domingo, 9 de febrero de 2020

Luna de nieve, más reflexiones en voz alta

Los que tenéis la suerte de poder contemplar la luna desde donde vivís, estaréis disfrutando de una maravillosa luna llena, en este caso también llamada "luna de nieve", por la peculiaridad de ser la más grande y brillante del año. Pude verla ayer por la tarde, cerca de Alba de Tormes. Y no he podido evitar compartir una de las fotos que hice, con la cámara de mi hermano por cierto.

Imagen propiedad de Raquel Plaza

Y con esta luna todavía muy presente en la retina, me ha dado por hacer una parada en el blog. Pecaré de poco original, me parece que después de tres años y pico en él, no voy a contaros nada que no sepáis o podáis intuir, pero quizá lo cuente de otra manera.

Hace unos años una amiga, del gremio docente, Marisa, nos entregó un marcapáginas con un poema fabuloso de Benedetti, "La gente que me gusta", sobre el que ya he escrito en otro momento. Poco después, recurrí a ese poema como broche a la despedida de tres compañeros que se iban del IES Vía de la Plata de Guijuelo. Como curiosidad, estaba despidiendo a esos tres profes, en nombre del claustro, sin saber todavía que el curso siguiente, tampoco yo, estaría en el instituto guijuelense.

A mí se me nota a la legua la gente que me gusta y la gente que no, tal vez sea un defecto. No me considero brusca ni borde, pero sí es verdad que mi cara en algunas ocasiones habla por sí sola (con bastante frecuencia). Y sobre eso quiero escribir esta madrugada.

La gente que me gusta es valiente, pero también tiene miedo/s, e intenta combatirlos o hacerlos pequeñitos. Y si es posible, ¿por qué no? consigue que desaparezcan. La gente que me gusta es paciente, con los demás y con ellos mismos, entiende que a veces es necesario saber esperar y dejar pasar el tiempo, sin prisas, sin atropellos, sin sobresaltos. Desde luego que le gente que me gusta sabe escuchar, aunque a veces no puedan recordar todo lo que les hemos contado. Además la gente que me gusta se molesta por escuchar las distintas versiones de una historia. Y creo que tiene tantas como personas estén implicadas (de una u otra forma) en ella. La gente que me gusta hace lo posible por actuar de una manera justa. La gente que me gusta reconoce sus errores y es consciente que todo el mundo puede meter la pata en un momento determinado. La gente que me gusta está pendiente de cómo están las personas a las que aprecia, quiere, ama...La gente que me gusta tiene buena memoria, y hace que pesen más las cosas positivas que ha vivido con alguien, que los errores que los otros hayan podido cometer. Por supuesto que la gente que me gusta no juzga, sino que está ahí, sin más, que es mucho. La gente que me gusta lucha por sus sueños, o espera a que el viento sople a favor para poder retomarlos. La gente que me gusta no suele ser orgullosa, y es capaz de dar un paso atrás cuando se equivoca. La gente que a mí me gusta no actúa sabiendo que está haciendo daño a otros. La gente que me gusta es observadora, aunque intente hacerse la despistada. La gente que me gusta sabe relativizar. Me gusta la gente que es capaz de hablarme de sus sentimientos, aunque le cueste (¿a quién no?). La gente que me gusta es leal, y cuida a su gente. La gente que me gusta da espacio y tiempo, pero no olvido. La gente que me gusta comparte, en muchos sentidos. Desde luego que la gente que me gusta me mira a los ojos cuando hablamos, excepto en situaciones puntuales de vergüenza/timidez, y se preocupa por lo que me pasa o, simple y llanamente, por cómo me ha ido el día. Me gusta la gente que no huye, no desaparece. La gente que me gusta es coherente, y no dice una cosa y hace otra distinta. Me gusta la gente con la que puedo reírme, y sonreír, aunque sea tímidamente. La gente que me gusta ama, respeta, acompaña, anima, apoya, se esfuerza, reflexiona, espera, escucha, ayuda...Y cómo no, me hace sentir afortunada por ser parte de mi vida y yo de la suya.

A estas horas no voy a incluir nada más en "La gente que me gusta", todo depende de en qué momento de nuestra vida escribamos algo. Seguramente si escribiera nuevamente sobre "La gente que me gusta" dentro de un año, algo variaría, pero el fondo seguiría siendo muy semejante al de ahora.

Volviendo a la luna, me encanta mirarla, especialmente cuando hay silencio a mi alrededor o solo se distinguen sonidos de la naturaleza. Y todavía me gustan más las estrellas, qué decir de la lluvia de Perseidas de agosto...Así que con esta imagen os dejo hoy, para que la observéis detenidamente, y la disfrutéis.



No hay comentarios:

Publicar un comentario