lunes, 4 de marzo de 2024

Una pregunta

Esta mañana, una de mis alumnas de 2º de la ESO, me ha hecho una pregunta en medio de la clase de Inglés. La verdad es que suele ser al contrario, soy yo la que les hago preguntas, les planteo situaciones muy diversas. Quiero que ellos reflexionen, les den al coco, que pongan sus neuronas a trabajar, que se activen. A veces se trata de asuntos curriculares, otras no. Me asusta un montón cómo vienen las nuevas generaciones. Supuestamente es una sociedad más avanzada y más abierta de mente. Se supone que más tolerante. Pero si rasco un poco, veo que no, porque pese a los años que hay entre ellos y yo, y son unos cuantitos, la sociedad ha evolucionado menos de lo que aparenta. Mucha fachada. Mucho preocuparse por el continente, y poca atención al contenido.

La pregunta era la siguiente. "Si tuvieras una caja, de la que pudieras recuperar cualquier cosa que hayas perdido, ¿qué sería?" Me dejó a cuadros. Le dije que si solo podían ser "cosas", o también personas. Me dijo que sí, que personas también. Respondí sin titubear: "A mi padre." Y se me escapó una sonrisa de oreja a oreja.  

Le pregunté que por qué se le había ocurrido esa pregunta. Dijo que se lo preguntó su madre el pasado fin de semana. No sé si es verdad o no, pero agradezco que me haya hecho reflexionar. También le pedí que me contara cuál había sido su respuesta.

Su pregunta fue a media mañana, y todavía sigo dándole vueltas a qué objeto me gustaría recuperar. Creo que no hay ninguno. El año pasado perdí una pulsera estando de turisteo por tierras extremeñas. Debió ser justo antes de empezar la visita guiada al Monasterio de Guadalupe. Me percaté cuando acababa de empezar la visita. Me disgusté mucho. Dejé la visita e intenté deshacer el camino, por si aparecía. Nada. Incluso se lo dije a los trabajadores de la tienda de recuerdos del Monasterio. Nada. Y llamé a un bar en el que habíamos parado de camino al mismo, a la vuelta estaba cerrado. Nada. Tampoco hubo suerte. Pasé un mal rato al contárselo a quien me la regaló. Podía haber optado por no decir ni pío e intentar localizar por mi cuenta una pulsera igual, pero mi conciencia no me lo permitía. Conseguimos una pulsera igual. Mi disgusto no era por lo que hubiera costado la pulsera, sino por el valor sentimental. Quizá sea el extravío de algo que más me haya dolido en los últimos años.Tengo muchas cosas, y habré perdido unas cuantas a lo largo de mi vida. Pero no dejan de ser objetos, cosas materiales. Por muy bonitas o valiosas que fueran, son "cosas". Es verdad que algunas tienen un valor sentimental, muy por encima del valor económico. El sentimental de hecho es incalculable, no tiene etiqueta con cifras. Aunque sigo sin encontrar una respuesta a si solo pudiera "rescatar" algo en lugar de a alguien. Si acaso, voy más lejos, algo abstracto, "tiempo". eso sí. Para que algunos momentos ya vividos hubieran transcurrido más despacito, para haberlos disfrutado todavía más. 

Os lanzo la misma situación a vosotros, ¿qué responderíais? No hace falta que compartáis vuestras respuestas si no queréis, con que alguno la piense me basta.


Y la música es de Macaco, "Me olvidé de vivir".

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