lunes, 15 de febrero de 2021

SUEÑOS

 

Se tenía que notar que disfruto de un paréntesis de cinco días sin cole. Eso y que hay ganas, y si hay ganas de escribir, debo sacarles partido. Esta vez va de soñar. Todavía emocionada por la entrada anterior, porque dejando a un lado las reacciones o ausencia de ellas, cuando le di a publicar me sentía tremendamente feliz, y eso es con lo que me quedo.


La de hoy empieza con una imagen de mi admiradísimo ilustrador 72 Kilos. El mensaje es claro, breve y precioso. Me encanta la gente que me cuenta aquello con lo que sueña. Bueno, seré más concreta, me encanta ese número de personas reducidísimo (cada vez más), con sueños,ilusiones, sean por la noche o con los ojos abiertos, que confía en mí hasta tal punto que me los cuenta. Adoro a esas personitas con sueños, ilusiones, proyectos, en los que estoy presente. Sí, con vistas al futuro, sueños sin fecha, pero estoy en ellos, y no soy un adorno, sino alguien que juega un papel importante. Y lo bonito es cuando es recíproco y ellos también forman parte de los míos. Por eso los comparto con muy poquitas personas o no los comparto, según me dé. Siento que si los cuento así, sin más, sin filtrar a quién, pierden magia. No sé si tenéis esa misma sensación, lo que de verdad deseamos, lo que nos encantaría que sucediera pese a las dificultades que veamos, cuantas menos personas lo sepan...¡Mejor! Más íntimo, más nuestro. Y no me faltan sueños, ilusiones, proyectos...Ojalá me duren mucho tiempo y vayan transformándose en realidades. Y llegarán los días de poder viajar sin fronteras, pasear sin prisas, abrazar sin ninguna barrera, sonreír sin mascarillas...Tres líneas que encierran mucha felicidad pendiente, y la vamos a vivir.


Puse la viñeta de "Me encanta que me cuentes lo que sueñas" pero, en realidad, si hay mucha confianza, a mí me encanta que me cuenten lo que deseen compartir conmigo, sean sueños o no. Creo que cada cual es lo suficientemente inteligente para saber dónde poner los límites (son necesarios) y para no contar solo lo malo que le pasa. Bueno, tampoco hacer ver que todo es bueno y que se vive en un mundo de fantasía y color. Sí, estoy aquí para las buenas y las malas de las personas a las que quiero/amo, pero es muy desagradable cuando solamente se acuerdan de mí para las penas, me siento un poco un saco de boxeo que recibe golpes, porque sí, y me resisto a ser solo eso.

A mí no me cuesta soñar, aunque me parece que lo hago más veces con los ojos abiertos que mientras duermo. O si son nocturnos no los recuerdo con mucha frecuencia que digamos. Pero sí me cuesta confiar, lo reconozco, no me lanzo a la piscina sin más y aborrezco la confianza colectiva. Que yo confíe en alguien no significa que mi vida tengan que saberla además los allegados y/o convivientes de ese alguien. Y menos gracia me hace que enseguida crean que ya hay una amistad. No sé vosotros, pero la amistad necesita un tiempo, no sale de la nada ni florece porque sí. Y amigo es una palabra importantísima, no puede usarse a la ligera ni darse por sentado. Quizás por esta razón a veces pueda ser vista como borde, innacesible o pasota. Todo tiene un buen motivo, y me fío mucho de mi instinto, que alguna vez se equivoca pero suele tener un porcentaje de aciertos elevados. Para ser amigos es necesario tiempo, y si una de las dos partes no quiere dar ese tiempo, hay que respetarlo (o así lo veo). No basta con que alguien quiera ser tu amigo o yo quiera ser amigo de alguien, ambas partes tienen que quererlo, o no hay amistad posible.


Volviendo a los sueños, ¡qué bonito es soñar! Y más bonito todavía tener ganas de compartir lo soñado con alguien. Que nada, ni el COVID ni ninguna otra circunstancia, ni nadie, nos arrebaten nuestros seños. Nunca dejéis de soñar, dormidos o despiertos. El mundo está lleno de personas con sueños que se hicieron realidad, aunque no fuera en el orden que hubieran deseado o tal vez no todos los que tenían en mente. No obstante, pese a las trabas del camino, sigamos compartiendo sueños y personas con las que vivirlos. Felices sueños (aunque sea un poco pronto).


Y la canción, bien actual y me ha parecido que "pegaba" con la entrada, "Juramento eterno de sal", de Álvaro de Luna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario