BIENVENIDOS a este blog. En él me gustaría unir varias ideas, la principal, que para que exista una buena EDUCACIÓN, uno de los ingredientes principales ha de ser la EDUCACIÓN EMOCIONAL. Y una de las herramientas de esa educación es, la que denomino la "palabra mágica", EMPATÍA. Espero que seas docente, madre, padre, alumno, o simplemente hayas entrado a "dar una vuelta", pueda resultarte útil y/o interesante su contenido. Queda mucho por APRENDER, pero claro está, con EMOCIÓN.
miércoles, 17 de septiembre de 2025
La muerte, la vida, "bárbaros" y...aquí estamos
domingo, 7 de septiembre de 2025
HOY
Hoy es 7 de septiembre. Cada cual sabe qué días son relevantes en su calendario personal y cuáles son "un día más". Y a mí desde hace unos años, me gusta celebrar el 7 de septiembre. Celebrar que estamos vivos; que hay tiempo y ganas para seguir sumando 7 de septiembres. Celebrar los silencios, porque hay ocasiones en los que son sinónimo de conexión, de química; las sonrisas, espontáneas o provocadas; las miradas, que nos permiten navegar en ojos ajenos, y sentirnos afortunados de la paleta de colores y sentimientos que albergan; las manos que se entrelazan o se rozan con cariño; los acuerdos y los desacuerdos, porque no todo es color de rosa y no se puede pensar igual en todo, y no tiene que ser una tragedia; las victorias compartidas, porque si uno de los dos "gana", ambos salimos victoriosos; los retos superados, de esos que el destino o lo que sea se empecina en plantarnos en cualquier punto del camino y de la manera más inesperada; los detalles, de cualquier tipo y forma; las ilusiones, porque no deben faltar, se expresen a pleno pulmón o bajito, muy bajito; los proyectos, que son una vía para convertir las ilusiones en realidad; los recuerdos, porque ahí están, y nada ni nadie nos los puede arrebatar; las voces de cada uno, que no deben ser silenciadas por el otro; el orgullo, en el sentido de sentirnos orgullosos de la persona que tenemos a nuestra vera, por sus cualidades a todos los niveles; las personas que han formado parte de nuestro camino hasta ahora, y más, si cabe, las que siguen en él, ya que somos lo que somos en parte gracias a ellas...Así que hoy, porque me da la gana, y porque hay razones para hacerlo, celebro, una vez más, la vida y el amor. Y si tenéis algo que celebrar, no dejéis de hacerlo, intentad coincidir con los que os apetecería tener presentes en esa celebración. Y da igual si llueve o hace sol, vamos a celebrarlo igual. Hoy brindo porque quiero, porque es uno de mis días importantes, y sobran más explicaciones. No tengo nada que ocultar pero tampoco necesidad de gritar a los cuatro vientos nada. No soy "influencer" ni nada que se le parezca, y soy más feliz así. Comparto solo los destellos que me apetece y con mi sello bien marcado.
Y ya, que me pongo cursi y todo en su justa medida.
Seguro que aquellos que estáis leyendo esta entrada, tenéis vuestras fechas especiales, que son tan señaladas que no hace falta marcarlas en el calendario ni apuntarlas en ninguna parte.
...Aquí se oyen los fuegos artificiales, no me los estoy inventando yo (inicio de las Ferias y Fiestas de Salamanca, edición 2025). ¿Casualidad? No lo creo.
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Imágenes propiedad de Raquel Plaza Juan |
jueves, 21 de agosto de 2025
Muy tú. Muy yo. Y una velita más
Esta entrada no está escrita hoy, 21 de agosto de 2025. La he escrito a ratitos en días sueltas, pero la he dejado programada para que salga publicada, justo cuando vaya a finalizar el 21 de agosto. De ahí que no exista en ella ninguna referencia a celebraciones (algo haré, como poco soplar las velas), felicitaciones (da igual los que se acuerden o se olviden, en lo que va de 2025 me he dejado muchos cumples en el tintero), o regalos (totalmente secundarios porque falta no me hace nada, y me he ido comprando lo que me ha apetecido, el mejor regalo es el tiempo, y ese no sé si me lo regalarán algunos).
Hace unos días gracias a IG, me topé con "laurapolopsicología" y sus frases. Guardé varias, y quería recurrir a una de ellas para escribir en el blog por mi cumple. Es esta:
Y esas palabras me transportaron a lugares, objetos, situaciones, comidas, imágenes, canciones...que me hacen pensar en personas concretas. No siempre que doy con algo que me recuerda a alguien lo comparto con él o ella.
Y es que son "muy ellos". Si por ejemplo veo la imagen de un faro, escucho "Faro de Lisboa" o sale en algún medio de comunicación el mar agitado, en mi cabeza y mi corazón hay una persona concreta, sé que tiene muchas ganas de ver el mar cuando no esté en calma, y a distancia prudencial, espero que podamos verlo juntos, y seguir encontrándome en tus ojos, y verlos sonreír, cada vez que miro la luna, también pienso en ti; cuando paso por una agencia de viajes, veo publicidad de viajes organizados o personas que recomiendan lo que no debes perderte si vas a un determinado lugar, veo a una de mis amigas, de las que son familia aunque no existan lazos de sangre, y con la que sigo teniendo pendiente viajar en las vacaciones de verano (docentes), lamentablemente ya será para otro verano, ha sido culpa mía; si me pasa algo que me hace sentir afortunada o desgraciada, mi corazón se va a una amiga que es como uno de mis dos ángeles de la guarda en la tierra, "arriba" o donde sea, ya está mi padre; cada vez que voy a Río Shopping o veo una prenda de vestir con lazos, o lazos a secas, pienso en una amiga concreta; cuando veo unas manos, de mujer, cuidadas, pienso en otra amiga-familia, cuyas manos dibujé hace muchos años, mientras estaba en CAV (Comunicación Audiovisual), aunque lleva en mi vida desde el "Paco Viruta" (Colegio Francisco Vitoria), "solo" desde 1º de EGB (para los más jóvenes, la equivalencia actual sería 1º de Educación Primaria); si sale alguien que dice o escribe algo sobre "sumar momentos", pienso en otra amiga; si escucho "Viento a favor", no puedo evitar pensar en un amigo; si visualizo la Albufera, librerías en cualquier provincia española o la Feria del Libro de Madrid, es mi hermano el que acude a mis recuerdos. Intérpretes muy concretos me llevan a mis padres, como Manolo Escobar o Julio Iglesias, y por supuesto "Miranda Do Douro"; hasta una sartén de langostinos al ajillo, es muy de un matrimonio de amigos-familia, por las vivencias que compartimos alrededor de esas cenas; cualquier exposición de pintura me acerca a un amigo gallego; y una cámara de fotos, a cualquiera de las personas que más afortunada me hicieron sentir desde que las conocí en CAV; la ropa de mujer en tonos verdes o natilla, hacen que piense en otra amiga a la que quiero un montón, pese a lo poquito que nos vemos; o cuando me pinto las uñas, bastante a menudo, pienso en otra personita especial a la que hace demasiado que no veo...Una mariscada me lleva a mi pareja, porque sé que a él le gusta mucho, aunque tengamos que comer marisco con moderación. La música de Ella Baila Sola es muy de mi adolescencia y más, y me hace viajar al pasado, con mi padre, mi tía Tere y mi prima Ana, por un concierto que vimos en las Ferias de Peñaranda hace más de 20 años. La tortilla de patata es muy de mi madre, porque no hay nadie que haya conocido que la haga mejor que ella; las patatas rebozadas me recuerdan a mi padre, porque le encantaban; el San Marcos de La Industrial, a mi hermano, por ser su tarta favorita...El "singstar" es muy del grupo de amigos del Pinar, y me transporta al "torreón", a las "taitantas" que nos daban cantando y lo bien que lo pasábamos. Y así una larga lista, gigantesca si me paro a pensarlo un poco más. Porque hay muchas personas que enlazo a muchos sitios, olores, músicas, celebraciones, objetos, comidas, lo que he decidido compartir aquí, son solo algunos ejemplos. Y de ellos, puedo aplicar varios a más de una persona. Tal vez por eso me encanta regalar, porque para mí es ponerme en la piel de esa persona y pensar en algo que le pueda gustar, hacer ilusión, sorprender, interesar...o necesitar. Mientras sea posible, seguiré haciéndolos, algunos los hago con retraso, pero las circunstancias son las que son, y no me gusta regalar con prisas o sin convencimiento. No siempre acierto, pero de verdad que están pensados con cariño. Aunque el mejor regalo es el tiempo compartido, sin dudarlo, las escapadas, los viajes, los momentos, los ratitos, los cafés a la carrera, las llamadas...
Fotografías propiedad de Raquel Plaza Juan. |
Desconozco lo que pensarán los que me quieren que es "muy yo", aunque tampoco me quita el sueño. Soy muy de amaneceres en la playa, espero despedir mis vacaciones de verano con alguno, no importa dónde, sino con quién, tengo sed de mar y de compartir 24/7. Es muy yo llegar demasiado pronto a los sitios. No conozco la razón, pero me siento mejor llegando 20 minutos antes que 5, a la hora exacta me cuesta porque me siento incómoda; y sí, alguna vez también llego tarde, pero no es lo normal. Soy muy de cocinar para los que me importan, mejor salado que dulce, porque siento que tengo más margen de creatividad. Soy muy de escribir, y por encima de todo en papel, pese a que cada vez lo haga menos de manera analógica. Es muy yo regalar flores o plantas, especialmente, siempre que se pueda, las flores estando vivos. Soy muy de ir de compras, los centros comerciales son un entretenimiento infinito. Relacionado justo con lo anterior, es muy yo estando de tiendas, tocar el género, solo me refiero al textil (una toalla, una camiseta, un vestido, un mantel, unas sábanas...), para comprobar la calidad (por ejemplo el porcentaje de algodón) y ver si merece la pena o no. Soy muy de la mal llamada Literatura "Infantil" y de intentar localizar joyas en las librerías o en los puestos de la Feria del Libro de Madrid. Es muy yo tener fotografías de los que quiero por toda la casa (aseos y cocina excluidos je, je), lo que pasa es que con algunas de las personas a las que quiero no tengo fotos recientes y que me gusten (de hace 2 años o menos) y el espacio me limita. Seguramente en sus casas yo no estoy, pero eso es muy personal. Por eso no me atrevo a regalar foto y marco a algunas personas, tienen que ser ellas las que quieran "tenerme" en sus hogares. Soy muy de ir a conciertos, especialmente de música pop, y en Salamanca no hay mejor espacio que el CAEM. Soy muy de otoño, y pasear entre naturaleza en esa estación, y alucinar con todas las tonalidades que me voy encontrando por el camino, cámara en ristre, obvio. Soy muy de pequeños grupos, me cuesta relacionarme con la gente si el grupo es muy amplio, y tardo en sentirme cómoda. Soy muy de escuchar, aunque también hable por los codos (según con quién puedo ser una cotorra o parecer muda). Soy muy de mariposas, libélulas y delfines, en muchos sentidos y de muchas maneras. Es muy yo soplar velas por mi cumpleaños, no recuerdo un cumple mío sin velas. Soy muy de planificar, no obstante estoy aprendiendo a disfrutar también sin planificar tanto. Soy muy de dibujar y colorear, no colores al tuntún, pero sí que esté muy colorido y bien coloreado, haga lo que haga. Soy muy de ir al teatro, mejor textos relativamente clásicos, pendiente queda ir al teatro en el anfiteatro romano de Mérida Soy muy de maquillarme, menos si voy a la piscina o la playa. Soy muy de pendientes y relojes, nada de llevar los mismos pendientes más de dos días seguidos, con los relojes varío mucho menos. Es muy yo el emocionarme, quizás hay cosas que me tome demasiado a pecho, pero me cuesta ponerme una coraza y algunos temas me tocan la "patata". Además este cumple lo afronto no muy animada, porque sí, y estoy especialmente sensible, tengo mis motivos, y son de peso. Soy muy de mirar las fechas de caducidad de lo que compro, puede que tras haber mirado fechas y todo, algún producto se me pase y caduque pero, os garantizo que las miro, sea lo que sea. Soy muy de ir al cine, aunque haga una barbaridad que no vaya. Soy muy de agradecer, me cuesta mucho menos decir "Gracias" que "Lo siento", sé que las dos son muy necesarias. Soy muy de hablar de mi profesión, porque me encanta la docencia, reconozco que el panorama educativo es cada vez más oscuro. Soy muy de coger a bebés o niños pequeños, pero tiene que haber mucha confianza con la madre/padre o los dos, y notar cierto "feeling" con el/la niño/a. Al igual que con lo de mis personitas importantes, no quiero hacer un testamento aquí.
Tenga o no ganas, ya he mencionado que este año, por lo que sea, anímicamente no estoy para tirar cohetes, puede que la cifra de mi edad influya, pero hay que celebrar la vida, por nosotros y por los que no pueden seguir sumando años aquí, como mi padre, Alejandra Sierra y María José Parra Yuste.
Y la cifra no puedo cambiarla, lo que sí hago es tratar de conseguir lo que deseo a nivel personal y laboral. Y si me juzgan, allá cada cual. Las cosas sobre el papel pintan muy bonitas, o en nuestras cabezas adolescentes. Luego llega "la vida" y se encarga de poner todo patas arriba y cambiarnos las cartas con las que jugábamos. Mi único objetivo es ser lo más feliz que pueda con las cartas que me han tocado, y hay cosas que no se eligen, llegan cuando llegan, cuando "es el momento". No apelo a la empatía de nadie. Mis pasos no dependen de ellos. No tengo miedo. Tengo mis miedos, pero son menos desde que mi padre falleció en un suspiro. Puede que su muerte me haya generado alguno nuevo, pero soy consciente de los muchos que me he ido quitando en estos dos años, lo mío me ha costado.
Imagen propiedad de Raquel Plaza Juan. |
Y como desconozco si me van a felicitar muchas o pocas personas y quiénes serán exactamente, me adelanto, aunque lo publique a toro pasado, a dar las gracias a los que hayan dedicado unos minutos de su tiempo a escribirme, hablar conmigo o acompañarme de alguna forma. Gracias a los que os alegráis de que forme parte de vuestra vida. Felices 43. Feliz vida. Tengo varios deseos, como me parece que soplaré las velas dos veces, un deseo para cada ocasión.
lunes, 11 de agosto de 2025
Valles y montañas
No es cuestión de hacer una reflexión sobre cómo escalar una montaña. Por algunos es sabido que tengo cierto vértigo y lo paso rematadamente mal, en carreteras con curvas y precipicios. Y ya si el suelo es transparente ni os cuento. Lo peor es que a veces eso repercute en los que tengo a mi lado, porque se ponen nerviosos al volante de lo mal que me ven a mí. Pero esta entrada va de otras "montañas". De las cimas que alcanzamos con nuestro esfuerzo y el soporte de aquellos en los que sabemos que sí nos podemos apoyar. Hay cimas que alcanzamos relativamente solos, y otras tantas para las que necesitamos compañía, al menos en parte del trayecto. A mí no me asusta "escalar" sola, porque aunque alcance sola alguna cima, en algún punto de la ruta, he estado acompañada. Y esa es la vida, un camino, un trayecto, un viaje por lugares situados a diferentes altitudes. Subir cuesta, bajar muy rápido puede ser dañino y doloroso, y atravesar valles de cuando en cuando nos da un balón de oxígeno. Y todos esos puntos hacen falta.
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El pasado 5 de agosto, martes, estuve, muy bien acompañada, en un concierto de Rozalén. Dudaba yo si era el cuarto o el quinto. Tras consultarlo con la almohada, me he dado cuenta que fue el quinto. Dos en el CAEM de Salamanca, uno en la Plaza Mayor de Salamanca (contexto Ferias y Fiestas de septiembre), otro en Valencia y, el del pasado martes, fue el quinto pero ojalá no el último, en Ledesma. El espacio escogido era el patio del castillo-fortaleza, de lo que un día fue y lo poquito que queda en pie. Hace más de 20 años ya estuve en ese espacio, acompañando en una canción (La vida en la maleta o algo así creo que se titulaba), a una cantautora llamada Paula, cuyo apellido no recuerdo si era Lecuona o Leucona, algo parecido. Ella cantaba y tocaba la guitarra, y en la citada canción, en una parte, yo recitaba lo que Paula me había dado por escrito previamente. Fue una casualidad, la persona que debía hacerlo no podía, y pensó en mí, no sé muy bien por qué porque nunca nos hemos tenido especial simpatía. Creo que ambas percibíamos esa falta de "feeling".
Casualidades de la vida, al salir del concierto de Rozalén, me crucé con la persona que os digo, nos miramos pero ni hola ni amago por ninguna parte de pararse a hablar. A mí casi me dio la risa, pensando que hay cosas que no cambian, por mucho que haya llovido.
El concierto de Rozalén me pillaba más sensible de la cuenta, solo cuatro días después del segundo aniversario de la muerte de mi padre. Que no era la fecha en sí, sino los recuerdos agolpándose alrededor de esa fecha, días antes y días posteriores.
Rozalén advirtió de las dos canciones más tristes que íbamos a escuchar aquella noche. La segunda, dijo, dedicada a su padre, que había fallecido repentinamente hace tres años. Tela marinera. Y nos invito a vaciarnos, y luego procurar llenarnos con el resto del concierto. Así que con los primeros acordes de "Todo lo que amaste", me encontraba llorando como una magdalena, y las lágrimas no paraban, aunque también se me escapaba alguna tímida sonrisa, acompañando a las lágrimas. Sé que esta entrada no va a llegarle, no obstante me encantaría. Y me parece que no es la primera en la que menciono a Rozalén para darle las gracias, pero debo hacerlo, quiero hacerlo. María de los Ángeles del Carmelo Rozalén Ortuño, gracias, una vez más, por esa manera tan hermosa de darle voz y ponerle música a unos sentimientos tan complicadísimos de expresar, y por contarlo con tanto amor. Por hacerme sentir que esa canción no solo era para tu padre, sino para el mío también, y para cualquier otra persona amada que se nos haya ido sin esperarlo. Bien es verdad que nunca esperamos que los que más amamos vayan a dejar de estar vivos. Miraba el cielo desde esa fortaleza ledesmina, y las nubes, empecinadas en ocultar o dejar ver la luna, mientras el viento ondeaba las banderas o las dejaba descansar. Gracias María, de corazón. Fue muy emocionante ver en directo cómo interpretabas una canción que a mí me llegaba tan adentro. Tremenda suerte la mía. Sé que a mi padre le llegó. Y más desde ese lugar, en el que solo había estado en la ocasión que expliqué hace unos párrafos, y él fue una de las personas que me acompañó.
Y por "Vivir", que compartí hace años con el que es mi pareja. Gracias porque pudimos escucharte juntos cantarla.
Entre algo de baile, lágrimas, sonrisas, recuerdos, ilusiones y esperanza...acabó el quinto concierto de Rozalén al que tengo la suerte de asistir. Reconozco que al aire libre, y en el lugar que fue, tuvo su encanto, pero me inclino más a un espacio cerrado, más cómodo y con mejor acústica. Llegará un sexto, lo intuyo. Eres la artista (cantante se me queda un poco incompleto) a la que más veces he visto en concierto...Por algo será. Y claro, es inevitable que algunas de tus canciones formen parte de la "banda sonora" de mi vida.
Las canciones de Rozalén, y de otros intérpretes, me han acompañado en los momentos más significativos de mi vida. A veces doy con ellas de casualidad, otras las busco intencionadamente. Reconozco que la música puede ser un bálsamo ante el dolor o la tristeza, un plus ante la alegría o la ilusión, y un amigo fiel en cualquier etapa por la que estemos transitando.
Y con o sin música, pero mejor con ella, seguiré subiendo montañas, y lo que haga falta, para alcanzar nuevas metas y "conquistar" espacios con los que sueño. Quizá no lo logre, pero mi idea es continuar haciendo lo más ameno y llevadero posible el trayecto.
Evidente que la entrada solo puede cerrarse con música de Rozalén: "Todo sigue igual."
viernes, 1 de agosto de 2025
731...y el tiempo no se detiene. Popurrí emocional
Papá: 731. Esa es la dolorosísima cifra de días que llevamos sin ti. Porque 2024 fue bisiesto. Por una parte pienso que todo ha ido cuesta abajo y sin frenos, se ha pasado volando, en un parpadeo. Pero por otro lado ha pasado a un ritmo de tortuga lenta, porque he visto a tortugas que se desplazan más rápido que otros seres vivos. Así que no sé, hoy no es un día más, desde luego que no. Tampoco creo que sea muy distinto al duelo diario. El que piense que esto desaparece, se equivoca; quien crea que esto "se pasa", tampoco acierta; el que considere que esto se cura, se confunde también. Al menos bajo mi punto de vista, el duelo es eterno, me acompañará hasta el día en el que deje de respirar. Lo que sí he notado es que se ha ido transformando, se ha colocado considerablemente, para que en un proceso lentísimo e interminable, vaya doliendo "menos". No obstante, en algunos momentos que no pasaba nada especial, había un pico de dolor, sin saber por qué, sin venir a cuento, porque tocaba, sin más. Como una piedra en el riñón que no expulsas, y de cuando en cuando da una guerra que no veas y la lía parda por dentro, y duele una barbaridad, pues algo así, pero a lo bestia.
Seguiré celebrando tus 75, rozando los 76 años de vida. Y de esos, mis 40, rozando los 41, años de vida compartida. Sé que no demasiada gente puede haber vivido algo así. Y lo veo como una parte muy relevante de mi fortuna personal, esa riqueza que tiene que ver con las personas maravillosas que han sido, son y serán parte de mi vida. Mi red humana, o como queráis llamarlo. Esa que me une con hilos no tan invisibles a los que me importan. A aquellos por los que hago cosas que dije que nunca iba a hacer, o esfuerzos inimaginables. O simplemente estoy, lo mejor que puedo y siempre que puedo, acertando o metiendo la pata hasta el fondo.
Esta vez no tengo ni pizca de ganas de escribir con nocturnidad, sería revivir más de la cuenta algo que, de por sí, nunca voy a poder borrar del todo. Aunque es verdad, puede que para que duela menos, mi memoria ha ido difuminando muchos detalles de aquella mierda de noche de hace dos años.
Y es lo que hay, no es resignación, es aceptar la realidad que a cada cual nos toca vivir, ni mejor ni peor que la de otros, es la nuestra, es la mía. No tenemos un reloj mágico para jugar con el tiempo, ni para retrasarlo ni para recuperarlo. Y, siendo sincera, no me apetece tirarme de los pelos por cuestiones que ya no tienen remedio. Sé que esto sería aplicable a varias etapas de mi vida.
Y en todo este tiempo ha habido un viaje a través de la tristeza, la rabia, la esperanza, la alegría, la melancolía, la resiliencia, la empatía, la indiferencia, la ansiedad, el estrés, el agotamiento, la desilusión, la ilusión, el amor, el rechazo, la aceptación, el cariño, la confusión, la culpa, la nostalgia, el remordimiento, la seguridad, el miedo, la sinceridad, el apego, la soledad, la felicidad, la compañía...Y fijo que algo me dejo en el tintero. Habría sido capaz de escribir un diario de emociones que se basara en mi tránsito por este duelo, tan inesperado, tan jorobadamente fastidiado y complicado de soportar. Afortunadamente, el instinto de supervivencia y de creer que si él estuviera todavía aquí querría verme bien, han puesto más que un granito de arena cuando las fuerzas flaqueaban, y no han sido pocas veces.
Las lágrimas han sido a menudo mis compañeras. Incluso a la hora de escribir la gran mayoría de las entradas del blog en las que he mencionado a mi padre. Van conmigo, no me detienen, no me limitan. Simplemente brotan y no las detengo, porque no quiero ahogarme en ellas, no quiero que se enreden en mi garganta ni me inunden los ojos. Y por extraño que parezca soy capaz también, a veces, de contenerlas. Para llorar cualquier día es bueno o malo. No soy de reprimir mis emociones. Y sí de compartir lo que me pasa, aunque por salud ese círculo cada vez está más apretado. Estoy más tranquila, y mi tiempo me ha costado.
Y ya está, "brindo" por ti, papá. Ya sabes lo mucho que te recordamos y te amamos, hasta el lugar donde estés...y vuelta.
No he pasado el segundo aniversario de tu pérdida como yo habría querido, para qué engañar a nadie, pero he contado con el cariño de muchos de los míos, y esa parte la agradezco mucho, de corazón. Gracias a los que hoy habéis estado pendientes y/o presentes, pese a haber insistido en lo contrario. Ojalá el tercero sea diferente, pero manteniendo el cariño de los que nos/te quieren.
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Mi padre. Fotografías propiedad de Raquel Plaza Juan |
sábado, 26 de julio de 2025
Pasaba por aquí: 20 de julio y más
jueves, 19 de junio de 2025
DESTINO: La vida es un fandango
Oficialmente ya es 19 de junio, estoy a 4 días de acabar las clases con el alumnado. Aunque ilusa no soy, y viendo cómo han empezado muchos a venir de manera intermitente, me temo que el viernes 20 y el lunes 23, voy a estar más sola que la una. Ya está, es la forma de actuar de parte de esta cosecha y hay que asimilarlo. Será que tienen incluso más ganas que yo de dar por finiquitado el curso.
Y en medio de ausencias no deseadas, procesos de evaluación y mil asuntos más, ayer estuve en el acto público de Educación Compensatoria. Resultado del mismo, destino del próximo curso: IES Francisco Salinas e IES Venancio Blanco. En el segundo nunca he trabajado, pero lo afronto como un reto-aventura con muchas ganas. En el primero llevo 4 cursos seguidos, el primero ya fue compartido, con el CEIP Filiberto Villalobos. Por cierto, un inciso: María José Parra Yuste, me acordé tantísimo de ti en los días previos a pedir, y en el mismo acto público. Sigues estando, te percibo, sé que me mandas cosas buenas, cargamento extra de sonrisas y paciencia, y otros temas de los que hablamos muchas veces...Gracias. Reconozco que siento el Salinas como mi casa, y eso no es fácil. Así que saber que no me voy, o que me medio quedo, me hace sentir mucha paz. Y mucha alegría. Recuperamos media plaza de Compensatoria, y también me apetece esa aventura, de volver a trabajar en el mismo centro con otra maestra, también con funciones de Compensatoria. Esta vez con la tortilla dada la vuelta, ella completa en el Salinas, y yo compartida con el Venancio. Y en el Venancio sé quién me va a "orientar", y es fabuloso volver a coincidir laboralmente, en tan poco tiempo, con ella, gran persona y excelente profesional. Sé que va a ser un aprendizaje maravilloso, y me parece que ha llegado cuando tocaba, ni antes ni después. No engaño a nadie, ni pienso explicar aquí ni en otros foros, todas las razones que me han llevado a escoger esta plaza y no otra. Porque si "solo" hubiera tratado de quedarse en Salamanca capital, tenía otras tres opciones. Pero mis motivos son solo míos, y la decisión fácil no ha sido. Por supuesto sabía en qué orden pedía, lo que intuía, aunque no tenía del todo claro, era qué iban a pedir las 4 personas delante de mí. Y mis cuentas eran bastante acertadas, con matices, pero bien encaminadas.
Reconozco que debería estar ya en la cama, contando ovejitas, desde que el viernes salieron las vacantes y las prórrogas no concedidas, mis neuronas se pusieron revoltosas y se activaban cuando no tocaba. Por eso llevo unos días durmiendo a horas que no son mis horas, pero mi cuerpo me pedía a gritos más descanso del que le daba por la noche. Y aquí estoy, plasmando en el blog esta excelente noticia. Asimilando que esta noche dormiré a pierna suelta sabiendo dónde voy a estar el año que viene, y disfrutando de lo mucho y bueno que me espera en ambos destinos, lo intuyo. Va a valer la pena el esfuerzo de estar compartida, pese a lo que conlleva.
Gracias especiales a todos los que se han enterado y con esta noticia se han alegrado también, porque contribuyen a sentirme todavía más afortunada. Gracias por eso con un matiz especial a los "compis" del Salinas que ya lo supieron ayer por la tarde y se alegraron conmigo. He de confesar que iba al acto público tan nerviosa que hasta me preocupaba verme así. Ayer ni yo misma me soportaba. Al salir y acercarme al coche, me he aguantado las ganas de llorar. No por tristeza, sino de alivio, y de alegría también. Al terminar el acto público he salido pitando hacia el coche, tenía dos sesiones de evaluación. Contaba con perderme la primera y con suerte llegar a la segunda. Lo bueno es que, pese a la temperatura del coche, rozando los 40 graditos de ná, he logrado agarrar decentemente el volante y la palanca de cambios, esta segunda parecía que ardía...Y he podido llegar cuando no iban ni por la mitad de la primera sesión. En el camino me llamó una amiga y me tranquilizó ir hablando con ella. Así que pese a mi sueño escaso he entrado exultante, como recién llegada de las vacaciones.
Como no soy muy de santos, fui bien "acompañada" al acto público, pero de otra manera. No quería llevar muchos "achiperres", pero sí sentir que no iba sola. Así que el martes por la noche decidí estrenar una preciosidad de cuaderno que me regaló una gran amiga, de esas que son familia. Es tan bonito que no se podía haber estrenado antes, debía ser un momento muy relevante, y este lo era. Por si eso no fuera suficiente, quité unas fotos de las que veo todos los días, y las metí en el cuaderno, como si ellos estuvieran conmigo. En ellas salen las cuatro personas más importantes de mi vida. Uno es mi padre, que ya no está pero sigue estando, y también noto que él me manda muchas cosas positivas, y fuerza, mucha fuerza. Además llevaba una pulsera que me regalaron hace ya unos años, no me la quito más que para bañarme en la playa o la piscina; y un fular que me regalaron mis padres por mi cumple hace algunos años, de una tienda en Alba de Tormes que desapareció hace años también.
De los libros que compré en la Feria del Libro de Madrid, me quedo con el título del que compré el último, el domingo por la mañana, unas horas antes de irnos: La vida es un fandango. Comparto con vosotros uno de los poemas que podéis leer dentro...2023 (¡vaya tela!, esto lo añado yo)
Mi repaso mental se ilumina en 2022, 2023, 2024 y 2025 (y eso que "solo" estamos a mitad de año). Están siendo años intensos. No me asusta que la intensidad no baje mucho, aunque a veces pueda resultar agotadora. Me considero preparada para lo que me venga a mí misma, y para lo que les venga a los que más quiero, a los que por cierto no pienso soltar de la mano, pinten bastos u oros. Dicho queda.
Y sí, la vida es un auténtico fandango, y siempre nos impulsa a bailar, sea lento o rápido, sueltos o agarrados...De mil maneras. Ojalá nunca nos falte la música, ni la gente con la que bailar aquello que suena en cada etapa. Y si no tiene el otro ganas de bailar, ya bailo yo lo que haga falta, y lo canto, lo recito, o como ahora, lo escribo. Porque la vida está llena de música y de palabras. Palabras que acarician nuestros oídos o hacen que nos duela hasta el alma. Palabras que sanan, retan, espabilan y aman. Aquí estoy yo, poniendo unas cuantas, con más o menos acierto. Para recordar la suerte que tengo de estar viva y de tener en mi vida a todos los que tengo. Y para no olvidar una fecha bonita de 2025, el 18 de junio. Gracias. Ahora toca rematar el 2024-2025 y hacerlo lo mejor que sea posible.
jueves, 5 de junio de 2025
Un oasis en medio de muchas otras cuestiones: FLM
FLM o, lo que es lo mismo pero de manera extensa: Feria del Libro de Madrid. Lleva ya unos días en marcha la edición de 2025, inundando una parte considerable de "El Retiro" de letras, autores, lectores, ilustradores, editores, adultos, pequeños, jóvenes, curiosos, aburridos, creativos, cuentacuentos, soñadores, poetas y poetisas, palabras que se abrazan en verso y prosa, rimas asonante y consonante...Y también sin rima, firmas de autores, casetas y maletas, toldos y gorras, paseantes y corredores, sillas de bebés y de personas con movilidad reducida, bicicletas, patinetes y agua, mucha agua por si el calor aprieta. Por supuesto, todo lo anterior y mucho más en un océano inmenso de libros para todos los gustos y colores. De tapa blanda, dura; en formato "de bolsillo", pop-up, mini libros o incluso "big books; en idiomas distintos y con tipografías muy variadas. Y si no encuentras algo que sea de tu agrado, no te has sumergido lo suficiente en ese mar humano de lectores y casetas, con libreros que aconsejan, sonríen, y pacientemente dedican muchas horas mientras dura la FLM a acercarnos al maravilloso mundo de los libros un poco más. Y yo ahí me dejo atrapar y quiero perderme entre cuentos, historias ilustradas, poemas que lo son aunque no lo parezcan, historias de la vida cotidiana, libros que te cautivan porque escarban en algo ya vivido, en mi presente o en mi soñado futuro. Como la vida es como es, y casi siempre le damos muchas vueltas a cuestiones que no tienen explicación, o si la tienen no soluciona nada, me planto hoy en el blog, a 4 de junio, se dice bien y pronto, dejando una crónica reducida de mi visita a la Feria del Libro de Madrid del año pasado. Si me descuido se me solapa con la de este año, que está al caer.
Y algo más de un año después, he logrado recopilar algunas de mis adquisiciones de la edición pasada. Si tuviera que elegir, me quedaría con dos de los aparentemente infantiles, "El tiempo es una flor" y "Con las manos". El primero de la editorial Juventud; el segundo, de AKIARA books. Como dato curioso, del libro del tiempo me atrajo la portada y el título. Estaba fuera de mi alcance, pero captó mi atención rápidamente, así que le pedí a una de las personas de la caseta en la que lo vi, si podía bajármelo para echarle un vistazo. Fue amor a primera vista, el interior no decepcionó. Me di cuenta que acababa de encontrar una joya. Compré varios para regalar. Y ya en Salamanca, me gustó tantísimo, que encargué otros dos para lo mismo, aunque ya no me ahorrase el 10%. Precioso. Justo en las casetas del lado contrario, hice parada en la caseta de AKIARA books. Era difícil escoger entre tanta belleza. Me llevé "solo" dos, porque fui prudente, Si me quedo un poco más la lío, y hay que saber contenerse. De allí son "¿Llueves o haces sol?" y "Con las manos". Dejo unas fotos de muestra al final de esta parte de la entrada. Una general con muchas de mis adquisiciones. Y otras interiores de "Con las manos" y "El tiempo es una flor". Son maravillosos. Ambos comparten el estar escritos e ilustrados con una sensibilidad asombrosa. Del segundo destacar la fugacidad del tiempo, y las metáforas y símiles tan acertados que hace. Da igual cuántas veces nos lo repitan, seguimos sin darnos cuenta de lo bonito que es poder estar, del lujo que representa tener la oportunidad de colmar de detalles, mimos, gestos de amor y de cariño, sonrisas y lágrimas compartidas...a aquellos de los que más felices estamos de tener en nuestras vidas. Confío en dar con nuevas joyas este año y seguir celebrando la vida con los que más quiero presentes en la mía.
Y como anoche ya no me daba la cabeza para más, desde este punto está escrito hoy, jueves 5 de junio.
No sé qué es lo qué más me gusta de la Feria del Libro de Madrid. Pero sí soy consciente que desde el primer año que fui, me conquistó. Hay algo que se respira allí que invita a quedarse y a regresar cada año. Me encanta el primer ratito que paso en la Feria. Ese en el que veo cómo han quedado las casetas, contemplo el cartel de la Feria y el resto de ilustraciones que lo acompañan. Ese momento tempranero que permite pasear sin aglomeraciones y sin calor asfixiante. Ver la apertura de las casetas y a los autores en las firmas. No voy con ninguna gana de esperar colas por nadie. No he elaborado, si acaso esta noche a la carrera, una lista de a quién no me quiero perder. Me apetece más estar allí, sin más, disfrutar del simple hecho de poder volver. Porque muchas veces hay ciertas citas que nos encantan y no valoramos el poder estar, sin más. Y el año que viene, a saber qué me depara la vida. Solo sé que este podré ir.
El pasado estuve con mi hermano y una muy buena amiga. Conocimos a unos cuantos autores famosos y no tanto, pero que a mí me hizo ilusión ver de cerca. Además me reencontré fugazmente con una de esas personas que me cayó bien desde el minuto 0. Pena la de no haber coincidido después...Todo un año ha pasado y sin vernos ni hablar con calma. Si ya lo he dicho antes: el tiempo. Ese que a veces vuela y otras pasa tan despacio que asusta. El que se esfuma y el que conseguimos dilatar, aunque no siempre. Nunca tenemos tiempo a gusto de todos. Pero creo que sí hay que exprimir el que tenemos, o el que nos da la sensación que vamos a tener. Y que nos quiten lo bailao. Cuestión de tiempo, de vida y de prioridades. Gracias a los que estáis conmigo en los días fastidiados, y a aquellos que os alegráis, y se os nota, cuando tengo buenas noticias.
Feria del Libro de Madrid 2025, ¡qué bueno que llegaste! Y ya con ganas de estar allí e intentar desconectar la cabeza de otros temas que no están en mi mano. Si a alguien le "cae" un libro aunque no lo haya pedido, que no se extrañe, cada uno somos como somos y peino canas, y lo de ser detallista no lo pienso varias ni un ápice.
Si alguno no conoce la Feria del Libro de Madrid, que vaya, que la visite y le dé una oportunidad. Si sois amantes de los libros en papel y la lectura, seguro que vale la pena que os acerquéis.