Esta mañana una compi de clases de dibujo de San Eloy (de cuando iba, hace unos años), compartió en un grupo este vídeo, fue verlo y pensar: ¡de cabeza al blog! Muchas, muchas gracias María Eugenia.
Solo os "robará" minuto y medio:
El vídeo se publicó hace cinco años aproximadamente. Cuando lo vi sentí una sacudida en mi interior. Me encanta su planteamiento. Efectivamente, no tengo 39 años. He vivido 39 años, que no es lo mismo. Mi DNI dice que nací el 21 de agosto de 1982. Y sí, en realidad los que tengo son los años que me quedan por vivir. Desconozco cuántos serán, pero me gustaría pensar que al menos me quedan treinta y pico. Como no lo sé, y veo los tortazos de realidad, sirva de ejemplo el/la COVID (pongo ambos artículos porque no me queda claro cuál es el correcto), desde mediados de marzo de 2020 le doy todavía más importancia al tiempo, al no dejar muchas cosas pendientes para mañana, porque de lo único que puedo estar segura es del ahora. Eso no quita que tenga "planes", pero la mayoría sin una fecha concreta. A ratos me agobio al no saber cuándo ni cómo, ni si determinadas cosas llegarán a suceder o no. Luego respiro profundamente y disfruto el hoy, y ya.Quizás mi planteamiento pueda resultaros erróneo, en ningún momento he dicho que lleve la razón. Me limito a poner por escrito parte de lo que pienso y siento. Y cada día escucho casos (con nombres y apellidos) que refuerzan mi empecinamiento en exprimir el presente.
En cuanto a que esos años que hemos vivido "ya se han ido", sím pero no. Ya no están, ya pasaron, pero somos lo que somos ahora gracias a las experiencias vividas anteriormente, a las personas con las que nos hemos encontrado en este viaje, y a ese grupo (reducido o amplio, según la manera de ser de cada uno) que ha pasado a acompañarnos en nuestro camino, siendo familia, pareja, amigos, compañeros de trabajo...Incluso a los ques estuvieron en el pasado pero ya no están en nuestro presente, por la razón que sea, no siempre hay un porqué (o no siempre queremos/podemos conocerlo).
Recordar es importante, no es sinónimo de anclarse en el pasado, sino de usar ese pasado como parte de nuestro hogar, de nuestra vida. Lo compararía con los cimientos de una casa. Esos cimientos son imprescindibles para poder seguir construyendo, continuar haciendo más plantas...Crecer a nivel humano. Mis vivencias previas me dan fuerza, me hacen ser quien soy hoy y no soy la misma de hace unos años gracias a todo eso, y eso está bien. La vida es un aprendizaje infinito, y adoro que sea así. Me encanta la gente que amplía las ventanas por las que veo el mundo. Aquellas personas que me hacen cuestionar parte de mis creencias, y/o las que me ayudan a entender mejor este mundo (a la gente en ocasiones que no hay por dónde cogerla).
Así que vamos a intentar de hacer que cada día valga la pena, y evitar arrepentirnos mañana de lo que ayer no hicimos. El pasado es parte de nosotros, el futuro no se sabe qué nos deparará, pero el hoy es nuestro por completo así que...¡A por él! Y si tenéis claro cómo os gustaría que fuera ese futuro, trabajad para que sea así. Puede que lleguéis a buen puerto o no, pero procurad que por vosotros no quede, luchad con uñas y dientes porque vuestros sueños no se queden en eso. Y también porque en vuestra vida estén los que vosotros deseáis que formen parte de ella.
Estamos solo a 7 de enero. Quedan muchísimos días por delante para vivir siendo lo más felices que podamos (cada cual sabe sus circunstancias), aprovechando lo bueno que tenga vuestro presente y construyendo un futuro en el que den ganas de estar.
¿Te apuntas?
La música corre a cargo de Leire y Conchita, se llama "Celebraré":
Os "regalo" la letra:
Comparto completamente lo que dices, Raquelita. A VIVIR el presente, con prudencia, hoy en día, pero a vivir.
ResponderEliminarGraciass. Eso es, a vivir. A celebrar que estamos vivos, aunque no sea todo como esperábamos, pero estamos. Un abrazo 💙
Eliminar