jueves, 17 de noviembre de 2016

Efecto PIGMALIÓN


¿Qué esperas de tus hijos? ¿Qué esperamos de nuestros alumnos? ¿CREEMOS en ellos? 

Muchas veces he pensado en lo importantes que son las palabras que como docentes les dedicamos a nuestros alumnos. Y muchísimo más en los dos cursos en el instituto, en los que me he dado cuenta de lo tremendamente vulnerables que son los pre o adolescentes a secas, y lo poco que algunos a veces miden (medimos) las palabras. Afortunadamente me parece que sí aprendí a medir bastante bien mis palabras, y que al menos no fueran las mías las que les hundieran, sino las que los ayudaran a flotar, a ver puertas que se abren y trenes que no hay que dejar pasar (aunque a veces me haya tocado darles algún que otro "empujoncito" para que fueran en alguno). 

Y no sé muy bien por qué, tal vez por el comienzo, por la importancia de las palabras, todavía recuerdo el primer día en las prácticas de Magisterio de Primaria, en el que la tutora del aula, me dio la oportunidad de "dar" clase. Era un grupo de 4º de Primaria, y una sesión de Matemáticas...No sé si lo hice bien, mal, regular, o cómo. Hice lo que pude y lo mejor que por entonces sabía, estaba muy nerviosa, me temblaba todo. La tutora, Rosalía, se quedó en un discreto segundo plano al final de la clase, observándome pero sin intimidar. Cuando la clase acabó, ya sin los niños delante, me comentó cómo lo había hecho, y añadió uno de los mejores piropos que he recibido en toda mi vida: "Tienes espíritu de maestra." Y cada vez que me acuerdo de ese momento se me escapa una amplia sonrisa. Y desde entonces han pasado unos quince años, ni más ni menos. GRACIAS entonces, ahora y siempre, Rosalía.

Todo esto venía para "introducir", lo entrecomillo porque lo anterior de introducción tiene poco, o mucho, pero nada breve...el vídeo el EFECTO PIGMALIÓN. Fue creado para una campaña publicitaria de seguros Divina Pastora. Mis alumnos de 2º de la ESO lo vieron el año pasado, y los de este...mañana mismo, que ya estoy tardando en ponérselo.




Me parece un vídeo MARAVILLOSO, absolutamente TODO lo que dice. No sé vosotros, yo lo tengo más que claro, no soy maestra para cortar las alas a nadie, sino para todo lo contrario, que aprendan alguna forma de "volar", cada cual según sus características.

Por eso, a vuestros hijos, a vuestros alumnos, ya sabéis cuál es el mensaje a transmitir: CORRED, VOLAD, NO OS DETENGÁIS.

Tal vez por este motivo, el nombre de cada uno de mis alumnos de este curso, está en un globo, que ha logrado hacer "volar" una casa, basándome en la historia de la brillante película de animación UP. Otros años han sido hojas de un árbol, como el curso pasado (cómo duele hablar de pasado, cuando una parte de ti quiere que sea presente y futuro); otras veces estrellas; en otra ocasión piezas de un puzzle...

1 comentario:

  1. Importantísimo hacerle saber a nuestro niños y alumnos que esperamos grandes cosas de ellos. Así creerán que pueden conseguirlas y se pondrán manos a la obra.

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