Dejo la entrada escrita, y programada para publicarse cuando a mí me apetece. Sé que escribir varias entradas muy seguidas puede provocar hartazgo en los lectores, sean muchos o cuatro gatos. Y si son cuatro gatos, tampoco pasa nada, porque serán mis cuatro gatos.
Fruto de visualizar cortometrajes en Youtube (tras haber "rescatado" el de "Taras", y recuperarlo para una entrada de este blog), he dado con varios que me han tocado las fibras. Los dos primeros pertenecen a una serie llamada "El amor mola", de Roberto Pérez Toledo. Y sí, ¡ya lo creo que mola!
El primero no es un aperitivo precisamente, sino un plato fuerte, se llama "Demostración pública de afecto". Simplemente, maravilloso. No hay que esperar a San Valentín para decir un "Te quiero" y/o "Te amo". Ni hace falta una fecha especial. Aunque es verdad que en algunas fechas concretas saben a gloria, lo que no quita que se diga un día "cualquiera", porque cualquiera puede ser perfecto para una demostración de amor, y sepan a gloria también. A veces se dicen sin palabras, con una mirada, una sonrisa, un silencio, una caricia en la espalda, pero qué bonito es escuchar la voz de quien quieres y que te lo "recuerde", porque sí, porque le apetece, le nace, sin que sea un "y yo también". Os dejo con esta joyita.
El amor no tiene mandamientos, es probable que cada pareja tenga sus reglas no escritas. Que cada una cuente con sus "normas", y lo que algunos ven normal, otros lo consideran una relación "tóxica", otros puede ser que ni siquiera lo cataloguen como relación. Al fin y al cabo, ¿qué más da? En esta vida nadie es más que nadie. No debemos juzgar a otros por con quién caminan de la mano, a quién besan o con quién se despiertan por la mañana. Todos tenemos el derecho, no sé si afirmar obligación, quizás deber suene menos fuerte, de luchar por nuestra felicidad. Para mí, un ingrediente básico de ella ha de ser el amor, tal cual. Y qué bonito, a la par que complicado, luchar por lo que nos remueve por dentro, nos hace sentir más vivos, a pesar de la distancia (o no, siempre es relativa), de las circunstancias de cada cual y de las dificultades y/o baches que en mayor o menor medida siempre estarán presentes.
Para mí es luchar por todo aquello que nos hace sentirnos los más fuertes del mundo y en algunos momentos, tal vez, los más vulnerables, aunque pueda parecer chocante.
Y cualquier día es fantástico para celebrarlo, ¿por qué esperar al 14 de febrero? Celebrémoslo hoy, 7 de septiembre, o ayer 6, o mañana 8. Viva el amor y vivan todos los valientes que se dejan la piel y ponen toda la carne en el asador para seguir junto a quien piensan en él.
Sigo sin concebir la vida sin música. Para todo, siempre viene bien. Esta vez he elegido dos canciones, no ha sido fácil. Una en inglés, tranquilidad, con subtítulos en español.
El broche musical de esta entrada corre a cargo de las voces de Niña Pastori y Antonio Orozco.
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