domingo, 28 de noviembre de 2021

OTN 2021

 Sí, sí, todo llega. Como las navidades están ya a la vuelta de la esquina, no quiero que me pille el toro (es lo habitual). Y me he propuesto enviar las tarjetas de Navidad antes de Navidad. Sí, es algo obvio ¿no?  Lo normal es que nunca las empiece en verano, pese al propósito de comenzarlas en vacaciones que repito año tras año. Problema: no pega nada pegar renos y arbolitos con bolas decorativas cuando la cabeza piensa en pasear a la orilla del mar, no madrugar y disfrutar que a las nueve de la noche siga siendo de día. Y hacer las cosas sin ganas no va conmigo.

No recuerdo cuándo hice las primeras en esta ocasión (veinticinco), pero me suena alrededor del 12 de octubre. Hasta esta tarde no había hecho ni una más. Solo he sumado cinco a las que ya tenía. El frío por estos lares es espantoso hoy y no me apetecía arriesgar mi maltrecha garganta. Así que jornada caserita donde las haya. Todavía no he acabado. Me faltan unas ocho aproximadamente.

Y luego llega la segunda parte, escribir en el interior una a una, con mensajes personalizados según destinatario y, la última estación, ir a Correos para enviarlas. Siempre entrego unas cuantas en mano por tema de cercanía. Esta vez serán algunas más porque he vuelto a coincidir en mi día a día con algunos de los receptores. Lo cual es motivo de alegría. 

Soy maniática y no me gusta repetirme en lo que pongo, por eso las escribo por tandas, porque si me doy el atracón de todas en una tarde, corro el peligro de hartarme y poner un escueto "Feliz Navidad" y ya. Pero no, no soy así. Soy un desastre no guardando direcciones. Al final año tras año vuelvo a preguntarles la dirección a las mismas personas. Lo gordo es que llegué a comprarme un cuaderno monísimo y algunos bolígrafos, pensando en utilizarlos para apuntar móviles y direcciones que quiero tener en papel, y a mano. Pero nada, el cuaderno muy lindo pero sigue intacto. Los bolis de colores pendientes de estrenar...No pienso decir cuándo voy a apuntar las direcciones, por si no lograra cumplirlo ja, ja, ja.

A mí las felicitaciones me sirven siempre de excusa, excusa para tener un detalle con personas que me importan. Reconozco que con ellas me he llevado unos cuantos fiascos, pero a veces la conciencia, el corazón, el sentido común o lo que sea, y tardo en escarmentar (lustros incluso). Disfruto haciéndolas, y esa es la parte más importante del proceso, el elaborarlas y luego escribirlas. Si de propina me llega alguna palabra de alguien, pues alegría extra que sumo a ese proceso. No busco alabanzas, pero el cariño nunca sobra, o así lo veo yo, y la gratitud tampoco.  Y con cariño están hechas, da igual si son dibujadas, tienen pegado algún adornito, purpurina o a saber. Todas, sin excepción, están hechas con eso, cariño en grandes dosis.

Procuro cambiar casi todos los diseños cada año, aunque no pongo la mano en el fuego, puede pasar que una persona haya recibido tarjetas muy semejantes dos años diferentes. Llevar un registro de qué tarjeta exacta he mandado cada año a cada persona sería una obra de ingeniería, y me niego a amargarme con algo que hago para disfrute personal. Así que lo siento si alguna vez tenéis tarjetas parecidas en más de una Navidad.

Dadas las circunstancias actuales,  me da en la nariz que esta vez conseguiré acabarlas de hacer durante el "puente" de la Constitución-Inmaculada. No descarto alguna escapadita de un día, pero creo que no va a ser más, con lo cual habrá tiempo para dedicarle ratitos a las tarjetas. 

No sé si vosotros sois de mandar tarjetas, de recibirlas solo, o ni lo uno ni lo otro je, je. Cada cual elige si tiene detalles o no con otros y de qué tipo son.

Os dejo unas imágenes de esta Operación Tarjetas de Navidad 2021...En breve, algunas fotos más.





Un año, si me atrevo (me da algo de vergüenzas), hago fotos del enorme despliegue que monto en la mesa del salón con la OTN. Probablemente os llevaríais las manos a la cabeza viendo la cantidad nada despreciable de recursos que saco, los use o no. Una incorporación bastante reciente es la pistola de silicona.  

De momento hasta aquí. Esta semana toca avanzar con parte de la decoración navideña del cole, mi tercer "Fili". Pero para eso cuento con ayuda, y así se avanza a otro ritmo, y se disfruta incluso más.

Acabad bien el domingo.

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