jueves, 4 de abril de 2019

CRIE día 3: La Fuentona, escape room, 3D...La burbuja de estos días

Otro día para recordar en el CRIE. Como la suerte nos acompaña, después de la breve tormenta (no me quedó muy claro si lluvia, granizo o mezcla de ambas) del martes por la tarde, el miércoles amaneció algo gris, pero sin lluvia ni niebla.

Nos acompañaron Liceria, directora del CRIE y Sara, compañera que ya os sonará de otros momentos.

Nuestra primera etapa del día fue la excursión en autobús hasta las proximidades de La Fuentona. Esta laguna natural da lugar al nacimiento del río Abión.  Está situada en el municipio de Cabrejas del Pinar, cercano a Muriel de la Fuente. 

Hicimos una ruta, acompañadas de dos guías, para llegar hasta La Fuentona. Nos explicaron la flora y fauna de esta zona y cómo era el paisaje, de roca caliza, enebros y sabinas, que estábamos contemplando. La anécdota de la mañana fueron los petirrojos, que cogieron confianza y se acercaron mucho a nosotros, lo que me permitió hacerles un "book" de fotos.











Resultó muy interesante y La Fuentona en sí, algo casi mágico, una delicia para la vista. El azul verdoso del agua era hipnotizante, preciosos los reflejos de los árboles en el agua, lo que asomaba bajo la superficie y el enclave en sí. La verdad, un sitio al que espero regresar, con mucha magia, como estar inmersos en un cuento de hadas. Creedme, las fotos no le hacen justicia, la cámara no ha captado ni la mitad de la belleza de este lugar.




Justo allí paramos a tomarnos el bocata de media mañana.  Y fue el punto más fotografiado de toda la mañana. Sugerí una foto con el grupo de cada cole o CRA. Estamos haciendo fotos de los tres grupos, pero siendo menos las caras se ven mucho mejor. Esta es una de esas fotos:



Mi intención era además, haberme sacado una foto con cada niño/a, pero algunos no habían acabado el sándwich mixto del recreo y no podíamos quedarnos más. Quedan pendientes unas cinco fotos para hoy, ya jueves. Total, me parece que después de pasar juntos tantísimas horas, una foto individual con cada uno no es mucho pedir y me apetece mucho tenerlas.

Abandonamos La Fuentona y nos dirigimos a la Casa del Parque, allí siguieron las explicaciones, fuimos al baño y, los que quisieron, compraron algún detallito en la tienda, para sus familiares o para ellos.

Volvimos al CRIE a la hora de comer, desde el bus vimos dos corzos gracias a Manolo, el conductor.

La comida, al igual que los días anteriores, muy rica. Tuvimos sopa de cocido de primero y pollo asado con ensalada de segundo plato. Me dio mucha rabia ver cómo, un día más, la hora de comer es de las más complicadas (ilusa de mí, pensaba que sería la de dormir, pero no). Y la califico así, porque para mí es complicado tener que animarlos, convencerlos...para que prueben, coman, no dejen toda o gran parte de la comida en el plato, etc. Me da alergia el "es que no me gusta," y ver la gran cantidad de comida que están desperdiciando es una auténtica lástima. Sería bueno acostumbrarse a comer lo que te ponen, sin más. No dejan de ser niños/as de 10 u 11 años. Así que me estoy convirtiendo en una negociadora de alimentos que nunca me había imaginando. Intento razonarles por qué les pido que coman; algunos sí lo entienden y ceden, en otros casos es misión casi imposible.

Por la tarde tuvieron dos talleres, igual que el martes, los dividieron en grupos y se turnaron. Un grupo hizo primero la "Escape room" con Puri; el otro, Impresión 3D con Liceria y Sara.

Fue maravilloso contemplar cómo trabajaban por equipos en la "Escape room", me encantó la propuesta y verlos colaborar unos con otros. A veces tengo ganas de frotarme los ojos o pellizcarme, porque estoy descubriendo cosas en mis alumnos/as que hasta ahora no había visto en el día al día en el cole.



En el de 3D escucharon cómo es una impresora 3D, vieron dos diferentes. Con ayuda del ordenador, por parejas, hicieron sus propios diseños y, lo mejor, pude ver el "producto final" de algunos. Muy interesante también.







Después duchas, cena y...¡Taller de Danzas Medievales! Otra compañera daba este taller, se llama Elena. Hizo una ronda de presentaciones con todos los niños, tenían que decir su nombre, algo que les gustara y algo que no. Estaba prohibido repetir lo que ya habían escuchado a algún compañero. Una de mis alumnas dijo, tal cual "Me gusta mi profesora", y me miró. ¿Qué decir? Tienen la capacidad de dejarme sin palabras (y no es fácil).

Me parece que el CRIE está favoreciendo que todos nos conozcamos mucho más. A mí me han quitado el corsé de los libros, exámenes, deberes y el carnet de puntos, y es un alivio. Al final están siendo, en mi caso, por mi manera de ser o por lo que sea, jornadas de 18 horas, pero no me importa. Sabía que eran solo 5 días (4 noches) y quería exprimirlas. Mi sensación es de estar en una burbuja, no tengo ni la más remota idea de lo que ha pasado en el mundo desde el domingo. Y aunque suene mal, tampoco me apetece saberlo, necesitaba una burbuja así.

El Taller de Danzas Medievales fue un espectáculo, nos reímos una barbaridad con las ocurrencias de los niños. No sé si fueron fruto del cansancio o que tenían ganas de marcha. Y el colofón fueron las danzas en sí. Muchos venga a decir que no les gustaba bailar, que si era obligatorio, y más excusas...Pero Elena, con buen criterio, dijo que era algo que tenían que hacer TO-DOS. En algún momento de la semana escuché a alguien decir que esto (el CRIE) es como un cole, pero en el que vivimos. No es mala la comparación, pero implica hacer lo que te dicen. Hoy las ensayan nuevamente por la tarde y...las ponen en escena por la noche.

Y con todo lo anterior, había motivos más que suficientes para caer rendidos en la cama. En unas horas pondremos rumbo a nuestra última excursión, para conocer El Burgo de Osma.

Entre medias disfrutaron de tiempo libre, poder hablar con sus familiares, algo menos tiempo que ayer porque se alargaron las duchas y hay que respetar los horarios del CRIE...Tienen una energía desbordante. ¡Ah! El trayecto en autobús a La Fuentona, nuevamente amenizado por sus canciones...¡Si al final habrá que montar un coro!

Menos mal que hoy nos levantaremos un poquito más tarde. Me parece que a todos nos vendrá bien para reponer fuerzas.

¡Los días vuelan! Poco más puedo decir, cada día me sorprende y descubro cosas en las que antes no me había fijado de mis alumnos. No es lo mismo el horario escolar que el CRIE. Es un ambiente mucho más distendido y eso da pie a ser mucho más nosotros mismos. Esta claro que esta oportunidad, aunque supusiera un riesgo, no podía dejarla escapar.

Hora de dormir.

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