere compartir en cada momento y con qué intención habla o calla.

En medio de la pandemia, llevo vistas dos series de TV, al ritmo que puedo porque eso no es lo prioritario. Aprovecho para recomendar Merlí. Por error vi antes el "spin off" que la primera, pero al final ha sido algo positivo. Me parece que gracias a ese error la "continuación" me ha gustado más que si hubiera seguido el orden cronológico. Y de Merlí me quedo con muchas cosas, que nos vienen de perlas a los docentes, ahora y siempre. Dicho queda, si eres maestro o profe y no la has visto, quizás sea un buen momento.

Y creo que hasta aquí debo escribir, son algo más de las cuatro de la madrugada y ahora sí, tengo sueño. Hubo un punto, en abril, en el que pensé que de esta saldría sin ojeras. Ja, ja, ja, qué ilusa soy. Ánimo a todos y a seguir luchando. 


domingo, 3 de mayo de 2020

Libertad, flores y mamás: CORONAVIRUS días 42 al 50

Ya lo cantaba y lo canta Sabina, ¿Quién me ha robado el mes de abril? Sí, ya habéis arrancado esa hoja del calendario y mayo ha entrado con fuerza y, quiero sentirlo así, algo de esperanza.

Durante muchos días mi único paseo, de las pocas veces que he salido, era recorrer la escasa distancia que separa mi casa del supermercado y/o la farmacia. Ayer, dentro del plan de desescalada, disfruté de un paseo de verdad, con restricciones pero con cierto aire a libertad, bueno, semilibertad quizá sea algo más aproximado a la realidad, a la que me niego a llamar nueva normalidad (cuestión de matices).

Entre los dos tramos que teníamos, de 6 a 10 horas o de 20 a 23 hr, no tardé ni medio segundo en decidir que mi horita de paseo, iba a ser por la tarde. Hasta las 4 de la madrugada no suelo quedarme dormida, por lo que iba a estar más fresca por la tarde, que no a primera hora, madrugando para pasear. Me habría encantado bajar a ver la Plaza Mayor, y el margen de distancia desde mi casa se cumplía de sobra, pero temía que hubiera sido la opción de muchos. Como hasta el río no podía llegar, habría sido fabuloso, me conformé con ver "algo de verde." Estuvimos paseando por la avenida de Salamanca y luego por el parque de Villar y Macías. Por lo que parece aquí los jardineros no han trabajado durante el confinamiento, y es comprensible, pero sé de buena tinta que en otras provincias sí. Al llevar este periodo sin intervención humana, la naturaleza se ha abierto paso más que nunca. Ha sido una delicia ver la paleta de colores tan bonita que nos ofrecían las flores que nos íbamos encontrando, como amapolas, malvas, viboreras, clavelinas, margaritas, glicinias... Os dejo algunos ejemplos. En vivo y en directo ganan, pero ojalá os ayuden a haceros una idea:



Imágenes propiedad de Raquel Plaza Juan
El tiempo acompañó, y jamás he disfrutado tanto un simple paseo. Puede ser uno de los cambios de este confinamiento, el valorar la importancia de cosas tan habituales que nos parecían seguras, y resulta que no, en cualquier momento podemos vernos privadas de ellas. Esta tarde más...Por cierto, en general la gente muy responsable, casi todo el mundo con mascarilla y respetando la distancia de seguridad.

Y ahora ya, al lío, a esos días que marca el calendario y no quiero dejar pasar. El Día de la madre. 

Espero no dejarme a ninguna en el tintero.

Esta parte del mensaje va dedicadas a vosotras, a todas las madres. Como siempre menciono, cómo no, a la mía, por tener una paciencia de santa, ser más buena que el pan y quererme con locura (amarme, quererme es poco), aunque no siempre se lo ponga fácil (cosas de hija obediente, pero con un puntito de rebeldía). Creo que es la persona a la que más me parezco en este mundo, tanto físicamente como en el carácter, aunque ella es mucho mejor persona que yo. 

Hecho el inciso para mi madre, voy a por aquellas que no quiero dejar para el final, las ausentes físicamente, el grupo de mamás ángeles. Esas que desgraciadamente ya no están pero siguen cuidando de sus hijos de alguna forma, aunque sea vigilando desde alguna parte, pero están. Por ellas, o para ser más justa, por el cariño gigantesco hacia sus hijos e hijas, el audio de ayer no fue sobre las madres, ni tampoco lo será el de hoy, para no hacer más grande heridas que sé que siguen doliendo, y es natural.

Sigo con las mamás recién llegadas al club, las que hace poco tiempo han estrenado el título, y son madres maravillosas pese a la inexperiencia,  compensan con algo que todas las madres tienen hacia sus retoños: amor infinito. Feliz día, muy especial claro, para todas vosotras.

Están también las mamás-papás o los papás-mamás. En el primer caso, cuando no hay papá (por la razón que sea, porque de verdad no existe, porque falleció o porque está pero como si no estuviera). En el segundo, al contrario, me refiero a aquellos papás que por circunstancias de la vida tienen que hacer también de madres. Perdonadme pero creo que lo tienen un pelín más complicado los papás-mamás, pero es solo una opinión. Se traten de unas u otros, feliz día a ambos y todo mi cariño, sois un tesoro para vuestros hijos, y os sacrificáis de una manera admirable. Lo digo con un cariño inconmensurable.

Por supuesto a las mamás en general, que trabajan (estas son todas), porque trabajar en casa y fuera de ella no, ya es mucho tarea. Y tener que hacerlo dentro y fuera del hogar, una odisea. Me quito el sombrero ante las que ahora están teletrabajando y a la vez cuidan de sus peques. Sois todas unas heroínas sin capa.

Y como siempre, a las futuras mamás, estén ya en el camino de convertirse en madres o tengan ese deseo aunque todavía no se haya hecho realidad. Y en general, a todas las que se sienten madres y actúan como tales, da igual la razón.

A todas las personas mencionadas hasta este punto, sin excepción, os deseo un día repleto de felicidad, porque da igual cuántas veces lo repitamos, siempre vamos a quedarnos muy cortos: GRACIAS eternas.