domingo, 26 de septiembre de 2021

EMOLECTURAS 1: Los invisibles

Lo dejaba caer recientemente en otra entrada, la idea de esta nueva sección.

El nombre tiene su origen en una ponencia de la profesora Francisca Leiva, que participó en unas jornadas sobre la lectura organizadas por la Junta de Castilla y León. Estoy hablando de las jornadas "¿Y tú cómo lo lees?", del curso 2014-2015. Fui como oyente, representando al centro educativo en el que estaba por entonces, el IES "Vía de la Plata" de Guijuelo. Algunos centros compartían una experiencia relacionada con la lectura que se estuviera llevando a cabo en su instituto. Todas las ponencias me parecieron interesantísimas, pero la de Paqui Leiva, tal cual ella se presentó, fue muy emotiva.

Ella defendió lo siguiente:

Para que lo leído tenga un sentido profundo en nuestra vida.

Para que la memoria a largo plazo se moleste en conservarlo y no quede borrado de la operativa a los pocos minutos, como se borra una huella en la playa con el solo aliento de una ola, es necesario saber que:

LEER es SENTIR.

Gracias, muchas gracias. Después de siete años todavía recuerdo parte de esa ponencia. Y precisamente lo atribuyo a la emoción con la que compartió lo que estaban haciendo.

Mi objetivo con las Emolecturas es compartir textos, de distintas extensiones, que puedan emocionar al lector. Hace poco lo hablaba con una escritora, no soy amiga de las etiquetas de edades para las lecturas. Salvo que el contenido sea claramente para un público concreto, voy a etiquetar la mayoría de las entradas de Emolecturas para Primaria y Secundaria. Y tomadlas como recomendaciones, por favor.

La primera es la historia de "Los invisibles". El autor es Tom Percival y es de Andana editorial. Tengo la suerte de tener muchos libros entre los que poder elegir. Este cuenta la historia de una niña llamada Isabel y su familia, de sus circunstancias, un cambio en su vida y lo que supone dicho cambio. Habla de las personas que parecen invisibles a los ojos de los demás. Me parecía idóneo para inaugurar esta sección. Trabajando actualmente como maestra de Compensatoria, siento que a veces mi alumnado de Compensatoria es invisible para parte de la comunidad educativa. Ahora no me ha dado tiempo a tener esa sensación, pero sí en mi etapa anterior, cinco cursos. Y sentía mucha rabia. Una impotencia tremenda. Para mí era doloroso ver como algunos los trataban como casos perdidos o los olvidados.

Al final las personas necesitamos de otras que crean en nosotros, nos escuchen y nos ayuden a brillar. Sí, hay gente capaz de brillar sola, pero en mi opinión a muchos les hace falta ese impulso que da que otros vean que sí puedes lograr algo, que crean en ti.

Gran parte de las páginas de "Los invisibles" transcurren en invierno. Las páginas están invadidas por colores fríos, incluso nieve. Al final el color lo inunda todo y llega la primavera.

Me parece una historia sencilla, pero con mucha miga. Apta para todas las edades. Unas ilustraciones muy cuidadas y un texto adecuado, hacen de este libro algo muy especial. Estoy deseando contárselo a mis alumnos. De hecho en cuanto tenga un poco de margen quiero que vean el libro y escuchen la historia.

Así que, esta es la primera de muchas "Emolecturas"  que están por venir.

Por cierto, los invisibles no suelen ser felices siéndolo, tenedlo presente. No todo el mundo tiene la autoestima en el punto que debería. Y cada uno podemos hacer algo para que los que nos rodean se quieran un poquito más. Gracias a los que, cuando me hace falta, me ayudan en esta "tarea", complicada a veces.

Como digo mucho, más empatía, por favor. Leer desde luego, sí es sentir, y...¡cuánta falta nos hace!

¡Felices Emolecturas!

P.D. Por cierto, si tenéis algún comentario o sugerencia, recuerdo que serán bienvenidos. Os invito a hacerlas a través del blog, para que no se "pierdan" (como pasa cuando las hacéis en Facebook por ejemplo).

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