lunes, 14 de febrero de 2022

Hablemos de amor

San Valentín es el 14 de febrero. Y para esa fecha está programada la publicación de esta entrada. De hecho, verá la luz en cuanto estrenemos ese 14 de febrero. Pero odio escribir con prisas, y le he dado forma y plasmado aquí el domingo 13, después de comer, y antes de ir a votar.

Soy de las que siempre, llueva o truene, ve la ceremonia de los "Premios Goya".  Es una tradición, y no hago planes para esa noche, porque tengo cita con los Goya.  Reconozco que es uno de los momentos en el que aflora la comunicadora que hay en mí. Me encanta comunicar (o intentarlo) y ver cómo otros lo hacen. Puede que fuera uno de los motivos para estudiar el segundo ciclo de Comunicación Audiovisual, quería saber más sobre algo que me apasiona.

Tenía muchas ganas de aprender cosas nuevas sobre el proceso comunicativo. A través de imágenes, de palabras, de sonidos, de combinar unos con otros... A eso le añado que adoro ir al cine. Es una actividad que eché mucho de menos en el confinamiento. Sí, lo peor fue la parte humana, el muro imaginario entre unos y otros, y el aislamiento en casa, no los llevé nada bien.

De los Goya analizo todo, los planos que utilizan, las personas a las que enfocan (y a las que no). Los "modelitos" que lucen ellas y ellos. El maquillaje, la peluquería, los accesorios. Y cómo no, las palabras. Tanto de los que intervienen como "presentadores", como de los premiados. Analizar los discursos de agradecimiento es interesantísimo. Me emocioné con algunos de ellos. 

Y una de ellas debía estar aquí. Se lo ha ganado a pulso. Enhorabuena Blanca Portillo. No vi "Maixabel" en su momento, pero confío en verla próximamente. Y digo que se ha ganado a pulso estar aquí, por el contenido de su discurso al recoger el premio. Estuvo pletórica, exultante de alegría, generosa con muchos, transmitiendo emoción a raudales y regalándonos uno de los mejores discursos de la gala (quizás el mejor). Y la elijo a ella, por la temática de sus palabras, su hilo conductor fue el amor incondicional. Si no lo visteis, os invito a dedicar cinco minutos y medio a escucharla. Si lo visteis, me encantaría que, con más calma y a la hora que queráis vosotros, la escuchéis de nuevo. Aquí está Blanca, hablando de "amor incondicional". Brillante.


Creo que he visto el vídeo de su discurso cinco o seis veces. Y cada vez que lo escucho me gusta más. De los momentos memorables de los Goya 2022. 

Y ella habla de amor incondicional, y uno de los textos que quería compartir aquí, con la vista puesta en San Valentín, se llama "Incondicional", y es, cómo no, de mi querido Defreds. 


Al escuchar a Blanca pensaba a quiénes le declararía yo mi amor incondicional. Y se me escapa una sonrisa, por la suerte tan grande que tengo. Y no pienso solo en el amor de pareja, amor romántico o el nombre que querías darle, que también.  Pienso en ese y en otros tipos de amor. Quiero pensar que de una clase u otra, todo el mundo ama y se siente amado.

Y sí, cuando se ama es algo incondicional, porque si fuera de otra manera dejaría de ser amor. Los que me seguís por aquí sabéis que el año pasado me explayé de lo lindo hablando de amor en el blog. No quiero hacer una copia de esa entrada. Es otro año y me siento de otra forma pero, igualmente, muy pero que muy amada.

De Defreds no solo quiero tomar prestadas las palabras anteriores. Las anteriores son el primer texto de su libro "Incondicional". Las siguientes podéis encontrarlas en "Sempiterno".


Y no hay dos sin tres, hay un tercer libro de Defreds del que, pensando en el amor, me gustaría compartir dos textos. Están en "Cuando abras el paracaídas."



Ponga lo que ponga podéis tacharme de falta de originalidad, lo acepto, aunque no me quita el sueño.

No sé si atinaré a definir el amor. Me importa un rábano si le doy una patada al diccionario. Creo que el amor es compartir, es sentirse feliz y completo estando sin nadie, pero más feliz todavía con una persona a tu vera. Me parece que el amor es confianza. Darte cuenta que existen personas con las que puedes hablar de todos los temas, sin que ninguno esté prohibido o resulte inadecuado. También es escuchar, escuchar hasta lo que duele, al ser consciente de que la otra persona necesita sacar de lo más profundo de su alma algo que le duele, le quita el sueño y le hace un nudo en la garganta. Y si hay que llorar, se llora, sean lágrimas individuales o contagiosas. Hay días en los que llorar es necesario para sentir que sanamos por dentro, que ese nudo en la garganta se va deshaciendo. Amor es construir, y construir implica respetar. Respetar las metas de cada cual y ayudar a que las alcance, sea lo que sea. Y estar a su lado, porque sí, por amor.

Amor es apostar, apostar fuerte, por alguien, por algo. Porque crees en la otra persona, en la importancia del hilo invisible que te une a ella, y en eso de envejecer juntos, caminar unidos de la mano. Darse la mano para vencer miedos,  para sentir paz, para sentirte más vivo. Además, el amor es comunicación, sin ella no puede existir. Y la comunicación engloba muchas cosas, como la sinceridad, la capacidad para perdonar y pedir perdón, y también, aunque cueste, para decir qué nos gusta y qué no, pensando en mejorar, en continuar creciendo juntos,  en seguir construyendo juntos. 

Amor es aceptación. Aceptar a cada cual con su mochila, pese mucho o poco. Y sus rarezas, sus virtudes, sus miedos, sus sueños, sus fortalezas y sus debilidades.

Amor es paz, sentirte en paz contigo y con los demás. Sentir la calma que puede transmitirte una persona con solo una mirada. Y el amor en eso, mirarse a los ojos sin decir nada, porque el lenguaje universal del amor está en las miradas. Da igual el silencio, hay momentos en los que las palabras no hacen falta, e incluso estorbarían.

Amor también es ilusión, por supuesto empatía, transparencia...El amor es matar miedos, derribar barreras y cuidar, cuidar mucho.

Los detalles también son parte del amor, y no los reduzco a los económicos. Blanca Portillo decía ayer que no le gustan las celebraciones de centro comercial. Puede ser, pero para mí, las fechas señaladas, como cumpleaños,  Reyes...no son más que una excusa perfecta par acordarme de los que quiero, reciba algo o no. Cuando hago un regalo, lo hago de corazón.  Y me encanta regalar.

Casi siempre incluyo música en mis entradas, especialmente en las que tienen más de mí, como le pasa esta. No contenta solamente con eso, he hecho una ilustración sencilla, fraguada en mi cabeza desde hace meses. He unido el símbolo del infinito con un corazón. Adornado por algunas flores. No hay palabras, tampoco las necesita. A mí me gusta así, traducido sería amor infinito. Amad mucho, dejad que os amen. Meted la pata, acertad. Arriesgaos. Tiraos a la piscina. Compartid. Abrazad fuerte. Haced lo que os dé la real gana, pero con amor, del tipo que sea. Vuelvo al inicio de esta entrada, no lo reduzco al amor romántico. Y vividlo como queráis, no permitáis que nadie os diga qué es lo adecuado, permitido o posible. El mundo es para los valientes, y para los que aman, y cuidan del amor. Feliz San Valentín a todos. Por supuesto...¡Que viva el amor!

Y la nota musical la ponen Manuel Carrasco y Shakira Martínez.


domingo, 13 de febrero de 2022

EMOLECTURAS 13. MI PRIMER LIBRO DE ARTE. El amor

 Tenía dos libros preparados para esta sección desde hace unos días. Ayer, buscando en la librería Letras Corsarias dos títulos para regalar a una recién nacida (en breve) y a su mamá, encontré la recomendación de hoy. Me suena que ya había estado en mis manos otra vez. Y estuve a puntito de comprarlo. Pensé que una segunda vez, volver a dar con el mismo libro, estando a las puertas de San Valentín, era una señal. O así quise interpretarlo.

Por eso os invito a leerlo. A leerlo, a investigar sobre las obras de arte que salen en él. Y, ¿por qué no? puede ser la base para un proyecto de Plástica. O incluso combinarlo con otras áreas como Lengua castellana y Literatura, o Ciencias Sociales (Geografía e Historia en el caso de Secundaria).

"Mi primer libro de arte. El amor", nos presenta el amor a través de obras de arte, mayoritariamente pinturas, pero también aparecen algunas esculturas.

No se limita a dar este paseo sobre el amor a través de las imágenes de las obras. Viene con texto que habla del amor. Contempla posibles definiciones de amor (un consuelo, un secreto, una aventura...), y además, qué es lo que hace este sentimiento (proteger, sostener, hacer sentir ligero...). No se queda ahí, establece símiles sobre él, nos habla de los sitios en los que puede haber amor. Como colofón, presenta una serie de metáforas. Mi favorita, "El amor es un regalo."

Desconozco si por error o a propósito, el libro estaba colocado en la zona de 0 a 3 años. Tal vez se deba a su encuadernación en cartoné. Aunque en parte lo entiendo, es dificilísimo ponerle etiquetas de edad a los libros. En cualquier caso, considero que es un libro excelente para las bibliotecas de aula de los colegios. Y, no voy a dejarlos fuera, de los institutos. No es lo mismo el amor a través de los ojos de un niño que el amor bajo el prisma de los ojos de un adolescente. 

Es la decimotercera recomendación de las "Emolecturas" y, pura casualidad, ha cuadrado que sea publicada hoy, día 13 de febrero.

A continuación algunas imágenes del exterior e interior del libro. Espero que os gusten.





Feliz domingo a todos. No dejéis de leer, sea lo que sea, dejaos atrapar por la magia de los libros.