viernes, 7 de diciembre de 2018

Detalles

Y no pensaba yo dejarme caer más por el blog en el puente...Pero como la entrada va a ser breve, tenía que compartirlo.

Se trata de un detalle, detallazo es más apropiado. Que viniendo de quien viene no debería extrañarme ni un pelo, porque es esperable, pero me encanta.

El puente está siendo una montaña (casi) infinita de correcciones, pero también de descanso (dormir entre 6 o 7 horas por la noche) y algo de ocio, en la dosis necesaria para recargar baterías y seguir con la "tarea."

Pues en este contexto, una alumna de otros cursos, me dice que ella y otros, me echan mucho de menos, y que ella echa de menos el cariño con el que los trataba. Sin palabras. De las cosas más bonitas que me han dicho en los años que llevo de docente, que son unos cuantitos. Y tengo tanta suerte que aunque me ponga colorada, no puedo quejarme, porque he escuchado cosas maravillosas de bocas de mamás, papás, alumnado y compañeros a lo largo de estos ya camino de 11 años. Escuchado pero también leído, conservo cartas como oro en paño, que saco cuando veo todo gris.

Le he contestado que eso depende de cada persona, y hay que respetar cómo es cada uno. Hay personas que son excelentes docentes y no tienen por qué ser cariñosas con su alumnado. Además, para qué negar lo evidente, me hace mucha ilusión que me echen de menos. Pese a lo feliz que estoy ahora, los quiero tanto que es imposible no echarlos de menos.Y que me dijera todo eso no está pagado, es precioso. Ya me encargaré yo de darles ese cariño cuando los vea, aunque sea en diferido.



Cuando estaba en Compensatoria pensaba que el día que volviera a ser tutora, todo iba a ser más difícil, pero no. Porque no es lo mismo estar con dos, tres o como mucho seis alumnos que con una clase completa a la vez. Precisamente gracias a Compensatoria he aprendido a observar más y mejor a mis alumnos y a interpretar lo que dicen y, lo que es más complicado, sus silencios. Y lo de cariñosa, para bien o para mal, lo llevo de fábrica. El cariño, en mi opinión, es un ingrediente básico para que las cosas marchen bien. Ojo, el cariño natural, que sale sin forzarlo, en los momentos que sea.

Así que, querida mía, mil gracias por tantísimo cariño. Qué bonita es la vida. Vamos a seguir corrigiendo, que es lo que toca.

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