miércoles, 23 de junio de 2021

Fin...de curso (con niños)

No sé si es bueno escribir "en caliente". Llevo casi un mes dejando el blog a un lado, porque no siempre hay ganas, a veces lo que se me ocurre puede no ser interesante de leer, en ocasiones no sé sobre qué escribir y, otras, sí hay temas pero no lo veo adecuado, no me apetece "abrirme en canal" aquí. No obstante, aquellos que habitualmente leéis las entradas y además me conocéis, sabéis que llevan un sello muy marcado, y son muy yo. No me escondo pero tampoco me desnudo en él, pero tengo muy presente que el blog va de educación emocional, ni más ni menos.

Todo esto viene a cuento de tender un puente que medio explique tanta ausencia en el blog. Mayo ya dije que estaba resultando duro (mucho) y junio no se ha quedado atrás.

Tendido el puente, hoy es 23 de junio de 2021, hemos puesto el broche final a un curso plagado de "trampas", cuestas, desniveles de todo tipo...Muchos retos que nos ha tocado afrontar de la mejor manera posible. Con una sonrisa, bajo la mascarilla, siempre que se podía.

No es ningún secreto que cuando me tocan las fibras, me emociono. Y esta mañana estaba llorando a las 9:15. Ya, muy temprano para llorar en fin de curso, ¿verdad? Una compañera me avisó que otra compi y yo fuéramos a la verja. Allí estaban dos mamás de mi clase, y una de ellas nos ha dado a cada una una bolsa. Y me ha dicho que lo viera arriba, con los niños. Y una, que es obediente (aunque tengo mi puntito de rebeldía), eso ha hecho, previas gracias. Eran regalos que no me esperaba. Ya les di las gracias a ellas y a los niños, pero no me gusta quedarme corta. No trabajamos para recibir presentes. Lo que no quita que se agradezcan, y hagan mucha ilusión, al menos a mí.

Reconozco que mi profesión me apasiona, defiendo a capa y espada que debe ser vocacional. Los que estén por estar, vivirán amargados parte de su vida laboral. O quizás no, pero entonces no se empaparán de todos los momentos especiales que nos brinda el día a día.

Una vez más, a todas esas familias de mi tutoría de 4º de Primaria, mil gracias. En serio, han sido detallazos. Si bien cuando cogí la bolsa mi reacción fue más de sorpresa, abrirlos y emocionarme han sido uno. Me ha tocado tragar saliva, asegurarme que la ventana junto a mi mesa estaba abierta, y retirarme un poco la mascarilla, me faltaba el aire y no podía parar de llorar. La guinda fue un marcapáginas. Muy especial, por lo que ponía por un lado y, por el otro, el nombre de mis 19. Todos son especiales. Los hay más guerreros, otros más pacíficos; más inocentes, más pícaros; tímidos, extrovertidos; tranquilos, nerviosos, hiperactivos; cariñosos, ariscos...De todo, pero ahí está la gracia. Os dejo unas imágenes de mis regalos sorpresa.





He repetido en esta última evaluación y con distintos oyentes, que quizás yo no he sabido tocar la tecla adecuada. He intentado mil cosas, pero no demasiadas han funcionado. Me parece que la distancia social (y otros factores), han hecho que este 2020-2021 en algunos momentos fuera como subir el Everest. A lo mejor no he sabido llegar a ellos. No sé, lo he intentado de muchas formas diferentes, pero no me ha resultado nada fácil. Los que me conocéis muy bien sabéis que no soy de rendirme, soy muy crítica conmigo misma, y más con mi "trabajo". Lo entrecomillo porque para mí es más que eso, debe ser por la suerte de poder dedicarme a algo que me apasiona. Hoy he tenido un día de recompensas, de muchas miradas de cariño, abrazos, lágrimas, palabras amables...Tengo la sensación de estar en una especie de nube, y ninguna gana de bajar de ella. Y eso es lo bonito de esta profesión, siempre compensa, aunque no sea en el instante que esperas, pero al final todo está en equilibrio. 

Reconozco que no lo he pasado bien este curso, muchos días tenía la sensación de darme de bruces contra un muro, o intentar tocar la luna con los dedos y, claro, no llegaba. Pero como os he dicho soy muy de hacer auto crítica y analizaré este curso para ver qué puedo mejorar en el futuro. 

No tengo la receta para el éxito. Pienso que para que un grupo funcione adecuadamente (esto no es sinónimo de aprobar) se necesita remar juntos. Y en ese barco están las familias, los docentes y, cómo no, los niños. Si uno de los tres "ocupantes" del barco rema hacia otro lado, no hay nada que hacer. Y ya no os digo si alguno no quiere subirse al barco. Así que seguiré invitando a las familias con las que tenga que hablar a subirse al barco, a hablar sobre el trayecto, qué rumbo tomamos y, comprobar, si tenemos el mismo destino. Para mí el objetivo es, desde mi experiencia como maestra de Compensatoria, en el IES "Vía de la Plata" de Guijuelo, la felicidad de mis alumnos. Pero como eso no se puede lograr siempre, al menos sí que estén en calma, en paz consigo mismos. También que encuentren un camino, una vía de futuro y, si puede ser, que se formen, porque si se lo pueden permitir, tiempo tendrán de hartarse trabajando y, la cultura es riqueza personal, y también poder. No es cuestión de quién es mejor o peor persona, porque la calidad humana no se mide por estudios (o así lo veo yo). Pero sí de hacerse preguntas y buscar las respuestas. Pienso que a todos nos viene bien para entender el mundo un poquito mejor.

Y sí, las diferencias entre los distintos ocupantes del barco a menudo no son fáciles de salvar, pero los adultos debemos intentar predicar con el ejemplo, porque eso lo perciben los niños y se empapan de lo que decimos/hacemos/demostramos. También sé lo pesada que puedo ponerme con mi insistencia en tener una comunicación fluida. No me importa gastar tinta o escribir por Teams, ni acercarme a la verja (por las circunstancias de este año), cuando creo que debo decirle algo a alguna familia. Siento si alguien lo ve excesivo y podría hacer mi firma con los ojos cerrados. 

Ojalá mis alumnos puedan disfrutar de las vacaciones veraniegas, cada cual con su mochila, pero que se diviertan, desconecten y vivan más horas sin más mascarilla, con la sonrisa a la vista y el viento refrescando toda la cara. Quiero creer que mejorará la comunicación de unos con otros y nos reencontraremos con nosotros mismos, y no es moco de pavo.

La verdad es que les deseo un 2021-2022 más cercano que el que dejamos atrás, con precacuciones (similares al de este, desafortunadamente), pero con menos miedo. Me quito el sombrero ante ellos porque han llevado mejor que muchos adultos las rutinas COVID y pocas veces los he oído quejarse. No es nada fácil ser niño en tiempos de COVID y observar, con cierto disgusto, cómo su infancia tiene cadenas. Espero que sigamos rompiéndolas y vuelvan a disfrutar de unos años maravillosos porque, aunque cueste aceptarlo, el tiempo vuela y estos años tan bonitos, no vuelven. Ayer les decía que uno de los motivos por los que me encanta hacer fotos es para recordar, para revivir momentos felices. No sé vosotros, a mí no me apetece hacerme una foto cuando estoy pasando por un bache, ni tampoco hacérsela a alguien que no se sienta bien. Por eso las fotos son recuerdos felices congelados, que descongelo cada vez que los miro y me apetece recordar.

Y con eso quiero que os quedéis, con los momentos que os gustaría descongelar.

Gracias de nuevo, buen verano y...Mucha suerte. Hay que pensar eso de "lo mejor está por venir."

La música corre hoy a cargo de Luis Eduardo Aute y Pedro Guerra.

PD: Por cierto, ha sido un día con mucha emoción. Y quiero dejar constancia de ello en el blog. Solo adelantaros que...¡Viva el "Seve!

2 comentarios:

  1. Gracias a ti, por tu comprensión, por tu forma de ser, por aguantarnos, por enseñarlos..., no ha sido un año fácil, pero lo has conseguido, lo han conseguido, lo hemos conseguido... Esperemos que el curso que viene no se tengan tantas restricciones, tantas ataduras..., que podáis disfrutar de muchos y muy buenos momentos. Los detalles son eso, detalles, que se hacen desde el corazón. Disfruta de ellos, disfruta del verano y en septiembre volveremos a la carga!.
    Un besazo.
    #siempreseve

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas pero que muchas gracias Ana. Curso superado para TODOS y sí, cruzaremos los dedos, confío en que el que viene sea mucho más llevadero. Gracias por estar ahí

      Eliminar