miércoles, 2 de enero de 2019

2019: bienvenida, GRACIAS y "vuelta al cole"

Querida Cristina García Martín:
Quiero que la primera entrada del blog del año nuevo tenga nombre y apellidos, y van a ser los tuyos. Está comprobado, los detalles fuera de fecha tienen un sabor especial. Mil gracias por el detallazo de tu tarjeta. Su contenido me emociona. No obstante te diré que te has pasado tres pueblos, no me considero merecedora de tanto elogio. Me has alegrado el día.

Te repito lo que en alguna otra ocasión te he dicho:
La docencia necesita de personas como tú, porque tienes unas cualidades fantásticas para esta profesión y, una que brilla sobre las demás: vocación. No es normal que alguien tan joven tenga la cabeza tan bien amueblada. La vocación escasea y los retos a los que los maestros y profesores tenemos que enfrentarnos cada día requieren gente comprometida, que sienta pasión por lo que hace. Y aunque tengas pasión y vocación a veces las fuerzas flaquean. No quiero ni imaginarme la pesadilla que debe ser para los que están por estar, qué rabia.

Y como lo de dar las gracias no sé si me da bien, mal o regular, pero lo hago mucho, aunque en persona y por email ya lo he hecho, aprovecho para dar las gracias a más gente. Gracias a esas mamás y papás de Guijuelo por sus gestos y palabras de gratitud. No trabajo para que nadie me lo agradezca, simplemente intento hacer mi labor lo mejor que puedo/sé, pero tras una primera evaluación en la que acabé exhausta, vuestros agradecimientos son un bálsamo para mi cansancio (ya superado). Tenía ya en mi cabeza una carta a medio redactar para el primer día de la "vuelta al cole", para leérsela a mis niños y niñas de la tutoría y, gracias al último email recibido, el mismo día de Nochevieja, ya sé cómo voy a terminarla. Ojalá les guste, hay que empezar el año (en el cole), lo mejor que podamos.

Me prometí a mí misma no volver a tocar nada del cole hasta el 1 de enero. Excepto unos enlaces de inglés que ya he enviado, he logrado, milagrosamente, mantener mi promesa. Ayer comencé a leer y corregir la "tarea" de escritura creativa que me entregaron justo antes de las vacaciones. Y aunque corregir es una de las cosas que más aborrezco de esta profesión, reconozco que es algo muy bonito de leer, y se corrige con otro ánimo, bien distinto al de un examen o un cuaderno. 

También estoy ya planificando las tutorías de los lunes, o mejor dicho haciendo cuentas. Resulta que sobre el papel el tiempo es mucho. Luego quitamos que el 7 de enero no es lectivo, el lunes de Carnaval, la sesión de evaluación y, la guinda del pastel, salida hacia el CRIE el 1 de abril, y se nos queda en "ná"...Bueno, ya iré viendo la luz.

Soy de los bichos raros que en vacaciones me acuerdo de mis alumnos, aquí pega más "mis niños/as", sí, como lo leéis. Pienso en cómo estarán, qué tal se lo estarán pasando y muchas otras cosas. No puedo evitarlo, me pasa siempre. Y a pesar de eso, he desconectado de lo lindo, hasta el punto que hace ya bastante que dejé de saber en qué día de la semana vivo, y tampoco me importa mucho ignorarlo.

Volviendo a las GRACIAS del principio. Gracias por todo lo que me habéis dicho o hecho sentir antes, durante o después de estas jornadas festivas. A los que os habéis tomado la molestia de escribir, llamar o responder a mis mensajes, seáis amigos, familia...En resumen, mi gente.

Pese a haber inaugurado el 2019 acatarrada, cruzo los dedos para que en breve esto se me pase, básicamente porque tengo mucho que hacer de todo, y los Reyes Magos necesitan que les eche un cable.

Gracias a los que permitís que este blog siga vivo, porque a mí a veces no me da la vida para más, pero vosotros, me dais muchas razones para seguir escribiendo en él, aunque no pueda hacerlo lo a menudo que me gustaría.

No sé si son las fechas navideñas, el parón escolar, la edad (la mía), o qué, pero ando especialmente sensible. Mientras seleccionaba unas fotos, escuchaba un programa de "Rosana y amigos" que debieron emitir recientemente en TVE1. Tomo prestadas unas palabras suyas con las que me siento muy identificada:
"Me encantan los abrazos. Me vuelven loca. Me quedaría a vivir en un abrazo eternamente."

2 comentarios:

  1. Hola Raquel,
    Si ya es un honor que me nombres en tu blog, aparecer en la primera entrada del año no tiene palabras... Tu sí que te has pasado tres pueblos con tus palabras.
    Yo tampoco imagino a la gente que no le gusta que estén día tras día en las aulas y todo lo que hay detrás... Que nos dejen su lugar!!!

    Y Gracias, una vez más, por compartir tu blog y contagiar tu vocación.
    Feliz año😊😊
    Un abrazo enorme!

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    1. ¡Hola Cristina!
      Un honor dices ja ja ja ja, me da la risa. Es lo justo, ni más ni menos.
      Ojalá pudiéramos echar de las aulas de un plumazo a los que están por estar, pasan de sus alumnos (y de lo que les pasa), no son amigos del esfuerzo y "dan" clases con un mono-tono que cualquiera caería dormido encima de la mesa...Qué poco espíritu je je. Mientras tanto, tú no te rindas, haz las Oposiciones lo mejor que puedas y espero que, de una manera u otra, logres entrar en la rueda y empezar a trabajar. ¡Mucho ÁNIMO!

      Me encantaría pensar que la vocación es contagiosa, reconozco que a mí se me ilumina la cara al hablar de mi "trabajo", y lo vivo con intensidad, como todo en mi vida.

      Un abrazo y a esperar abrigadita a los Reyes (qué fríooooooooooooo):

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