lunes, 23 de marzo de 2020

Calles vacías: CORONAVIRUS día 9

Anoche, mientras hablaba por teléfono, salí a la terraza buscando un poco de aire, y como le dije a la persona con la que estaba hablando, es la primera vez en mis 37 años de vida, que veo completamente vacía la avenida. Nadie por la calle, ni un solo coche circulando. Solo cuatro gatos asomados a la terraza (como yo), o tras los cristales de sus ventanas. Es una de las cosas que se me está quedando en la retina.

Intento ver los menos vídeos posibles sobre el coronavirus, aunque no es nada fácil abstraerse pasando las 24 horas del día sin pisar la calle, metida en casa. Celebro que los míos y yo sigamos estando bien, y con eso debería bastar.

Sigo haciendo mi particular repaso en imágenes a viajes/escapadas anteriores, las fotos ayudan mucho.

No me preocupa en exceso el anuncio de Pedro Sánchez, porque estoy convencida que es solo una etapa más. En cualquier caso, estamos más cerca de alcanzar la "meta."

Ayer lo que más tiempo me ocupó fueron tareas relacionadas con el colegio...Eso y la música, dibujar y leer. Estos tres últimos son pilares importantísimos para llevar mejor el confinamiento. Bueno, en realidad juegan un papel relevante en mi vida "normal", y ahora tienen más peso todavía. Es curioso que luego en el sistema educativo la Educación Artística (Plástica y Música) y la Educación Física tengan tan poquito peso. La de paseos sin mirar el reloj que voy a dar cuando pase esto, sea el mes que sea.

Y como la vida sigue, aunque en ocasiones no nos de esa impresión, hoy es el cumpleaños de alguien muy especial, de una de mis niñas del Fili de Guijuelo. Iris ya va a soplar doce velitas...Desde aquí, aunque luego hablaremos, me voy adelantando para desearte un cumpleaños feliz, muy feliz, aunque sea completamente diferente a todos los anteriores. 

Lo bueno de tener tiempo, es que puedo dedicarme a cositas que dentro de la rutina habitual no tendrían cabida, porque no me sobra tiempo, sino que suele faltarme. El dibujo número 7 de la SERIE COVID-19 también tiene dueña ya. Os lo enseño antes de haber escrito una dedicatoria y haberle dado los últimos retoques. Ya, por pinturas no va a ser...¡Vivan los colores!



Siguiendo con el audio diario, ayer elegí un fragmento de un libro fabuloso para la vista y cuyo contenido me encanta.  A mis alumnos de Guijuelo del curso pasado les resultara familiar, a algunas amigas también. Es "Descubre el secreto para ser feliz," escrito por Nicola Edwards y Katie Hickey, de la editorial Cubilete.



En el texto aparecen muchos ingredientes de la felicidad, escogí esta parte:

DESCUBRE. Explorar lo que nos rodea es de las mejores cosas de la vida. ¡Qué alegría descubrir una mariposa o una flor que no conocías! ¡Abre bien los ojos, que el mundo está lleno de tesoros! Mira a tu alrededor e intenta descubrir algo completamente nuevo.

HUELE. Cuando algo nos preocupa, nos perdemos sensaciones maravillosas, como el olor de los pinos, del romero, del tomillo...o el de la tierra mojada cuando ha llovido. ¿Hay algún olor que te haga sentir o te recuerde algo especial?

QUIERE. ¡El calor de un abrazo puede hacer maravillas! La felicidad crece con una simple sonrisa, con una pequeña caricia...¡Hasta los árboles más altos nacen de una diminuta semilla! ¿Hoy le has regalado una sonrisa o un abrazo a alguien?

Hoy voy a hacerme esa última pregunta al final del día, a ver si así regalo más sonrisas y comparto menos preocupaciones.

¡Ah! No quiero dejarme la nota musical en el tintero, de la BSO de La, la, land.



Os deseo un buen lunes. Algo bueno tenemos, no va a ser un lunes al uso. A mí los lunes generalmente no me gustan nada de nada, se me hacen cuesta arriba.

Entre las mejores enseñanzas de esta historia del COVID-19, me quedo con el cariño de personas con nombre y apellidos, con las que disfruto compartiendo momentos, sean para echarnos unas risas, sincerarnos (qué especial es poder confiar en alguien), o lo que toque, según el día.

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