martes, 4 de diciembre de 2018

Regresar al Vía de la Plata. Ratito de reencuentros

Hoy era un día extraño, un martes-jueves, por eso del megapuente de cinco días que tenemos al caer. Una minisemana de muchas tutorías, mil y una tareas por hacer y también cansancio, para qué negarlo. Y llegó el día...Desde que recogí mis bártulos, con bastantes lágrimas por cierto, en julio de 2016. Ha llovido mucho desde entonces. 

Me fui con una mezcla de emociones, rabia e impotencia por no poder volver y por darme cuenta que da igual cuánto te esfuerces en el trabajo o a cuántos alumnos hayas atendido, porque si no tienen una dificultad muy específica, no vale, como si fueran humo...Me duele recordarlo. A la rabia e impotencia hay que añadir una profunda tristeza al percatarme de toda la gente a la que quiero de la que iba a tener que separarme, tanto alumnos, como compañeros del insti (docentes y no docentes). Pero tenía que ser así, y ahora al recordarlo me quedo con lo bueno, que fue mucho, de esos dos cursos.

Solo he entrado en el edificio 1, pero no he necesitado más. Tenía que haber vuelto antes, pero no me apetecía dejarme caer por Guijuelo con el dolor de no estar allí. Y estoy, a la vez tan cerca y tan lejos, en mi cole, el "Fili", digo mi cole porque lo siento mío. Me separan cinco minutos del instituto y hasta hoy, con la excusa de las elecciones sindicales, no he encontrado el valor para cruzar esa puerta de nuevo. Gracias a los saludados, besados y abrazados en esa corta visita. Y en especial a JaviHer (no es falta de ortografía) y a Gely, sois tan buenas personas que da gusto veros y sentiros cerca. Y quedan abrazos pendientes, pero no en el olvido, con los que ya no trabajan allí...Y también con alumnos de entonces, esta mañana solo vi a uno, y a lo lejos. Muchos de ellos no continúan en él porque han dejado de estudiar (bastantes) o están estudiando en otros lugares.

Y aunque las caras eran mayoritariamente nuevas, por un momento estaban todos: Miguel Ángel, Kaio, Jorge, Álvaro, Lucía, Ana María, Lorena(s), Alejo, Teresa, Nerea, Joana, Esmeralda, Francisco, Mbaye, Pape, Georgiana, Manuel, Juan Francisco, Petru, Kirsy...De memoria y sin las fotos a mano, me dejo algún nombre fijo.

No pienso que cualquier tiempo pasado fuera mejor. Entonces fui feliz, tremendamente feliz, a pesar del duro proceso de adaptación de una maestra a un instituto. Pero es que ahora, sin dudarlo, también lo soy, también pese al esfuerzo brutal de esta primera evaluación y, que cuando las expectativas ajenas son tan altas, sientes la responsabilidad de no defraudar a nadie. Sé que en el cole han apostado siempre por mí y me han querido y quieren, y eso solo se merece algo: GRACIAS, de corazón.

Y con las emociones todavía a flor de piel, dos imágenes de mi estación del año favorita (qué colores otoñales tan únicos) y un puente asomando la cabecita, acabo esta entrada. 


Imágenes propiedad de Raquel Plaza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario