viernes, 31 de diciembre de 2021

Al que se va y al que viene

Creo recordar haber quitado el "querido" el año pasado para darle la bienvenida al 2021 y decirle lo que me parecía. De los errores una aprende, aunque a veces tarde un poquito.

De momento 2021, agradezco que termines. Es verdad que me has dado grandes alegrías, pero disgustos unos cuantos. No sé si he reído o llorado más, pero bien lo que se dice bien no te has portado. En algunos aspectos sí fuiste generoso, en otros, como libertad (de casi todo), te daría un cero como un castillo.

Querido 2022:

No te hagas mucho caso de tu "primo", creo que no nos hemos acabado de entender muy allá con él.

De hecho terminamos el año con unas cifras de contagios que asustan. A mí que no me vengan con cuentos los antivacunas. Si antes (del COVID) creía en ellas, ahora mucho más. Si no fuera por ellas muchas de esas personas que estñan estas navidades confinadas en sus casas, estarían hospitalizadas o en el cementerio. ¡Benditas vacunas!

Ojalá en algún punto del año podamos decirle adiós a la mascarilla, gel hidroalcohólico, PCR, distancia social, cuarentena...Por si el 2021 no te ha puesto al día, te explico cómo me siento.

Necesito poder abrazar a los que me importan. Me hace falta esa cercanía ahora prohibida, esa calidez humana que no necesita palabras y existe en un abrazo.

Quiero ver las caras de los que tengo cerca o lejos, de todos. Volver a disfrutar con la forma de sonreir de cada cual. 

Intuyo que en la "primera" parte de ti no será posible, pero albergo esperanzas, soy así. Sea en julio, septiembre o noviembre, en muchos momentos me falta el aire, y no es solo culpa de la mascarilla.

Nunca recuperaremos esos besos, abrazos o cualquier otra muestra de afecto, y me da rabia, a sabiendas que con algunas personas es muy probable que no vuelva a coincidir, pero no te extiendas con este "castigo".

Me apetece mucho viajar, y viajar más también. Tengo escapadas en el aire (y los dedos cruzados), y viajes en mi cabeza que espero poder hacer algún día. Algunos son para volver a lugares en los que he estado (Londres, París, Brujas, Córdoba, Samtiago de Compostela, Lekeitio...), otros para pisar sitios que me apetece mucho conocer, aunque no me apetece enumerar todos aquí. Solo diré que tengo ganas de tirar al norte, sin más.

Por todo lo que te he comentado, más mucho más que puedo decirte si me explayo, sé generoso, por favor.

Generoso en salud, empatía, felicidad, proximidad, cariño, amor, amistad, trabajo, alegrías, ilusión, proyectos, imaginación, reencuentros, creatividad...

Dame tiempo para poderlo pasar con los que quiero y me quieren. Regálame muchos días con ellos. Sorpréndeme para bien, los disgustos van a llegar igual, pero quiero felicidad para mi gente y para mí a toneladas.

Tráeme paciencia, las baterías a estas horas están ya con menos de una raya y en breve en rojo.

Ayúdame a encontrar luz cuando me obceco o me ciego y no veo caminos, aunque tenga varios delante de mis narices.

No me quites a nadie. Estoy feliz así, en serio, si el número cambia intenta que aumente, pero déjame a los que siento que tengo. Déjame seguir disfrutando del amor, amistad, cariño, respeto y fidelidad de los que llamo mi gente. Y de su confianza. Para mí sigue teniendo un punto que roza la magia, el poder confiar en algunas personas sin miramientos, de cualquier tema, en cualquier momento, bajo cualquier circunstancia.

Por eso, 2022, miro hacia ti con esperanza. Mi actitud es positiva, no me gustaría cambiar de opinión.

No has llegado todavía pero voy a recibirte con los brazos abiertos. ¿Por qué? Porque estamos vivos, y eso es una fiesta. Fiesta pese a no poder hacer planes o hacerlos a lapicero, por si en el último momento la situación sanitaria varía y lo cabal es quedarse quietecito.

Gracias a todas las personas luminosas que formáis parte de mi vida. Me encanta que estéis en ella y me encantaría seguir siendo parte importante de la vuestra.

Como soy de las raritas, mi costumbre es pelar las uvas y quitarle los pipos, por eso de evitar molestar al 112 en una noche como la del 31 de diciembre. Te cuento esto porque voy a despedirme ya.

2022, muchos estamos "en construcción", pero igualmente te recibiremos con los brazos abiertos.

Unas canciones para despedir el año...Y una imagen personal, aunque sea de espaldas, con el amanecer en la playa de Gandía.


A todos los que leáis esto, ojalá lo que le pidáis a 2022 pueda ser una realidad. 

Un abrazo amplio:

Raquelilla

2 comentarios:

  1. Preciosa está entrada !
    Me encanta como escribes y coincido en muchas opiniones. Y cómo siempre me emocionas! Mucho…
    Y me abres tantos horizontes con tus canciones.
    Muchas gracias, Raquelilla
    Qué no me falten nunca tus escritos❤️

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    1. Muchísimas gracias Marisa, por las palabras sé que eres tú je, je. Lo de los escritos lo intentaré, aunque de vez en cuando me dan ganas de poner punto y final al blog, pero de momento se me pasa...Tus mensajes suman para que siga escribiendo. Un abrazo enoooorme 😊😘😘😘😘😘😘😘

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