viernes, 14 de noviembre de 2025

BSO...de mi vida hasta hoy

Hubo una época en la que había cuestionarios muy extensos de mil y una preguntas sobre uno mismo. Te invitaban a contestarlo y reenviárselo a x personas, para que respondieran también. A mí me resultaba ameno rellenarlos y después lo enviaba a unas cuantas personas, por si a alguno le daba por hacerlo. La verdad era secundario si lo hacían o no, lo quería compartir con unos amigos determinados, y punto. Recientemente, al buscar actividades entre las que tengo guardadas en mi Pinterest, volví a ver algo que ni recuerdo cuándo guardé. Es una plantilla llamada "Tag de las 10 canciones", y es de Paula Gutiérrez.

La comparto con vosotros. Os animo a que si la usáis, sea tal cual o modificando algunas cosas, citéis la fuente, ya que esa persona, a la que no le pongo cara, dedicó un tiempo, el que fuera, mucho o poco, a hacer esta plantilla. En mi caso voy a hacer una adaptación para poder utilizarla con mi alumnado. 

Disculpad que no me ajuste a una respuesta por cada número. Me doy cuenta que soy una persona muy musical, no concibo mi día a día sin música. Estas son mis respuestas:

1. La primera que me ha venido a la cabeza es "Me pongo de pie", de Teresa Rabal. La cantaba mucho, hasta de pie en un columpio. No soy de hacer el indio pero eso lo recuerdo. Quizá estuviera cantándola un día que me caí del columpio y me hice una pitera de campeonato...

También la canción de una serie famosísima (en mi época), "Campeones (Óliver y Benji)". Era "Los magos del balón".

De otra serie infantil, "Los caballeros del zodiaco", la de "Los guardianes del universo". Creo que en esta y en la de Óliver y Benji tuvo mucho que ver que veíamos los dibujos animados mi hermano y yo juntos.

Y...¡cómo no! la de otra serie infantil, "Los diminutos".

Dejo para el final una de mis favoritas, la de "Fraggle Rock".

Me parece que si suena alguna de las anteriores puedo ponerme a cantarlas a todo trapo.


2. Ni idea, pero me da lo mismo. Esta respuesta me cuesta algo más. No sé. Tal vez una de Vetusta Morla, "23 de junio". Los escuché en el Wizink en diciembre de 2023. Fue un concierto muy especial. No me sabía la letra completa de ni una sola canción. El suelo vibraba, o esa era mi sensación. Fui con mi hermano. Más bien fui de acompañante, porque sé que a él era al que le hacía mucha ilusión ese concierto. Mi padre había fallecido solo cuatro meses antes, y se avecinaban las primeras navidades sin él, me cuesta hasta escribir la preposición "sin". Hasta tal punto que escribí "con" y lo he rectificado al leerlo. Me pasé llorando gran parte del concierto. Lo disfruté, pero tenía el corazón en carne viva y su ausencia pesaba toneladas. A ver, jamás va a dejar de pesar, pero se aligera, o la vida sería insoportable. Y me queda, o quiero creer, mucho y muy bueno por vivir.

También "Anillo de boda", de Revólver. Ese Carlos Goñi cantando "el error no es acabar, el error no es empezar por si se acaba". Una obra de arte. Y un concierto muy especial también, en pareja, con muy poco público (injustamente), y un frío en el exterior de órdago, a las puertas de Nochebuena. Guardo muy buenos recuerdos de aquel concierto. Goñi me pareció un artistazo, y me encantó su manera de afrontar (por el escaso público) y disfrutar el concierto. Compré las entradas del concierto pensando en que a mi pareja le haría ilusión, porque le gusta mucho la música de Revólver.

Y una tercera, nada tiene que ver con las anteriores, "I don't feel like dancing" de Scissor Sisters. La descubrí gracias a Iván, un amigo gallego al que conocí en mi etapa como estudiante de Comunicación Audiovisual, y escucharla es visualizarlo a él bailando.

La cuarta viene de la mano de Alaska, todo un himno su "A quién le importa". 

La quinta supongo que tiene que ver con la música que mis padres escuchaban. Y al final, algunas de esas canciones, acabaron conquistándome. Es "Como yo te amo" de Rocío Jurado. Para mí, esta mujer tiene una de las mejores voces femeninas que ha habido en nuestro país, a su nivel pondría la garganta de Mónica Naranjo. De Rocío Jurado ha sido complicado elegir cuál, me gustan muchas. No es solo la voz, es la garra con la que cantaba todo.

 
 


3. Creo que eso nunca tendrá lugar. Cuando era (más) joven sí visualizaba mi boda. Me hacía mucha ilusión, es probable que tanto cuento de princesa en mi infancia tuviera algo que ver. Y aunque da vértigo pensarlo, también me parece muy valiente el compromiso que conlleva. Ahora mismo no lo veo, por varios motivos, que me reservo. Pero si me casara o casase en algún momento de este viaje que llamamos vida, entre lo que sonara me gustaría que se escuchara "El roce de tu piel", de Revólver; "Por ti", de Ella Baila Sola; "Eres tú", de Mocedades; "Piensa en mí", de Luz Casal; "Pedacitos de ti", de Antonio Orozco...Mi querido Manuel Carrasco con "Qué bonito es querer". Sí, soy más bien romántica, ¿qué le voy a hacer? Por supuesto la última de Pau Donés, "Eso que tú me das." Curiosamente o no, algunas de estas canciones las imagino también en la próxima respuesta.

 

¡Ah!  "Your song" de Elton John es una pasada. Y como la lista es larga, una de Elvis Presley que no debe faltar, "Can't help falling in love with you"; y otra de Bon Jovi, "Always".

Otra en español que me encanta, y que me transporta a Eurovisión 1991, cuando quedamos en cuarto lugar..."Bailar pegados" de Sergio Dalma.

 

4. Si os soy sincera, no lo sé. Mi funeral es algo en lo que estaré sin estar, no sé si me explico. Si me preguntaran antes qué me gustaría que sonara, la primera que se me ocurre es "Nada de nada", cantada por Eva Amaral.


Es una canción que me gusta un montón. Y es que al fin y al cabo, somos mucho pero no somos nada. Somos algo insignificante, pero quiero creer que sumo algo bonito por estar presente en la vida de los que quiero (y me quieren). Y supongo que me echarían de menos si dejara de estar...viva. Lo que tengo claro es que me gustaría que siguieran con sus vidas y fueran enormemente felices, y seguro que me iría de este mundo feliz y agradecida por el cariño, el amor, ka confianza, los detalles y todo lo bonito que hayan sembrado durante mi existencia. No soy imprescindible, nadie lo es, no me creo tan importante. A veces me siento muy pequeñita, casi invisible. Otras sí veo que soy relevante en la vida de otros, pero de vez en cuando necesito escucharlo, lo que pasa es que no suelo pedirlo.  Además si hace falta pedirlo, ¿para qué? Es complicado. Y eso no va con mucha gente, porque cuesta hablar de sentimientos, y debería salir de cada cual. Hay preguntas que no hago porque me asusta la respuesta que puedan darme, y a lo mejor eso me hace más daño que quedarme con preguntas en el cajón. No sé.

Otra de las canciones que por qué no me gustaría que los que fueran a mi funeral escucharan es "Este tren", de Rozalén. Con la idea de exprimir lo que les quede a los que se quedan en este mundo. E invitaros a hacer ese viaje que tanto os apetece, a acudir a ese espectáculo al que tantas ganas tenéis, a reuniros con quien tengáis muchas ganas de reencontraros, a visitar ese sitio especial (sea lejano o cercano)...A todos esos planes que van a una lista mental y luego se van esfumando porque el tiempo pasa y no se cumplen. Luchad porque se hagan realidad.

Y con la idea esa de continuar viviendo pese a las ausencias que nos desgarran el alma, "The show must go on", de Queen. Pese a todo, hay que intentar seguir. Y hay días en los que la vida pesa, pero todo pasa.
La siguiente canción tiene más años que la orilla del río, pero me gusta una barbaridad, "Será porque te amo".
Y una de mis voces masculinas favoritas. Estoy pensando que seguramente es mi voz favorita de un cantante masculino. Se trata de Nino Bravo, y su "Libre".


5. Hay una canción que me parece maravillosa, pero no puedo con el cantante. Es de Raphael, lo siento. Este hombre me supera, pero me sigue gustando mucho esta canción, pese a él. Entended que haya puesto la suya, y una versión fabulosa...


Y otra joya, pero el cantante nunca fue santo de mi devoción, por razones semejantes a las de Raphael. Es "El amor de mi vida", de Camilo Sesto.


6. Tres son de películas de Disney. Para más inri, dos salen en la misma película: "El Rey León". Crecí con ellas pero las sigo escuchando. Se trata de "El ciclo de la vida" y "Hakuna Matata", dos regalazos. La tercera es de "Aladdin", por supuesto, "Un mundo ideal". Me quedé con muchas ganas de ir al musical de Madrid, creo que ya no está. Ojalá me confunda. Si no sigue en cartel, procuraré que no me vuelva a pasar lo de quedarme con las ganas de algo que sí puedo hacer.


La cuarta es de una voz prodigiosa, está en inglés y salía en la película "The Greatest Showman". Para todos vosotros, "This is me":

Sería injusto no incluir "Oh Happy Day", de la segunda parte de "Sister Act", película que he perdido la cuenta las veces que la he visto. En navidades la echan siempre, no falla.

Un clásico, y no quiero que falte tampoco, de "Grease", esa mítica "You're The One That I Want", baile que recuerdo haber imitado en mi casa, soñando con ser la protagonista, y eso que John Travolta, con exceso de gomina y tupé, no me llama nada.

Si prosigo con canciones que he escuchado mil y una veces, debo incluir "La Nuit" de la banda sonora de una película que a día de hoy me sigue encantando, "Los chicos del coro". He elegido esa, pero toda su banda sonora es una auténtica delicia.


7. Respecto a las series, no es fácil elegir, me marcó mucho la de "No te fallaré" de la serie "Compañeros", emitida hace más años de los que quiero recordar.

Una que veía con mis padres, puede que la haya elegido por eso, y /o porque tal vez en ese momento estaba buscando mi sitio, es la canción "Raquel", de David Broza. Era la cabecera de la serie "Raquel busca su sitio". Afortunadamente, creo que más o menos con el paso de los años, he sido capaz de encontrarlo, pero no fue fácil. Eso no es solo tema mío, también tienen que ver los que me rodean, en hacer que me sienta más o menos cómoda según dónde y con quién.


En estos momentos son las dos en las que he pensado.

8. Complicado. Uno es el de "Fireworks" de Katy Perry. Recurrí a ella en varias ocasiones siendo tutora. Resumía muy bien parte del mensaje que quería hacerles llegar a mis alumnos. Todos tenían que intentar que brillara eso que cada uno tenía y que les hacía especiales. Y en escasos cuatro minutos, toca muchos temas.


Otra es "Barbie Girl", de Aqua. Es una explosión de color, y le la letra da mucho juego.


Y por la presencia del cantante, el paisaje que lo envuelve todo y la canción, elijo "Sign of the Times", de Harry Styles.


Otro videoclip buenísimo, por el baile y todo el conjunto, pertenece a "Thriller", de Michael Jackson, persona que nunca fue de mi agrado.


La que quiero poner también en este punto, es de hace muchísimos años, y visualmente me gusta mucho. Es el videoclip de "Lollipop", canción de Mika.

9. Inevitablemente, hay canciones que me transportan a personas, seguramente eso tiene que ver en que algunas me gusten todavía más.

"La piedra redonda" y "Faro de Lisboa" son dos de las que me llevan a mi pareja. Sé que a él le gustan mucho. Y a mí me encanta que otros me descubran o redescubran canciones.


Esta me recuerda a mis padres, y a los viajes en el R21 blanco que tuvimos hace mucho.

"Durmiendo en tu ombligo", de El arrebato. Esta canción le gustaba mucho a mi padre...

Esta otra es más de mi madre. "Mi tierra", de Gloria Estefan.

La siguiente...a mi hermano. Incluso llegué a ir a un concierto con él de ellos.

Y algunas más, sin dar explicaciones.




10. Aquí siempre pongo canciones, y obviamente puede interpretarse que directa o indirectamente las recomiendo. No sé, lo de la música es muy personal, por eso he pensado dejar algunas por aquí que no estén en las 9 respuestas anteriores.

Empiezo con Fito & Fitipaldis y "La casa por el tejado".

Continúo con la versión que Rosalía hizo de una canción de "Los Chunguitos", "Me quedo contigo". Fue en la gala de los Goya de 2019.


Una voz de terciopelo para un himno al optimismo. ¡Cuánta razón! Pasión Vega y "Cosas que hacen que la vida valga la pena".


Del último disco de Rozalén, una canción que acaricia el corazón, "Todo lo que amaste". Gracias María, por ponerle letra a algo tan infinitamente doloroso y darle esa forma tan bella.


"Jerusalema" era una canción que sonaba con mucha frecuencia para entrar al cole en el "Seve" (CEIP "Severiano Montero, de Peñaranda de Bracamonte) en el curso 2020-21. Tiene un ritmazo y me transmite buen rollo.


Tengo en mente desde hace años ir a un concierto de Dani Martín. Hace años tuve entrada para uno, pero no pude ir. Tengo esa espinita clavada y me apetece mucho estar en un concierto suyo. Esta canción es muy especial. Fue bálsamo estando de interina en Madrid, la ponía casi todas las mediodías mientras recogía, corregía, organizaba clases...antes de bajar al comedor del CEIP "Miguel Blasco Vilatela." 

Y de Amaral podría poner una docena (o más), pero no quiero saturar. He cogido una que me hace bailar y me resulta muy agradable, "Los aviones no pueden volar":

 La canción siguiente la ponía en bucle y la cantaba hasta aburrir a las ovejas.

No me gusta ser previsible, me temo que lo soy para los que me conocen bastante. Quizás no esperan esta última canción. Una preciosidad.

He escrito la entrada "a ratitos" de cuatro días diferentes. Seguro que si dejo pasar un tiempo y contesto de nuevo, algunas canciones no estarían e incluiría otras. Y es que la música que escucho depende de muchos factores, y puede ir variando. Como siempre, estáis más que invitados a comentar en esta entrada o en cualquier otra.

Que nunca nos falte la música.


miércoles, 5 de noviembre de 2025

9

Nueve es un número que hasta hace no mucho, siempre me había parecido precioso. Tal vez aún lo es. Pero ahora mismo me trae recuerdos excelentes y otros que escuecen y me cortan la respiración. De cualquier modo, el 9 lo tengo asociado a cuestiones inolvidables que han supuesto puntos de inflexión en mi vida. A lo mejor este noveno aniversario del blog es una buena señal de avecinarse, ojalá, momentos felices. Eso espero, y que sea sinónimo de grandes alegrías. Entiéndase por "grandes" alegrías que algunas cosas se queden como están, y otras que deben cambiar, lo hagan hacia el lado bueno, ese que nos muestra la cara amable del mundo. Como la vida no funciona así, vendrá lo que tenga que venir, pasará lo que esté de pasar, e intentaremos apechugar con lo que el destino nos depare, eso sí, sin bajar la guardia. No voy a sentarme a esperar a que determinadas cosas sucedan, no creo en la magia, tampoco en los milagros. Lucharé (lucharemos) lo que haga falta. Hay luchas más personales, individuales, y otras compartidas. Y todas son importantísimas. Creo en las casualidades, en cómo a veces parece que los astros se alinean para que se produzcan determinadas combinaciones, para que determinadas conexiones tengan lugar o evita otras que parecen irremediables. Y sí, 9 hasta hace no mucho era un número que me encantaba, ahora me provoca sentimientos contradictorios. Voy a darle otra oportunidad. 

9 añitos de vida del blog, de este blog que no sé muy bien quién lee y quién no. Solo puedo ver las lecturas de cada entrada, no quién ha hecho cada una. Algunas personas sí me decís que me leéis, otras además sois valientes y empáticas e incluso os animáis a comentar de vez en cuando, un par a veces me mandáis los comentarios personalmente, a mi móvil, y algunos hacéis una mezcla. A todos, GRACIAS. Gracias de corazón por leer las palabras que, con más o menos acierto, decido publicar en este espacio. Gracias también a los que me dais algo de "feedback" y me decís qué os ha parecido lo que he escrito, o me contáis algo vuestro relacionado con lo que yo haya puesto. Me hace mucha ilusión leeros. Me habéis hecho reír y llorar. Mención especial aquí para Kris, con K, y Mariate, ellas ya sabrán porqué o se lo imaginarán. Gracias por vuestras palabras a todos los que me habéis dicho "algo", porque contribuís a humanizar el blog y hacéis que me sienta acompañada en este mundillo, en el que a veces tengo la sensación de estar lanzando una botella al mar. Ojo, no para pedir ayuda, sino con ganas de compartir, pero sin la certeza de saber si mi mensaje llega a algún lugar, por recóndito que sea, o no. Gracias a los que alguna vez habéis hecho que llegue a otros, preguntándome o no, una de mis entradas del blog en otro destino. El blog es personal, pero además es público. Me agrada que si al leerme veis algo que le pueda venir bien a alguien, por la razón que sea, lo compartáis, gracias por ser altavoz, mensajero o puente. 

Si echo la vista atrás, me parece que tiene mérito que cumpla 9 añazos. Más en los tiempos que corren, en los que pararse a algo se torna difícil. Aquellos que habéis seguido esta trayectoria bloguera, sois espectadores de primera fila de sus altos y bajos, que han tenido mucho que ver con lo que estuviera yo viviendo en las aulas, o lo que me estuviera pasando fuera de ellas. En él hay muchas vivencias, en las que soy protagonista (única o coprotagonista) o he jugado un papel secundario, incluso de mera espectadora. Experiencias educativas que me marcaron y me parece que a los que las vivieron conmigo creo que también, "algo"  les habrá quedado. Y es que el Taller "Emociónate" en el CEIP Beatriz Galindo y  las "Pinceladas de emoción" con mis niños y niñas del Fili (CEIP Filiberto Villalobos de Guijuelo, especifico la localidad porque he estado en tres Filis, y me hace ilusión concretar) fueron, probablemente, dos de las mejores experiencvias educativas en las que he participado hasta el día de hoy. Conste que previamente puede que fuera la maestra "rarita", que ya hablaba bastante a sus alumnos del Miróbriga (mis niños y niñas farinatos) y del CEIP Santa Catalina, entre otros de mis destinos, de temas como la inteligencia y la educación emocional, o los trataba sin etiqueta alguna.

En este blog hay muchísimo amor. Recuerdo algunas entradas y sonrío. Homenajes a los vivos y a los que ya no están. Sí, Papá, hoy también te menciono o ti. Obviamente de las ausencias, la tuya es la más dolorosa, con mucho. Me encantaba saber que leías lo que escribía aquí. Igual que mamá menciona lo bien que escribo, entendedme, es mi madre y hace muchos años que yo no tengo abuelos ni por una parte ni por la otra.  No obstante voy a mencionar también a dos personas que nos dejaron en distintos momentos, pero con bastante en común, no creo que se conocieran: Alejandra Sierra y María José Parra Yuste, tampoco me olvido de vosotras, imposible. 

El blog refleja "por cima" (como decimos en Salamanca) etapas bastante fastidiadas que he pasado. Reconozco y me gusta hacerlo, que en ciertos momentos le he dado al blog un uso terapéutico. Y ha servido para conocer heridas profundas de otras personas, que se han sentido identificadas con mi dolor por haber vivido situaciones "similares". 

Ha sido cuaderno de bitácora en experiencias educativas inolvidables, además de las ya citadas en otros párrafos, mi asistencia al CRIE de Berlanga de Duero, en abril de 2019. Es la única vez que me he aventurado a llevarme a alumnos a un viaje que implica dormir varias noches fuera de casa, cuatro si mal no recuerdo. A unos, en teoría, 344 kilómetros de nuestros hogares, pero tuvimos "propina", porque hicimos dos paradas para recoger al alumnado de otros coles. Repetiría una y mil veces el CRIE, quiero pensar que mis niños también. Fueron unos días muy intensos, un no parar maravilloso, pero se respiraba algo especial allí. En el grupo hubo un antes y un después del CRIE, incluso con los que no fueron, la clase estuvo más cohesionada a partir de ahí. Vimos sitios preciosos, convivimos con personas de otros coles y entre nosotros, con una rutina muy distinta al día a día en el cole. Disfruté de cada actividad dentro del CRIE, cada excursión fuera de él, cada ratito de ocio...todo. Hasta de quedarme hasta las mil escribiendo en el blog para tener informadas a las familias y que supieran que estaban bien. Para muchos fue la primera experiencia fuera de su hogar (sin contar dormir en casa de un familiar o de un amigo), y eso también se notó. Pero me reí tanto, me sentí tan bien y me sentó tan bien, que solo puedo decir...¡Que nos quiten lo "bailao"!

Quiero tomar este noveno aniversario como un punto de partida, por extraño que suene, y los cambios que se avecinan, van a ser para bien, ya veréis. Esta vez no voy a hacer promesas incompatibles con mi día a día. Los días vuelan y al mismo tiempo parece que van a cámara lenta. Los que queráis comentar, me encantará leeros y seré detallista, a mi manera, pero no especifico cómo por si no se dan las circunstancias o tardo más de la cuenta en lo que me gustaría.

Sigo invitando a todos a leer el blog. A sumergiros en lo que cuento y ¿quién sabe? a lo mejor os vale de inspiración para algo que tengáis en mente. O simplemente os distrae. En estos 9 años me han pasado muchas cosas, creo que las más relevantes aparecen aquí todas, sin excepción. Algunas de una manera muy visible, otras entre líneas (hay que saber leer y conocerme ayuda a deducir lo que sin haberlo escrito digo) y otras sutilmente, pero todas están. Porque la vida no es un camino recto, sino con curvas. Hay veces en las que el paisaje que nos encontramos es un remanso de paz y un canto a la alegría. Otras se torna gris, como un día de tormenta, y no nos agrada nada de lo que vamos viendo por el camino. De cualquier forma, disfrutad de él. Exprimid y cuidad lo que tenéis. Cada cual sabe dónde reside su verdadera fortuna. Y mi fortuna son los que quiero, los que me "soportan" cuando yo misma no sé si me aguantaría. Los que me apoyan al escuchar mis proyectos (laborales o personales). Los que se ilusionan con lo bueno que me pasa. Y los que me "prestan" su hombro para llorar. Y eso es. Seguiré conduciendo por este camino con curvas, disfrutando de cada paisaje y cada centro comercial, de un bocata y de comer en un restaurante, de vacaciones en la playa y en cualquier parte, de una botella de vino frente a la chimenea, de un spa y de una ducha calentita en pleno invierno (o una refrescante cuando aprieta el calor), de escuchar una voz que me dice algo agradable y del buenos días con una sonrisa de cualquier cara conocida...De todo, porque hoy estamos aquí y mañana no se sabe. Así que, "La emoción de aprender" continúa, siempre digo que hasta que yo quiera. Mientras siga sintiendo que el blog me aporta algo y soy capaz de dedicarle un mínimo de tiempo, seguirá activo. El día que me falte inspiración o ganas o tiempo de compartir algo aquí, dejaré de publicar, sin dramas ni aspavientos.  

Y es que "La emoción de aprender" es un altavoz para celebrar "La emoción de vivir". Gracias. Recordad, hoy este blog cumple 9 años, pero para mí es un inicio. No doy nada por sentado.

Por cierto, lo he dicho en otras ocasiones y no me habéis ayudado demasiado pero, me arriesgo a preguntar nuevamente: ¿Qué os apetecería encontrar aquí? ¿Algún tema concreto que queréis que trate?  Os leeré encantada.

9 canciones para acompañar musicalmente esta entrada de aniversario.

 
 






lunes, 27 de octubre de 2025

You'll never walk alone. Estampas otoñales y tradiciones.

Las temperaturas han cambiado de manera drástica en pocos días. Ya, puede ser que lo de ahora es lo que tocara, pero no ha habido tiempo para aclimatarse. En pocos días hemos pasado de sandalias e ir a cuerpo, a zapato cerrado y cazadora. Esta mañana mi coche marcaba una temperatura exterior de 7,5 grados...Se dice bien. Pero no voy a hablar demasiado del tiempo, para no confundir esta entrada del blog con una conversación de ascensor.

Vengo a haceros algunas recomendaciones. La primera es una serie. Está en Netflix, la traducción al español es "Perni" y la serie es noruega. Me gusta ponerlas en versión original, aunque ponga los subtítulos en español. No sé, me parece curioso a la par que interesante. Sin destriparla, deciros que la definen como "comedia", siendo más puntillosos,  para mí es una comedia dramática, o una "dramedia", como algunos dirían. La serie tiene 5 temporadas, cada una consta de solo 6 capítulos. Narra lo que sucede en la vida de Perni a lo largo de tres años. Llevo tiempo con ganas de recomendarla, lo que pasa es que me resultaba más apropiado esperar a llegar al final. Mi sensación es que la serie no necesita continuación, y confío en que no la hagan. Perni es una mujer de unos taitantos, a mí me parece que puede tener unos 46 años, pero no es mi fuerte echar años a nadie, y menos a las mujeres. Trabaja en protección de menores, está separada y vive con sus dos hijas. En la serie hay dosis de humor, destellos de la cultura noruega que me gusta conocer (como la manera de felicitar a alguien cercano por el cumpleaños), el duelo visto desde muchos puntos de vista (interesantísimo cómo lo viven y manifiestan algunos personajes), la soledad, el amor, los miedos, la ilusión, la esperanza, la muerte, la adolescencia, la vejez, la maternidad sola y acompañada, la paternidad cuidadosa y la ignorada, la generosidad, el egoísmo...A mí me ha ido enganchando a medida que avanzaba. Y hay dos capítulos de la temporada final especialmente brillantes. Eso sí, si alguno no está muy allá de ánimo, mejor que no la vea. Me parece buenísima pero es solo mi opinión, y esta serie no es apta para todo el mundo. También tendrá que ver en el momento vital en el que os encontréis. A mí me hizo llorar mucho (¡Oh, qué raro!...nótese la ironía en mis palabras), aunque también reír en muchos otros momentos. Puede que por la rareza de la misma, esta serie la he visto yo sola. A mí me parece más divertido verla acompañada para poder comentarla con alguien. O que alguien en paralelo la vea en otra parte y hablar sobre ella después, pero este no ha sido el caso. La primera parte del título de esta entrada guarda relación con la serie, pero no desvelo nada. 

Vídeo YOU'LL NEVER WALK ALONE (con subtítulos en ingés y español)  El nombre de la canción es ya una declaración de intenciones. Sin que sepáis mucho inglés, deciros que YOU puede ser tú o vosotros. He escogido la que más me apetecía a mí, por eso la traduzco como "Nunca caminarás solo".

Más series de momento no recomiendo, porque ya cité en su momento la canadiense "Schitt's Creek" o dos muy recientes y españolas, "Muertos SL"(magnífico Carlos Areces) y "Animal" (Inmenso Luis Zahera). Todas en Netflix. Me llama mucho "Pubertat" de Leticia Dolera, desconozco si tengo HBO...Si queréis recomendarme alguna, será bienvenida. Excluyo de miedo o terror, ese género no va conmigo.


Y con el otoño llegó la caída de pelo, el cepillo no engaña y es algo que se repite cada año por las mismas fechas. No pasa nada. Y la caída de las hojas, todavía falta un poco para el punto en el que me gusta contemplar la naturaleza en otoño. Quizás las lluvias de estos días, el sábado llovió hasta el aburrimiento máximo, estén ayudando a teñir los campos de naranjas, rojizos, marrones y cubrir el suelo de hojas secas...Ya la comprobaré, cuando se pueda. La recomendación de series es compatible con estos primeros fríos otoñales, los días muy lluviosos y con tiempo desapacible, que invitan a peli (o serie), sofá y mantita. Pero podéis optar por coger un buen chubasquero, cazadora, polar, cortavientos, etc. y poner rumbo a paisajes espectaculares en estos meses. Hace años hice una ruta por el Valle de Ambroz y tiene una belleza en otoño que atrapa. Si queréis un registro algo diferente, pero igualmente cautivador, no dejéis de visitar los Jardines de la Granja de San Ildefonso en otoño o incluso invierno (con nieve de fondo son también fantásticos). A mí los de la Granja me conquistaron hace años y pasear por ellos me calma, me ilumina, me alegra y me reconforta. Subid al lago, dad una vuelta alrededor de él. Y luego ya bajad sin rumbo, no hace buscar una calle específica, porque cualquiera encierra mucha belleza, con sus fuentes y las hojas ya caídas esparcidas por todas partes. Además es muy fácil desgustar cosas ricas por allí. Y para los lectores, si no vais un domingo, dejaos caer por la librería Ícaro. Otra de las sorpresas de La Granja de San Ildefonso. Tienen una selección de libros cuidadísima, son encantadores y una vez que la conoces, apetece dejarse caer por allí en visitas sucesivas. Otro lugar mucho más próximo para hacer una escapada es el Hotel rural "Porta Coeli", situado en la carretera entre Sequeros y Tamames. Mirad el horario de apertura antes de acercaros, lo digo por experiencia, y no dejéis de asomaros a su balcón. un cuadro vivo de la Sierra de Francia, espectacular. Y ya desde allí a escasos kilómetros, tenéis las Casas del Conde, un pueblo pequeño a la par que precioso; San Martín del Castañar y Mogarraz. Si me tocara la lotería y los que quiero pueden y les apetece venir, en navidades huiría del frío y buscaría un destino con playa y calor y me los llevaría, a pasar una navidad distinta e inolvidable. Pero tengo varias "loterías" propias y ajenas inifintamente más importantes que la monetaria, y cruzo los dedos para las tres.


Además me adelanto y aprovecho para hablar de refilón sobre las festividades que se avecinan. En España el 1 de noviembre es el "Día de todos los santos"; mientras que el 2 de noviembre se denomina el "Día de los difuntos".

Tradicionalmente, muchas personas de las que tienen a sus seres queridos en el cementerio, visitan el mismo en estas fechas, limpian las tumbas y colocan flores. Los aledaños del cementerio de Salamanca suelen ocuparse con puestos de flores, churros...A mí lo de los churros me chirría, por ricos que estén. Y no me gusta nada acercarme por allí en estos días. En realidad en general no me gusta ir al cementerio. Y prefiero evitar las fechas señaladas para ir. E ir sola. Vuelvo a otras tradiciones en torno a estas fechas, regreso otra vez al "Día de Muertos", tradición mejicana y de otros países. Me parece precioso que amigos y familiares se reúnan para conmemorar la vida de los que se marcharon. Y mágico creer que en algún momento ellos pueden "cruzar" y visitarnos. Ojalá. Soñar es gratis ¿no? Dejadme hacerlo aunque eso no vaya a pasar, permitidme creer, un ratito al menos, que existe una posibilidad de que eso ocurra,  no me importa si no se puede. Es secundario si es imposible, no apaguéis esa llama de esperanza. Papá, si vienes, será pronto y llegarás antes de lo que esperamos, siempre fuiste muy puntual, en el más acá y en el más allá segurísimo que igual.

Y si a vosotros os resulta reconfortante cumplir con las costumbres familiares relacionadas con los difuntos, seguidlas. Pero solo si os hacen bien. Por una cuestión de empatía, mando un abrazo apretado para todos los que van a pasar su primer 1 de noviembre con una silla que antes no estaba vacía (o varias). También a todos los que llevan ya más años con alguna silla vacía, pero les sigue doliendo como el primer año. Ellos viven en nosotros, no alcanzo a explicarlo, simplemente lo siento.

Sed felices, no es gratis exactamente, pero sí es verdad que el tiempo es muy caro, y en nuestras manos está disfrutarlo o amargarnos. 

martes, 21 de octubre de 2025

El filete

Esta entrada no va de temas cárnicos exactamente, tampoco de frases hechas como "darse el filete". El filete es lo que le digo metafóricamente a mis alumnos que se tienen que comer. Que sí, que les cocino la carne con mimo. Procuro que se haga despacito y quede tierna. A continuación les parto el filete en trocitos muy pequeños, para que no se les haga bola. Pero el tenedor, tienen que cogerlo ellos. No hay vuelta de hoja. Y meterse ellos la carne en la boca, masticarla, tragarla y digerirla. Aunque con unos cuantos...¡No hay manera! Insisto que no son niños pequeños, porque a los niños muy pequeños hay que echarles una mano, e incluso algunos adultos van ofreciéndoles cada bocado como si fuera un regalo para la familia: "esta por mamá, esta por papá..." El esfuerzo de coger el tenedor y comer la carne, no está ya en mis manos. Hoy he corregido un examen a uno de los dos grupos que lo ha tenido. Puedo enfocarlo de muchas maneras, he optado por la cara positiva: casi ha aprobado la mitad. No es para tirar cohetes, pero son resultados mucho mejores que en ocasiones anteriores. Y confío en la mejoría de algunas personas. Lo que pasa es que no voy a ir a sus casas, y ahí es donde pincho hueso: las familias. A veces me gustaría ver por un agujerito el día a día de mis alumnos en su hogar. Y la dinámica familiar, seguro que entendería cuestiones que ahora no acabo de comprender, por mucho empeño que pongan. Aun así sí percibo que algunos alumnos, mayoritariamente chicas, han madurado en verano de forma relevante. Y me hace ilusión disfrutar de ese punto más de madurez. Ojalá pueda traducirse en mejores resultados, que sean más coherentes con su trabajo diario en las aulas. Al final ese es el que sí puedo supervisar, el de fuera del aula no me corresponde. Sueño con el día en el que un porcentaje elevado de las familias de mis alumnos de Compensatoria se anime a remar conmigo, no contra mí. O al menos a remar, y ya veremos cómo recorremos el camino juntos o en paralelo, sin remar cada uno hacia un lado diferente. Soñar es gratis, dejadme hacerlo.

Hablando de sueño, se me caen los ojos. Pero la cabeza está muy activa. Yo que había decidido hoy irme pronto a dormir, así lo dije hace un rato porque era verdad. En vez de eso me he sentado frente a la pantalla, a dar forma a un puñado de ideas que quería dejar caer por aquí. Por cierto, hay entradas y entradas, os agradecería que alguno más de los que me lee, se animara a comentar en la anterior. Alguno o alguna, no pienso en nadie concreto.

Sabéis que este blog es mi blog personal de carácter educativo. Cada vez más personal, y del que según cuánto sepáis de mí, podréis hacer una u otra lectura. No me olvido de Sandra Peña, una chica de tan solo 14 años que el martes de la semana pasada se suicidó. Y según lo escribo se me pone la carne de gallina. Solo 14 años, y a cuenta del bullying, hasta qué punto llegaría su dolor, desesperación, deseos de acabar con todo...para tirarse de la azotea del edificio en el que vivía. Y sí, Sandra se suicidó, por fuerte que suena podríamos decir que la "animaron" a hacerlo. Pero quizás es más bien un asesinato, una muerte lenta, porque la fueron matando día a día, seguramente durante mucho tiempo. A los padres y al resto de su familia no soy capaz de decirles nada. Imagino que en estos durísimos momentos sienten que no hay consuelo ni justicia. El consuelo dudo que lo lleguen a encontrar, ojalá sí hallen la justicia para una muerte tan extremadamente injusta. Y no he puesto más en el blog porque la cabeza no puede estar a todo, el día solo tiene  24 horas. Y no, no me da la vida. Me da para lo que se puede, no siempre para todo lo que deseo. Espero que algún día demos con la fórmula para erradicar el bullying. Me fastidia mucho no decir la fuente, pero no la rercuerdo y no guardé sus palabras en Instagram. Un docente hacía una reflexión sobre lo ocurrido, y planteaba que nosotros, los maestros y profesores, poco podemos hacer en las horas que pasamos con ellos, si luego en casa le restan importancia. Cosas de "niños". ¡Y una mierda! De eso nada. Una vez más, y si alguno de mis exalumnos lo lee fijo que sonríe o hasta piensa "¡qué pesada!", abogo por una de mis palabras mágicas: empatía. Sí, más empatía por favor. Menos ignorar el dolor ajeno, disfrutar machacando a otro, intentar disimular miserias propias atacando a los demás, y menos silencio de aquellos que lo contemplan y no hacen NA-DA. O miran para otro lado, no sé qué es peor. A mí me asusta pensar que algún alumno de los míos pueda estar sufriendo bullying o siendo acosador y y no me haya dado cuenta. Y ojito con quitarle hierro a las "cosas de niños" que provocan suicidios. Sandra Peña, justicia para casos como el tuyo y para ti. Descansa en paz.

Volviendo al filete, ojalá vuestros "filetes" personales no se os hagan bola, tengáis a gente que os quiera que os ayude a comerlos y a tragarlos. Y la digestión sea llevadera. No os sintáis solos, seguro que hay siempre personas cercanas y que os quieren deseando aliviaros la carga, aunque no puedan comerse el filete en su lugar. Y ahora sí, a dormir que ya es hora. Un alumno me dijo que si siempre tengo ojeras que es muy grave, y debería ir al médico. Le expliqué que soy ojerosa desde siempre, duerma bien o no. Y soy de dormir pocas horas, pero bien habitualmente. Feliz descanso a los que sois aves nocturnas como yo.

lunes, 20 de octubre de 2025

SIN TÍTULO

Tiendo a pensar concienzudamente los títulos que le doy a cada entrada del blog. Como esta vez se me ocurren muchas palabras y no me apetece elegir, he optado por la vía fácil, "Sin título".

Así a quien le apetezca "pasear" por aquí, le va a tocar navegar sin saber el destino. Eso sí, sois libres y podéis bajaros del barco cuando os plazca. Lo cual no va mucho conmigo, lo de abandonar el barco quiero decir. Es extraño, tengo ciertos miedos que para muchos son auténticas chorradas, de hecho si los veo con cierta distancia puedo llegar a entender que piensen así. Y luego, con ciertos reveses, siento que soy valiente. Puede que no porque yo quiera, sino porque me ha tocado serlo, y es la única vía que contemplo para sobrellevar lo que la vida me va poniendo en el camino. No soy de tirar la toalla. Sí, lo paso fatal metida en un ascensor; no me veo montando en un funicular ni en una montaña rusa, pero otras cuestiones, más terrenales y fastidiadas, las llevo "mejor". Lo que no quita que sienta otros miedos que ni se me ocurre enumerar aquí. Por aquellos implicados directamente y por mí misma.

Quizás sea rara, pero ciertas actividades me relajan a la vez que me ayudan a desconectar la cabeza. Principalmente dibujar, sea lo que sea, copiado de alguna parte, sacado de mi imaginación o como sea. Me relaja mucho y me encanta. También hacer fotos, esto tal vez explique que lleve bastante la cámara a cuestas. Este fin de semana la metí en la mochila y no he encontrado el momento de sacarla, y eso que a mí el otoño me enamora. Ojalá el próximo sus colores estén más presentes, al haber empezado a llover y tenga la ocasión de disfrutar de ellos. Otra actividad que me relaja y, al igual que las anteriores me ayuda a desconectarme de lo que tenga en la cabeza, es ir de compras. Sí, tal cual lo leéis, me gusta mucho ir de tiendas, mirar, comparar, tocar, probar y comprar. Y si es en un centro comercial hermoso, mejor todavía. La cuarta, lo de cuarta es un decir porque el orden no está puesto de más a menos importante, es cocinar. Siempre digo que aunque no lo parezca, me encanta cocinar, mucho más que comer. Me gusta cocinar sin mirar el reloj, por el simple placer de concentrarme en hacer algo rico, y pensar en quién lo va a degustar. Este finde que ahora termina he podido disfrutar algún ratito largo de la cocina. E incluso me he animado a hacer por primera vez arroz con leche, un postre que nunca me ha llamado especialmente la atención. Además en lo que respecta a postres no soy nada creativa, porque si cambias la receta puede salirte algo comestible o no. Parece que salió bien, ahora, da igual arroz para un plato salado que dulce, calculo más bien mal. Me quedé corta, porque con el arroz tiendo a pasarme bastante en la cantidad que hecho y me pasó justo al revés. Como me fui dando cuenta a medida que repartía, me eché la mitad que para los demás. Creo que no se percataron. Y por lo que me dijeron, les gustaron las cosas que cociné. Cocinar con cariño se nota, y mucho. Y a veces el amor, toma la forma de arroz con leche (o de lo que sea), y es otro modo de decir "Te quiero", "Me importas mucho", "Te cuido" o "Estoy aquí para ti y voy a seguir estándolo".  Entre semana es más difícil, pero me gustaría sacar ratitos para estas cuatro actividades que a mí sí me relajan, y a la par me encantan. 

Y uno que no he puesto en la minilista anterior de cuatro es envolver regalos. Sí, pero sin presión, sin prisa ni jueces. Y eso que luego si es para un regalo que voy a dar yo, no soy nada quisquillosa con que rompan el papel con cuidado o lo guarden. Me gusta que ya el regalo sea agradable a la vista estando envuelto. Y que rompan o tiren el papel no me afecta ni me importa. Aunque parezca que queda mucho, en breve estaremos preparando la Navidad. Y una de las tradiciones que respeto a rajatabla es hacer regalos por Reyes a los que más quiero, es una excusa (más) para ser detallista, y esto lo disfruto una barbaridad, da lo mismo la fecha. Procuro envolver yo misma los regalos, menos si me gusta mucho (poco probable), el papel de regalo que usen en la tienda. Tengo la suerte de estar rodeada de algunas personas también detallistas, que te sorprenden con una agenda monísima, unos sobaos fabulosos o lo que se tercie.

¿Qué actividades os ayudan a desconectar a vosotros? ¿Qué hacéis para encontrar la calma cuando vuestra cabeza es una olla exprés o tenéis el corazón acelerado? Os agradecería que, sin contar intimidades, compartiérais conmigo en comentarios alguna.

No es quiera desconectarme, es que es necesario desconectar a veces para reconectarse con más fuerza. Y ahora mismo, siento que mi batería está muy cargada, y me va a venir muy bien que así sea. Y lo que venga, de frente y sin miedo, porque no me subiré a una montaña rusa de un parque de atracciones, pero a las montañas rusas de la vida, ya el destino nos sube, queramos o no, y voy/vamos a salir de ella, algo despeinados, pero sí. O esa intento que sea mi actitud. Si cuando el viento no sopla a favor nos hundimos y nos ponemos a llorar por los rincones, corremos el peligro de ahogarnos en nuestras propias lágrimas. Y me permito llorar lo que necesite, pero recurriendo a una de las frasecitas que leí una vez, "Se llora y se sigue". 

Buenas noches. Y que el lunes sea menos asqueroso de lo que parece. Lo siento, odio lo lunes, no es nuevo. A mí dadme viernes y quitadme los lunes del medio. Esa obligación de regresar a la rutina con cinco días por delante, me llama entre cero y nada.

Y como ya hemos despedido el 19 de octubre, acordarme de todas aquellas mujeres que dejaron de estar presentes por culpa del cáncer de mama. De todas las amigas, hijas, madres, primas, hermanas, tías...que tristemente no pudieron vivir para contarlo. Por respeto omito algún nombre, no quiero hacer daño a nadie, y por respeto y afecto menciono dos: Alejandra y María José, sí sé lo caro que es el tiempo, y de verdad que procuro exprimir cada momento de mi vida con los que quiero. Gracias por los años que pudimos disfrutaros. A las que están con tratamiento, un abrazo apretado y espero que ninguna estéis ni os sintáis solas. Deseo que sigáis estando aquí. Y a las que lo superaron y a día de hoy están "bien", a no descuidarse nunca y a vivir todo lo bonito que hay en cada día.

Y ya sí, hora de irse a la cama y "apagar" la cabeza unas horas. Buenas noches por segunda vez.


viernes, 17 de octubre de 2025

AMOR

Hace ya algunos años, recuerdo haber escrito una entrada en una fecha especial, en la que puse "a veces el amor escribe con faltas de ortografía". Alguna persona me comentó lo mucho que le habían gustado mis palabras, pero creo que no supo descifrar a lo que me refería al haber escrito eso. Porque esas palabras tienen muchas lecturas, probablemente tantas interpretaciones como personas la leyeran. 

Y hoy, luchando contra los elementos, con el viento no a favor porque mi portátil hace ya días que hizo caput, he pensado que no, no voy a quedarme con las ganas. No voy a resistirme a escribir en el blog, pese a ir escribiéndola en el teclado digital del móvil, con el esfuerzo visual que supone. Lo mismo da girar la pantalla para que se ensanche y las letras se vean algo más grandes. A testaruda me ganan pocos, pero los hay, doy fe, tienen nombre y apellido, aunque hoy opto por mantenerlos en el anonimato. Ni quiero escribir en pretérito lo que considero presente. Así que oficialmente la entrada saldrá publicada ya el 17, porque acariciamos la medianoche, pero leedla como si todo fuera del 16 y hubiéramos estirado el día, solo para la entrada. 



Ya lo adelanto en el título, así que sorpresas las justas. Esta entrada va de amor, porque me nace, y punto. 

Amor se escribe con C de caricias, de cuidar, de compartir, de conexión, de compañía, de consuelo, de cartas, de calma. de café, de calor, de canciones, de corazón, de concierto, de cambios, de confianza, de cama, de coincidir, de crecimiento, de curar, de construir, de ceder, de comunicación.  

Amor se escribe con E de escucha, de esperanza, de enfermedad, de esfuerzo, de empatía, de encuentro, de espejo, de esperar, de entendimiento. 

Amor se escribe con P de paciencia, de papá, de perdón, de proyectos, de preocupaciones, de perderse, de plurales, de pueblo, de pareja, de placer, de pensamiento, de piña, de presencia, de piel. 

Amor se escribe con V de viajes, de victoria, de verdad, de volar. 

Amor se escribe con R de recuerdos, de retos, de ratitos, de risas, de regreso, de ruido, de remar, de respeto, de realidad, de reseteo, de respirar. 

Amor se escribe con G de generosidad, de ganar. 

Amor se escribe con I de ilusión, de inteligencia, de intentar, de instantes. 

Amor se escribe con D de detalles, de despistes, de duelo, de descanso. 

Amor se escribe con U de unión. 

Amor se escribe con H de hablar, de hombre. 

Amor se escribe con F de feeling, de flores, de favor, de familia, de fantasía. 

Amor se escribe con A de abrazo, de apoyo, de amigas, de adversidades., de anécdotas, de aventura, de ayuda, de amanecer, de Asturias, de avión, de arreglar, de admiración. 

Amos se escribe con J de Jorge. 

Amor se escribe con M de mamá, de miradas, de maletas, de miedo, de música, de mar.

Amor se escribe con B de bondad, de besos, de blog, de búsqueda, de belleza. 

Amor se escribe con S de sueños, de sinceridad, de semillas,  de sorpresas, de susurros, de sofá, de sentir, de salvavidas, de serrano, de silencio, de sostén, de sacrificio, de socorrer, de sintonía. 

Amor se escribe con T de tacto, de talento, de tonelada, de tiempo, de triunfo. 

Amor se escribe con O de otoño, de olvidos. 

Amor se escribe con V de vida, de valiente.  

Amor se escribe con H de hermano, de humor, de historias, de hijos, de hospital. 

Amor se escribe con L de libertad, de lucha, de lágrimas, de libro, de lugares. 

Sé que no están todas las letras. Tampoco he seguido el orden alfabético. Aunque me resulta totalmente secundario. Podéis sentiros libres y pensar qué añadiríais a este particular y muy personal desordenado alfabeto sobre el amor. 

jueves, 9 de octubre de 2025

Porque sí

Porque ayer por la tarde empecé a escribir esta entrada...
Porque se terminó septiembre y de octubre llevamos ya una semana larga. Porque parece mentira que vaya a cumplirse un año de ausencia, María José Parra Yuste;  y presencia, a quien quiero con toda mi alma y volvió a nacer porque le tocaba, sin más. Porque la vida es así de hija de puta y así de generosa. Sí, sí, he escrito "hija de puta". Disculpadme, algunas cosas no hay que suavizarlas. Y a María José quiero seguir recordándola, porque lo que hizo lo hizo muy bien, y me apetece que siga "viva". Que sepas que al hacer muchas cosas pienso en ti, en lo que me habrías dicho, y ya me doy el empujoncito yo sola, especialmente en los días que lo chungo se nota mucho, no que pese más pero...se hace notar. Aunque también en los alegres, al embarcarme en cuestiones para las que sí sigue habiendo tiempo. O en piscinas a las que tú te habrías tirado también, como el "aula abierta" del Venancio. Y siempre que veo a alguno de los que fue alumno tuyo y mío, se me escapa una sonrisa. Disfruto solo con que me saluden, no pido más. También hay uno que compartimos y ya no está en el instituto, pero se deja caer de cuando en cuando, al que no conseguimos ni tú ni yo enseñarle el significado de la palabra respeto, pero como lo bueno pesa mucho más, no pienso pagarle con la misma moneda. Es un impresentable. No todos van a ser recuerdos agradables.

Fantaseo con lo que habríamos disfrutado trabajando juntas, a la vez, en el mismo espacio y con los mismos alumnos. Y seguramente lograríamos cambiar un poquito más parte del pedacito de realidad educativa que nos ha tocado vivir. He repasado varias veces desde que falleciste los últimos guasaps que intercambiamos. Siempre quedan cosas por contar, vivencias por compartir, gratitud por expresar e instantes que exprimir. Siempre, sin excepción. 

Y ya sigo hoy, 9 de octubre, día en el que nos dieron una noticia de mierda. Y fue un día igual. Más feo no pudo ser, el cielo lloraba a mares, aun recuerdo el trayecto hasta el velatorio en Guijuelo. Cuando por fin escampó y desde el retrovisor se apreciaba un arcoíris inmenso, que tú nos mandaste desde arriba. Y pese a lo duro que fue y lo mucho que escuece el simple hecho de recordarlo, me alegré de haber ido a tu velatorio, era una manera de despedirnos, de empezar a asimilar que ya no estabas, y te perdimos, pero tuvimos la suerte de haber podido contar contigo. Y la vida también es eso, saber despedirse, digerir las muertes, celebrar los recuerdos, las huellas que los que pasan por nuestra vida van dejando en ella. Así que aunque no estés ya, sí sigues estando presente de alguna forma María José. Sé que dejaste huellas preciosas en la vida de mucha gente.



La vida es, además, disfrutar de conocer a alguien que nos atrae, por su personalidad, por su carácter, por su brillo en los ojos, porque tiene "algo" que hace que esa persona sea especial y nos apetezca conocer hasta sus defectos. Y aprender a amar con todo eso, lo que brilla y lo que no reluce. Porque la confianza es amor, la lealtad es amor, la paciencia es amor, la escucha es amor, la calma es amor...Ya dije que el 9 de octubre la vida me dio un tortazo con tu muerte María José. Pero al mismo tiempo me regaló más tiempo con la persona a la que quiero. Y los de arriba o la energía que sea, debieron pensar que le quedaban muchas cosas por hacer en este mundo, no era su día, y yo lo celebro. Por eso fue una semana de contrastes, de muerte y vida, de decir adiós y de agarrar fuerte para que no hubiera más despedidas. Y menos mal que no las hubo. Esos días lloré lo que no está escrito, algo me decía que debía aparentar fuerza, por dentro estaba "acojonada" pero optimista, pensando que todo tiene un límite y, esta vez el corazón en cuestión iba a seguir latiendo. Gracias, vida, porque aunque en otro momento te portaste rematadamente mal, arrancándonos sin avisar a mi padre, con mi pareja no actuaste igual. Creo que él tiene otro cumpleaños, además del oficial, en octubre, para soplar una velita.

A mi padre le decía mucho que no podemos elegir lo que otros nos hacen, pero sí cómo nos lo tomamos. Lo mismo me parece aplicable a cosas que nos suceden, y en ocasiones no hemos visto venir. Al final todo se resume en asimilar (como se pueda) lo que venga y tirar hacia adelante (como se pueda). Que tú te portes bien con alguien, o creas haber actuado bien, no garantiza nada. Y al revés igual, hay personas con las que no tenemos un comportamiento adecuado, y ellas nos pagan con una moneda distinta. Allá la conciencia de cada uno, no creo que nadie la tenga impoluta, tampoco yo. Soy consciente de haber metido la pata con algunas personas, y no haber acertado con mi manera de proceder, y sé que eso puede haber hecho daño a alguna persona. También me he sentido herida con el modo de actuar de alguna gente, y no acabo de comprender por qué, ni estar segura de si hacen algunas cosas intencionadamente o son otras razones las que explicarían su comportamiento. Pero bueno, la vida son días bonitos y días de mierda, días inolvidables y días para borrar del calendario, calma y sobresaltos, conflictos y paz, silencio y palabras, presencias y ausencias, detalles y falta de ellos, estabilidad y cambios, proyectos, miedos e ilusiones, olvido y recuerdos, sonrisas y lágrimas...Todo.

Así que sonrío al cielo, papá a ti también, a ti siempre, a ti el primero. Y soplo virtualmente una velita, por haber superado un año, otro año, con algunos momentos muy difíciles. 

En breve espero estar disfrutando del otoño en todo su esplendor. Mi estanción favorita por la paleta de colores que nos regala,  las hojas secas, las setas, las castañas, los madroños, las lluvias, la sierra inundada de tonos cálidos, los paseos por el campo, la Granja en otoño, la mantita en el sofá, las pelis en el cine, los guisos de cuchara...¡Bendito otoño!

Ya sabéis que los que se fueron en cierta medida no se han ido del todo. Al menos no mientras alguien los recuerde. Aunque duela, aunque cueste. Las heridas de las ausencias nunca cierran del todo, pero el corazón sonríe por todo lo bueno que dejaron en nuestras vidas los que se marcharon...




miércoles, 17 de septiembre de 2025

La muerte, la vida, "bárbaros" y...aquí estamos

Aquí estamos atravesando septiembre, y aunque parece que llegó antes de ayer, ya es 17. Y noto que va cuesta abajo y sin freno. Solo sé que veo lejanísimos los días que logré escaparme de la rutina y ver el mar, aunque no lo catara. Y eso pasó a  finales de agosto, pero si lo pienso parece que lo he soñado y ha llovido una barbaridad. Añoro esos días 24/7 en la mejor compañía, comiendo rico, descubriendo rincones preciosos de la geografía española y reencontrándome con sitios a los que deseaba volver. Lugares que al verlos de nuevo me removieron por dentro, y me emocionaron por fuera también. No se puede tardar tantísimo en revisitar sitios tan especiales.

Empecé septiembre con cieta inquietud y pocas ganas. Cuesta volver a funcionar tras unas vacaciones extensas. Muy descansada, sí, no lo voy a negar, pero con pocos viajes, algo que remediaré en cuanto se pueda. Y para eso soy muy afortunada, porque no necesito esperar hasta el verano. Ni tampoco a que llegue el invierno.

Ahora ya es otra historia, el lunes comenzaron las clases en los institutos. Como sabéis estoy compartida, poniendo un pie en el Venancio Blanco y otro en el Francisco Salinas. Lo bueno es que un par de días pongo los dos pies en uno solo, y es de agradecer. Aprovecharé al máximo lo que pueda aprender en esta nueva aventura. Hoy salí feliz, tal cual. Motivo principal: mis alumnos. Segundo día de clase con ellos en el Salinas. El verano, de momento, les ha sentado fenomenal, me están sorprendiendo gratamente.

Tengo caras nuevas y otras ya muy conocidas, y esa combinación me gusta, aunque no ha estado en mis manos elegirla. No sé cuánto les durarán las ganas, por eso disfruto el momento y punto. Por si las moscas, tocaremos madera.  Dure lo que dure, hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto en clase y me sentía tan cómoda. Eso es aplicable al alumnado de 1º y al de 2º de la ESO. Y me apetecía ponerlo aquí, porque hay que reflejar lo bueno también, no solo quejas y lamentos. Ojo que a mí siempre me pesa más lo positivo, pero hay días que lo negativo hace que tengas un día, o más, cruzados.

La próxima semana se sumará el apoyo a los de desconocimiento de español y, en breve en el Venancio, participar en el "aula abierta" y apoyos de varios tipos. La verdad en ambos institutos estoy ilusionada, de manera diferente, pero ilusionada. Soy prudente ante lo desconocido y lo conocido me aporta cierta calma, que viene de perlas. A mí los días entre el 1 y el 15 de septiembre me resultan tediosos y complicados de digerir, prefiero la "marcha" de la rutina diaria de clases. No obstante suele ser de todo menos rutinaria. Nunca sé qué puede pasar, quién me va a dejar ojiplática, con cuáles saltaré como si tuviera un resorte, quién me arrancará más de una sonrisa o qué personas harán que me muerda la lengua o, como yo digo, hasta el alma. Me he propuesto bajar de volumen, es complicado, pero lo intentaré. Llevo muchos años hablando, dentro y fuera de los centros educativos, como si de pequeña me hubiera tragado un altavoz. Y pensando en los demás y en mí misma, voy a ver si soy capaz de hablar más bajito. Fácil no va a ser.

Y en este contexto, ayer estuve en un velatorio y a continuación en un funeral. Llevaba yo gran parte del verano reflexionando sobre mil cuestiones, relacionadas con la vida y con la muerte, con la permanencia y con el cambio. Y pensaba, una vez más, en lo poco que hablamos de la muerte a lo largo de la vida. En la solemne estupidez de parecer un tema tabú y tocarlo de refilón o ni tratarlo. En el error de creer que no existe porque no se hable de ella, o restarle importancia. Y estamos muy confundidos, la muerte está presente en muchos momentos de la vida. En ocasiones avisa, otras no pregunta y...¡zas! zurriagazo del destino al canto. Y te quedas como tonta, descolocada, desarmada, indefensa, frágil, débil...Te sientes pequeñita, diminuta, te puede costar dormir, comer y hasta caminar. Puedes llorarlo todo o guardártelo dentro. Optas por afrontarlo sola o compartir el dolor del duelo y sus etapas. Buscar ayuda externa o decidir que tú puedes sin nadie más. Y creo que nunca nadie se recupera por completo de la pérdida de un ser amado, llamadlo padre, madre, marido, mujer, pareja, hijo, amiga o familiar de primer grado. Como tengo comprobado que hablar de mi duelo, mi dolor y mis ideas sobre tratar con mayor frecuencia y naturalidad el tema de la muerte me ayuda, y puede que ayuden a otras personas, hoy era el momento de lanzarme a escribir aquí. Como soy muy bruta, a pelo, sin guion ni esquema alguno, según lo que quiero reflejar va viniendo a mi cabeza y saliendo en forma de palabras al ritmo que mis dedos teclean en el ordenador. 

Lo repito mucho, pero una de las cosas que peor llevé cuando falleció mi padre, de eso hace dos años, un mes y dieciséis días, era que la gente me preguntara qué tal estás. Sé que la mayoría lo hacían con buena intención, pero a mí me dolía un montón, era como meter el dedo en la herida. En una herida que a día de hoy no se ha cerrado ni lo hará. Simplemente continúo aprendiendo a vivir con ella, y no tiene el mismo tamaño que al principio, pero va a seguir abierta, sin que eso me quite el sueño. Cuando alguien amado muere, "asumes" (es un decir, lloro solo de escribirlo), porque no queda otra, que no vas a poder disfrutar de tener contigo a esa persona. Que no vas a escuchar su voz (a mí me encanta, a la par que me duele, escuchar un audio muy breve de menos de medio año antes de morir mi padre), olerla, quererla, reírte con esa persona, escucharla cantar, saludar a la gente, rezongar, o sentirla cerca, aunque sea en silencio. Vas a dejar de oler la colonia que usaba en su piel, y aunque te la eches, no huele igual, te recuerda a esa persona, pero tiene un matiz distinto. Y no vas a contarle igual las cosas buenas que te pasan, lo que te preocupa o las "penas", al menos no teniendo esa presencia física. Todo cambia. Todo duele. Duele ver su ropa, porque era suya y no va a volver a ponérsela. Por una parte deseas que desaparezca toda esa ropa de un chasquido, y por otra te gustaría guardarla con mimo, como si con eso lo sintieras un poco más cerca. Con las fotos depende, a mé me consolaban bastante, porque me hacían rememorar momentos felices, pero también eran un baño de dura realidad, asimilar que no va a haber fotos nuevas que "congelen" momentos felices. Y me sentía inmensamente afortunada, por la barbaridad de años compartidos con mi padre; y una completa desgraciada, porque él ya no está, y no hay vuelta de hoja. Nuestra permanencia en este mundo es finita, es limitada. Somos instantes. De repente desaparecemos y dejamos de pasear por el barrio, viajar, leer el periódico, abrazar, besar, regar las plantas, sentarnos a la mesa en familia, ir de compras...Es verdad que los que nos rodean y nos quieren ayudan a que el duelo sea un pelín menos duro. Y algunos "aciertan" y otros meten la pata hasta el fondo, Pero entrecomillo aciertan por lo complicadísimo que me parece acertar. Antes de fallecer mi padre creo que soy yo la que no habrá estado lo presente que debería ni actuado de la mejor forma ante muertes de personas muy próximas. Seguramente me han faltado funerales a los que debería haber asistido, velatorios en los que tenía que haber estado más tiempo o solo estado y mensajes, llamadas o quedadas que no llevé a cabo. Desde el 1 de agosto de 2023 veo las cosas de otra manera. Pasar por ese dolor infinito, y sin esperarlo, me parece que me ha ayudado a entender mucho mejor el dolor de los demás ante una pérdida. Lo que no quita que puede que no siempre esté atinada.
Ayer, acudí a un funeral, por extraño que parezca, hasta que no estuve dentro de la iglesia del San Carlos Borromeo no me percaté. Era el primer funeral al que iba allí tras la muerte de mi padre. Pasé un par de minutos de perros en los que me faltaba el aire, estuve tentada de salir pitando, no lo hice. Respiré y me quedé, aunque eso supusiera revivir en parte su funeral allí. Antes, cuando estaba pendiente de la web del tanatorio para ver en qué sala estaba la persona fallecida a cuyo velatorio quería acudir, solo pensaba: por favor, que no sea la sala 9. Dentro de la tristeza del momento, no fue en la misma sala. Y eso que me faltan dedos de una mano para contar los velatorios a los que he ido allí desde esa fecha imposible de olvidar. A bote pronto diría que en estos dos largos e intensos años, habré ido al menos a seis, aunque paso de hacer tan doloroso recuento, con la cifra aproximada basta y sobra.
Y entre unas vivencias de esta quincena larga de septiembre y otra, he disfrutado, con mayúsculas, por segundo año consecutivo, de las Fiestas del Cristo en San Esteban de la Sierra. Hasta hoy he estado catatónica, no soy yo fiestera. Además pese a considerarme ave nocturna, no soy de trasnochar si de fiestas se trata, pero lo de San Esteban es una excepción. Me lo he pasado infinitamente mejor este año que el pasado. Me siento incómoda cuando soy la nueva, la desconocida, y no "controlo" el lugar ni sus tradiciones. Y eso que el año pasado, los amigos del responsable, dicho con mucho amor, de estar yo por esos lares, me lo pusieron muy fácil. Entre fiestas  2024 y la edición de 2025, he coincidido con ellos en bastantes ocasiones, por lo que ya no era la novata, la que estaba en "periodo de prácticas" como digo yo. Espero haberlas superado, ja, ja, ja, Y si no, es lo que hay. He intentado adaptarme, en la medida de mis posibilidades, y exprimir cada minuto. He bailado mucho más que el año pasado, y no hay ni punto de comparación a lo que me he reído esta vez respecto a la primera. No sé si lo leerán ellos, "Los Bárbaros", porque no lo escribo aquí para que lo lean, sino porque tenía ganas de escribirlo, pero estoy muy agradecida por cómo me recibieron y cómo me tratan siempre. Y eso que lo rural no es mi terreno, y sigo siendo más urbana que "El Corte Inglés". Cada cosa, su espacio y su tiempo. De corazón, gracias, y ojalá pueda disfrutar a vuestro lado, especialmente al lado de mi "bárbaro" preferido, de vuestras fiestas, muchos años más. A las que ya voy sintiendo un poco mías, porque es así. Y entre comida deliciosa, cariño, "castillos", música, amistad, bordados serranos, bailes, nueva sede para la peña, avispas matadas a golpe de cuchara, y cuesta arriba y cuesta abajo, despido esta entrada, que tiene como siempre, mucho de mí, para algo soy yo la autora, y mucho de aquellos a los que me encanta tener en mi vida en unas partes u otras.
Vamos a disfrutar la vida, a tratarnos bien, a cuidar a los que queremos, a no callarnos, y a recordar la importancia de estar aquí, vivos, sin más, sin grandes problemas, y con sueños posibles, del tipo que sean. Buenas noches.