martes, 2 de abril de 2019

CRIE: día 1, empieza la aventura

La mañana de ayer lunes fue más que intensa. Pese a los nervios reinantes entre mis alumnos, pudimos resistir (más o menos), hasta la una y media, en condiciones relativamente llevaderas. La emoción del momento, la expectación ante tanta novedad, un gran reto para muchos por pasar 4 noches fuera de sus casas (sin contar estancias con tíos, abuelos...) por primera vez...Un cúmulo de emociones.

La verdad es que tenía todo bastante atado, pero los nervios (en mi caso) empezaron a aflorar cuando a la hora de comerse el bocata, el volumen de ruido iba subiendo de manera alarmante y muchos estaban muy alterados. Desde las dos, aluvión de familiares, lágrimas en algunas casos y, en todos, amor, mucho amor. La despedida de los compañeros que no van al CRIE fue muy bonita, me dio en la nariz que en algún caso habrían cogido la maleta y se habrían unido a nosotros sin pestañear.

Y en ese marco, arropados por tanto cariño y viniendo, por supuesto, a despedirse de nosotros Quinti, nuestra directora, el autobús abandonó Guijuelo. En el bus hubo llantos y risas, de todo. Dieron una calurosa bienvenida a nuestro conductor, Manolo. Cantaron como si no hubiera mañana, a un volumen escandaloso, de poco sirvió advertirles con pasarles la factura del Auditrón. Y aunque no todo fueron canciones, disfruté del viaje pese a la distancia. Recogimos a los niños, seis, de otro cole en Garcihernández y, la antepenúltima parada antes del CRIE, era Aldeatejada, donde venía un grupo aproximadamente como el nuestro. Para mi sorpresa y alegría, clara muestra de lo minúscula que es Salamanca, en Garcihernández montó Juan, el que fuera tutor de Infantil en mi año en Robleda...Por si eso no fuera suficiente, la profe de Aldeatejada, Pilar, y para bien, tampoco era una desconocida. Si lo llego a preparar no me sale así, ni en broma.

Hicimos un alto en el camino en tierras vallisoletanas, alrededor de las seis de la tarde, era necesario estirar las piernas, ya que nosotros, al haber partido de Guijuelo, llevábamos ya tres horas y media de bus.

A medida que nos adentrábamos en tierras sorianas el paisaje cambiaba y cada vez era más bonito. Aunque no fueran una maravilla, por eso de hacerlas con el autobús en movimiento, saqué la cámara e hice algunas fotos.





A eso de las ocho y cuarto, al fin, Berlanga de Duero. Momento de abandonar el bus, coger las maletas y recibir la calurosa bienvenida de Javier y Sara, dos de los maestros del CRIE.

Lo primero fue dejar las maletas, saber las normas de funcionamiento del CRIE e ir directos a cenar. Por cierto, muy rica la cena.

Tuvieron algo de tiempo libre para estrenar el futbolín, ping-pong, juegos de mesa u otros espacios.


Un ratito más tarde, nos reunieron nuevamente para seguir conociendo cuestiones importantes sobre nuestra estancia. Y nos anunciaron que íbamos a terminar viendo un vídeo...¡Cuerdas! Claro, en nuestro caso ese cortometraje lo vimos en la primera evaluación. Recuerdo que por entonces estaba allí José Manuel, mi alumno de prácticas. También me acuerdo de lo mucho que les gustó. La verdad es que a mí se me caían las pestañas, porque llevo fatal el cambio de horario, ni nervios por el CRIE ni nada. No dormí mucho, aunque dijera la contrario ayer a algún papá para tranquilizarlo, pero, eso sí, del tirón.

Y todo esto aderezado de tremendas dosis de cariño, manifestadas de mil y una formas, miradas que hablan y no sé, tantas cosas...Esto acaba de empezar pero, promete y para bien. Hablando de prometer, como lo prometido es deuda, aquí tenéis una foto de esta misma noche, justo antes de subir a las habitaciones para dormir.


En mi caso contaré ovejas o lo que se tercie, porque pasada cierta hora, me espabilo, y el sueño que tenía hace dos horas ahora parece haberse esfumado.

Cuánto me alegro de haberme embarcado en esta aventura. Hay cosas que leídas, por mucho detalle que intente incluir, no son fáciles de plasmar...Hay que vivirlas. ¡Bendito CRIE!

Feliz martes.

2 comentarios:

  1. Creo que para todos es una gran experiencia, cargada de muchas emociones.. y como.dices .. mejor no podía haberte salido.Muy guapos en la foto, disfrutad mucho mucho.Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. GRACIAS Nekane, perdona por responderte ahora, cuando estamos ya en casa. Sí, creo que para todos ha resultado una gran experiencia, en la que hemos aprendido una barbaridad, de todo, de los demás y de nosotros mismos.

      Eliminar