miércoles, 17 de abril de 2024

¡Ay, cuántos cambios!...Cosas de maestra

18-abril-2008. Fecha del comienzo de mi viaje como maestra a nivel oficial. Mi estreno como interina.

Y esta vez, al acercarse el aniversario, rememoraba ese aterrizaje en el CEIP "Leonardo Da Vinci" de Parque Coimbra, Móstoles. Esa emoción al entrar en el cole, y ver lo precioso que era el cole. Puedo afirmar, 16 años después, que sigue siendo el cole más bonito en el que he trabajado. Lo siento, no ha habido ningún otro que se le acercara, ni de lejos. Y de allí sigo teniendo preciosos recuerdos y sé, con más o menos frecuencia, de la vida de dos personas muy especiales, Lucila, bueno, Lucy, por entonces maestra de Compensatoria. Y con una sonrisa tan amplia y sincera, que me cayó fenomenal en cuanto nos conocimos. A mí las primeras impresiones me han dado muchos más aciertos que fallos. Excelente ser humano y maestra. La otra es Andrea, un amor de niña entonces. Una gran mujer ahora. Era mi alumna, del 5º de Primaria del que fui tutora por primera vez. Muy especial, siempre lo fue, y con una inmensa calidad humana.  A ambas, Lucy y Andrea, os debo veros con calma, un café sin reloj, sea en Salamanca, Madrid u otro punto de la geografía. Lectores del blog, tranquilos, no voy a hacer un recorrido por personas de cada centro, porque he cambiado una barbaridad, y con tanto destino diferente llega el 20 aniversario y aquí sigo, dale que te pego a las teclas del ordenador.

Entre Leonardo Da Vinci y el IES "Francisco Salinas", ha habido muchos cambios. Cambios en mi vida personal y en la parte laboral. En la laboral el balance de haber estado en tantos centros es muy positivo, y ha contribuido a que no me acomodara. Además he tenido la oportunidad de conocer a personitas maravillosas (alumnos de edades variadas, procedencias dispares y personalidades de todo tipo) y a personas fabulosas (docentes, ya fueran profes o maestros; familias de alumnos, muchas más mamás que papás; alumnos de prácticas, he tenido menos de los que me gustaría, pero tiempo al tiempo; educadoras de ASECAL y "Los Molinos"; personal de Administración y Servicios; y otras muchas que me dejaré en el tintero porque son pocas líneas para abarcar 16 años. A todas ellas, muchas gracias, sobre todo a las que habéis dejado huella en mí y sonrío al pensar en vosotras. 

En mi guardia de patio de hoy, me vino a la cabeza ese patio del Da Vinci. Y pensaba, ¡cómo han cambiado las cosas! No sé vosotros, con la mano en el corazón sigo considerándome una persona muy afortunada, y continúo pensando que mi profesión, la docencia, es la más bonita del mundo. Pero hay días que es extenuante ejercer de "poli malo". Y ya no sabes cómo lidiar con determinadas situaciones sin perder la ilusión, la alegría u otras cosas. En mi primer curso en Guijuelo, allá por el año académico 2013-2014. Estaba en el CEIP "Filiberto Villalobos" (compartida con un cole de Salamanca capital), mi "Fili" del alma, un compañero me preguntó un día que por qué estaba siempre tan alegre. No recuerdo cuál fue mi respuesta, pero es verdad que en algunos lugares, se dan una serie de circunstancias, que hacen que vean mi versión más alegre. Aunque, como en botica, hay de todo, y depende del momento vital en el que esté. 

Me revienta sentir en algunos momentos el empeoramiento generalizado en una parte significativa del alumnado. Y dejo en un lugar secundario la más puramente curricular. Me voy al día a día, a esa sensación de pasotismo alarmante, a no saber qué es la cultura del esfuerzo, a no cuidarse ellos mismos (¡cómo para cuidar sus materiales!), a no respetar a los otros (porque sí, por su aspecto, origen, ideas...), a no apechugar con las consecuencias de sus actos, a no saber comunicarse adecuadamente. a no saber relacionarse con chicos/chicas de su edad...Siento que cada vez están más conectados al móvil, tablet, videoconsola, etc., etcétera. Pero más desconectados de la realidad. De lo que sienten las personas próximas a ellos, de cuáles son sus problemas, qué intereses tienen, qué les pueden aportar; de qué manera pueden ellos "ayudar"...Si de mí dependiera, "desconectaría" todos esos dispositivos que hacen que estén como en una cueva, en su cueva. Hace no mucho alguien, un adolescente, me comentó las horas que pasaba al día con el móvil (viendo vídeos, jugando online...). Y yo pensaba, ¡qué pena! La de horas que no está aprovechando para hablar con sus compañeros, su familia, conocer la ciudad (Salamanca es pequeñita, pero tiene muchos rincones con encanto), pasear...Creo que mi adolescencia sin pantallas, en mi caso la tele y poco más, fue muy enriquecedora. Recuerdo conversaciones eternas en verano. De esas en las que sabías a qué hora salías de casa pero no cuándo llegabas. Y eso no era sinónimo de ir a desfasar, ni mucho menos. Muchas veces era suficiente estar sentados en la casa de alguno o en la acera hablando, de todo y de nada. Porque la adolescencia es época de muchos cambios, y ese círculo de personas de tu edad me parece importantísimo. Una pena lo que muchos se están perdiendo. Menos TikTok y más hacer caso al tic-tac del corazón de cada uno, a lo que sienten los que queremos, o a escuchar a nuestro propio reloj, y lo que nos dice en cada momento. Pero debo ser una antigua, una rarita o a saber. Tampoco me quita el sueño. Procuro salir de casa con el chubasquero, por si acaso. 


Hay días, especialmente en las primeras horas, que les pregunto sobre lo que pasa en el mundo, las noticias más importantes de los últimos días. Rara vez saben algo, como mucho un par de cosas, más si de fútbol se trata. Por lo que sea "pasan" del mundo. Quizá sea que sienten que "el mundo· también pasa de ellos. No lo sé. Tengo una sensación agridulce, y muchas veces acabo la jornada sintiendo que hablo con extraterrestres, o soy yo la de otro planeta. Pero no encuentro la "nave" que me haga coincidir en un punto a medio camino entre su planeta y el mío. Si alguien conoce esa nave, por favor, a compartir se ha dicho. No soy de las que se rinden fácilmente, y para bien o para mal me considero bastante testaruda. 

He decidido que sí voy a celebrar con ellos, mis alumnos, estos 16 años. Con una "chorradilla", pero no quiero que sea un día más en el calendario. Y también con los compañeros más cercanos. A ver si hay suerte y mañana me libro de ejercer de "poli malo". Conste que lo que he expuesto aquí no es exclusivo de un destino concreto, para nada. Desgraciadamente mi lucha es la lucha de muchos docentes en muchos colegios, institutos u otras instituciones de carácter educativo.

Como soy una feliciana, quiero pensar que esto tiene solución. Y las cosas solo cambian si pensamos que pueden ser distintas y ponemos la carne en el asador para que lo sean. A cualquier profe, maestro, madre, padre, educador del tipo que sea, si se ha sentido identificado con lo explicado aquí, quiero darte un mensaje: No estás solo. Y el cambio es posible si entre todos arrimamos el hombro y ponemos de nuestra parte.

Papá hazme el favor de brindar por esos 16 años. Ya ves, no hay ni una sola entrada en la que no pueda mencionarte. Con mamá y Miguel Ángel, tranquilo, en cuanto se pueda intentaré que podamos celebrarlo también.

El camino, en estos 16 años, ha tenido páginas inolvidables, mágicas, dolorosas, sudorosas, rabiosas, olvidables, especiales, ilusionantes, hermosas, alegres, tranquilas, amorosas, amables, cariñosas, valientes...Todas ellas muy educativas. Ojalá sigan abundando las buenas, porque a medida que pasan los años, las malas no es esfuman, pero siento cómo se desvanecen, y hasta los peores momentos vividos en algunos centros, pierden mucho peso y sienten mucho más ligeros.

Vamos a celebrar que hoy estamos aquí, y que un puente educativo precioso, asoma en el horizonte. Procurad ser felices, lo que tenga de pasar sucederá igual.

Gracias por compartir parte de este camino...Y lo que me queda.

Todas las fotografías son propiedad de Raquel Plaza Juan.

domingo, 14 de abril de 2024

Mi puzle...vuestro puzle

Si navegáis en la web de la RAE buscando el significado de puzle, os remite a su sinónimo, rompecabezas. Aparecen tres acepciones, comparto aquí las dos primeras:
rompecabezas
 

1. m. Juego que consiste en componer determinada figura combinando cierto número de pedazos de madera o cartónen cada uno de los cuales hay una parte de la figura.

Sin.:
  • puzle.

2. m. coloq. Problema o acertijo de difícil solución.

Sin.:
  • acertijoadivinanzaenigma.


Esta semana ha sido un popurrí de lágrimas, mucha rabia, tristeza profunda, alegrías, aprendizaje, grandes esperanzas y escucha, mucha escucha. Pero era lo que tocaba. Y hace unos días logré, no sé muy bien cómo, encontrar la calma, enfriar lo que me atormentaba y seguir hacia delante. Y pensaba que la vida de cada uno es un puzle, sí, no he añadido el cómo, porque no busco símil ni comparación, prefiero la metáfora. Y es un puzle que nadie tiene completo. Me parece que no hay ninguna persona que tenga todas las piezas para conseguir formar todo el dibujo. A algunos les faltan piezas que han perdido, que por la razón que sea se han esfumado de su vida cotidiana, pese a seguir muy presentes de otras maneras. Y no hablo solo de los fallecimientos, los más dolorosos tal vez, sino también del "duelo" por los vivos que ya no siguen en nuestro día a día. y también hay que pasarlo y/o aprender a vivir con ello. A veces somos nosotros los que quitamos alguna pieza del puzle, otras son los demás los que eligen, por el motivo que sea, dejar de estar en nuestro puzle.

Por otro lado están las piezas que todavía no han llegado, pero ansiamos que formen parte de nuestro "dibujo". Aquellas que sin saber cómo serán, incluso nos hemos llegado a imaginar. A alguna quizá hasta nuestro corazón les haya puesto nombre. Y vivimos acompañados de esperanza e incertidumbre, sin poder asegurar que algún día tendremos esas piezas. Además hay otras que quizás no esperamos, pero van a llegar de todas formas, y cuando llegan, nos alegramos de poder contar con esas piezas, aunque ya no buscáramos ampliar nuestro puzle. 

Mi puzle ha variado de número de piezas, me gusta el dibujo que forman a día de hoy pero, como el de todos, lo siento "incompleto". Siempre va a faltar alguna pieza. Mientras crece o no, disfruto de cada una de las piezas que sí tengo en él. Lo que no quita que eche de menos lo inimaginable a la pieza más importante que he "perdido" en lo que llevo de vida. Y vivo con ello, como puedo, pero sigo caminando, porque él no querría que perdiera el tiempo. Y me daría un buen tirón de orejas al comprobar lo mucho que he desaprovechado para algunas cuestiones estos ocho meses y medio casi desde que murió. ¿Tengo razón, papá? 

Cada vez la muerte está más presente en mi día a día. Antes la veía como algo lejano y aunque sabía que tendría que llegar el momento en el que me tocara afrontar ciertos golpes vitales, algunos llegaron sin avisar. Ni mejor ni peor, sucedieron sin esperarlo. Puede que una parte de mí esté naturalizando la muerte. No digo desdramatizarla, porque la muerte de una persona a la que has amado con toda tu alma, es como si te amputasen una pierna sin anestesia, a dolor vivo. Es una auténtica tragedia. Te descoloca la cabeza, y te pone el corazón patas arriba. Y ambos tardan en recomponerse. Hasta que el nudo en la garganta te deja respirar con relativa normalidad.

Soy consciente de tener solo una vida, esta. Y que aquí no se queda para siempre, físicamente al menos, absolutamente  nadie. Los de este mundo, con más o menos acierto, procuramos honrar a los que ya no están, y mantener vivos a esas personas a través de los recuerdos. Todavía no estoy preparada para imaginar mi propia muerte, lo de mi padre está demasiado reciente. Pero llegará.

Gracias a todas las personas con las que he hablado en estos últimos diez días. Sois unas piezas maravillosas de mi puzle, y agradezco poder confiar en vosotros y al revés, que vosotros hayáis elegido confiar en mí. Porque sin poneros de acuerdo, han sido unos días de conversaciones muy profundas. Algunas tremendamente dolorosas, otras complicadas de tratar, y otras cargaditas de alegría esperanzadora. Y también de amor, sin necesidad de decir "Te quiero" a todas horas, hay hechos que lo demuestran.


Cuidar vuestro puzle, admirar la figura que forma, aunque creáis que faltan algunas piezas. Y si está en vuestras manos conseguir alguna de las piezas ausentes, luchad por ellas. Porque sí,  la vida es un puzle, pero también  la vida es esperanza, la vida es dolor, la vida es alegría, la vida es miedo, la vida es escucha, la vida es caerse, la vida es aventura, la vida es esfuerzo, la vida es salud, la vida es ilusión, la vida es recordar, la vida es crear, la vida es imaginar, la vida es trabajo, la vida es curiosidad, la vida es riesgo, la vida es pasión, la vida es enfermedad, la vida es sacrificio, la vida es seguridad, la vida es unión, la vida es tropezar, la vida es cambio, la vida es calma, la vida es soledad, la vida es paciencia, la vida es movimiento, la vida es olvidar, la vida es ayudar, la vida es dudar, la vida es comprender, la vida es confiar, la vida es cariño, la vida es perdonar, la vida es compañía,  la vida es hacerse preguntas, la vida es disculparse, la vida es gratitud, la vida es saber acompañar, la vida es encontrar respuestas, la vida es coincidir, la vida es descubrimiento, la vida es amor...

A ver si la semana se porta bien, por muy lunes que sea mañana.

La banda sonora de mi puzle, ha sonado mucho esta semana a Dani Martín. Desde hace muchos años, en momentos jorobados, tiendo a arroparme con su música.

jueves, 4 de abril de 2024

"El desorden que dejas" y otras cuestiones

"El desorden que dejas" es el título de un libro de Carlos Montero. Y también el nombre de una miniserie, 8 capítulos,  de Netflix, basada en la novela. No he leído el libro, pero sí he visto la miniserie. Me ha parecido entretenida, con localizaciones muy bien elegidas y que invitan a escaparse a Galicia ya mismo.
Además, una bellísima cabecera de la serie, estéticamente preciosa, con la canción de Xoel López "La espina de la flor en tu costado" de fondo, maravillosa. Definido como thriller, con una mezcla de drama y suspense, me ha parecido también una historia de amor, envidia, dolor, amistad, superación...Un elenco muy bien elegido: Inma Cuesta, Bárbara Lennie, Roberto Enríquez o Tamar Novas entre otros. Muy recomendable.  Tal vez ya la hayáis visto. Si no es el caso, os la recomiendo, no se hace nada pesada y dan ganas de enlazar un capítulo con otro.
Os dejo esa canción fabulosa que puede escucharse al comienzo de cada capítulo.
En esta ocasión va de música.  A menudo, cuando doy con una canción que me gusta mucho, intento tenerla localizada. Algunas no sé lo que dicen, por ejemplo la primera, al estar en francés, y de francés ni papa, las cosas como son. Pero a pesar de eso, hay música que llega de una forma especial. Disfrutadlas.

La siguiente canción es de Rayden, "Haz de luz". Sin ser uno de mis cantantes favoritos ni a los que escucho de manera habitual, me ha gustado mucho esta canción. Y es que qué importante es observar la belleza de todo lo que nos rodea, dejarnos sorprender por cada detalle que nuestros ojos son capaz de captar. Por supuesto por lo que sentimos en algunos momentos especiales, en los que los cerramos, y somos capaces de "ver" sin los ojos. Porque el corazón ve, la piel siente, la voz transmite, el olor puede removernos para bien o para mal...Y por supuesto, mirar a los demás, especialmente a los que hacen que nuestros ojos brillen. Qué bonito sería vernos a nosotros mismos a través de los ojos de los que nos quieren. Firmaba ya por poder hacerlo de vez en cuando.


Y la siguiente es de Camila Pérez, "Prisa", fantástica. Me gusta la gente que parece acariciar las palabras al cantar.


Y la última canción, por hoy, es de la gran Alanis Morissette, se llama "Hand in my pocket". Otra
preciosidad de canción. Buen día a todos. Y a los que tenéis trabajos especialmente duros o no trabajáis porque no podéis por motivos de salud, un abrazo un poquito más fuerte.

domingo, 31 de marzo de 2024

Horario de verano




Aquí me hallo, frente a la pantalla del ordenador, tremendamente descolocada todavía con el cambio horario. Según anunciaban en todas partes, parecía fácil, a las 2 (de la madrugada) serían las 3, y listo. Los dispositivos digitales la han cambiado solos. Mi cerebro no. Desconozco la razón, pero mi cuerpo se pierde bastante con el paso al horario de verano. No es este año en particular, llevo años viendo que hace estragos en mí. Tardo unos días en volver a ser yo. A eso le añado que las vacaciones docentes de Semana Santa están casi terminadas, aunque afortunadamente dispongo de dos días extra. Qué decir del tiempo, estos días hemos tenido muy mal tiempo, lluvia cayendo a todas horas, viento soplando de lo lindo, y temperaturas tirando a bajas. Eso ha afectado a mi estado de ánimo. Menos mal que hace una semana disfruté mucho por la sierra, siempre es un gusto dejarse caer por Casas del Conde y San Martín del Castañar. Luego ya todo ha ido peor de lo esperado.





Tenía que haber salido más de casa, pero no tengo muchas fuerzas que digamos. Tenía que haberme escapado al mar. Tenía... Además del nuevo horario y el mal tiempo reinante, hoy es domingo de Pascua. Y los recuerdos se han agolpado dentro de mí durante la Semana Santa pura y dura. El año pasado mi padre y yo no pudimos ver juntos ninguna procesión en la calle, no cuento las que pasan por delante de casa. Lo habían operado de la segunda prótesis de cadera el 28 de febrero, y estaba en periodo de recuperación, pero ni mucho menos para poder ir a ver procesiones, con lo que eso supone. Le mandé fotos de algunos pasos que había visitado en algunas iglesias. Y le dije que el próximo año (es decir, este 2024, podríamos volver a ir juntos de procesión)...¡Qué ilusa! Así que he estado un poco como el cielo, llorando a mares en casa. Fuera de ella he logrado mantener el tipo, aunque tragando saliva en algunos momentos. Pero ya desde ayer sin ganas de salir de casa. Hoy debería haber ido al cine, pero hay dramas por doquier en cartelera, y alguna comedia que parecía mala con avaricia, así que no hubo cine. Siento mucho por las personas con las que no he quedado/estado y sobre el papel mi intención era otra muy distinta. Lo siento mucho, de verdad. Tampoco quería amargarle a nadie estos días libres con mis "penas." Desde mañana me he propuesto cambiar ese chip, y seguir tirando de mí. Espero lograrlo.







Me parece que he cumplido con eso de "la procesión va por dentro". Quizás los que han estado conmigo no se han percatado de lo fastidiada que estaba, porque he procurado disimular, cada cual tiene sus batallas internas y no quiero ser "la penas". Ojalá vuestra Semana Santa haya sido mejor que la mía. Ojalá hayáis podido escaparos a un lugar bonito, especial, con o sin mar, que os haya permitido desconectar y recargar las pilas, de verdad. A mí me toca ir mañana a la gasolinera, tengo el coche como nunca, acariciando la reserva, y un poco así me siento yo. Ya, respiro hondo y sigo.


Todas las imágenes son propiedad de Raquel Plaza Juan.

No recordaba un Domingo de Ramos sin un ramo de laurel en nuestra casa. De pequeños (mi hermano y yo), volvíamos a casa emocionados con los ramos. Nos sentábamos en el suelo de la cocina, pese a que era un día en el que solíamos estrenar alguna prenda de vestir, y empezábamos a deshojar las ramas de laurel y las guardábamos para el resto del año. 

Las imágenes que he ido dejando caer en distintas partes de la entrada son de Casas del Conde y San Martín del Castañar, mi mejor bombona de oxígeno de estos días. Y ojo, la gente a la que he visto, aunque no haya dejado ver cómo estaba por dentro, pero necesito imperiosamente la normalidad de escuchar lo que pasa en la vida de los que me importan, sean cuestiones alegres o jorobadas.

Concluyo la entrada con una canción brutal de James Blunt que ayer me "apareció" en Instagram. Casualidades las justas. 

martes, 19 de marzo de 2024

Para papá

Salamanca, a 18 de marzo de 2024

Queridísimo papá, me parecía que con "querido" me quedaba muy corta. Aunque bien pensando, con "queridísimo" pasa algo semejante. Empiezo a escribir esta entrada acariciando el 19 de marzo, Día del Padre, pero dudo mucho que sea capaz de terminarla en algún momento del martes. Esta semana es el final de la segunda evaluación para coles e institutos de Castilla y León, y estamos ya con los futbolistas en tiempo de descuento, pidiendo la hora.

Digo que estoy ya en fase reptiliana, porque parece que me voy arrastrando de un sitio a otro. En realidad llevo así dos semanas papá. Se me está haciendo muy cuesta arriba el final de evaluación.

Resulta inaudito pensar que vamos a estar un 19 de marzo sin tu presencia. Y que así van a ser de ahora en adelante todos los 19 de marzo. Bueno, en realidad da igual qué día marque el calendario, y eso es dolorosísimo de asimilar. Pero como ya sabes,y lo ves allá desde donde estés, estás y seguirás estando muy presente en nuestra vidas. De otra manera, pero lo estás. Como ves te recordamos cada día, por cosas importantes o pequeños detalles del día a día. Con fotos, objetos, canciones, sitios, olores, personas...recuerdos de momentos vividos contigo. Y son tantos, y cuánto me alegra que así sea.

Como ha publicado hace unas horas "La vecina rubia", "Al final, todos somos los recuerdos que dejamos en el corazón de otras personas." Cuánta razón rubia. Y para eso no hace falta morir. También sucede entre los que seguimos aquí, cuando alguien corta algún lazo con nosotros, o viceversa. O simplemente distanciarse de alguien con el paso del tiempo, porque evolucionamos, por mucho que mantengamos nuestra esencia. No me considero "la misma" de hace diez años por ejemplo.

Pero bueno papá, es lo que hay. A riesgo de repetirme como las lentejas, de otra forma, de muchas formas diferentes, sigues con nosotros. Casi agradezco que ya no sea festivo. No recuerdo la última vez que sí lo fue. Desde luego cuando era pequeña lo era, el 19 de marzo era fiesta. Una parte de mí agradece tener que ir a trabajar, bendito trabajo. Sí papá, eso pese al cansancio que tengo encima.

Lo celebraré de otra forma, comiendo con amigas del Santa Catalina. Ha sido casualidad que coincidiera con el Día del Padre, pero también me apetece, porque haber disfrutado de ti durante 41 años menos 20 días, es una suerte inmensa, más grande que un océano, quizás se aproxime más a la extensión del Universo, por lo menos 93 millones de años luz.

Una vez más, gracias por absolutamente todo. 

[...]

Y retomo estas líneas ya cerca de decir adiós al Día del Padre. Ha sido mucho más llevadero de lo esperado. Bastante ha tenido que ver que ya he salido llorada de casa. Anoche, cuando la casa dormía, podía haber llenado embalses. Debido a eso y al cansancio, opté por dejar la entrada inacabada. A lo largo del día ya no llorado, milagrosamente he aguantado el tipo, no sé muy bien cómo. A última hora cambié de idea y decidí no "tratar" esta fecha con mi alumnado. Habría sido jugar con fuego innecesariamente. Todo un acierto, por mis alumnado y por mí.Y no voy a hacerme la valiente, porque a veces  tengo el corazón en calma, y otras por dentro parece que estoy en ebullición.

La casualidad ha querido que tuviera comida de amigas del gremio docente. Eso ha ayudado mucho a vivir el día de una manera tranquila y muy agradable. No quiere decir que no haya pensado en ti, al contrario. Pero recordar esos momentos tan preciados e irrepetibles también me hace sonreír por fuera y por dentro. Y me repito mucho a mí misma, y perdón por la palabrota: "Joder, qué suerte tengo." Y es así. Por supuesto que si siguieras vivo consideraría que tengo mucha más suerte, pero no puedo aferrarme a eso, sé que no es posible, no hay vuelta de hoja (ojalá si la hubiera). 

Seguro que quieres que seamos todo lo felices que podamos, y aunque todavía estamos en proceso de reconstrucción, lo estamos intentando. Hay que levantarse y seguir adelante. 

Que sepas que he intentado acordarme hoy de todos los papás a los que conozco, me apetecía mandarles una felicitación, para que recuerden lo importantes que son. Y creo que alguno se me ha pasado. Igual que de los Josés, María Josés, etc. Ahora que pongo esto caigo en la cuenta de haberme dejado a mucha gente en el tintero. Antes de irme a la cama lo arreglo.

En todo el día no he parado, y mi cabeza, como puedes imaginarte a falta de tres días para las ansiadas vacaciones de Semana Santa, está ya de vacaciones neuronales. Espero que se cumplan las Ds, de descansar, desconectar y disfrutar.

No prometo nada porque no lo sé seguro, pero mi intención es ver algunas procesiones, sola o acompañada. Y si voy, estarás a mi lado, lo sé. Este año y siempre.

Jamás pensé que una ausencia podía provocar un dolor tan intenso e inmenso, y que podría hacer vida "normal" aprendiendo a convivir con ese duelo eterno.

Con AMOR. Tu hija Raquel

jueves, 7 de marzo de 2024

Con voz de mujer

He seleccionado 8 voces femeninas para el "Día Internacional de la Mujer." He optado por no repetir ninguna de las canciones compartidas anoche. Este año, el  8M puede sonar a Rozalén, La Mare, María Ruiz, La Jose, Judy Garland, La Otra (acompañada por El Kanka), Natalia Jiménez, Sia, Laura Pausini, Miley Cyrus y Pasión Vega.









Espero que os ayuden a tener presentes vuestras raíces; a imaginar algún lugar más allá del arcoíris, donde no tienen cabida las preocupaciones ni los problemas, ojalá exista, como esa "casa en el aire" que cantaba Rosario; a recordar que somos capaces de caminar en esta vida solos y en compañía; a creer en nosotras mismas; a sentir, al menos a veces, que nada ni nadie puede pararnos; a conectar o reconectar con nuestra niña interior; a mirarnos como una "mujer maravilla"; y, como siempre, aunque de cuando en cuando nos lance bombas, a sentirnos agradecidas por lo que la vida nos ha dado y lo que le queda por darnos. 

Feliz 8M.



miércoles, 6 de marzo de 2024

M de mujer

Llega ya el 8M a velocidad de crucero. Antes denominado "Día Internacional de la Mujer Trabajadora". Desde hace no mucho, se le ha quitado lo de "trabajadora".

Aunque la igualdad es un tema de todos los días, no solo de fechas señaladas, me gusta tratarlo también en días marcados. Esta vez lo haré antes de tiempo, me parece que según los grupos que tengo, el mejor momento es el de las clases de español. Los viernes no tengo clase con ese grupo, por eso mañana va a ser el día. 

Tengo una combinación más que curiosa en las clases de español, algunos pensarán que quizás explosiva. No es cuestión de número, pero es un grupo muy variado: de 1º de la ESO son una alumna ucraniana, dos alumn ucranianos, un alumno senegalés, un alumno ruso y una alumna paquistaní; de 3º de la ESO son una alumna senegalesa y uno ucraniano; y finalmente, una alumna brasileña de 4º de la ESO. Intento que en mi aula, sea la que sea, no solo con este grupo, da igual colegio o instituto, el respeto, la tolerancia y la empatía, estén muy presentes. Ojalá lo consiguiera siempre, como dije antes, aunque lo intento.

Esta vez he optado por dar gran protagonismo a la música. Siempre me ha parecido un "instrumento" educativo muy valioso. Mañana vamos a escuchar dos canciones, una "antigua" y otra bastante actual. La primera es "Los días de la semana", interpretada por "Los payasos de la tele". 

La segunda, es una canción con melodía parecida, inspirada en la anterior. pero con un mensaje bien distinto. Se llama "Así bailaba" y la cantan Amaia y Rigoberta Bandini.

Mi idea es ponerles ambas, y después comentarán lo que les han parecido. Qué les ha gustado, lo que les llama la atención, qué opinan de la letra de ambas...Como digo a menudo, toca darle al coco, poner las neuronas a trabajar. Ya os diré el resultado.

Y como no sé el tiempo que nos llevarán las canciones entre ver los vídeos y hablar de las dos, no quiero recargar la sesión mucho más. He dado con un vídeo que habla de seis mujeres de épocas distintas. Me ha parecido muy original, es un rap, y espero que lo disfruten.


Puntualizo que debido a los distintos niveles de español, voy a facilitarles las letras de las dos canciones. Si deseáis descargarlas, vuestras son. De la más antigua no pongo la fuente porque al cotejar la letra que encontré en las redes con el vídeo de la canción, cambiaban bastantes cosas, la he editado, para que sí coincidan. De la de "Así bailaba" sí nombro la fuente, porque coincidía con el vídeo.

Espero que os vengan bien. Supongo que llego tarde,  y si vais a hacer algo en torno al 8M, lo tendréis ya preparado desde hace tiempo. Lo siento pero no he podido compartirlo antes. Hay exámenes que hacer y corregir, clases que preparar, ratitos para socializar, y mucha vida. Y la vida no es solo el trabajo, por mucho que me guste ser maestra.

Además os dejo alguna imagen y canción por aquí, por si pueden ser útiles para vuestras aulas.

Autor: Emilio Morales Ruiz





El lunes empecé la clase de español con "Mensajes del agua", canción de Macaco que trabajamos en el CEIP Santa Catalina con motivo del Día de la Paz. Eso fue allá por al curso 2011-2012. Ha llovido mucho, pero la recuerdo con mucho cariño. La canción dio pie para hablar de la igualdad. Mi alumna senegalesa dice que somos iguales aunque seamos diferentes. No se refería a distinguir entre hombre o mujer. Hablaba de todos. Todos somos diferentes (aspecto, forma de ser, cultura, creencias religiosas o de otro tipo, orientación sexual...) pero a la vez somos iguales. Y al hablar de iguales estábamos más o menos de acuerdo, deberíamos poder disfrutar de los mismos derechos. Pues eso, algo podremos hacer, cada uno desde su lugar. Cada persona cuenta, y siguiendo con la canción de Macaco, "Y es que gota sobre gota somos olas que hacen mares, gotas diferentes pero gotas, todas iguales." A ver si remamos juntos más veces por el bien común.

Y como últimamente la inspiración parece que viene a visitarme con frecuencia, estáis pudiendo leer entradas en el blog muy seguidas.

Aprovecho el 8M para mandar un abrazo apretado a todas las mujeres que conozco, especialmente a las que están muy presentes en mi vida. A las que sé que están luchando, por la razón que sea. A las que están poniendo toda la carne en el asador o simplemente no tiran la toalla. Y lo tentador que es tirarla a veces... A aquellas que no desfallecen cuando algo negativo llega a su vida. A las que se caen y se levantan, con los bastones que hagan falta. A las que sonríen en tiempos de tormenta. A las que lloran pero siguen adelante, o al menos lo intentan.  A las que comparten sus motivos de desvelo y sus razones para sentirse bien con ellas mismas. A las que guardan silencio mientras se recomponen. A las que ayudan aunque estén hechas pedazos. A las que escuchan sin juzgar. A las que perdonan y piden perdón. A las que hablan para intentar cambiar "algo". A las que se arriesgan, A las que persiguen sueños. A las que construyen cosas positivas a su alrededor. A las que se cuidan y cuidan a los demás. A las que meten la pata hasta el fondo pero reaccionan. A las que se hunden y buscan la manera de salir a flote. A las que ayudan a que otras personas tengan cargas más livianas. A las que aman. A las que se aman. Sí, quiero acabar haciendo hincapié en estas últimas. A todas aquellas que se miran al espejo con cariño y abrazan además a su yo interno, valorándose con sus virtudes y defectos. A todas vosotras...¡Feliz 8M!

lunes, 4 de marzo de 2024

Una pregunta

Esta mañana, una de mis alumnas de 2º de la ESO, me ha hecho una pregunta en medio de la clase de Inglés. La verdad es que suele ser al contrario, soy yo la que les hago preguntas, les planteo situaciones muy diversas. Quiero que ellos reflexionen, les den al coco, que pongan sus neuronas a trabajar, que se activen. A veces se trata de asuntos curriculares, otras no. Me asusta un montón cómo vienen las nuevas generaciones. Supuestamente es una sociedad más avanzada y más abierta de mente. Se supone que más tolerante. Pero si rasco un poco, veo que no, porque pese a los años que hay entre ellos y yo, y son unos cuantitos, la sociedad ha evolucionado menos de lo que aparenta. Mucha fachada. Mucho preocuparse por el continente, y poca atención al contenido.

La pregunta era la siguiente. "Si tuvieras una caja, de la que pudieras recuperar cualquier cosa que hayas perdido, ¿qué sería?" Me dejó a cuadros. Le dije que si solo podían ser "cosas", o también personas. Me dijo que sí, que personas también. Respondí sin titubear: "A mi padre." Y se me escapó una sonrisa de oreja a oreja.  

Le pregunté que por qué se le había ocurrido esa pregunta. Dijo que se lo preguntó su madre el pasado fin de semana. No sé si es verdad o no, pero agradezco que me haya hecho reflexionar. También le pedí que me contara cuál había sido su respuesta.

Su pregunta fue a media mañana, y todavía sigo dándole vueltas a qué objeto me gustaría recuperar. Creo que no hay ninguno. El año pasado perdí una pulsera estando de turisteo por tierras extremeñas. Debió ser justo antes de empezar la visita guiada al Monasterio de Guadalupe. Me percaté cuando acababa de empezar la visita. Me disgusté mucho. Dejé la visita e intenté deshacer el camino, por si aparecía. Nada. Incluso se lo dije a los trabajadores de la tienda de recuerdos del Monasterio. Nada. Y llamé a un bar en el que habíamos parado de camino al mismo, a la vuelta estaba cerrado. Nada. Tampoco hubo suerte. Pasé un mal rato al contárselo a quien me la regaló. Podía haber optado por no decir ni pío e intentar localizar por mi cuenta una pulsera igual, pero mi conciencia no me lo permitía. Conseguimos una pulsera igual. Mi disgusto no era por lo que hubiera costado la pulsera, sino por el valor sentimental. Quizá sea el extravío de algo que más me haya dolido en los últimos años.Tengo muchas cosas, y habré perdido unas cuantas a lo largo de mi vida. Pero no dejan de ser objetos, cosas materiales. Por muy bonitas o valiosas que fueran, son "cosas". Es verdad que algunas tienen un valor sentimental, muy por encima del valor económico. El sentimental de hecho es incalculable, no tiene etiqueta con cifras. Aunque sigo sin encontrar una respuesta a si solo pudiera "rescatar" algo en lugar de a alguien. Si acaso, voy más lejos, algo abstracto, "tiempo". eso sí. Para que algunos momentos ya vividos hubieran transcurrido más despacito, para haberlos disfrutado todavía más. 

Os lanzo la misma situación a vosotros, ¿qué responderíais? No hace falta que compartáis vuestras respuestas si no queréis, con que alguno la piense me basta.


Y la música es de Macaco, "Me olvidé de vivir".

sábado, 2 de marzo de 2024

Marzo: nieve y corazón

Todavía sin pasar la hoja del calendario pero sí, estamos en marzo. Y en Salamanca, esta tarde, marzo ha decidido que era el momento de nevar. No ha llegado a cuajar gran cosa. Tras un ratito ha parado, y otro ratito después, ha continuado nevando un poco más. Aun así, era una estampa bonita. Según la predicción meteorológica, mañana no nieva...Ya veremos.

Y entre copo y copo, o sin ellos pero con un viento bastante desagradable, he aprovechado para mirar con detenimiento el regalo más reciente, muchas gracias, el último libro de 72 Kilos. Sigue impresionándome como Óscar Alonso (72 Kilos), con "tan poco" es capaz de transmitir tanto. Adoro sus ilustraciones. Y este libro no es una excepción. Aquí os dejo algunos ejemplos de "El pequeño libro del amor". Su tamaño es parecido al de la mayoría de sus otros libros. Pero me parece muy acertado haber calificado el libro como pequeño porque, tratándose de ilustrar el amor, podría haber muchas ilustraciones más.










No comento una a una porque eso me daría para muchas entradas. Las imágenes hablan por sí solas.

A ver si hay suerte y este año coincido con Óscar en la Feria del Libro de Madrid. Tengo la suerte de tener dos de sus libros firmados y haberlo visto allí en persona hace un par de años. Y de haber regalado alguno de sus libros también.

Siguiendo con el tema del amor, llevaba un tiempo apareciéndome un anuncio en Netflix de "Love is blind: Suecia". No es que sea muy partidaria de este tipo de programas. Y supongo que en gran parte estará guionizado, y además habrán elegido para el montaje de cada episodio, lo que más juego les pudiera dar. El programa parte de la idea de pensar que el amor es ciego. Por un lado conviven en una casa las mujeres solteras. En un espacio diferente, los hombres solteros. Las dos partes tienen citas a ciegas con el "fin" de encontrar el amor. La "gracia" de este formato es que no pueden verse. Cada uno está en una especie de cabina, con aspecto de saloncito por dentro, y entre una cabina y otra una especie de biombo muy tupido de mimbre los separa. Me llamó la atención y casi he terminado de verlo, me faltan episodio y medio por ver, y son 10. Después de un tiempo para dar con el amor a ciegas, los que en esas circunstancias se han declarado en las cabinas, pueden verse en persona y darse los anillos o cambiar de opinión. Ojo, declararse según el programa es pedir que se casen con él/ella, lo cual no es moco de pavo. Luego envían a las "parejas" que han llegado a este punto a unas vacaciones idílicas. Reúnen en varios momentos a todas las parejas que se han formado, conocen a familiares y amigos de unos y otros...Y comienza, cada pareja, a convivir. Y hasta ahí puedo leer. Si os pica el gusanillo, no dejéis de verlo. No es para nada un programa brillante, dista mucho de serlo, pero sí razonablemente entretenido. Y a ratos, con eso me conformo. A mí me falta en el formato algún psicólogo que analice las actitudes de algunos. Pero hasta de un programa así, pueden extraerse algunas conclusiones, tantas como personas lo vean:

-Qué bonito es  querer/amar y sentirse querido/amado por esa otra persona. Uno de los pretendientes se refiere a la chica a la que se declara como "alegría de mi corazón". O esa es la traducción, porque he de confesaros algo, puestos a verlo, he dejado el audio de la versión original, en sueco, pero con subtítulos en español. Sonará cursi, pero me encanta. Lo que más me gusta es ver cómo se le ilumina la cara, especialmente los ojos, cuando la mira.

-Qué necesarias son en nuestras vidas las personas detallistas.Las que te colman de sorpresas agradables. Y aquí no me refiero exclusivamente a las cosas materiales, ni mucho menos.

-Qué importante es ser sincero. Ser sincero con nosotros mismos, y con los que queremos/amamos. 

-Qué especial lo de querer compartir nuestra vida con otras personas. A mí más que pareja, novio o marido, me encanta la idea de "compañero de vida". Compañero para todo, lo bonito y lo "feo". Compañero para reír y para llorar. Compañero de vida para crecer y para compartir. Para compartir ilusiones y proyectos, espacios (sofá, paseo, cama, mesa...) y viajes. 

-Qué especial lo de trabajar por un futuro juntos. Cada uno a su ritmo, cada cual con sus miedos y sus fortalezas, sus palabras y sus silencios. Y queriendo que esa persona forme parte de nuestro espacio, en el que anteriormente ella no estaba. Y eso implica mirar al futuro, como decía en un capítulo Tokio, uno de los personajes de "La casa de papel": "En una vida hya muchas vidas". Y hay que hacerle sentir en cada una de ellas a quien le cogemos de la mano, que es lo mejor que nos ha pasado, y lo felices qye estamos de tenerla en nuestra vida. Sin olvidar el pasado, pero con la mirada centrada en el presente y puesta en el futuro.

Intencionadamente no he querido esperar a haber visto el último episodio de "Blind love: Suecia" para escribir la entrada. Me da en la nariz que lo más interesante de este "concurso" no es el final, sino todo el proceso anterior.

Se acerca a velocidad de crucero el 8 de marzo, y quiero hacer algo especial con mi alumnado de español sobre el "Día internacional de la mujer". Algo que les haga darle al coco, emocionarse y  saltar de su asiento. A ver si lo consigo. Mientras escribo esta entrada, he encontrado una canción buenísima para esta fecha, en breve la comparto.

Mientras tanto seguiremos disfrutando del tiempo, ahora sí invernal, por muy marzo que sea. Y si hay que salir abrigada cual esquimal, se sale y listo. Los libros son excelentes compañeros cuando el tiempo no invita a salir a la calle. Y la televisión menos, pero un ratito sí puede venir bien.

Entre nieve y lluvia, un inciso mientras andaba por la calle. Un nuevo pésame. Papá, esta vez no hubo lágrimas, apreté los dientes y hablé como pude. Ya le dije que gracias y sí, el tiempo pasa muy rápido y a la vez muy lento, y hoy son ya siete meses y un día desde que falleciste. Manda huevos. Y es curioso o incluso puede provocar extrañeza, pero pienso en ti cada día y te siento cerca. Ojalá no tuviera que conformarme con eso y sí estuvieras aquí.

Por lo que sea ya no me dejan poner directamente vídeos de Youtube. Así que pongo el enlace del toque musical para esta entrada. Se titula "Me quedo a tu lado" 

Pues eso. Buenas noches.

jueves, 22 de febrero de 2024

22/2/24

Tiendo a "cerrar" las entradas con música. Esta vez no. Empiezo con un soplo de aire fresco, de la mano de Efecto Pasillo y Rosana.

Y lo hago porque ya huele a viernes. Eso es sinónimo de fin de semana y de muchas otras cosas bonitas. Esta tarde ha sido de reencuentros. Hay personas a las que a lo mejor no ves en años, y cuando las ves, sientes que todo sigue igual. No me refiero a que la vida se haya detenido, ni la mía ni la de ellos. Sino a que sabes que hay un vínculo que sigue ahí, un hilo que te mantiene unido a determinadas personas. Y me alegro un montón, porque con los años todos evolucionamos, cambiamos en ciertos aspectos, y no es fácil que el hilo siga. No he llorado, ya...¡qué raro en mí! Aunque he tragado saliva varias veces. Es de estos reencuentros que apetecen, a los que vas con ciertos nervios por la emoción, aunque a la vez con mucha calma, por la tranquilidad que sientes  porque da igual de qué tema hables o te hablen, sabes que puedes confiar en esas personas. Y eso no tiene precio. Gracias Estela, Marimar y José Fermín. Me ha hecho mucha ilusión veros, escucharos...todo. Para el próximo, no puede pasar tanto tiempo. A mediodía miraba la foto de la cómoda. Esa que os decía de finales de curso de 6º de Primaria. Y ya van camino de 13 años. Sois los únicos, mis niños y familias farinatas, que me disfrutasteis/padecisteis como tutora dos cursos seguidos. Esa versión de mí con las oposiciones recién sacadas, con una ilusión tan gigante que quería decir sí a todo y todo se me hacía poco. Y la que echó  horas y horas de gratis en el Miróbriga ese año de 6º. Unas manualidades de cara a la Navidad, un detalle para el día del padre, la preparación de Pupitres...Me faltaba dormir en el cole. Pero también tuvisteis a mi yo bastante inexperta, la que mandaba muchos deberes y elevaba la voz cuando se enfadaba, pese a que con ello arreglara poco o nada. Aunque sarna con gusto no pica y todo lo que hice fue porque quería. Hay cosas que solo se aprenden con el tiempo. La única otra foto, a nivel grupal de alumnos, que hay ahora mismo en mi habitación, es la de la orla de mis niños del "Fili" de Guijuelo. Otros que me tocaron mucho la fibra, para bien. Y con los que me volqué en cuerpo y alma. Pese a que casi me da un pasmo en la primera evaluación al ver con qué grupo me encontraba. El comienzo fue durísimo, solo me repetía a mí misma: Paciencia, esto va a funcionar. Aunque me cueste lo suyo, esta clase va a funcionar. 

También ellos disfrutaron de una etapa en la que sentía una ilusión por mi trabajo indescriptible. Fruto en parte de los pésimos momentos padecidos anteriormente por culpa de un par de personas. Y fruto de volver a un sitio en el que sentía que me quedaba mucho por dar. Y así fue...¡Vaya curso! Si de la etapa farinata uno de los mejores recuerdos es Pupi3, de la del "Fili" de Guijuelo tal vez sea el CRIE...Bueno, y las "Pinceladas de emoción", ¡cómo no! 

Intuyo y/o sé que ni todos los del Miróbriga me recuerdan con cariño, ni tampoco los del Filiberto. Pero es lo normal. Solo espero que a todos les vaya bien, en especial a aquellos de los que no sé nada. De los que sí sé, que son bastantes entre uno y otro, sé que les va razonablemente bien. Y lo celebro, de corazón.

Y por eso escribo hoy, a veces hacemos cosas que no sabemos el efecto que tendrán en nuestros alumnos. Quiero pensar que al menos unos cuantos me recuerdan con una sonrisa. Y ojalá la vida siga haciéndome coincidir con gente tan buena como hasta este momento. De la que nos dice que sí.