sábado, 16 de marzo de 2019

¡Vaya semanita!

Esta es una de esas semanas que te deja agotada física y mentalmente. Cualquiera podría pensar que habiendo tenido un "moscoso" (día de asuntos particulares) el lunes, no es posible que esté tan cansada, nada más lejos de la realidad. Cole, clase de dibujo, amigos, familia, alumnos, papás y mamás de alumnos, CRIE (Centro Rural de Innovación Educativa), reencuentros y un nacimiento. ¿Entretenido, verdad?

Directamente, no he parado. Sí he avanzado bastante, pero sigo teniendo pendiente correcciones y cosas del trabajo por hacer y/o rematar.

El lunes tocaba reencuentro con personas a las que me encanta ver, pero no es fácil coincidir. El Bécquer va a convertirse en lugar oficial de quedadas. Tiene un encanto especial, aunque estoy por hacer una recogida de firmas porque los aseos necesitan un lavado de cara urgente. Qué bien sientan las risas compartidas.

El martes fui a Dibujo, no dibujé mucho, para qué mentir. Empecé con el "collage" aunque el próximo día tengo que experimentar más y ver cómo hacer algo más decente con esos trocitos de papel. Entre papel y papel nos pusimos a hablar tres y se nos fue la clase...Así, tal cual, pero el "collage" puede esperar al martes.

El jueves fue un día intenso. Hubo un nacimiento. Uno de esos acontecimientos que iluminan todo lo que te rodea y me hace sentir un poco más viva. Espero que sus padres disfruten de ella como se merecen, la estampa que forman es maravillosa. Es precioso ver cómo la miráis embelesados y todos a su alrededor, nos dedicamos también a esa vida contemplativa. Bienvenida al mundo, querida Berta.

Y ese mismo día recibí la visita, de sorpresa nada, porque bien avisada estaba, de una amiga. Una amiga que en sus inicios era simplemente la mamá de uno de mis alumnos farinatos. El caso es que, tal vez por la de veces que escribí en la agenda de su hijo (y la libreta que luego tuvo que usar, porque me ventilé todo el espacio de la agenda), el roce hizo el cariño, tanto con su hijo, como con ella. Y desde mis inicios farinatos ha llovido, porque allí estrené el curso 2009-2010, con una oposición recién sacada bajo el brazo, feliz como una perdiz y con una experiencia previa en Madrid (distrito de Ciudad Lineal y Parque Coimbra en Móstoles) que me vino de cine para salir del cascarón y espabilar a gran velocidad. Años después, todavía conservo unos cuantos hilos que me unen a tierras farinatas. Creo que mi corazón tiene un "cachito" de Ciudad (Rodrigo, Ciudad a secas para los de allí). 

Y es que el "guasap" nunca podrá sustituir a una conversación cara a cara, en la que te ríes, escuchas otra risa, te brillan los ojos, entiendes lo que alguien pretende transmitirte solo por el tono que utiliza, hablas sin articular palabra y te das cuenta, otra vez, de lo bonito que es tener amigos, pese a la distancia o las circunstancias. Sí Carmen Jiménez, próxima quedada, en tu terreno, en Ciudad Rodrigo...Y en menos de año y medio, por supuesto. Tengo la costumbre, buena o mala, de intentar cumplir siempre con lo prometido (no siempre se puede, tranquila, esta vez sí). Gracias por haberte escapado hasta aquí para echar un "parlao". En serio, mil gracias.

Ya solo faltaba el viernes para "rematar" la semana. La mañana nos deparaba una muy buena iniciativa de La Caixa, Creactivity. Me ha soprendido gratamente. Las caras de los niños y niñas eran un poema. Me parece que les ha gustado mucho mucho (con un solo mucho me quedaba corta). Y acabar la mañana con la Pincelada de emoción de hoy, fue un gran regalo. Cada día que pasa siento más cariño a mi alrededor, incluso de personas que no me esperaba. Es precioso que la gente te sorprenda cuando es para bien. Tengo emails por responder, otros por escribir...

Y entre medias de todo lo anterior, en el colegio también, seguir avanzando materia, corrigiendo, examinando, planificando...Y por supuesto, a estas alturas de mes: CRIE, CRIE, CRIE. Este fin de semana todavía más, tengo una reunión informativa en el horizonte y no me gusta dejarme nada en el tintero. A medida que se acerca, a pesar de ausencias, tengo muchas más ganas de ir. Y noto que los que van también tienen muchas ganas, o esa sensación me da a mí. Pobrecitos los de nuestro alrededor, de aquí a que nos vayamos va a salirles el CRIE por las orejas, si es que no les sale ya. Perdonadnos.

De momento, después de haber tenido en brazos a la preciosidad de recién nacida que el 14 de marzo soplará velas, solo puedo irme directa a reponer fuerzas e intentar digerir tantísimas cosas bonitas que han pasado en esta semana. Y algunas de ellas ni siquiera las menciono de refilón aquí. Buenas noches.


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