domingo, 28 de abril de 2019

Luis Rojas Marcos...Sorpresas de domingo

Cuando era pequeña reconozco que no le hacía mucho caso a los periódicos. Me resultaban objetos tremendamente aburridos, así que me lanzaba, si acaso, a ver las páginas finales, reservadas para los deportes y lo que ponían en la tele.

Con los años, muy probablemente influida en parte porque en mi casa es una actividad diaria casi sagrada, la lectura del periódico; y también por haber estudiado Comunicación Audiovisual, me encanta "devorar" noticias. Y más hoy en día, que disponemos de periódicos en papel y además, una barbaridad de ellos digitalmente. Esta mañana, en mi tarea habitual de "bucear", he dado con el artículo de Luis Rojas Marcos, "Hay que decir más 'cuéntame', 'perdona' y 'te quiero," en el que me he inspirado para escribir esta entrada.

En él, Rojas Marcos, psiquiatra, profesor de español, investigador y autor de bastantes libros, responde a las preguntas de un periodista sobre la gente. Y conversan sobre lo importante que es hablar, sí, con los demás, pero también con uno mismo.  Menciona Rojas Marcos lo necesario de enseñar a hablar más con uno mismo. Estoy muy de acuerdo con él, ese dialogo interior, en voz alta o baja, no debe faltar. 

Por cierto, casi se me caen las lágrimas, de envidia sana, al leer en el mismo que Canarias va a hacer obligatoria la educación emocional de los colegios. Me quito el sombrero ante ellos, a ver si en la Península tomamos nota, concretamente en Castilla y León, que es donde estoy, y los "copiamos"...Soñar es gratis, ¿no? Pues dejadme que sueñe un poquito, cuando tenga la oportunidad, no la dejaré pasar, de convertir en realidad un proyecto tan bonito. Aunque cueste, quiero ver eso en las aulas, que no sea algo aislado, nada de proyectos de innovación, habrá un día, mis ojos están ansiosos por verlo, en el que eso sea una realidad aquí, en Salamanca entera.

Preguntado sobre las palabras que hay en su botiquín, dice dos imprescindibles: cuéntame y perdona. A mí me encantan. No son siempre fáciles de pronunciar, pero hay que usarlas más a menudo. En el caso de "cuéntame", implica tener oídos atentos y, por supuesto, estar dispuestos a escuchar, con todo lo que implica. A veces creo que digo ese "cuéntame" sin palabras. Quizá suene un poco raro, pero me sucede cada vez con más frecuencia. Hago algo, consciente o inconscientemente que, traducido por la persona que tengo enfrente, se traduce por un cuéntame como una cosa. A lo mejor es una mirada, una caricia en la cabeza, agarrar la mano suavemente o poner mi mano en el brazo de alguien. Hablo mucho pero, a la vez, adoro escuchar, más todavía si es una conversación de tú a tú, dos personas, sin más. Me parece que tenemos que crear más momentos en los que les demos a los que nos rodean muchas más opciones de ser escuchados, porque todos lo necesitamos. 

En segundo lugar está el "perdona", muy importante y complicado a la vez. Creo que es muy sano pedir perdón, pero también perdonar. Y debemos acostumbrarnos a verbalizar ese perdón. Es algo que desde pequeñitos deberían enseñarles a todos los niños en sus casas y en los coles. A mí me molesta una barbaridad cuando veo a personas, que por restarle importancia o por orgullo principalmente, no se disculpan, porque consideran que no hace falta...Grave error. Unas disculpas a tiempo cierran heridas.

Personalmente no se me caen los anillos por hacerlo, y aunque no elimina el daño, dolor o molestia causada, sí es en parte sanador. Por otra lado, también nos hace falta perdonar aunque no nos pidan perdón explícitamente. No sé si estoy en lo cierto o confundida, pero me parece muy necesario para poder seguir adelante, pasar página, avanzar. Al perdonar te quitas una especie de lastre, de peso innecesario y, eres capaz de seguir caminando con más energía. Hay ocasiones en las que hay malentendidos, se produce una falta de comunicación, y la gente no aclara cosas que han sucedido. Ahí los adultos deberíamos aprender a comportarnos como lo que somos, personas adultas. Resulta chocante que algunas personas tiendan a pedir a los niños que actúen de una forma que ellos no hacen. Ojalá vaya calando la idea de "predicar" con el ejemplo. Nadie puede empeñarse en pedirle a un niño que haga algo que, nosotros, como adultos, no hacemos.

Y en último lugar, quiero destacar esta vez el final del artículo, la importancia del "te quiero," solamente si tenemos a personas a las que poder decírselo de verdad, de corazón, no por quedar bien. Y no únicamente dedicárselo a otros, sino decirnos a nosotros mismos que nos queremos...la importancia de la autoestima, ya sabéis. Por eso: pedid perdón (y perdonad), escuchad (pero hablad también) y quereros (si no os queréis primero a vosotros mismos, es muy difícil que os quieran otros).

Me suena que llevo algunas entradas sin el toque musical, no quiero dejarlo para más adelante. Justo hace un mes que publicaron este vídeo de Alejandro Sanz y Camilla Cabello: Mi persona favorita.



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