jueves, 6 de enero de 2022

Cabalgata de Reyes por Carmelitas oeste, idea, Defreds y Alfonso Casas

Lujo, privilegio, suerte, ¿qué nombre le pondríais? Algo positivo relacionado con la pandemia. Este año, por primera vez en mis 39 años de vida, la cabalgata de Reyes ha incluido en su recorrido la avenida Villamayor...¡Qué felicidad! En circunstancias normales, sin COVID, me habría encantado compartir ventana y balcones con más personas, pero tal y como está el patio, nos hemos limitado a los convivientes.

La verdad creo que nunca se ma habían escapado las lágrimas viéndola. Ha sido extraño, no me esperaba reaccionar así. Estaba provista de cámara réflex, con objetivo extra, y el móvil. Eso y unos pompones rojos metalizados que compré hace un tiempo para algo del cole, y por la razón que sea (ni idea), no quise tirarlos. Seguramente pensado que otros días me harían falta.

He podido ver las caritas de ilusión de muchos niños...y de los adultos. Además al no estar a ras de calle los detalles de cada carroza se apreciaban mucho mejor. De vez en cuando  es fantástico mirar el mundo con ojos de niño. Creo que ellos ven las cosas de una manera más sencilla, se complican menos la vida y eso puede hacer que sean felices más parte de su tiempo que nosotros, los adultos.

Supongo que habrá sido cosa de un año extraño, y retomarán el recorrido habitual. Pero si repitieran, encantada de la vida. De momento disfrutaré del cambio de este año, y sí, qué bien que haya pasado por la puerta de casa. Gracias a los que hayan tenido la idea de hacer que la avenida Villamayor formase parte del camino de Melchor, Gaspar y Baltasar.

Tenía ganas de plasmar mi emoción de hace unas horas por escrito, sin esperar, por eso las fotos que podéis ver aquí son del móvil, las de la cámara ya las descargaré con más calma otro día.










Y como mis neuronas vuelven a espabilarse, tal vez notan la proximidad de la "vuelta al cole", se me ha ocurrido una actividad, que dejo aquí para otras ocasiones.

La he llamado "Caramelos de Reyes". Consiste en dar a cada niño dos dibujos con forma de caramelo. Los imprimiría en tamaño cuartilla. Deben colorearlos por el lado del dibujo. Por la parte de atrás los animaremos a escribir algo que no cueste dinero y pueda ser un "regalo" para algún compañero. Por ejemplo contar un chiste, cantar una canción, decirle a alguien algo agradable sobre él/ella, recitar un poema, hacer un dibujo, dar un abrazo...

Seguramente a los niños se les ocurrirán cosas que a nosotros ni por asomo. He pensado en dos caramelos para cada uno para que no se cansen demasiado. Luego cada uno de vosotros decidís si "lanzan" a los compañeros los caramelos y disfrutan lo que les ha tocado, si lo echáis a suertes en una bolsita...¡Puede haber mil maneras! A mí me parece que podría estar bien para cohesionar más un grupo, y para aprender a mirarse con otros ojos. A lo mejor a un niño las Mates no se le dan nada bien, pero canta fenomenal, o cuenta unos chistes malos muy graciosos. No sé, cada cual tiene sus "talentos", habrá que explorar los propios y los ajenos. Como ahora no soy tutora, me "guardo" la actividad para otro momento, me da la sensación que haciéndola con dos o tres alumnos puede quedar "coja".


Y como solo faltan los Reyes para dejar nuestro espíritu navideño (si es que lo tenéis) aparcado hasta diciembre, comparto unas palabras de Defreds, porque van como anillo al dedo a mi "carta" de la entrada anterior. Tiempo.


Luego me ha hecho gracia lo de Alfonso Casas, deseando en Instagram una feliz noche de Reyes, y regalos de libros, cómics...Y por qué no, encontrar bajo el árbol uno de sus libros. Y es que justo de ese autor en unas horas tendré un libro en mis manos. Es un ilustrador que me gusta mucho, su sensibilidad al dibujar es magnífica. Hace no mucho tiempo me regalé dos láminas suyas, tamaño DIN A-4, para un futuro muy cercano, cuando esté en mi casa. Además de esa sensibilidad plasmada en sus ilustraciones, casi siempre me parecen muy acertadas las palabras que las acompañan.

Y como esta entrada está resultando ser un popurrí de mucho cuidado, acabo con "Yamaguchi", canción de Amaia de hace tres días. Un punto de folclore, de raíces...Especial, muy especial. Por segunda vez, Felices Reyes.

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