domingo, 14 de abril de 2024

Mi puzle...vuestro puzle

Si navegáis en la web de la RAE buscando el significado de puzle, os remite a su sinónimo, rompecabezas. Aparecen tres acepciones, comparto aquí las dos primeras:
rompecabezas
 

1. m. Juego que consiste en componer determinada figura combinando cierto número de pedazos de madera o cartónen cada uno de los cuales hay una parte de la figura.

Sin.:
  • puzle.

2. m. coloq. Problema o acertijo de difícil solución.

Sin.:
  • acertijoadivinanzaenigma.


Esta semana ha sido un popurrí de lágrimas, mucha rabia, tristeza profunda, alegrías, aprendizaje, grandes esperanzas y escucha, mucha escucha. Pero era lo que tocaba. Y hace unos días logré, no sé muy bien cómo, encontrar la calma, enfriar lo que me atormentaba y seguir hacia delante. Y pensaba que la vida de cada uno es un puzle, sí, no he añadido el cómo, porque no busco símil ni comparación, prefiero la metáfora. Y es un puzle que nadie tiene completo. Me parece que no hay ninguna persona que tenga todas las piezas para conseguir formar todo el dibujo. A algunos les faltan piezas que han perdido, que por la razón que sea se han esfumado de su vida cotidiana, pese a seguir muy presentes de otras maneras. Y no hablo solo de los fallecimientos, los más dolorosos tal vez, sino también del "duelo" por los vivos que ya no siguen en nuestro día a día. y también hay que pasarlo y/o aprender a vivir con ello. A veces somos nosotros los que quitamos alguna pieza del puzle, otras son los demás los que eligen, por el motivo que sea, dejar de estar en nuestro puzle.

Por otro lado están las piezas que todavía no han llegado, pero ansiamos que formen parte de nuestro "dibujo". Aquellas que sin saber cómo serán, incluso nos hemos llegado a imaginar. A alguna quizá hasta nuestro corazón les haya puesto nombre. Y vivimos acompañados de esperanza e incertidumbre, sin poder asegurar que algún día tendremos esas piezas. Además hay otras que quizás no esperamos, pero van a llegar de todas formas, y cuando llegan, nos alegramos de poder contar con esas piezas, aunque ya no buscáramos ampliar nuestro puzle. 

Mi puzle ha variado de número de piezas, me gusta el dibujo que forman a día de hoy pero, como el de todos, lo siento "incompleto". Siempre va a faltar alguna pieza. Mientras crece o no, disfruto de cada una de las piezas que sí tengo en él. Lo que no quita que eche de menos lo inimaginable a la pieza más importante que he "perdido" en lo que llevo de vida. Y vivo con ello, como puedo, pero sigo caminando, porque él no querría que perdiera el tiempo. Y me daría un buen tirón de orejas al comprobar lo mucho que he desaprovechado para algunas cuestiones estos ocho meses y medio casi desde que murió. ¿Tengo razón, papá? 

Cada vez la muerte está más presente en mi día a día. Antes la veía como algo lejano y aunque sabía que tendría que llegar el momento en el que me tocara afrontar ciertos golpes vitales, algunos llegaron sin avisar. Ni mejor ni peor, sucedieron sin esperarlo. Puede que una parte de mí esté naturalizando la muerte. No digo desdramatizarla, porque la muerte de una persona a la que has amado con toda tu alma, es como si te amputasen una pierna sin anestesia, a dolor vivo. Es una auténtica tragedia. Te descoloca la cabeza, y te pone el corazón patas arriba. Y ambos tardan en recomponerse. Hasta que el nudo en la garganta te deja respirar con relativa normalidad.

Soy consciente de tener solo una vida, esta. Y que aquí no se queda para siempre, físicamente al menos, absolutamente  nadie. Los de este mundo, con más o menos acierto, procuramos honrar a los que ya no están, y mantener vivos a esas personas a través de los recuerdos. Todavía no estoy preparada para imaginar mi propia muerte, lo de mi padre está demasiado reciente. Pero llegará.

Gracias a todas las personas con las que he hablado en estos últimos diez días. Sois unas piezas maravillosas de mi puzle, y agradezco poder confiar en vosotros y al revés, que vosotros hayáis elegido confiar en mí. Porque sin poneros de acuerdo, han sido unos días de conversaciones muy profundas. Algunas tremendamente dolorosas, otras complicadas de tratar, y otras cargaditas de alegría esperanzadora. Y también de amor, sin necesidad de decir "Te quiero" a todas horas, hay hechos que lo demuestran.


Cuidar vuestro puzle, admirar la figura que forma, aunque creáis que faltan algunas piezas. Y si está en vuestras manos conseguir alguna de las piezas ausentes, luchad por ellas. Porque sí,  la vida es un puzle, pero también  la vida es esperanza, la vida es dolor, la vida es alegría, la vida es miedo, la vida es escucha, la vida es caerse, la vida es aventura, la vida es esfuerzo, la vida es salud, la vida es ilusión, la vida es recordar, la vida es crear, la vida es imaginar, la vida es trabajo, la vida es curiosidad, la vida es riesgo, la vida es pasión, la vida es enfermedad, la vida es sacrificio, la vida es seguridad, la vida es unión, la vida es tropezar, la vida es cambio, la vida es calma, la vida es soledad, la vida es paciencia, la vida es movimiento, la vida es olvidar, la vida es ayudar, la vida es dudar, la vida es comprender, la vida es confiar, la vida es cariño, la vida es perdonar, la vida es compañía,  la vida es hacerse preguntas, la vida es disculparse, la vida es gratitud, la vida es saber acompañar, la vida es encontrar respuestas, la vida es coincidir, la vida es descubrimiento, la vida es amor...

A ver si la semana se porta bien, por muy lunes que sea mañana.

La banda sonora de mi puzle, ha sonado mucho esta semana a Dani Martín. Desde hace muchos años, en momentos jorobados, tiendo a arroparme con su música.

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