lunes, 20 de octubre de 2025

SIN TÍTULO

Tiendo a pensar concienzudamente los títulos que le doy a cada entrada del blog. Como esta vez se me ocurren muchas palabras y no me apetece elegir, he optado por la vía fácil, "Sin título".

Así a quien le apetezca "pasear" por aquí, le va a tocar navegar sin saber el destino. Eso sí, sois libres y podéis bajaros del barco cuando os plazca. Lo cual no va mucho conmigo, lo de abandonar el barco quiero decir. Es extraño, tengo ciertos miedos que para muchos son auténticas chorradas, de hecho si los veo con cierta distancia puedo llegar a entender que piensen así. Y luego, con ciertos reveses, siento que soy valiente. Puede que no porque yo quiera, sino porque me ha tocado serlo, y es la única vía que contemplo para sobrellevar lo que la vida me va poniendo en el camino. No soy de tirar la toalla. Sí, lo paso fatal metida en un ascensor; no me veo montando en un funicular ni en una montaña rusa, pero otras cuestiones, más terrenales y fastidiadas, las llevo "mejor". Lo que no quita que sienta otros miedos que ni se me ocurre enumerar aquí. Por aquellos implicados directamente y por mí misma.

Quizás sea rara, pero ciertas actividades me relajan a la vez que me ayudan a desconectar la cabeza. Principalmente dibujar, sea lo que sea, copiado de alguna parte, sacado de mi imaginación o como sea. Me relaja mucho y me encanta. También hacer fotos, esto tal vez explique que lleve bastante la cámara a cuestas. Este fin de semana la metí en la mochila y no he encontrado el momento de sacarla, y eso que a mí el otoño me enamora. Ojalá el próximo sus colores estén más presentes, al haber empezado a llover y tenga la ocasión de disfrutar de ellos. Otra actividad que me relaja y, al igual que las anteriores me ayuda a desconectarme de lo que tenga en la cabeza, es ir de compras. Sí, tal cual lo leéis, me gusta mucho ir de tiendas, mirar, comparar, tocar, probar y comprar. Y si es en un centro comercial hermoso, mejor todavía. La cuarta, lo de cuarta es un decir porque el orden no está puesto de más a menos importante, es cocinar. Siempre digo que aunque no lo parezca, me encanta cocinar, mucho más que comer. Me gusta cocinar sin mirar el reloj, por el simple placer de concentrarme en hacer algo rico, y pensar en quién lo va a degustar. Este finde que ahora termina he podido disfrutar algún ratito largo de la cocina. E incluso me he animado a hacer por primera vez arroz con leche, un postre que nunca me ha llamado especialmente la atención. Además en lo que respecta a postres no soy nada creativa, porque si cambias la receta puede salirte algo comestible o no. Parece que salió bien, ahora, da igual arroz para un plato salado que dulce, calculo más bien mal. Me quedé corta, porque con el arroz tiendo a pasarme bastante en la cantidad que hecho y me pasó justo al revés. Como me fui dando cuenta a medida que repartía, me eché la mitad que para los demás. Creo que no se percataron. Y por lo que me dijeron, les gustaron las cosas que cociné. Cocinar con cariño se nota, y mucho. Y a veces el amor, toma la forma de arroz con leche (o de lo que sea), y es otro modo de decir "Te quiero", "Me importas mucho", "Te cuido" o "Estoy aquí para ti y voy a seguir estándolo".  Entre semana es más difícil, pero me gustaría sacar ratitos para estas cuatro actividades que a mí sí me relajan, y a la par me encantan. 

Y uno que no he puesto en la minilista anterior de cuatro es envolver regalos. Sí, pero sin presión, sin prisa ni jueces. Y eso que luego si es para un regalo que voy a dar yo, no soy nada quisquillosa con que rompan el papel con cuidado o lo guarden. Me gusta que ya el regalo sea agradable a la vista estando envuelto. Y que rompan o tiren el papel no me afecta ni me importa. Aunque parezca que queda mucho, en breve estaremos preparando la Navidad. Y una de las tradiciones que respeto a rajatabla es hacer regalos por Reyes a los que más quiero, es una excusa (más) para ser detallista, y esto lo disfruto una barbaridad, da lo mismo la fecha. Procuro envolver yo misma los regalos, menos si me gusta mucho (poco probable), el papel de regalo que usen en la tienda. Tengo la suerte de estar rodeada de algunas personas también detallistas, que te sorprenden con una agenda monísima, unos sobaos fabulosos o lo que se tercie.

¿Qué actividades os ayudan a desconectar a vosotros? ¿Qué hacéis para encontrar la calma cuando vuestra cabeza es una olla exprés o tenéis el corazón acelerado? Os agradecería que, sin contar intimidades, compartiérais conmigo en comentarios alguna.

No es quiera desconectarme, es que es necesario desconectar a veces para reconectarse con más fuerza. Y ahora mismo, siento que mi batería está muy cargada, y me va a venir muy bien que así sea. Y lo que venga, de frente y sin miedo, porque no me subiré a una montaña rusa de un parque de atracciones, pero a las montañas rusas de la vida, ya el destino nos sube, queramos o no, y voy/vamos a salir de ella, algo despeinados, pero sí. O esa intento que sea mi actitud. Si cuando el viento no sopla a favor nos hundimos y nos ponemos a llorar por los rincones, corremos el peligro de ahogarnos en nuestras propias lágrimas. Y me permito llorar lo que necesite, pero recurriendo a una de las frasecitas que leí una vez, "Se llora y se sigue". 

Buenas noches. Y que el lunes sea menos asqueroso de lo que parece. Lo siento, odio lo lunes, no es nuevo. A mí dadme viernes y quitadme los lunes del medio. Esa obligación de regresar a la rutina con cinco días por delante, me llama entre cero y nada.

Y como ya hemos despedido el 19 de octubre, acordarme de todas aquellas mujeres que dejaron de estar presentes por culpa del cáncer de mama. De todas las amigas, hijas, madres, primas, hermanas, tías...que tristemente no pudieron vivir para contarlo. Por respeto omito algún nombre, no quiero hacer daño a nadie, y por respeto y afecto menciono dos: Alejandra y María José, sí sé lo caro que es el tiempo, y de verdad que procuro exprimir cada momento de mi vida con los que quiero. Gracias por los años que pudimos disfrutaros. A las que están con tratamiento, un abrazo apretado y espero que ninguna estéis ni os sintáis solas. Deseo que sigáis estando aquí. Y a las que lo superaron y a día de hoy están "bien", a no descuidarse nunca y a vivir todo lo bonito que hay en cada día.

Y ya sí, hora de irse a la cama y "apagar" la cabeza unas horas. Buenas noches por segunda vez.


4 comentarios:

  1. Leer. Las manualidades!!! Buenas noches

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario. Te entiendo, a mí también me relaja hacer manualidades 😊. 🫂

      Eliminar
  2. Sin duda alguna comparto lo de hacer fotos. Antes solía ir al campo y hacer rutas, ahora eso se limita más y cualquier escenario me sirve: un cumpleaños, el parque, cualquier actividad de casa…
    También me relaja planificar viajes y por supuesto… la lectura (aunque creo que tengo una decena de libros sin leer… siempre hay hueco para seguir comprando) sobre todo, literatura infantil. Feliz inicio de semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario. Efectivamente cualquier lugar sirve para hacer fotos, que simplemente por el hecho de hacerlas ya son bonitas, porque congelamos de alguna manera algo que nos ha llamado la atención. Sea por bonito, extraño, curioso, triste...Solo de leerte me han entrado más ganas aún de coger la cámara...
      Planificar viajes es un sueño je je. También lo disfruto porque eso luego se hace realidad. Y creo que viajar suna tiempo de vida. Igualmente Cristina. Un abrazo grande ❤️

      Eliminar