Hay días en el calendario que no pueden pasar "sin más." Así sucede hoy, y que conste que aborrezco palabras como discapacidad o minusválido. ¿A quién se le ocurrieron estos términos? Cada persona tiene unas características distintas, tanto físicas como psíquicas, una capacidad diferente y una manera única de afrontar cualquier situación.
Desgraciadamente muchas veces se tiende a "etiquetar", sin pensar en el daño que se le puede a hacer a alguien con eso. Más allá de las etiquetas, estaría bien una educación que de verdad fuera inclusiva, que pusiera a disposición de los alumnos los medios materiales, los recursos personales y las herramientas del tipo que fuera, que posibilitaran de una forma real la inclusión.
No puede existir INCLUSIÓN cuando hay alumnos (demasiados) sentados en el pupitre, totalmente perdidos, apáticos, ausentes, desconectados de los estudios y de todo lo que rodea a estos, simplemente porque no hay nadie dispuesto a tirar de ellos. Seamos claros, un maestro o un profesor, en una clase de 20, 25, 30...en el colegio o en el instituto, no puede atender a estos alumnos que están decolgados de una manera adecuada. De verdad, aunque quiera, es imposible. Para hacer posible, o más fácil esa inclusión, están los especialistas de AL (Audición en Lenguaje), PT (Pedagogía Terapeútica) y CE (Compensación Educativa). Coordinados por una figura indispensable, el Orientador, una lástima que en los coles está figura no pueda tener la relevancia que se merece al estar, en su gran mayoría, compartido con otros centros. Y ya, como si hubieran venido los Reyes Magos, en algunos casos se cuenta con el PTSC (Profesor Técnico de Servicios a la Comunidad).
Muchos pensaréis que claro, como soy de Compensatoria, barro para lo mío. Puntualizo, barro "para los míos." En realidad barro "para TODOS", para la ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD por supuesto, porque creo firmemente en lo que hago. Creo en mis alumnos, y en que estén en la ATDI o no, si necesitan refuerzo y/o apoyo, hay que dárselo. Todos se merecen en una oportunidad o las que hagan falta, que crean en ellos. Entededme, si yo trabajo para el cambio, y no creyera en él, no tendría sentido. De ahí que intente que cada uno mejore, según su punto de partida, y que saque todo lo mejor que tenga. Y puestos a pedir, que sea lo más feliz que pueda. Si un alumno no es feliz, no llegará muy lejos.
Si tenéis en las aulas algún alumno sin hacer en nada, buscar la raíz de porqué actúa así, siempre hay una razón, lo complicado muchas veces es dar con ella.
Y, un favor os pido, NUNCA tiréis la toalla con estos chicos "difíciles", ya sea en el colegio o en el instituto, son los que más nos necesitan. Además, muchos os pueden sorprender más de lo que nunca habríais podido imaginar, os lo garantizo.
Buen sábado.
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