domingo, 31 de octubre de 2021

EMOLECTURAS 6: Frida...La muerte

Como todas las anteriores, cada una de mis "Emolecturas" no es fruto del azar. Mañana muchas personas celebran en España el "Día de todos los Santos", en el que se suele honrar/recordar a los difuntos. De manera paralela a esta celebración, en México celebran el "Día de Muertos", explicado de manera resumida en la imagen siguiente.


La indicustible protagonista del libro recomendado en esta entrada es una mejicana, Frida Kalho. De Frida se han escrito libros para todos los gustos, y de muchos formatos distintos. El elegido es una joya de Sébastien Perez y Benjamin Lacombe, de la editorial Edelvives.

Es un libro delicado, de los que hay que cuidar para conservar las ilustraciones intactas. Además las imágenes van acompañadas de textos breves pero poderosos, que abordan nueve temas muy presentes en la vida de Frida, entre los que se encuentran el amor y la muerte. Estas imágenes son del interior del libro.




El contenido del libro me parece complicado para Primaria. Lo visualizo en Secundaria, Bachillerato, FP, enseñanzas universitarias...Creo que además puede ser excelente para hacer un proyecto que englobe varias áreas (Lengua Castellana y Literatura, Plástica, Música, TIC...).

Leía hace un rato a Elvira Sastre (traductora, filóloga, poetisa...) en Instagram, compartiendo su experiencia celebrando la tradición mexicana del "Día de Muertos" en su casa, con altar incluido.

Comparto parte de sus reflexiones, por lo identificada que me siento con sus palabras:

"Yo no creo en ningún dios, pero sí en las emociones y en todo lo que las envuelve: ahí es donde está la vida.

Ojalá adoptáramos esta tradición en España. Es maravilloso mirar a la muerte sin miedo, tal y como lo hacen los mexicanos. Celebrar las ausencias, no silenciarlas. Festejar. Recordar sin miedo. Darle color. Estar juntos."

Sabéis lo mucho que creo en las emociones y en todo lo que las rodea, porque son las que dan forma a la vida. Este blog es un ejemplo de ello, en él plasmo parte de mi universo emocional. De pequeños nos enseñan, o mejor dicho, me enseñaron, a mirar a la muerte con miedo. Con los años he ido viéndola de otra forma, con respeto sí, pero no con miedo. No tengo ninguna gana de morirme. Ya, parece una obviedad, pero lo digo porque desgraciadamente, hay mucha gente en el mundo sin ganas de seguir viviendo. Ojalá me queden muchos años por disfrutar, sueños por cumplir y seguir teniendo personas conmigo con las que exprimir la vida y a las que amar. Veo la muerte como un punto y seguido. Quiero pensar que los que se van, aquellos que fallecen, de alguna manera viven en nosotros, gracias a las experiencias compartidas con ellos. No creo en la vida más allá de la muerte, pero sí en que de alguna manera los que no están aquí físicamente nos "mandan" su fuerza, energía, de alguna forma. Ya, puede ser una contradicción, cada uno construye su vida adaptándose a lo que le va tocando vivir en cada etapa. Y habrá creencias que se mantengan, y otras que varíen con el paso de los años.

Se habla poco de los muertos, o hablo poco de los muertos sería más correcto, tal vez porque así lo he mamado. Sería mucho más bonito recordar momentos de su existencia que nos hagan sonreír que visitar cementerios. No obstante entiendo lo de los cementerios, no lo comparto pero lo comprendo. Me da la sensación que a los familiares de alguien fallecido les proporciona cierta paz saber que tienen un lugar concreto al que ir para recordarlos o, incluso, sentirlos más cerca. A mí me parece que para eso no hacen falta lápidas y tumbas, hay otras vías para tener ese lugar de referencia en el que sentir un poquito más cerca a los seres queridos que ya no están. Pero como he dicho hace algunas líneas, ahora mismo me centro en la vida, lo demás llegará cuando tenga que llegar (y que falte mucho tiempo).

Como defiendo que la vida es un constante aprendizaje, he aprendido que hace falta hablar de la muerte. Y aunque nos cueste, y según el caso mucho más, hay que dejar a los que queremos que hablen de sus ausentes, lo hagan en pasado o en presente, pero no llevarnos las manos a la cabeza por si de vez en cuando mencionan sus vivencias con los que se han ido. Porque hablar es necesario, supongo que hay heridas que nunca cierran, pero sí defiendo el poder sanador del tiempo, del cariño, del amor. Y la vida sigue, no se acaba cuando alguien se va, aunque por supuesto puede parecernos que el mundo, nuestro mundo, se hunde, se tambalea, cuando dejamos de contar con la compañía de alguien que nos parecía indispensable. Sabemos lo que está escrito en el libro de nuestra vida hasta el día de hoy, en este caso, 31 de octubre de 2021. Sin embargo, no tenemos ni idea de cómo van a ser los siguientes capítulos. Una cosa es lo que nos gustaría que sucediera, por lo que peleamos con uñas y dientes, y otra la realidad, puede o no coincidir con nuestros anhelos. 

No sé cuál es el secreto de la felicidad, supongo que el motor de la vida es la salud, en paralelo colocaría al amor, luego pondría un puñado de amigos, algunos familiares, trabajo, una vivienda digna y un saquito de viajes, ilusiones, detalles...Tengo claro que la felicidad no llama a la puerta, hay que luchar por ella, arriesgarse, escuchar, quererse a uno mismo (y a los demás). Y empatizar, la empatía en grandes dosis, por favor. Haríamos mucho menos daño si tuviéramos la empatía por bandera, mimáramos más a los que queremos, se lo dijésemos (que los queremos)  más a menudo (o se lo diríamos a secas), escuchásemos más a nuestro corazón y le hiciéramos más caso.

Os animo a celebrar la vida, a recordar a los muertos, a amar y cuidar a los vivos, y desde luego, a quereros a vosotros mismos. Y que mañana 1 de noviembre no sea sinónimo de tristeza, sino de alegría por lo que nos dejaron los que nos acompañaron durante parte de este viaje que es la vida, y también alegría por los que ahora podemos mirar a los ojos, escuchar, tocar, sentir...Y por estar vivos, y no rendirnos. Feliz vida.

Esta vez sí quiero música. Y dos canciones, porque una me sabe a poco. Una es de la película "Coco". Muy recomendable verla, da igual la edad.


La segunda es de Rozalén, he perdido la cuenta de las veces que he compartido aquí "Vivir", aunque no siempre la misma versión.


domingo, 24 de octubre de 2021

EMOLECTURAS 5: DESNUDA

 Este domingo mi sección de "Emolecturas" viene de la mano de Jordi Serra i Fabra y su libro "Desnuda".

No me andaré con paños calientes, es un libro que plasma una relación de malos tratos en la adolescencia. Muy fácil de leer. Os diría que como las nuevas generaciones parecen tener mucha prisa por vivir, o esa sensación tengo, recomendaría la lectura de este libro desde 1º de la ESO.

Desnuda es la historia de Marga y Ramiro. Una historia de amor (tal vez en algún momento), celos, violencia...Defiendo la imperiosa necesidad de enseñar a nuestros chavales a relacionarse. Haber nacido casi con un móvil en las manos hace que las formas de comunicarse entre ellos sean distintas, y en ocasiones peligrosas. Como maestra me asusta, si fuera madre estaría todavía más preocupada. Desnuda es un retrato de lo que pueden estar padeciendo muchas adolescentes en sus primeras relaciones amorosas y, tal vez, no comparten eas duras vivencias con otros, por miedo, al qué dirán otros, o a las consecuencias con su pareja si lo cuentan.

Este libro tiene 150 páginas, se lee fácilmente, con un vocabulario claro y un formato en el que predomina el diálogo, que facilita una lectura ágil del mismo.

Creo que es un libro fabuloso para aproximarse a un tema complicado. ¿Por qué no? Hay que ser valientes y atreverse a ofrecer a los jóvenes lecturas con temas de los que de verdad puedan interesarles y/o resultarles útiles. No deberíamos quedarnos en lanzar el título del libro y ya, lo ideal sería trabajar con él en las aulas. Y eso es compatible con lecturas más clásicas.

Así que tenedlo presente, es un título muy bueno para trabajar en el aula con los alumnos (o en los hogares).



Por cierto, hoy es el "Día de las Bibliotecas". Feliz día a todos y larga vida a los libros, en todos sus formatos, pero ojalá el papel no se pierda nunca.

Cosas que pasan

El jueves me quedé dormida. Si en mi casa no me despiertan, a saber a qué hora me habría levantado. No suelo ser de las que apaga el despertador y se queda "cinco minutitos más". Esta vez, al avisarme, fui consciente de haber apagado el despertador y, tan pichi, seguir durmiendo. Al final solo llegué cinco minutos después de lo acostumbrado, es la parte positiva de ir al cole este año con tanto margen (dispongo de unos cuarenta minutos aproximadamente, antes de empezar las clases). Sí, es mucho tiempo. Pero así voy tranquila para buscar aparcamiento por la zona, y me da tiempo a imprimir, fotocopiar, organizar...Lo que haga falta. Estando compartida con otro centro, esos cerca de cuarenta minutazos son oro puro.

Así que me levanté escopetada e hice todo a la carrera, sabía que "tarde" era imposible que llegara, pero fui tan acelerada que al cruzar la puerta del cole estaba cansadísima. Espero que no me vuelva a pasar.


Esta semana he vuelto a usar un juego de palabras con mis alumnos de español del colegio. Es un juego de AKROS y se llama "Busca las letras". Hay dos tipos de tarjetas, tarjetas con dibujos, en las que viene encima la palabra en mayúsculas que se corresponde con el dibujo. Y debajo de la imagen, la palabra en minúsculas. El otro tipo de tarjetas son letras sueltas, que vienen con la letra en mayúscula y en minúscula. Vale poco más de once euros y a los niños les gusta mucho. Consigo que jugando se vayan familiarizando con nuestro abecedario. Especialmente lo uso con una pareja de hermanos (niña y niño), escolarizados en 3º y 2º de Primaria. En algunos momentos les dejo varias tarjetas con dibujo para que ellos, en pareja, localicen las letras que forman cada palabra. Otras, les doy una tarjeta con una palabra a cada uno, y les pido que hagan el ejercicio de manera individual. Procuro que sean de dificultad semejante. Pues me he dado cuenta que el niño, es el pequeño, cuando ve que va a "ganar" a su hermana, espera, guardándose la última letra, hasta que ve que su hermana ha localizado su última letra. De esta manera, "empatan". Y los dos tan contentos. Él me mira de manera cómplice y me sonríe (lo intuyo tras la mascarilla). Su hermana no se ha dado cuenta del detalle, o eso creo, pero a mí me encanta.

Lo anterior lo combino con fichas, pizarra blanca tipo veleda, plastilina, vídeos con canciones (a veces me las invento yo, de momento sigue sin llover je, je)...Poco a poco.

Me pongo en el lugar de los niños que necesitan aprender español, lo normal es que lleguen a España sin saber ni papa de nuestro idioma. Habitualmente si vienen aquí no es por gusto, sino en busca de una vida mejor y/o huyendo de situaciones duras, y...¡Qué complicado es casi todo! Además tened en cuenta que las clases siguen siendo con mascarilla, y eso dificulta la comunicación. Y estando compartida hago lo que puedo, me da rabia no poder estar más horas con unos (colegio) o con otros (instituto).

En el instituto la "lucha" es otra, muy diferente. Hasta ahora mi alumnado de español no parte de cero, porque llevan como mínimo cerca de un año aquí. Pero hay que ir un paso más, y responder a lo que demandan. Puede ser vocabulario específico de una asignatura por ejemplo. Alguno me ha pedido frases hechas. Hemos hablado de muchas expresiones que ellos no habían oído en su vida, pero que pueden usar sus compañeros y ellos también (si las aprenden). También algunos refranes...Y cómo no, les animo a que lean. Les presto los libros que haga falta, y si no tengo títulos que puedan interesarles se los localizo, por bibliotecas no va a ser en Salamanca. A ver si algunos se arrancan y les pica el gusanillo de la lectura, leer por placer, no por obligación.

El miércoles me tocó explicar, Lengua 2º ESO (para situaros), la denotación y la connotación. Hablamos de la diferencia de "En el bosque he visto una zorra" a "Esa tía es una zorra". Y ya pusimos algunos ejemplos de las diferencias de significado de distintos términos como zorro/zorra, cojonudo/coñazo...Me dijeron que nunca lo habían pensado, pero sí utilizan esas palabras. Lo que viene a ser el sexismo en el lenguaje. Comentamos también lo de "alumnos" o "alumnos y alumnas" y muchas otras cuestiones. Me gusta que reflexionen, las neuronas deben estar activas, y el "no sé" me saca de quicio. Insisto en lo de al menos, intentarlo, "no sé" no es una opción.

Las semanas pasan volando entre cole, instituto y socializarme fuera del horario laboral. Puse algo de decoración de Halloween en el cole, y me di cuenta que cuando pase esa celebración, en un par de pestañeos, estaremos colocando lo de Navidad...

Por eso me gusta exprimir parte del tiempo "libre". Ayer visita a Segovia, centrada en el Alcázar, una preciosidad. Queda pendiente la subida a la Torre de Juan II. Quedaban entradas, pero ya no nos cuadraba para volver a tiempo a Salamanca.







Imágenes propiedad de Raquel Plaza Juan

La guinda del día fue una obra de teatro en el Liceo. El protagonista es José Luis Gil, actor conocido por ser el "señor Cuesta" en la serie de TV "La que se avecina". Totalmente recomendable "Eduardo II. Ojos de niebla." Está recomendada de 16 años en adelante, pero si entra alguien que no los tiene sí está permitida la entrada. Muy buenas todas las interpretaciones, pero magnífica la de José Luis Gil. Me gustó muchísimo verlo en un registro tan distinto al de su personaje televisivo.

La gente se levantó a aplaudir al final. Os garantizo que como salmantina, eso le cuesta mucho al público de aquí. Desconozco el porqué pero no me sienta nada bien que muchos paisanos sean así. Es como si estuvieran pegados con loctite al asiento. Fui de las primeras en levantarme porque me encantó. Opté por comprar entradas de palco en vez de las del patio de butacas (valían igual). Me parecía que íbamos a estar más tranquilos con algo de distancia. La jugada salió redonda, de los seis asientos del palco solo estaban ocupados los tres en los que estábamos nosotros...¡Qué suerte! 

Si nunca habéis ido al teatro, probadlo al menos. Elegid bien la obra y la compañía, pero id. A mí siempre me ha parecido algo por lo que vale la pena pagar, porque lo veo como una inversión cultural. Ojo, también hay algunas representaciones gratuitas. 

Hoy ya mucho más relajado, con algo de curro, lectura, cosas de casa...

Y así encaramos la última semana de octubre. ¡A por ella!

domingo, 17 de octubre de 2021

EMOLECTURAS 4: Educar en resolución de conflictos con dos "policías de aula"

La cuarta de las "Emolecturas" no es un libro, es un enlace. Enlace artículo y podcast programa de radio. En él tenéis un artículo y un podcast sobre el programa "La ventana", en el que hablan con Alicia Tojeiro, maestra gallega con 21 años de experiencia, más de la mitad de ellos en Infantil. Ganó el año pasado el premio a "Mejor maestra del mundo" y, como ella dice, llegó a la tercera.

Os invito a trabajar este artículo con alumnos de 4º de Primaria en adelante, llegando hasta el alumnado de Secundaria. También podéis escuchar el podcast, o las dos cosas, según el tiempo del que dispongáis y lo que os interese más. Pensando en Secundaria me parece ideal para tratar en una hora de "Tutoría". Como en Primaria no contamos con esta hora, si estuviera en vuestro lugar elegiría cualquier hora. Tranquilos, no va a ser una pérdida de tiempo. Sé que hay muchos maestros y profes que se agobian por no seguir el temario al dedillo, pero muchas veces se gena más con actividades que se salgan de la rutina, y lo que pueden aprender es mucho más valioso que el contenido de los libros de texto.

Nuestra labor como docentes, no es solo la de transmitir conocimientos, hay que recordar que la ley educativa habla de un "desarrollo integral" de las personas. A mí tampoco me sirve un alumno que saque buenas notas y luego le da una patada a un compañero a la salida. Y lo he vivido. Y no todo el mundo lo entiende. Es una pena que los libros los preparen más para seguir estudiando que para aprender a vivir. Ese creo que debería ser el objetivo 1 en Primaria y Secundaria. Enseñar a nuestros alumnos estrategias para estar en este mundo, saber relacionarse de una manera adecuada con sus iguales y con los de otras edades. Enseñarles a identificar sus emociones y dotarles de herramientas para poder gestionarlas adecuadamente. Ya se trate del miedo, la tristeza, la felicidad, la frustración, el duelo, la envida...Y sobre los "conocimientos" puros y duros, centrarnos en la comprensión oral y escrita, y en la expresión oral y escrita, por ejemplo en el caso de Lengua española y Literatura. Y dejar para más adelante los sintagmas nominales, los análisis morfológicos...Otro gallo cantaría. Pero voy a poner un punto y aparte o esto tendría extensión de tomo de enciclopedia, y no quiero eso.

En el artículo habla de "policías de aula". No es una figura nueva, serían los alumnos mediadores, en muchos centros existen. Aunque es verdad que a veces se nombra la figura de "alumno mediador" pero no siempre se le da algún tipo tipo de (in)formación, indicaciones, por sintetizadas que sean, para poder saber cuáles son sus funciones y que pueda actuar. Me da igual si los llamamos "policías de aula", alumnos mediadores o de otra manera distinta. Lo importante es que sirva de algo. Ojalá los alumnos entendieran la importancia que cada alumno debería tener en las aulas de cualquier centro educativo. Un protagonismo que nunca debería negarle el profesorado. Perdonadme si ando tan reflexiva. Reconozco que influye estar de maestra de Compensatoria. Me pasó en mi primera etapa. Me hizo replantearme muchas de las cosas que llevaba años haciendo. Y tengo la intuición que esta segunda etapa va por un camino parecido. Mientras sea mejorar, bienvenidos sean los cambios. Nada debería ser inamovible. Los docentes deberíamos ser mucho más flexibles (a veces me incluyo).

Otra reflexión y no insisto más, al menos hoy. Los docentes debemos recordar que somos personas adultas y nuestros alumnos no. Debemos recordar nuestro papel, y ser maestro/profe no nos sitúa por encima de ellos, sino en un lugar distinto. No debemos tener "rabietas" con ellos. Hay que asumir que todos, niños, preadolescentes, adolescentes y adultos, metemos la pata. Y ser respetuosos con ellos, siempre, nos guste cómo actúan o no. Un ejemplo personal, saber que un alumno mío de Secundaria ha faltado a clase algún día, porque sí, es compatible con preguntarle cómo le ha ido el entrenamiento la tarde anterior. Cuando pisé (como docente) un instituto por primera vez, lo he contado varias veces, me pasó algo curioso. Estaba en Guijuelo, el curso anterior había estado en uno de los coles de allí (el "Fili"). Eso hizo que conociera a gran parte del alumnado de 1º de la ESO (al haber coincidido con ellos en el colegio el curso anterior). Pues bien, saludaba a todas las caras conocidas y muy pocas me respondían. Nunca supe si por hacerse los mayores. vergüenza o qué sé yo. Pero seguí saludándolos, y la mayoría empezaron a saludarme. Invito a cada profe/maestro a mirarse el ombligo y pensar cómo trata a sus alumnos. Y la edad del alumnado es indiferente, todos merecen ser respetados.

De momento voy a predicar con el ejemplo y usaré este artículo con mi alumnado de español. Seguro que aprendo de ellos, y mucho. Si de verdad queremos que algo cambie en los colegios e institutos, hay que escuchar mucho más a nuestros alumnos.

sábado, 16 de octubre de 2021

Palabras al viento, nubes y una canción

En mi primera etapa como maestra en un instituto, ¡benditos retos los del Vía de la Plata!, aprendí una barbaridad junto a los preadolescentes o adolescentes tal cual, sin prefijos. La más importante, el no juzgar. Ellos únicamente van a confiar en nosotros, los "adultos", si quieren. Y una de las condiciones para animarse a hacerlo es estar segurísimos de algo: no vamos a juzgarlos, cuenten lo que cuenten, aunque a veces los ojos puedan hacernos chiribitas. Parece fácil, ¿verdad? Pues entre adultos debería ser igual, pero no siempre es así.

A ratos me siento hasta mal por luchar por lo que quiero, defender lo que siento, y no querer dar explicaciones día sí y día también, porque todo hace mella y solo aspiro, como cualquier otro ser humano supongo, a ser feliz. Al menos, lo más feliz que pueda y me permitan las circunstancias de cada momento de mi vida. Por eso hay días en los que no me quito el escudo y el chubasquero, para evitar que otros me hagan daño, intencionadamente o no, con sus opiniones, con lo que ellos consideran lo mejor para mí o lo que debería pasar en mi vida. Como opinar es gratis, a veces diviso una bandada de opinólogos aproximándose más de la cuenta. Pues no, va a ser que no, porque si no arriesgas no ganas y lamentaciones ninguna, me niego. Lamentaciones tendría si no me arriesgo. Entonces sí, el día de mañana estaría tirándome de los pelos. Y no tengo ganas, ya llevo una temporada larga en la que siento que estoy "en construcción" y necesito ir a mi ritmo, no al que otros creen que debería ir. Y aunque sean unas palabras al viento, botella al mar o como queráis, tenía ganas de plasmarlo, sin más.

Por lo demás el curso avanza a un ritmo vertiginoso, tanto que a veces asusta. Los adornos navideños están ya en más de una tienda (en realidad desde septiembre en algún caso), y la rutina hasta se agradece. Es una contradicción. Por una parte me viene bien la rutina de horarios porque siento que hay más orden en mi día a día. Por otra adoro los fines de semana y espero cada uno con ilusión, tachando (según la semana), los días en los que toca ir al curro.  Reconozco que mi semana laboral es como un parque de atracciones. Tengo días de montaña rusa, otros de noria mareante, alguno de túnel del terror e incluso una especie de bingo o piscina de bolas. Es todo menos aburrida, y me encanta. Ayer me reí muchísimo hablando con dos de mis alumnos (chico y chica del instituto) de español. En sesiones así recuerdo por qué estoy aquí y cuánto me gusta la Educación Compensatoria, pese a que no es nada fácil. No tengo remedio, me gustan los retos educativos, me va esta marcha. Aunque no todo es de color de rosa y hay días que no tengo ni la más remota idea de qué tecla tocar, porque no siempre se acierta y dar en el clavo no es fruto de la casualidad.

Esta mañana el cielo estaba plomizo, encapotado. Confíaba en que esas nubes grises quedaran en eso, y no se pusieran a llorar desde arriba. Hasta me arriesgué a salir sin paraguas (algo raro en mí). Y afortunadamente sí, hasta llegó a brillar el sol. Hay nubes en el cielo igual que en nuestras cabezas a veces, algunas dan tregua y otras se ponen a "descargar" como si no hubiera mañana. Pero hay que pasarlas. Debemos aprender a convivir con nubes, sol, tormenta, niebla...Si alguno tiene un día nublado, mucho ánimo, el sol sale, en serio, lo hace, aunque a veces haya que darle un empujoncito.

En cuanto al toque musical, no he encontrado en "Youtube" un vídeo que hoy quería compartir, de "El Kanka", porque su canción "Querría" cumple seis años, pero al buscarla di con un regalito, de Mr. Kilombo y El Canijo de Jerez. Se llama "Quédate a mi lao". Pues eso...

domingo, 10 de octubre de 2021

EMOLECTURAS 3: TÚ PRIMERO

Esta vez la tercera entrega de "Emolecturas" se decanta hacia Secundaria, y de ahí en adelante a todo aquel que quiera pararse a leer los textos de Lola Ortiz, la autora del blog "Un rincón maravilloso."

Puse que lo recomiendo a partir de Secundaria porque creo que gran parte de los mensajes del libro no son muy apropiados que digamos para lectores infantiles. Cuando vamos sumando vueltas al sol, los textos se leen de otra manera. Las palabras pueden cobrar otros significados o matices, dependiendo de nuestras experiencias vitales.

Sabéis que me gustan los textos que me llegan, remueven algo en mi interior (para bien o para mal). "Tú primero" no es una novela, sino un conjunto de textos breves que tratan muchos temas. Para mí es un libro para leer a cuentagotas, cada texto es una píldora y no es cuestión darse un atracón de ellas. No lo leo en orden, salto, busco, hojeo, ojeo, y señalo los que más me gustan, por la forma, el contenido...

Habla de la vida, de lo bonita que puede ser a ratos y lo fastidiada que es la realidad a otros. También recalca en muchas de sus páginas la importancia de quererse, sin más, y de  quererse bien a uno mismo, escucharse, mimarse...Me parecía un buen día (Día Mundial de la Salud Mental), para elegir este libro y no otros. 

Si alguno de los que me conocéis queréis leerlo, decídmelo por cualquier vía y os lo presto encantada.

Pero no solo habla de la autoestima, sino además detecto en él muchos textos dedicados al amor, la esperanza, la ilusión, la tristeza, la melancolía, la valentía, el miedo...

Comparto algunos fragmentos con vosotros, para que conozcáis un poquito de lo mucho que vais a encontrar en este libro:

Del texto DÉJATE LLEVAR:

"El amor no se busca ni se crea. El amor llega solo, cuando menos te lo esperas y cuando dejas de pensar en ello.

Si te obsesionas, si sales ahí fuera mirando a tu alrededor como si no hubiese mañana, si haces las cosas pensando en si será o no será la persona de tu vida, si sigues pensando en que se te pasará el arroz o que no encontrarás a la persona perfecta. Si piensas y haces todo esto, te diré algo: no lo vas a encontar."

De VIAJAR:

"...Viajamos porque cuando estamos haciendo la maleta sabemos que nos traeremos muchas más cosas de las que pensamos, cosas que ni siquiera necesitábamos meter ahí, porque se quedan en un lugar mejor dentro de nosotros. Viajamos porque nos hace felices, nos provoca sonrisas sin darnos cuenta, porque nos llena de energía, nos enseña y, de una manera u otra, nos cambia. Pero a mejor."

Y acompañando esta recomendación va otra, muy mía, de "frasecitas". Son de Muxote Potolo Bat. Quizás no os suene de nada. La creadora de esta "marca" es Miryam Artola. No trabaja sola, sino que tiene a más gente en su equipo y otros colaboradores. Podéis navegar en su web y conocer un poquito más sobre lo que ofrecen. Visitar web de Muxote Potolo Bat.

Una de sus propuestas es un "dibumensaje al día". Obviamente la idea me encanta, no tengo el tiempo ni la creatividad necesaria para hacer algo así, pero de vez en cuando me apetece compartir su trabajo. Os dejo algunas muestras. Espero que os gusten.









Recordad el día que hoy se celebra. Intentad cuidar vuestra salud mental, igual que cuidáis el físico o la parte emocional. Y ¿por qué no? luchad por ser felices, a vuestra manera, con vuestras elecciones, gusten al resto o no. Por encima de todo, sed fieles a vosotros mismos y respetad los caminos que toma cada cual, porque no somos quienes para juzgar los senderos que otros recorren. Estoy en plan reivindicativo y de dar un golpe sobre la mesa, perdonadme si ahora vuestra sintonía es otra bien distinta.

domingo, 3 de octubre de 2021

EMOLECTURAS 2: La fuente escondida

La segunda de las "Emolecturas" llega de la mano de Miriam Tirado. Es una de las joyas que compré en la Feria del libro de Madrid (además firmada por la autora). Pongo fotos de la portada y de la dedicatoria de Miriam...




El "prota" de la historia se llama Pol. Nos habla de lo que le gusta hacer, describe sus sensaciones cuando hace esto y también cómo hace que los demás se sientan. Y ahí llegamos a la fuente escondida que, supuestamente, cada uno de nosotros tenemos. Encontrar esa fuente puede hacer que seamos felices (ahí es nada).

En el libro Pol le plantea un juego de pistas a su padre, para encontrar su fuente.

Recomiendo la lectura de este libro. Me ha gustado muchísimo, para todas las edades (de Infantil a Secundaria y los que ya no se acuerdan de cuando iban al instituto).

Creo que habla de la ilusión y la esperanza como motores de felicidad. Del quererse a uno mismo, hacer aquellas cosas que nos llenan y, por supuesto, de la falta que hace a veces volver a conectarse con esa fuente. A mí me ha parecido una historia preciosa, y es importantísimo recordar que dentro de nosotros tenemos que dar con las razones para seguir adelante, continuar remando, mantener la ilusión, ser felices...¡Como queráis llamarlo! Y a veces cuesta una barbaridad, pero hay que luchar, aunque no tengamos ni pizca de ganas.

Algunos ejemplos del libro. Tal cual, esta es la primera pista del juego de Pol:

PISTA 1

TIENES UN BOLI Y UN PAPEL EN EL SUELO.

CÓGELO Y APUNTA TRES COSAS QUE TE 

GUSTABA MUCHO HACER CUANDO

ERAS PEQUEÑO.

DESPUÉS SIGUE LA FLECHA.

Aquí tenéis una actividad fantástica para hacer a colación del libro, más para alumnado de Secundaria en adelante.

Como siempre, no planteo a los alumnos nada que yo no haga.

Estas serían mis respuestas a la pista número 1:

1.-Ir a Miranda Do Douro. Íbamos los cuatro juntos (mis padres, mi hermano y yo), creo que la primera vez que fuimos tendría unos seis años. Nos lo pasábamos muy bien en el viaje y era tradición familiar ir siempre el "sábado Santo". Muchos años venía mi tía Tere con nosotros.

2.-Visitar la "Feria Monográfica". También era algo para ir juntos los cuatro. A mí, muy urbanita por entonces (cada vez menos a medida que sumo años), me encantaba ir a ver animales, pese al miedo que le tengo a la mayoría. Además hacia acopio de folletos publicitarios, globos, bolsas de plástico, caramelos. Me gustaba el ambiente de ese lugar, ir allí en Ferias era muy especial.

3.-Hacer el hornazo para el "lunes de aguas" con mi madre. La liábamos pardísima en la cocina. Hacíamos la masa también. El momento del amasado era maravilloso. Y luego ir al horno de Villares a que se cociera era fabuloso. Todavía recuerdo ese olor casi mágico que impregnaba el lugar, el suelo lleno de harina y cómo cada familia esperaba ilusionada a ver cómo salía su hornazo, ya cocinado. Me gustaba mucho ver el aspecto de cada uno y qué decoración le habían puesto (algún nombre, inicial, algún dibujito...).

Y aquí va la segunda pista:

PISTA 2

APUNTA TRES COSAS QUE TE

HAGAN MUY FELIZ, PERO QUE NO HACES

NUNCA.

Mis respuestas:

1.-Ir a exposiciones. Es algo que cuando estudiaba Comunicación Audiovisual, hacía con bastante frecuencia. Muchas veces acompañada de Iván. Me sigue gustando ir pero sola no es lo mismo, me parece mucho más enriquecedor ir con alguien, entienda de arte o no (de hecho no soy yo ninguna experta). Pero yendo en compañía tengo alguien con quien poder comentarlo. 

2.-Dibujar. La verdad es que me relaja muchísimo. Hace que esté concentradísima en algo a lo que puedo dedicarle horas sin cansarme. Pero si hago memoria llevo ya un tiempo sin dibujar por placer, sino por obligación, cuando hace falta para algo del cole. 

3.-

Y la tercera la dejo en blanco, no encuentro nada más. Y los número 1 y 2 no es que no los haga nunca, sino que los hago muy poquito, mucho menos de lo que debería.

Tranquilos, no voy a destripar todo el libro, quizás he contado ya más de la cuenta.

Os invito a dar con vuestra fuente. Y si ya sabéis cuál es vuestro motor, ilusión, esperanza, "razón para bailar"...a tenerla presente y recurrir a ella. A mí hoy me hacía falta y por eso me he decantado por este título de Miriam Tirado. Muchas veces los libros tienen una función terapéutica. 

Espero que os sirvan las "Emolecturas" y uséis alguna vez estos títulos en vuestras aulas, hogares...

¿Cuál es vuestra fuente? (Es una pregunta lanzada al viento, no hace falta que respondáis)