miércoles, 5 de enero de 2022

Ojalá siempre...carta a los Reyes Magos

Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar:

Lo primero, mil gracias por haber incluido mi casa en vuestra recorrido de esta tarde. Ahora mismo está pinteando, pero cruzo los dedos para que pare y podáis salir a las siete de La Alamedilla. Para muchos es la noche de la ilusión, de esa que vemos en los ojos de los niños cuando abren un regalo, sea "de Reyes" o sin motivo. Esos son los mejores, los que se hacen sin fecha.

Suelo decir que me he portado razonablemente bien. Aunque eso deberían decíroslo mejor las personas con las que he coincidido a lo largo de 2021.

No soy de elaborar listas de regalos al uso, ni para otros ni para mí. Este año, más que nunca, pediría cosas que no se pueden comprar, aunque en algunas el dinero sí ayuda.

Regaladme tiempo. O mejor al contrario, regaladle tiempo a las personas con las que quiero pasarlo. Si yo lo tengo pero ellas no, ¿de qué me sirve? Pues eso.

Os agradecería que parte de mi tiempo fuera en forma de viajes. Alguno en plan escapada rural, otro con mar, y un tercero fuera de España (aquí depende también de cómo vaya evolucionando la pandemia). 

Salud para los que me importan y para mí. Siempre parece un tópico pero con el COVID es más importante que nunca, aunque en realidad siempre es imprescindible y es lo primero que deberíamos desear. ¡Salud!

Por favor que todos los que más quiero tengan trabajo. El trabajo también es salud y es muy necesario.

¡Ah! Relacionado con el trabajo, y con el mundo en general, no se os olvide traerme baterías nuevas de paciencia. Sabéis de mi paciencia selectiva y hay situaciones que me cuesta más gestionar, no me gusta "saltar" ni estallar pero a veces es inevitable, y cuanto más tarde en agotarse mi paciencia...mejor (o eso creo).

Me encantaría que me trajerais muchos abrazos apretados, pero no a voleo, sois sabios y no hace falta especificar de quiénes quiero esos abrazos. Y de quiénes no también.

A ver si me ahorráis algunos paquetes de pañuelos de papel, porque felicidad me trajisteis bastante, y mucha acompañada de amor, confianza, cariño, amistad; pero lágrimas creo que quizá en exceso, con menos me conformo. No siempre han sido de tristeza, algunas de rabia, otras de desesperación, unas pocas de morriña...

Y no sé si me dejo algo, algo relevante me refiero. Es bien conocida vuestra generosidad, pero somos muchos en el mundo y no a todos podéis traerles todo lo de su carta.

Sabéis que tengo varios "proyectos" personales, haced que avancen y que los tres sigan su curso. Que las cosas vayan fluyendo y tomando forma. 

No quiero sentirme invisible. Sí, soy una pesada de aúpa porque ya lo mencioné en mi carta de fin de año, pero insisto. Poneos en mi lugar, tirad de empatía y os daréis cuenta de lo duro que es. Todo tiene su momento pero los momentos también hay que buscarlos. Si yo deseo que algo suceda haré algo para conseguirlo, nada es fácil, estad tranquilos que soy consciente de lo que digo y por qué lo hago.

Gracias por la fortaleza que he tenido en muchos de los momentos complicados. He estado hundida, bastante, en momentos puntuales, pero he intentado resurgir (como he podido), y siempre he tenido a personas muy próximas dándome mucho cariño, compartiendo sus vivencias y apoyándome cuando lo veía todo gris.

Como sabéis este año el roscón de Reyes ha llegado desde Montejo, concretamente lo fuimos a buscar a "Pastas Velázquez." Es alucinante cómo los sabores nos pueden hacer viajar. Y si lo hacen a momentos de felicidad máxima, ese viaje resulta muy placentero.

Por favor, no me quitéis a nadie. Cuidad con mimo a esas personas que quiero en mi vida o sí o sí. Y si alguna deja de estar en la mía, que sea por una buena razón, ojalá no una desgracia como la enfermedad. Intento demostrarles a los que quiero que los quiero, puede sonaros a perogrullada, pero a mí me gusta. A lo mejor os parece una chorrada, pero nunca sobra, sin atosigar, pero dejando claro cuáles son mis sentimientos.

Traednos esperanza, amaneceres en la playa (en la montaña también me valen), tardes de compras y risas, mucho cine, paseos, encuentros, muchas fotografías (he "vuelto" ja, ja, ja, o tal vez nunca me fui), algún concierto y obra de teatro, lecturas que emocionen y/o nos hagan viajar al avanzar en la historia, detalles...Y por supuesto, que sigamos teniendo amor. De todo lo solicitado en esta carta, os pido que hagáis lo que buenamente podáis. Aunque puestos a pedir: Ojalá siempre...

Felices Reyes Magos para todos.


Recordad que los mejores regalos no pueden envolverse.

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