domingo, 24 de octubre de 2021

Cosas que pasan

El jueves me quedé dormida. Si en mi casa no me despiertan, a saber a qué hora me habría levantado. No suelo ser de las que apaga el despertador y se queda "cinco minutitos más". Esta vez, al avisarme, fui consciente de haber apagado el despertador y, tan pichi, seguir durmiendo. Al final solo llegué cinco minutos después de lo acostumbrado, es la parte positiva de ir al cole este año con tanto margen (dispongo de unos cuarenta minutos aproximadamente, antes de empezar las clases). Sí, es mucho tiempo. Pero así voy tranquila para buscar aparcamiento por la zona, y me da tiempo a imprimir, fotocopiar, organizar...Lo que haga falta. Estando compartida con otro centro, esos cerca de cuarenta minutazos son oro puro.

Así que me levanté escopetada e hice todo a la carrera, sabía que "tarde" era imposible que llegara, pero fui tan acelerada que al cruzar la puerta del cole estaba cansadísima. Espero que no me vuelva a pasar.


Esta semana he vuelto a usar un juego de palabras con mis alumnos de español del colegio. Es un juego de AKROS y se llama "Busca las letras". Hay dos tipos de tarjetas, tarjetas con dibujos, en las que viene encima la palabra en mayúsculas que se corresponde con el dibujo. Y debajo de la imagen, la palabra en minúsculas. El otro tipo de tarjetas son letras sueltas, que vienen con la letra en mayúscula y en minúscula. Vale poco más de once euros y a los niños les gusta mucho. Consigo que jugando se vayan familiarizando con nuestro abecedario. Especialmente lo uso con una pareja de hermanos (niña y niño), escolarizados en 3º y 2º de Primaria. En algunos momentos les dejo varias tarjetas con dibujo para que ellos, en pareja, localicen las letras que forman cada palabra. Otras, les doy una tarjeta con una palabra a cada uno, y les pido que hagan el ejercicio de manera individual. Procuro que sean de dificultad semejante. Pues me he dado cuenta que el niño, es el pequeño, cuando ve que va a "ganar" a su hermana, espera, guardándose la última letra, hasta que ve que su hermana ha localizado su última letra. De esta manera, "empatan". Y los dos tan contentos. Él me mira de manera cómplice y me sonríe (lo intuyo tras la mascarilla). Su hermana no se ha dado cuenta del detalle, o eso creo, pero a mí me encanta.

Lo anterior lo combino con fichas, pizarra blanca tipo veleda, plastilina, vídeos con canciones (a veces me las invento yo, de momento sigue sin llover je, je)...Poco a poco.

Me pongo en el lugar de los niños que necesitan aprender español, lo normal es que lleguen a España sin saber ni papa de nuestro idioma. Habitualmente si vienen aquí no es por gusto, sino en busca de una vida mejor y/o huyendo de situaciones duras, y...¡Qué complicado es casi todo! Además tened en cuenta que las clases siguen siendo con mascarilla, y eso dificulta la comunicación. Y estando compartida hago lo que puedo, me da rabia no poder estar más horas con unos (colegio) o con otros (instituto).

En el instituto la "lucha" es otra, muy diferente. Hasta ahora mi alumnado de español no parte de cero, porque llevan como mínimo cerca de un año aquí. Pero hay que ir un paso más, y responder a lo que demandan. Puede ser vocabulario específico de una asignatura por ejemplo. Alguno me ha pedido frases hechas. Hemos hablado de muchas expresiones que ellos no habían oído en su vida, pero que pueden usar sus compañeros y ellos también (si las aprenden). También algunos refranes...Y cómo no, les animo a que lean. Les presto los libros que haga falta, y si no tengo títulos que puedan interesarles se los localizo, por bibliotecas no va a ser en Salamanca. A ver si algunos se arrancan y les pica el gusanillo de la lectura, leer por placer, no por obligación.

El miércoles me tocó explicar, Lengua 2º ESO (para situaros), la denotación y la connotación. Hablamos de la diferencia de "En el bosque he visto una zorra" a "Esa tía es una zorra". Y ya pusimos algunos ejemplos de las diferencias de significado de distintos términos como zorro/zorra, cojonudo/coñazo...Me dijeron que nunca lo habían pensado, pero sí utilizan esas palabras. Lo que viene a ser el sexismo en el lenguaje. Comentamos también lo de "alumnos" o "alumnos y alumnas" y muchas otras cuestiones. Me gusta que reflexionen, las neuronas deben estar activas, y el "no sé" me saca de quicio. Insisto en lo de al menos, intentarlo, "no sé" no es una opción.

Las semanas pasan volando entre cole, instituto y socializarme fuera del horario laboral. Puse algo de decoración de Halloween en el cole, y me di cuenta que cuando pase esa celebración, en un par de pestañeos, estaremos colocando lo de Navidad...

Por eso me gusta exprimir parte del tiempo "libre". Ayer visita a Segovia, centrada en el Alcázar, una preciosidad. Queda pendiente la subida a la Torre de Juan II. Quedaban entradas, pero ya no nos cuadraba para volver a tiempo a Salamanca.







Imágenes propiedad de Raquel Plaza Juan

La guinda del día fue una obra de teatro en el Liceo. El protagonista es José Luis Gil, actor conocido por ser el "señor Cuesta" en la serie de TV "La que se avecina". Totalmente recomendable "Eduardo II. Ojos de niebla." Está recomendada de 16 años en adelante, pero si entra alguien que no los tiene sí está permitida la entrada. Muy buenas todas las interpretaciones, pero magnífica la de José Luis Gil. Me gustó muchísimo verlo en un registro tan distinto al de su personaje televisivo.

La gente se levantó a aplaudir al final. Os garantizo que como salmantina, eso le cuesta mucho al público de aquí. Desconozco el porqué pero no me sienta nada bien que muchos paisanos sean así. Es como si estuvieran pegados con loctite al asiento. Fui de las primeras en levantarme porque me encantó. Opté por comprar entradas de palco en vez de las del patio de butacas (valían igual). Me parecía que íbamos a estar más tranquilos con algo de distancia. La jugada salió redonda, de los seis asientos del palco solo estaban ocupados los tres en los que estábamos nosotros...¡Qué suerte! 

Si nunca habéis ido al teatro, probadlo al menos. Elegid bien la obra y la compañía, pero id. A mí siempre me ha parecido algo por lo que vale la pena pagar, porque lo veo como una inversión cultural. Ojo, también hay algunas representaciones gratuitas. 

Hoy ya mucho más relajado, con algo de curro, lectura, cosas de casa...

Y así encaramos la última semana de octubre. ¡A por ella!

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