Estos días, sin saber muy bien por qué, mi clase ha recibido más visitas que nunca. Ha habido momentos en los que costaba retomar el ritmo, porque en dos horas han llegado a pasar por ella cinco compañeras distintas (lo fue contando un alumno). Entre disfraces de Carnaval, excursiones, Releo...Pero es verdad que hay cosas que no pueden esperar, y toca adaptarse. Como siempre, con el tiempo justo para pestañear.
Esta semana una alumna ha acabado su primer Diario de vivencias...¡Qué ilusión! Algunos compañeros se han quedado helados al ver los dibujos y la extensión de lo que escribe. No les dejé leer nada, solamente se lo enseñé con un plano general, para que vieran lo que hacen otras personas con las que comparten aula. Y tengo más así, un par más, que me alegran los días y que disfruto "corrigiendo." No sé si se le puede llamar corregir, ni tampoco si las palabras corregir y disfrutar pueden ir unidas. Pero los diarios de vivencias son distintos, son un cachito de cada uno de mis niños o niñas. En ellos plasman lo que quieren y como quieren. Deciden si cuentan mucho, poco o algo. Eligen hasta dónde quieren esforzarse, esmerarse y...Compartir.
En la medida de lo posible, porque a veces no dispongo del tiempo que querría, intento ponerles algún comentario, especialmente porque creo que ellos deben ser conscientes de algo: me importa lo que les pasa, lo que hacen, lo que sienten, lo que les preocupa, lo que les alegra, lo que les molesta...Y agradezco mucho la generosidad de algunas, son niñas principalmente, y el mimo con el que van haciendo el diario.Por eso huyo de las listas, les invito a no repetir día tras día la misma retahíla de cosas que todos hacemos (levantarnos, asearnos, ducharnos...) y buscar una manera más personal de hacer el diario, sin necesidad de entrar en intimidades. A veces te choca que no hayan reflejado cosas que sabes que han pasado, pero sus motivos tendrán, no los juzgo, ni quiero perder nunca la capacidad de sorprenderme.
Ayer, una amiga me regaló un libro, una preciosidad. Se llama Deseo para ti, y condensa muchas cosas maravillosas. Gracias, gracias y más gracias, lo tendré muy a mano. Los detalles son importantes y las personas detallistas, desgraciadamente, escasean. Me parece que esta semana "cae" en el cole, en cuanto vea el momento, lo comparto con mis alumnos, me apetece que lo conozcan.
Esta es la portada del libro...Y además incluyo una imagen del interior. Muy bonito ¿a que sí?
Imágenes propiedad de La emoción de aprender |
También aparecieron fotos, de mi época de CAV (Comunicación Audiovisual), de mi graduación en Magisterio de Primaria, de mi primera etapa en el Fili de Guijuelo, de rutas de senderismo, de mi madre cuando era una niña...
Y de repente me topé con varias páginas de periódico, eran "náufragos" de mi época en la universidad, enviados al Tribuna Universitaria. Todavía recuerdo la ilusión con la que iba a coger el periódico, por si habían publicado lo que mandaba. Y no esperaba náufragos de vuelta. Me parece que me pasa lo mismo con las tarjetas de Navidad je je, las hago por puro amor al arte, sin ánimo ni obligación de recibir otras de vuelta. Me hizo ilusión encontrar algunos de los náufragos. Coincidía que un rato antes, la única amiga que conservo del cole, me había enviado algo que tenía escrito (sabe dios hace cuántos años) sobre mí en una agenda suya...Y se me saltaban las lágrimas. Definitivamente, las nuevas generaciones no valoran la amistad como deberían, y no saben lo que se están perdiendo.
Y como entre vida con o sin música, no hay color, he elegido una canción de Funambulista, de hace algunos meses, ESA LUZ, para despedir esta entrada del blog.
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